Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La
noticia es sorprendente y no lo es menos la explicación dada por las
autoridades. La habrán visto porque les habrá llamado la atención, se trata del
contagio en una residencia de ancianos madrileña, la Orpea San Blas. La noticia
es preocupante como la de cualquier brote, pero en este caso se vuelven a
despertar los peores demonios, los de las residencias, una verdadera vergüenza
destapada por la pandemia.
La
situación de los ancianos, la falta de remedios para su control y asistencia, dejó
claro que había muchísimos aspectos dudosos en su gestión, organización y asistencia.
Si bien muchas cumplieron como pudieron frente a lo que llegó de improviso,
otras demostraron ser un simple negocio, un mero aparcamiento de personas,
lugares en donde cuando una persona tenía un problema de salud se llamaba una
ambulancia y se la mandaba a la Seguridad Social. El problema es que con las
urgencias colapsadas y con el riesgo de ser cerrados, muchos tomaron decisiones
erróneas y solo cuando el mal se había extendido a todos los residentes y
empezaban a fallecer en masa los servicios se activaban.
La
noticia que nos llegaba ayer es muy preocupante en varios sentidos. Así nos la
cuentan en El Heraldo:
La residencia de mayores Orpea San Blas de
Madrid ha registrado un brote de 21 usuarios infectados por coronavirus, pese a que todos
ellos están vacunados, 7 de los cuales han tenido que ser ingresados en
el Hospital Ramón y Cajal, han confirmado fuentes regionales.
En rueda de prensa, el
viceconsejero de Salud Pública y Plan covid-19 de la Comunidad de Madrid,
Antonio Zapatero, ha alertado que "la vacunas son muy eficaces pero no
son al cien por cien seguras" y ha recordado que "puede ocurrir
que personas vacunadas puedan desarrollar la infección".
Según ha detallado, en dicha residencia
estaban todos vacunados con pauta completa. El día 30 de mayo comienza el
brote cuando dos pacientes acuden a Urgencias del Hospital Ramón y Cajal
"por motivos no relacionados con el coronavirus" (por una fractura de
cadera y por una neumonía aspirativa).*
Seamos
serios. Que 21 personas que están vacunadas se contagien no es un problema de
estadísticas o de eficacia porcentual de las vacunas. Si las 21 personas
estuvieran repartidas por toda España, el argumento podría ser creíble, pero el
hecho de que en el mismo lugar 21 personas vacunadas se reinfecten solo admite dos posibles
hipótesis: a) no estaban vacunadas y b) si lo estaban, el brote tiene
características frente a las que la vacuna que les pusieron es ineficaz.
Elijan.
Lo que dice el Viceconsejero va contra toda lógica. Puede darse que personas vacunadas se reinfecten, sí. Lo que es imposible estadísticamente es que lo hagan 21 personas en el mismo lugar porque de ser así algo habría en común. Como seres distintos, lo que tienen en común es estar en el mismo sitio.
Entre
las dos posibilidades, no estaban vacunados o es una nueva variante del
coronavirus —la variante de San Blas, digamos— es mejor pensar en la primera,
la humana. Decir que "no estaban vacunados" se puede establecer en tres
categorías: a) nadie les puso una vacuna nunca; b) lo que les pusieron no era
una vacuna; y c) la vacuna presentaba algún defecto en ese lote.
La primera de ellas es grave porque sería un fallo del sistema en su conjunto. Alguien se olvidó de ir a vacunarlos y nadie ha dicho nada. De ser esto, es muy grave por olvido de unos y por irresponsabilidad de otros. No es una posibilidad tan remota. Yo mismo tendría que estar vacunado hace mucho tiempo, por la edad, pero solo lo he conseguido casi un mes después que me tocara —el jueves pasado— por la sencilla razón de que mis datos no estaban donde debían estar y, según me dijeron, me había tocado el 9 de mayor, aunque nadie me explicó dónde mandaron el mensaje. Pese a haber notificado por carta de mis datos más de un mes antes de esa fecha, no recibí notificación alguna. Fui atendido en un teléfono de la Comunidad, donde tomaron mis datos señalando que en una o dos semanas sería citado. No lo fui. Volví a llamar e insistí. Tomaron de nuevo los datos y tras una nueva llamada —¡gracias, Sandra!— recibí finalmente la cita el jueves por la mañana. Aprovecho para felicitar a la Maternidad de la Paz por su buena organización y trabajo. Debo ser citado para dentro de 21 días. Todo correcto. Si no me movilizo, seguiría siendo invisible para el sistema.
Los servicios basados en envíos de sms son muy arriesgados por diferentes motivos, entre otros que la gente no disponga de un teléfono, haya cambiado de número o un simple error de tecleo en sus datos. La pandemia ha servido para mostrarnos que el sistema funciona, pero que tiene que haber algún tipo de procedimiento de revisión de los números para asegurarse que el contacto es real.
