miércoles, 2 de diciembre de 2020

Nueva vergüenza en el caso Giulio Regeni

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


De nuevo el gobierno egipcio se lanza a la estrategia de la manipulación y el aburrimiento. Tras cuatro años del secuestro, tortura y asesinato del estudiante italiano Giulio Regeni, ocurrido precisamente en el aniversario de la Revolución de 2011, el gobierno vuelve a mentir, vuelve a manipular y vuelve a traer una oleada de indignación ante un proceder que repite una y otra vez: la negación, la hipocresía y la manipulación informativa del propio pueblo egipcio, al que trata de convencer de ser un punto mundial de referencia en cualquier asunto que se tercie. La realidad es realmente otra y las acusaciones externas contra lo que el gobierno egipcio realiza son constantes, algo que les sirve para lastimeras e hipócritas quejas sobre las conspiraciones existentes contra el país (ya no es contra el gobierno, para fomentar la indignación popular), siempre creadas por la prensa y los gobiernos de otros países, siempre injustos y siempre manipulados y al servicio de la Hermandad. Ellos, nos repiten, son la moderación, la salvaguarda del mundo frente al fanatismo, la paz frente a la violencia, etc. Sin embargo, la realidad es muy diferente: detenciones, desapariciones, control de los medios, propaganda constante, estado policial, etc.

La noticia saltó hace dos días con la información de las discrepancias en el caso de Regeni, una piedra en el zapato del gobierno egipcio. Mientras todo el mundo tiene clara la responsabilidad de los servicios de seguridad del estado y el gobierno egipcio quedó en evidencia inventando una tras otras mentiras que eran desmontadas por los hechos y por la propia sucesión de mentiras precipitadas con las que se intentaba frenar las investigaciones. Pero el gobierno egipcio no puede pretender, como hace en sus fronteras, tener el monopolio de la verdad ni condenar al silencio a los que manifiestan discrepancias. Lo que hacen sin problemas con los ciudadanos egipcios, que deben aceptar lo dicho oficialmente o atenerse a las consecuencias tanto físicas como legales, no funciona cuando se trata del asesinato de un ciudadano de un país como Italia, con prensa libre, jueces independientes y un gobierno presionado por la oposición y por la opinión pública. De todo esto, Egipto carece. La verdad es todo lo que sale de un portavoz oficial y los jueces rara vez se enfrentar a los políticos, convirtiendo el régimen en un mundo burocrático de obediencia plena y loa constante al poder, representado en un militar que ha tejido su propio mito personal con su llamada al poder, desde el otro mundo, por parte de Sadat en un sueño. Desde ahí, todo es loa y canto a la bota que les pisa, por seguir la metáfora de Orwell sobre el poder. La detención en la frontera de un estudiante que llevaba en su mochila el libro de G. Orwell, 1984, sirvió para que se viera en él tendencias conspiratorias, por lo que se convirtió en emblema de unos y condena de otros. Es solo una muestra de la irracionalidad política en Egipto.


El caso Regeni es —junto con el olvidado de Shaimaa al-Sabbagh, la mártir de las rosas, asesinada otro 25 de junio por llevar flores a los caídos en 2011 por su aniversario— es un modelo del funcionamiento del gobierno y del sistema egipcio: la negación y el olvido. Su teoría es siempre la misma: el aburrimiento consigue casi todo. Han aburrido a los investigadores oficiales italianos, a los llamados por la familia, a las instituciones internacionales que les han condenado... a todos. Pero no han conseguido que el caso del estudiante de doctorado se olvide. Creen que el desprecio que manifiestan hacia las personas, el desprecio por sus vidas, es compartido por los demás y en eso se equivocan, pero en eso consiste su necedad.

