martes, 1 de junio de 2021

El escándalo danés y los intereses norteamericanos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



En el momento más bajo de credibilidad, cuando la política norteamericana se empeña en mostrar que lo de Trump fue una mala temporada en la teleserie de la Historia, surge un nuevo escándalo que afecta a viejos hechos. Un escándalo de estas proporciones y características es malo, muy malo porque da igual que fuera hace tiempo, o importante es el efecto cuando se conoce.

La política norteamericana tiene siempre una extraña pretensión: cada vez que un nuevo presidente se hace cargo del gobierno es como si la Historia se pusiera a cero, como una especie de borrón y cuenta nueva. Esto puede estar acorde con el carácter optimista de la nación norteamericana, pero el tiempo enseña muchas cosas a los que la viven desde fuera y ven las continuidades.


El "escándalo danés" es doble. Por un lado supone espiar a los amigos y socios en la defensa; por otro lado supone usar a la "familia europea" para el espionaje. El problema es grave. Hasta el momento, los nuevos presidentes podían echar la culpa a sus antecesores o si era cosa suya ampararse en esa "oscuridad organizativa" de los servicios de Inteligencia norteamericanos que lleva a sus presidentes a decir que "van a enterarse de qué ha pasado". El escándalo danés es de la época Obama y, por ende, de si vicepresidente de entonces, hoy presidente Joe Biden.

En La Vanguardia nos explican el caso: 


Según ha publicado la televisión pública danesa DR, tras las revelaciones de Snowden el entonces jefe del servicio de inteligencia danés abrió una investigación interna secreta para averiguar si la NSA había utilizado los sistemas de vigilancia del país escandinavo para espiar a objetivos tanto en Dinamarca como en países vecinos. Esas pesquisas recibieron el nombre de operación Dunhammer y se centraron en la actividad de los años 2012 y 2014. Las conclusiones del informe, finalizado en el 2015, confirmaron las sospechas pero se mantuvieron en secreto. No fue hasta agosto del 2020, tras el soplo de un informante, que el documento llegó a la ministra de Defensa, Trine Bramsen –en el cargo desde junio del 2019–, que forzó a varios responsables de inteligencia a dejar sus cargos, aunque no se revelaron los motivos. Sin embargo, no se interrumpió la colaboración con la NSA.

La operación Dunhammer reveló que la NSA utilizó los números de teléfono de políticos para seleccionar las comunicaciones que pasan por los cables de internet hacia y desde Dinamarca. Así, pudo interceptar llamadas, mensajes de texto y uso de internet, incluidas búsquedas, chats y mensajería, según DR.

La cadena danesa ha publicado esta información tras varios meses de entrevistas con nueve fuentes conocedoras de la operación que aseguran que EE.UU. espió, entre otros, a Angela Merkel y otros políticos alemanes como el entonces ministro de Exteriores y actual presidente de la República, Frank-Walter Steinmeier, y el entonces jefe de la oposición, Peer Steinbrück, que ha tachado el asunto de “grotesco” y de “escándalo” político. La NSA también espió a políticos de Francia, Suecia y Noruega. En noviembre del 2020, DR ya publicó que EE.UU. había monitorizado las comunicaciones de varias empresas del sector de la defensa entre el 2012 y el 2015, como la sueca Saab, utilizando los sistemas daneses.*


 

¡Un momento! ¡Rebobinemos! ¿Se refieren a que los norteamericanos han hecho a los europeos lo que dicen temer que nos hagan los chinos si tienen acceso a la red 5G? ¿Es eso? ¿Significa que no solo es "vigilancia" por cuestiones de seguridad, sino que también están haciendo "espionaje industrial" a las empresas de diversos sectores, incluidos el de la Defensa, todo esto, avalado por el bueno de Barack Obama y el actual presidente?

¿Nos quieren decir que son estas mismas agencias, a las que el presidente ha dicho que investiguen los "orígenes del virus chino", las que se dedican a estas cosas del chanchullo de a ver qué páginas visitan los políticos europeos?

Pues sí. Hasta el momento, los Estados Unidos tenía su propia línea de "mejores amigos" con Reino Unido y Australia. Los británicos se ocupaban del frente europeo y los australianos del control informativo del frente asiático. Pero lo de Dinamarca es nuevo y quizá por eso se impactante y escandaloso.




No sabemos cuáles han sido las promesas hechas a Dinamarca en todo esto, pero muy raras han debido ser para que —como acabamos de leer— la recién llegada ministra pusiera en la calle a los Jefes de los Servicios Secretos daneses de la época.

Desde que se hundió el bloque soviético, la política de información norteamericana ha seguido usando las mismas excusas —la "defensa del mundo libre"— pero con distintos fines y estos se envuelven en esa expresión que aquí hemos comentado en alguna ocasión: los llamados "intereses norteamericanos", algo oscuro y cambiante, algo que sirve para bombardear con un dron, mandar un comando, abandonar un país, invadir un país, usar a otros, abandonar a otros (como a los kurdos), pactar con dictadores, espiar a países amigos, etc. Todo eso y mucho más se "explica" por la expresión los "intereses norteamericanos", cuya primera norma es no desvelarse, ya que explicar cuáles son los "intereses norteamericanos" dañaría los "intereses norteamericanos". Así que el mundo recibe destellos de lo que pueden ser mediante este tipo de situaciones traumáticas en la que descubres que el presidente que te llama por teléfono para preguntarte por algo sigue espiando tu teléfono, que ya tenía pinchado de antes.



Uno puede hacerse muchas preguntas sobre hasta qué punto los llamados "intereses norteamericanos" no están detrás de muchas de las cosas raras que pasan en el mundo. No he tenido nunca una obsesión conspiratoria, pero voy a tener que plantearme algunas situaciones desde esa perspectiva. Creíamos que estas cosas se habían acabado en los 90 tras un par de décadas de escándalos internacionales, pero parece que han regresado o, peor, que nunca se fueron. La credibilidad que Biden pretende haber recobrado choca con los hechos. Esté quien esté en la Casa Blanca, los "intereses norteamericanos", sean lo que sean, se mantienen y prevalecen sobre cualquier otra consideración. Los españoles tendremos ocasión de comprobarlo pronto con la relación USA-Marruecos entre otras causas.

Ahora la Unión Europea tendrá que replantearse qué pasa con Dinamarca, qué pasa con nuestras comunicaciones, qué pasa con el 5G, en fin, qué pasa con los "intereses norteamericanos". ¡Vaya papeleta para Europa, desinformada por los rusos y espiada por los norteamericanos!


 

* Nuria Vila "EE.UU. utilizó a Dinamarca para espiar a políticos europeos" La Vanguardia 1/06/2021 https://www.lavanguardia.com/economia/20210601/7495144/msc-cruceros-apuesta-fuerte-barcelona.html

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