Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Egipto
queda descolgado de la investigación sobre el secuestro, tortura y asesinato
del estudiante Giulio Regeni, una gran piedra en el zapato del gobierno de
al-Sisi. Hace unos días recogíamos cómo había sido imposible no discrepar en el
comunicado conjunto, más bien una escenificación del fracaso egipcio en
intentar imponer la última de sus absurdas versiones sobre un asesinato con la
marca clara de los servicios de inteligencia.
Ni la
visita a Macron y su ligereza francesa van a poder evitar que el escándalo
salga a la luz con todos los componentes legales y mediáticos que ya no se
tienen que contener por si la administración egipcia rectificaba y colaboraba
en algún momento. Eso, estaba claro desde hace tiempo, era imposible. La propaganda egipcia usa y abusa de la imagen de Macron y al-Sisi, —hablan de los "dos líderes"— intentando convertir al mariscal en una referencia mundial en la lucha contra el terrorismo. Ya vimos hace unos días como se le publicitaba como la persona que hizo pedir disculpas a Macron por las ofensas a los musulmanes. Todo esto después de haber lanzado a la gente contra Francia por debajo. Pero Macron, como otros, deben aprender que al-Sisi, como Mubarak antes que él, maneja la prensa a su favor y silencia las críticas. La gente solo ve lo que le dejan ver.
El
paralelo con el secuestro, tortura y asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi
tiene un cierto paralelismo en el planteamiento criminal de los servicios de
seguridad e inteligencia, pero la presión sobre el príncipe heredero, el último
responsable al que se apuntaba, consiguió medio evitarse al sacrificar los
peones, a los autores materiales y sostener el desconocimiento. Egipto ha
intentado desligar a los ejecutantes del poder, pero no lo ha conseguido. Y se
ha llegado al punto ya de ponerles nombre a los acusados por parte de la
fiscalía italiana, algo que ya no podrá ser evitado por la administración
egipcia.
En
Egyptian Streets podemos leer ya el inicio del procedimiento del juicio en
rebeldía de los acusados:
Italian prosecutors have charged Tarek Saber,
Athar Kamel Mohamed Ibrahim, Uhsam Helmi, and Magdi Ibrahim Abdelal Sharif with
the kidnapping, torture, and murder of Italian doctoral student Giulio Regeni.
The men are set to be tried in absentia.
According to a statement released by the
Italian news agency ANSA, the possible charges against the four men are
‘multi-aggravated abduction of a person, complicity in aggravated murder, and
complicity in grievous bodily harm’.
According to a statement released by the
Egyptian Public Prosecution, Italian prosecutors had initially found a
connection between five individuals working as part of the security apparatus
in Egypt, but that these individuals acted independently of any Egyptian
governmental body or institution. Charges against the fifth suspect, Mahmoud
Najm were dropped.
The suspects’ right to a defence is reserved,
however as they did not submit to the process, Italian lawyers were assigned to
their defence.
Investigations for the murder of the Italian
doctorate student had lasted for at least four years, straining Egyptian and
Italian diplomatic relations.
Earlier this month, the Egyptian Public
Prosecution noted its appreciation of the Italian investigators and its
understanding of their conclusions, but added that it has reservations
concerning these conclusions. It said that the Italian conclusion lacked
sufficient evidence, adding instead that its own investigations had revealed
the involvement of a criminal gang.
The Egyptian Public Prosecution further asserts
that the killer remains unknown and that it will continue to cooperate and
exchange information with the Italians.
Las excusas absurdas, las versiones acumuladas e imaginativas, etc. por parte del aparato egipcio ya han quedado atrás. Egipto ha perdido la ocasión de colaborar y aclarar lo sucedido, pero eso es imposible si la implicación, como parece, es plena. No es un mal entendido, un grupo actuando por su cuenta, como han conseguido los saudíes, para dejar en el olvido el caso. Es un modus operandi, es el desprecio de cualquier procedimiento legal porque no es necesario. La capacidad operativa de la Inteligencia egipcia es total, no necesita dar cuentas más que a sus propias líneas. Lo que le ha ocurrido a Regeni no es un incidente aislado; la notoriedad del caso se debe esencialmente a que es un extranjero y no se han conseguido acallar, hacer desaparecer, intimidar, etc. a las personas responsables, de la familia del asesinado a Italia, pasando por las instituciones europeas, todas ellas han condenado la forma de actuación obstruccionista y falsa de la autoridades egipcias. Han tratado de tapar su propia chapuza como lo hacen siempre, por la fuerza, acallando las voces mediante amenazas. No lo han conseguido.
Los miles de documentos enviados a Italia no eran más que maniobras de distracción, una táctica que le suele funcionar. Me viene a la mente el caso de los turistas mexicanos bombardeados por el ejército egipcio en mitad del desierto. Engañaron a los mexicanos. El caso se resolvió como si no hubiera pasado nada y fue la inexperiencia mexicana, especialmente de su novata canciller la que les dejó cerrar el tema sin más complicaciones. Una chapuza más que les sale bien. Tiempo y palabrería.
El juicio sobre el caso Regeni se abre en el único lugar donde podrá tener un poco de justicia, en Italia. Los acusados estarán ausentes, pero sus nombres ya están sobre el papel y sus hechos serán escuchados. También su forma especial de trabajo. Giulio Regeni solo cometió un error, pensar que dedicar su tiempo como investigador doctoral a lo que había ocurrido con los sindicatos en Egipto le iba a resultar sin consecuencias. El amor a Egipto —Regeni lo tenía— se le devolvió con crueldad, con tortura. Fue espiado desde que llegó y empezó a entrevistarse para conseguir información para su tesis. Fue vigilado, fue grabado. Finalmente fue torturado para que dijera lo que no podía decir, asesinado para que callara. Y cuando las autoridades italianas, alertadas por la familia, exigieron que apareciera, lo hizo su cuerpo destrozado, abandonado en una carretera.
Así pago su interés. Así se desentendieron de él los que le acogieron por no tener que enfrentarse al cuerpo del estado, el único realmente existente en Egipto. La Stampa de hoy habla de "miles de Regeni" en las cárceles de Egipto. Nadie se interesa por ellos, pero el servicio final de Giulio Regeni es hacer que el mundo no los olvide.
* "Italy Charges Four Members of Egyptian Security Force with Regeni Murder" Egyptian Streets 12/12/2020 https://egyptianstreets.com/2020/12/12/italy-charges-four-members-of-egyptian-security-force-with-regeni-murder/
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