Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La aparición
de un foco vírico en una región de China permite observar algunas prácticas
periodísticas de difícil justificación, que sin embargo son cada vez más
frecuentes. Me refiero al tratamiento "nacional" de las enfermedades,
una epidemia en este caso.
El
tratamiento de la información, sobre todo en las formas de titular, va más allá
de la noticia y se convierte en una forma de manipulación de la percepción de
los hechos en el marco de políticas más amplias. Esto es especialmente claro en
el caso del tratamiento que se da a China en determinados medios o países con
los que se encuentra en estado de conflicto.
Una de
las formas más burdas pero eficaces de manipulación es la asociación de
elementos negativos. Hay países de los que solo se muestran estos aspectos negativos.
En el caso de España, por ejemplo, algunos medios internacionales
europeos solo dan de España las cifras del paro que se ofrecen
cada mes, mostrando las colas del INEM en unas imágenes repetidas hasta la
saciedad. Si se habla de nuestra economía, se dedica más tiempo a la reducción
de las estimaciones del crecimiento económico; si se habla del tiempo, se
resaltan los muertos de la tormenta "Gloria", que se llevan a
titulares. Si no hay noticias negativas, no aparece nuestro
país... o muchos otros de los que solo se resaltan este tipo de circunstancias.
Existes por las malas noticias.
Pero
incluso aceptando que un medio informativo vive de los desastres, hay ciertos
límites. Me refiero a los casos en los que existe claramente una forma de
presentación negativa para configurar una imagen determinada en un contexto
concreto. Lo importante en este caso es que se crea una corriente negativa a la
que se lanza todo lo que ocurre.
La
guerra de Estados Unidos con China desde la llegada de Donald Trump a la Casa
Blanca es notoria. Dentro del simplismo intencional del presidente, este llegó
con dos banderas xenófobas claras: la primera se refería a México y la América
del sur de Río Grande a la Patagonia; la segunda a China, a la que
responsabilizaba de los males económicos del país. Los hispanos eran criminales (los famosos "bad
hombres" de su campaña) frente a los que había que erigir un muro que
debían pagar para protegerse y expulsar a los millones residentes en el país;
los chinos, por su parte, eran unos ladrones de ideas, fabricantes de mala
calidad y espías del mundo a través de los teléfonos que vendían y a los que había
que rechazar en su pretensión de liderar el 5G por el mundo.
He
recogido unos cuantos titulares de diferentes medios que abren las
informaciones sobre el virus que ha aparecido en Wuhan, población china. Las
formas de denominarlo dice bastante sobre algunos vicios informativos en el
sentido señalado:
"New China virus: Fourth person dies as
human-to-human transfer confirmed" (BBC 21/01); "New China virus:
Cases triple as infection spreads to Beijing and Shanghai" (BBC 20/01);
"Un virus similar al SARS, origen de la misteriosa neumonía de China"
(ABC 10/01); "Japón confirma su primer caso de la extraña neumonía china"
(ABC 17/01); "Alarma en China por la propagación de la nueva neumonía antes
del Año Nuevo Lunar" (ABC 20/01); "China confirma que la neumonía de
Wuhan puede transmitirse entre humanos" (ABC 21/01);
"China is trying to stop the spread of a
deadly new virus at the worst possible time of year" (CNN 21/01);
"China virus: Expert says it can be spread by human-to-human contact,
sparking concerns about the massive holiday travel underway" (The
Washington Post 21/01);
"CORONAVIRUS DE WUHAN: El nuevo virus chino se
contagia entre humanos" (El País 20/01)
No es
lo mismo "un virus en China" que un "virus chino". No es lo
mismo, como sabemos "gripe en España" que la "gripe
española" (spanish flu). Por
circunstancias históricas, este virus se había originado en los Estados Unidos y se
supone que entró en Europa con las tropas norteamericanas que venía a combatir en 1917, en la Iª Guerra Mundial (Gran Guerra o Guerra Europea).
Se
extendió por todo el mundo y se calcula que pudo ser responsable de entre 50 y
100 millones de muertes de personas infectadas. En China, por ejemplo, murieron
30 millones de personas, la cifra mayor conocida. En España se calcula que
murieron 300.000 personas. Se la llamó "gripe española" porque al ser
España un país neutral en la guerra, su prensa no estaba sometida a censura y
los casos se reflejaban en las noticias diarias. Los medios son importantes en esto.
Los
virus no tienen nacionalidad, algo que es propio de las personas, la que pone en su pasaporte. Los juegos
retóricos son siempre peligrosos cuando se informa de este tipo de noticias y
tienden a asociarse con otras. Es importante no difundir rumores porque estos
no crean más que rechazo y conflictos.
