Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Cómo uno
de los tipos considerados más tontos del país ha conseguido llegar a presidente
de los Estados Unidos es algo sobre lo que los ciudadanos norteamericanos
deberían meditar con calma, si esto fuera posible.
No hace
muchos días lo veíamos en televisión en nuevo pase de la película Zoolander (Ben Stiller 2001) que pasará
a la historia por tres cosas: a) poner morritos para los selfies; b) porque el
personaje de Hansel (Owen Wilson) llega en patinete a la elección de modelo del año; y c) porque a la ceremonia
de elección de modelo del año asiste la pareja Trump, a la que vemos en dos
planos, en el exterior en la alfombra roja y dentro ya colocados en sus
asientos. Evidentemente, Trump no estaba allí como "político", sino
como un personaje más de la farándula, un millonario por parte de padre que se
había pasado la vida chupando cámara en cuanto tenía ocasión. Si se le pregunta
a Trump, seguro que dirá que es una de las películas más importantes de la
historia del cine. Cuando Trump salga de la Casa Blanca, siempre le quedará Zoolander (y Solo en casa 2 y algunos cameos)
Si ayer
era el tema de las facturas que les debían pagar para irse de Iraq, donde su
parlamento había votado que se fuera, al que había que añadir también los "52
objetivos", uno por cada rehén tomado por Irán en la crisis de la embajada
norteamericana en Teherán, que comenzada en 1979, duró 444 días, hoy es el
problema de la "cultura".
Dentro
de las amenazas a Irán por si se le ocurre tomar represalias, Trump ha
anunciado que estas incluyen lugares "culturales", lo que ha desatado
de nuevo la polémica. Esta ha llegado a tal punto que la prensa se ha hecho eco
del desmentido del secretario de Defensa al propio presidente. La CNN lo recoge así:
Secretary of Defense Mark Esper on Monday
contradicted President Donald Trump by asserting the US would not target Iranian
cultural sites amid rising tensions after a US strike killed Iranian military
commander Qasem Soleimani.
"We will follow the laws of armed
conflict," Esper told CNN Monday.
When pressed if that meant not targeting
Iranian cultural sites, Esper replied, "That's the laws of armed
conflict."
The comments come one day after Trump
reiterated his threat to target Iranian cultural sites in a conversation with
reporters aboard Air Force One.
"They're allowed to kill our people,
they're allowed to torture and maim our people, they're allowed to use roadside
bombs and blow up our people, and we're not allowed to touch their cultural
sites? It doesn't work that way," Trump said, according to a pool report.
The threats have been met with criticism
because it is against international law to target cultural rather than military
sites, and the US military's policy has long been to avoid striking areas of
cultural importance.*
Ya tenemos un campo más que Trump viene a revolucionar con su inteligencia
suprema. Este es el hombre que iba para "Premio Nobel de la Paz" no
hace mucho y que iba a proponer el "arreglo del siglo" para
solucionar el problema de Oriente Medio y dejarlo como los chorros del oro. Todo se iba a arreglar porque había llegado él.
Que tu Secretario de Defensa tenga que salir a desmentir lo
que dices porque va contra las leyes internacionales es triste, pero necesario.
Trump es un indocumentado acostumbrado a tratar a sus empleados a patadas; es
el boss. Serlo implica —en su
mentalidad— precisamente no tener que seguir las normas que los demás siguen.
¿Qué es lo que más fastidia al enemigo? ¡Pues se hace!
La BBC
titula "Trump under fire for threat to Iranian cultural sites":
US President Donald Trump has faced growing
criticism over his threats to attack Iran's cultural sites.
Mr Trump made the threats amid fallout from the
US assassination of Iranian commander Qasem Soleimani.
The president said cultural sites were among 52
identified Iranian targets that could be attacked if Iranians "torture,
maim and blow up our people".
But the UN's cultural organisation and UK
foreign secretary were among those to note that such sites were protected.