¿Es
posible un olvido de vacunar una residencia? ¿Es posible saltarse y creer que
se ha vacunado? No lo creo, pero habría que ir descartando lo menos probable
mediante verificación de todo lo que se ha hecho para ir dejando lo de mayor probabilidad y centrarse en ello.
La
segunda hipótesis es que lo que se les suministrara no fuera una vacuna sino
otra cosa. Es muy poco probable, pero con todo más factible que lo señalado por
el Viceconsejero, que algunas personas (juntas) enferman tras ser vacunadas. Para
verificar esta segunda hipótesis, las miradas se deben dirigir a otras partes
del proceso, desde el envasado hasta el etiquetado y, finalmente, el
desempaquetado. Hay que comprobar toda la cadena de la fábrica al brazo.
En la
tercera hipótesis, ¿cabe la posibilidad, por ejemplo, de la caducidad del
fármaco? Habría que comprobarlo igualmente, de la misma forma que la
conservación (la cadena del frío, si lo necesitaba, etc.) o cualquier otra
circunstancia que pudiera eliminar su eficacia y permitiera que 21 personas
fueran vacunadas con un producto ineficaz.
De
todas, una vez descartadas las anteriores mediante elementos documentales
(fechas de salida, testimonios, etc.), es esta última la que tendría más
probabilidades de ser la causa. Un lote con problemas en origen o mal
conservado, por ejemplo.
No es la primera
vez que se retiran lotes de medicamentos porque se detectan problemas de algún
tipo. Según las vacunas —no veo información sobre qué vacuna se les puso en la
residencia, un elemento importante—, los requisitos de conservación era
exigentes en algunos casos. ¿Un fallo en la cadena pudo provocarlo? tendrán que
investigarlo.
La hipótesis última, que la residencia tenga su propia "variante", ante la que las vacunas no funcionan es también muy poco probable. Supondrían que esa nueva cepa tendría unos efectos devastadores y se habría extendido ya teniendo noticias gravísimas sobre ella. Si de 21 contagiados 7 han tenido que ser ingresados, lo habríamos notado.
Lo que
es inverosímil estadísticamente es lo dicho por el Viceconsejero. Porque para
que eso fuera cierto tendría que haber millones y millones de personas ya
vacunadas con nuevas infecciones y eso contradice lo que vemos en las
terracitas y en la calle.
Es urgente que se aclare: a) cuándo fueron
vacunados (certificado) y b) qué vacuna se les administró y por quién. Es
necesario primero aclararlo y después pedir las responsabilidades pertinentes a
los responsables del error en la cadena, ya sea al inicio (problema de
fabricación), en el recorrido (problemas de conservación) y al final (problemas
de administración).
Hay una hipótesis más: la duración de las vacunas. Si todos fueron vacunados a la vez, podría haber terminado para todos su eficacia. Pero esa es la que todos temen poner sobre la mesa y se concreta en una pregunta que nadie se atreve a hacer: ¿cuánto duran las vacunas? nadie se atreve, por ahora, a responder a esa cuestión. De muchas vacunas sabemos que hay que hacerlo anualmente; otras son para toda la vida, pero estas del COVID-19... Aquí todo es experimento, todo es futuro incierto. Por eso es demasiado irresponsable dar las seguridades que algunos dan sobre lo que desconocemos.
El 25
de febrero, Miguel Hidalgo Pérez, en Nius, nos contaba de un caso de
"reinfección" en una residencia en los Estados Unidos. Escribía lo
siguiente:
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han documentado cinco posibles casos de reinfección por coronavirus en una residencia de Kentucky. Los ancianos contagiados, que habían dado negativo tras el primer brote y con otras patologías, desarrollaron una Covid-19 más grave en el segundo, llegando uno de los mismos a morir.
Los afectados habían recibido al menos cuatro resultados negativos entre los dos brotes, uno en julio y otro entre octubre y diciembre, por lo que los autores del informe sugieren la posibilidad de una reinfección. También apuntan que estos casos son poco comunes, así como destacan la importancia de reforzar las medidas preventivas en residencias pese a superar un brote.
Los cinco afectados (un hombre y cuatro
mujeres) tenían edades comprendidas entre los 67 y los 99 años, así como
padecían más de tres enfermedades crónicas cada uno. No obstante ninguno estaba
en una situación de inmunodepresión o tomaba medicamentos inmunodepresores que
pudieran haber dificultado la eliminación del patógeno o haber facilitado la
reactivación del mismo tras el primer brote.
Durante el primero tres fueron asintomáticos y dos tuvieron síntomas leves, que no fueron fiebre ni problemas respiratorios. En cambio, en el segundo episodio de infección todos presentaron síntomas e incluso uno requirió hospitalización y posteriormente murió. Los dos que ya los tuvieron en el primer brote experimentaron síntomas más graves en el segundo.