En el
diario El País podemos leer un ejemplo de lo que no se debe hacer:
Existen rumores, asimismo, de que se han
identificado varios casos sospechosos en Shanghái. Así lo exponía un doctor de
uno de los principales hospitales de la ciudad en declaraciones anónimas al
diario hongkonés South China Morning Post:
“Nuestro centro está llevando a cabo sesiones de entrenamiento sobre prevención
y tratamiento del virus. También se están apresurando las compras de máscaras,
gorros y desinfectantes. Siendo sincero, estoy asustado. Es un nuevo virus con
muchos aspectos que todavía no están claros”.*
Esto es
un ejercicio de alarmismo citando fuentes que no se manifiestan ni fundamentan
en qué se basan. Independientemente de la evolución de la enfermedad, lo que se
ha expresado no tienen fundamento. El "siendo sincero, estoy
asustado", en un caso en los que se puede sembrar miedo y pánico, además
de establecer rechazo a las personas por su procedencia, es verdaderamente
irresponsable.
Antes
se ha jugado igualmente con las diferencias respecto a los casos aparecidos y
las "probabilidades" de que haya más. Se cita un trabajo
"estimativo" realizado por el Imperial College de Londres. Este se
cita de la siguiente forma:
¿Cuántos afectados
hay?
Pese a que las autoridades de Wuhan
aseguraban hasta el viernes que desde el 3 de enero no había nuevas
infecciones, la realidad es que no paran de crecer. Según los últimos datos
oficiales hay 198 casos confirmados, lo que multiplica prácticamente por tres
la cifra que se había hecho pública la semana pasada. No se conocen detalles de
su estado, pero sí que muchos ya fueron dados de alta. Frente a las cifras
oficiales, un estudio del Centro de Análisis de Enfermedades Infecciosas
Globales del Imperial College de Londres estimaba que, a fecha del 12 de enero,
el número de infecciones probables se elevaba a 1.723. “Es probable que el
brote de un nuevo coronavirus en Wuhan haya causado una cantidad de
enfermedades respiratorias leves o moderadas sustancialmente mayor de la que se
ha ofrecido”, rezaba el texto, producido con apoyo de la OMS.*
Hemos
ido directamente al estudio**. El texto de El País para establecer una
confrontación entre "información gubernamental" (falsa) y un estudio
científico (verdadero). El estudio es un trabajo probabilístico, hecho desde
Londres, que trata de establecer las posibilidades de expansión del virus
teniendo en cuenta el tráfico del aeropuerto y la población, parte de los datos
ofrecidos, no los contradice. No deja a nadie como "mentiroso" ni que
se oculte nada, sino la evolución de la enfermedad con lo que se sabe hasta el
momento planteando diversos escenarios dependiendo de las variables. De eso trata
el estudio, no de otra cosa. es una herramienta de trabajo para todos.
En un
caso como este, de epidemia, no conviene jugar con este tipo de rumores o
suposiciones porque es peligroso. Puede crear psicosis en las personas; no es
la primera vez y que algunos lo pagan en términos de rechazo o discriminación.
Los virus, las enfermedades no tienen nacionalidad. Pueden tener un origen en
un lugar, pero en ese punto las personas que las padecen son las víctimas. La insistencia
en identificar los virus como "nacionales" no es buena porque tiene
un efecto más allá de la cuestión médico sanitaria. ¿A qué viene escribir el "misterioso virus", la "misteriosa enfermedad", "extraño virus"? "El mortal coronavirus de Wuhan, la extraña neumonía que ya ha salido de China" (20/01 El Mundo) reúne casi todos los tópicos: chino, mortal, extraño y sale al exterior. Nos lleva al "misterioso oriente", al "peligro amarillo", viejos tópicos. En el misterio, todo es posible. Pero no es manera seria de informar. Sí de sembrar miedos y desconcierto, recelos.
No es
un "virus chino". Y en un contexto de guerra mediática como el
señalado, no se debe utilizar de esta forma. Algunos argumentarán que es "una forma de hablar", pero el habla tiene consecuencias más allá de las palabras y de las intenciones de quien las dice. Mejor cuidar el lenguaje, por si acaso. Nosotros hemos quedado emparentado con los estragos de aquella gripe que asoló el mundo en 1917-1918. Deberíamos ser más cuidadosos. En estos casos, lo mejor es la solidaridad y la colaboración. Lo demás no es bueno.
*
"El nuevo virus chino se contagia entre humanos" El País 20/01/2020
https://elpais.com/sociedad/2020/01/20/actualidad/1579546139_037964.html
**
"Estimating the potential total number of novel Coronavirus (2019-nCoV)
cases in Wuhan City, China" 7 January 2020 - Imperial College London
https://www.imperial.ac.uk/mrc-global-infectious-disease-analysis/news--wuhan-coronavirus/
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