La noticia que aparece en el diario estatal Ahram Online está escrita desde una perspectiva hipócrita que trata de resaltar que existe un acuerdo entre ambos países, entre los investigadores de sus fiscalías, que ha llevado a un comunicado conjunto. El comunicado lo que revela precisamente es el profundo desacuerdo ante los continuados intentos de alejar la acusación de los miembros de los servicios de Seguridad egipcios, que han tenido siempre carta blanca en secuestros, desapariciones, detenciones y torturas, como atestiguan los casos como el de Regeni y el de miles de personas que se encuentran en las cárceles o enterradas en lugares desconocidos.


La impunidad de la violencia represiva es la garantía de que el estado se mantendrá. Si los que secuestran, torturan y hacen desaparecer fueran llevados ante la justicia, el sistema se desmoronaría. Es la garantía de la protección la que hace que estas armas sucias funcionen. Pero esta crueldad sistemática e indiferente no se puede entender fuera y entra en contradicción con el carácter "simpático" y "eficiente" que el régimen pretende mostrar hacia el exterior. Lo necesita por dos factores, el turismo y las ayudas que recibe de países en donde estos escándalos no son bien vistos ni por legisladores ni por la opinión pública. Con Trump fuera de la Casa Blanca, la permisibilidad de los Estados Unidos, el principal suministrador de apoyos junto a Arabia Saudí, se verá reducida y al-Sisi tendrá ocasión pronto de ver cómo las ayudas se vuelven más exigentes de lo que han sido hasta ahora.



La vergüenza está de nuevo en los medios oficiales y afectos al régimen que dan una interpretación sesgada y malintencionada de lo que ha ocurrido en realidad. Los italianos se han desentendido y rechazan las falsas historias que pretenden convertir en verdad oficial con la que cerrar el caso, urgencia constante para evitar el deterioro de la percepción internacional.

La versión egipcia sigue insistiendo en su última variante: una banda de delincuentes, muertos por la Policía, eran los que tenían los documentos de Regeni. La versión es tan absurda que no ha sido aceptada por nadie excepto por los que la han fabricado. Recordemos que ha habido versiones anteriores más pintorescas, como que Regeni era homosexual y fue muerto por algún viril egipcio que se sintió ofendido. Este es un "clásico" (lo hemos comentado en algún otro caso), en donde se presiona a la familia del muerto en comisaría para que acepte la versión del suicidio si no quiere que se haga oficial una supuesta homosexualidad, algo que dada la situación actual de puritanismo añade la vergüenza al dolor por la pérdida. Mejor un suicida que un homosexual.

La versión de Ahram Online sigue insistiendo en la "cooperación" cuando precisamente los italianos se han negado a aceptar las propuestas egipcias, que han decidido dejar de investigar. La decisión de los italianos, por el contrario, es la denuncia de los cinco miembros de los Servicios de Seguridad de los que consideran que tienen pruebas suficientes como para considerar responsables del crimen. Por supuesto, el gobierno egipcio ha tratado en este tiempo de obstaculizar la investigación mediante diversas tácticas, desde mandar miles de documentos inútiles hasta lo contrario, la negativa a facilitar datos sobre ciertos números telefónicos que podrían ser rastreados en el área donde desapareció Regeni.


En Egypt Independent se publica la noticia, pero su grado de obediencia tiene un límite, a pesar de ser un diario al que se amenazó tras un titular que no gustó al gobierno y que se cobró la cabeza de su director. Incapaces de manipular la noticia como los diarios estatales, leemos el historial de versiones policiales y después un acto osado: la transcripción de la nota emitida:

 

Initially, Egyptian police officials suggested Regeni died in a road accident. However, an Italian autopsy showed that Regeni’s body was covered with cuts, and his bones were broken, indicating that he had been beaten with “fists, batons and hammers.”

Egypt has emphatically denied that its police were involved in Regeni’s abduction, torture, or death.

The Regeni case has strained ties between Egypt and Italy, which previously recalled its ambassador in Cairo over the case. Relations were restored in August 2017, when Rome said it would return its ambassador and continue the search for Regeni’s killers.