Explicaciones al
suceso
Una de las posibles causas, señalan los
investigadores, es que los cursos asintomáticos o levemente sintomáticos de la
enfermedad en mayores no conlleven a una respuesta inmune suficientemente
fuerte para prevenir la reinfección.
Otro de los posibles motivos al que hacen
referencia es que la edad avanzada derive en una disminución en las funciones
del sistema inmunológico, aunque recalcan que hasta el momento no hay evidencia
científica sobre si esta conexión podría contribuir a la reinfección y a
aumentar la gravedad de la misma.
De otra parte proponen la posibilidad de que
en el primer brote hubiera falsos positivos por PCR, aunque a continuación
afirman que los valores de Ct (cantidad de virus) para los resultados positivos
estaban dentro del límite de detección.
Finalmente exponen tres limitaciones al
documento: no fue posible realizar una secuenciación genómica para confirmar la
reinfección ya que las muestras no se almacenaron; no se hicieron pruebas
adicionales en el primer brote hasta que pasaron 10 días del primer positivo
para los cinco residentes; tampoco se hicieron pruebas serológicas tras el
primer brote.**
Ha habido otros casos de reinfecciones, curiosamente casi todos ellos en residencias. Es cierto que es donde están los grupos de mayor riesgo, pero eso debe ser un acicate a la prevención y a la investigación y no a escudarse en que son "cosas que pasan". La reinfección no es un asunto baladí y hay que estudiar su origen porque es esencial para que la gente tenga confianza en la vacunación y en las instrucciones de seguridad, que no vayan pensando que están libres de todo peligro.
Lo
general disperso, de nuevo, no justifica lo local concentrado. Aquí no hay "grandes
números" sino "espacios pequeños". Hay cosas que pasan en todo
el planeta, pero si todas pasan en la misma calle, el problema es de otro
orden. Si los hechos ocurren en pocos metros cuadrados, a un número reducido de
personajes juntas, no puede ser descontextualizado, separado del momento y el
lugar.
Nunca
ha habido un proceso como este en ninguno de sus pasos, de la producción a la
vacunación. La situación de la pandemia en todo el mundo ha sido a una enorme
velocidad en su extensión. Ninguna epidemia conocida se ha movido a tal
velocidad por el mundo porque somos nosotros los que la llevamos a nuestra
velocidad. Si los casos se dan de forma dispersa podemos entenderlos; si se dan
en el mismo sitio es demasiado destino junto.
El
argumento es siempre que "los beneficios son superiores a las
desventajas". Y es cierto, pero eso no quiere decir que los hechos
negativos no se produzcan por errores no de la naturaleza, sino humanos, del sistema.
Buscar en aspectos individuales lo que está unido por el conjunto es buscar
algo más que improbable. En casos como este, hay que buscar en lo común. Se
contagiaron estando vacunados, no por separado, sino juntos, en el mismo sitio.
No funcionan las explicaciones universales.
Mucho me temo que las excusas, más que explicaciones, del Viceconsejero hayan sido precipitadas, por no decir otra cosa. Puede que el día a día de la pandemia nos lleve a otras situaciones, pero esta se debe aclarar por parte de los científicos, los sanitarios, los gerentes y los políticos responsables. Es necesario y urgente.
La explicación, sea la que sea, es local. Allí, en esa residencia, ha pasado algo que no ha pasado con esas características en ningún otro lugar, un fuerte brote entre personas ya vacunadas. Y si han ocurrido varios caso, habrá que comprobar que tienen en común.
Las rápidas campañas de vacunación son necesarias, por salud y por economía, pero es fundamental que no queden flecos en esta marcha rápida. Los problemas de cada vacuna se han ido viendo, los problemas mayores o menores. Estos son muy concretos y locales. No pueden ignorarse ni excusarse con vaguedades. La reinfección es un tema clave para el futuro, especialmente si se está vendiendo que ya todo es "seguro".
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"Detectado un brote de 20 infectados en mayores vacunados en una
residencia de Madrid, 7 de ellos hospitalizados" El Heraldo 4/06/2021
https://www.20minutos.es/noticia/4718676/0/detectado-un-brote-de-20-infectados-en-mayores-vacunados-en-una-residencia-de-madrid-7-de-ellos-en-hospital/
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"Detectado un brote de 20 infectados en mayores vacunados en una
residencia de Madrid, 7 de ellos hospitalizados" El Heraldo 4/06/2021
https://www.20minutos.es/noticia/4718676/0/detectado-un-brote-de-20-infectados-en-mayores-vacunados-en-una-residencia-de-madrid-7-de-ellos-en-hospital/
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