The US and Iran have signed conventions to
protect cultural heritage, including during conflict. Military attacks
targeting cultural sites are considered war crimes under international law.**
¿Le importa eso a Trump? Parte de su visión del poder, del
atractivo que tiene para él es la "irresponsabilidad". Trump cree que
ser presidente de los Estados Unidos es estar por encima de cualquier circunstancia.
Recordemos que es un hombre que ha planteado la cuestión de su "auto
indulto" en el caso de que fuera condenado por algún delito cometido. Hoy
Trump se siente por encima de todo y cree realmente que puede hacer lo que
quiera. Su enfado cuando alguien le pone límites es real, le enfurece de veras.
No podemos olvidar la excepcionalidad de Trump; por muy
malos presidentes que haya habido en el mundo, Trump es algo diferente. Por eso
la pregunta que no podemos dejar de hacernos por motivos obvios es ¿cómo diablos
ha llegado hasta allí? En ciertos lugares de la trayectoria debería haber barreras de seguridad para asegurarse
que no iría más allá. Pero con Trump han fallado todos los mecanismos y eso es
lo realmente grave para un sistema, la democracia, que consideramos como el más
eficaz y justo para todos.
Es preciso analizar con más detalle y profundidad que lleva
a un país como los Estados Unidos a tener como presidente a Donald Trump, un
hombre que desconocía casi todo de Oriente Medio (ya se pondría al día, dijo),
que desconoce todo de la Ciencia (los científicos advirtieron de sus
barbaridades antes de las elecciones), que es xenófobo, machista, inculto,
ególatra, carente de empatía, grosero...
Trump es en gran medida el punto de bisagra entre una era de
los medios (la TV, el cine, las fiestas de sociedad...) y el revanchismo contra
la clase política tradicional, algo sobre lo que la propia clase política
prefiere no especular, con lo que se agranda el problema.
La amenaza de destruir bienes culturales en suelo iraní
demuestra la falta de sentido común de Trump, su falta de sentido político y su
creencia en que la política es el ejercicio destructivo del poder por encima de
la legalidad. Las proclamas de Trump han estado por encima de la legalidad en
muchas ocasiones. Afortunadamente, la Justicia norteamericana ha estado rápida
impidiendo muchas cosas que pretendía hacer. El hecho de que los colaboradores
y asesores vayan desfilando uno tras otros significa que tiran la toalla ante
un presidente que les desborda, imposible de contener con los avisos y
consejos. Nadie ha tenido tanto trasiego en la Casa Blanca como Donald Trump. Que
le tengan que decir que destruir bienes culturales deliberadamente es un crimen
de guerra no deja de ser chocante. Pero así es una persona que no sabe muy bien
de qué habla, pero no le importa porque ha aprendido a lo largo de su vida que
es el dinero y el poder los que dan la razón.
1979 |
Los Estados Unidos de Trump son hoy rechazados en gran parte
del mundo y en su propio interior. Trump representa la emergencia a la
superficie de lo que pocos se habían atrevido a explotar en su beneficio. En
eso su irresponsabilidad orgullosa la ha favorecido.
La amenaza de destruir bienes culturales le convierte en un
emulador de la barbarie que hemos visto en la destrucción de lugares culturales
a manos de los talibanes y del estado Islámico. No hace falta decir mucho más
para comprender la importancia de las maneras.
Parafraseando su estelar intervención en Zoolander, la presidencia de los Estados Unidos no sería lo que es hoy sin Trump. El mundo tampoco.
*
"Esper contradicts Trump on targeting Iranian cultural sites: We 'follow
the laws of armed conflict'" CNN 7/01/2020 https://edition.cnn.com/2020/01/06/politics/esper-iran-cultural-sites-trump/index.html
**
"Trump under fire for threat to Iranian cultural sites" BBC 6/01/2020
https://www.bbc.com/news/world-middle-east-51014237
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