Given the circumstances, Egypt Independent has translated the full statement:

Within the framework of mutual and continuous judicial cooperation between the Egyptian Public Prosecution office and the Republic General Prosecution office in Rome over the past years, and after many meetings between the two sides, the most recent of which between the two investigation teams from the two prosecutions on October 28 in Cairo and November 5 in Rome, where each team presented to the other each its information and the results of the investigations into the incident, after the two parties exchanged views headed by the Egyptian Public Prosecutor and the Republic General Prosecution of Rome; they reached the following results:

First: The Republic General Prosecution of Rome announces its intention to conclude investigations into the incident by trying in court five individuals belonging to security services for their individual actions, without connection to any Egyptian governmental bodies or institutions, and submitting their case in accordance with Italian judicial procedures to the  investigating judge in Rome for evaluation.

The Egyptian Public Prosecution, despite its appreciation of Italian legal procedures, nevertheless completely rejects this suspicion and does not support it; considering that there is a lack of firm evidence. The prosecution asserts its understanding of the independent decisions that will be taken by The Republic General Prosecution of Rome.

Second: The Egyptian Public Prosecution announces that it has found firm evidence that gang members committed the robbery against the victim, as his belongings were found at the residence of one of the gang members, and the testimonies of some witnesses supported this.

The investigations also revealed that the gang committed similar crimes in which the victims were foreigners; among which there is another Italian citizen, and that in committing their crimes, they used forged documents that falsely affiliated them with an Egyptian security agency.

Third: The Egyptian Public Prosecution affirms that the perpetrator of the incident of killing the victim student is still unknown, and that it will temporarily close the investigation, while instructing the search and investigation authorities to take all necessary measures to reach the perpetrator of the crime, and The Republic General Prosecution of Rome understands the decision of the Egyptian Public Prosecution.*

 


Queda claro que los italianos se desentienden de las versiones egipcias que han ido convirtiéndose en cada vez más absurdas tratando de atar cabos, algo que en circunstancia nacionales no tiene porqué hacer, ya que incluso la más burda no se suele contestar. Lo que se dice oficialmente es la verdad y decir lo contrario es difundir noticias falsa o tratar de desprestigiar a Egipto, ambos casos considerados como delitos.

El caso Regeni ha pasado de fase. Lo hace, además, en un momento en que el "gran amigo americano", Trump, al que le gusta abrazar dictadores, sale de la Casa Blanca. Las investigaciones italianas empezará a salir en ese juicio que se hará sin el acuerdo egipcio, que protestará y volverá a hablar de conspiraciones, falta de evidencias, etc. Es su perorata particular ante lo que le va a llegar. Italia y el mundo no aceptan sus cuentos. Recordemos que Egipto fue el primer país en respaldar la versión oficial de Arabia Saudí negando el crimen de Jamal Khashoggi, el periodista saudí asesinado por los servicios de seguridad en la embajada en Turquía. Luego el gobierno saudí se tuvo que desmentir aceptando, ante la presión internacional, la participación de sus agentes. Pero Egipto quedó en evidencia. La negación y el encubrimiento es moneda habitual en la zona. El caso Khashoggi, al igual que con Regeni, ha tenido amplio respaldo internacional para que se llegara al final en sus crímenes. Pero Egipto no tiene ningún interés porque es un mecanismo habitual del control social y del mantenimiento del poder.

Nos quedamos con ese "dadas las circunstancias" que señala Egypt Independent cuando traduce el comunicado literalmente para que pueda leerse y no circules solo la versión oficial de que todo el mundo se pliega ante la verdad egipcia. Esta fantasía es una constante en el periodo de al-Sisi, antiguo controlador de los Sistemas de Información, de la época de Mubarak y Ministro de Defensa del derrocado islamista Morsi. Su obsesión con la guerra de la información no consigue cosechar su objetivo, crear una imagen exterior que anule los hechos internos.

 

* "Egypt, Italy prosecutions issue conflicting statements over Giulio Regeni’s murder" Egypt Independent 1/12/2020 https://www.egyptindependent.com/egypt-italy-prosecutions-issue-conflicting-statements-over-giulio-regenis-murder/

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