martes, 21 de enero de 2020

¿Tienen nacionalidad los virus?

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La aparición de un foco vírico en una región de China permite observar algunas prácticas periodísticas de difícil justificación, que sin embargo son cada vez más frecuentes. Me refiero al tratamiento "nacional" de las enfermedades, una epidemia en este caso.
El tratamiento de la información, sobre todo en las formas de titular, va más allá de la noticia y se convierte en una forma de manipulación de la percepción de los hechos en el marco de políticas más amplias. Esto es especialmente claro en el caso del tratamiento que se da a China en determinados medios o países con los que se encuentra en estado de conflicto.
Una de las formas más burdas pero eficaces de manipulación es la asociación de elementos negativos. Hay países de los que solo se muestran estos aspectos negativos. En el caso de España, por ejemplo, algunos medios internacionales europeos solo dan de España las cifras del paro que se ofrecen cada mes, mostrando las colas del INEM en unas imágenes repetidas hasta la saciedad. Si se habla de nuestra economía, se dedica más tiempo a la reducción de las estimaciones del crecimiento económico; si se habla del tiempo, se resaltan los muertos de la tormenta "Gloria", que se llevan a titulares. Si no hay noticias negativas, no aparece nuestro país... o muchos otros de los que solo se resaltan este tipo de circunstancias. Existes por las malas noticias.


Pero incluso aceptando que un medio informativo vive de los desastres, hay ciertos límites. Me refiero a los casos en los que existe claramente una forma de presentación negativa para configurar una imagen determinada en un contexto concreto. Lo importante en este caso es que se crea una corriente negativa a la que se lanza todo lo que ocurre.
La guerra de Estados Unidos con China desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca es notoria. Dentro del simplismo intencional del presidente, este llegó con dos banderas xenófobas claras: la primera se refería a México y la América del sur de Río Grande a la Patagonia; la segunda a China, a la que responsabilizaba de los males económicos del país. Los hispanos eran criminales (los famosos "bad hombres" de su campaña) frente a los que había que erigir un muro que debían pagar para protegerse y expulsar a los millones residentes en el país; los chinos, por su parte, eran unos ladrones de ideas, fabricantes de mala calidad y espías del mundo a través de los teléfonos que vendían y a los que había que rechazar en su pretensión de liderar el 5G por el mundo.
He recogido unos cuantos titulares de diferentes medios que abren las informaciones sobre el virus que ha aparecido en Wuhan, población china. Las formas de denominarlo dice bastante sobre algunos vicios informativos en el sentido señalado:

"New China virus: Fourth person dies as human-to-human transfer confirmed" (BBC 21/01); "New China virus: Cases triple as infection spreads to Beijing and Shanghai" (BBC 20/01);
"Un virus similar al SARS, origen de la misteriosa neumonía de China" (ABC 10/01); "Japón confirma su primer caso de la extraña neumonía china" (ABC 17/01); "Alarma en China por la propagación de la nueva neumonía antes del Año Nuevo Lunar" (ABC 20/01); "China confirma que la neumonía de Wuhan puede transmitirse entre humanos" (ABC 21/01);
"China is trying to stop the spread of a deadly new virus at the worst possible time of year" (CNN 21/01); 
"China virus: Expert says it can be spread by human-to-human contact, sparking concerns about the massive holiday travel underway" (The Washington Post 21/01); 
"CORONAVIRUS DE WUHAN: El nuevo virus chino se contagia entre humanos" (El País 20/01)



No es lo mismo "un virus en China" que un "virus chino". No es lo mismo, como sabemos "gripe en España" que la "gripe española" (spanish flu). Por circunstancias históricas, este virus se había originado en los Estados Unidos y se supone que entró en Europa con las tropas norteamericanas que venía a combatir en 1917, en la Iª Guerra Mundial (Gran Guerra o Guerra Europea). 
Se extendió por todo el mundo y se calcula que pudo ser responsable de entre 50 y 100 millones de muertes de personas infectadas. En China, por ejemplo, murieron 30 millones de personas, la cifra mayor conocida. En España se calcula que murieron 300.000 personas. Se la llamó "gripe española" porque al ser España un país neutral en la guerra, su prensa no estaba sometida a censura y los casos se reflejaban en las noticias diarias. Los medios son importantes en esto.


Los virus no tienen nacionalidad, algo que es propio de las personas, la que pone en su pasaporte. Los juegos retóricos son siempre peligrosos cuando se informa de este tipo de noticias y tienden a asociarse con otras. Es importante no difundir rumores porque estos no crean más que rechazo y conflictos.
En el diario El País podemos leer un ejemplo de lo que no se debe hacer:

Existen rumores, asimismo, de que se han identificado varios casos sospechosos en Shanghái. Así lo exponía un doctor de uno de los principales hospitales de la ciudad en declaraciones anónimas al diario hongkonés South China Morning Post: “Nuestro centro está llevando a cabo sesiones de entrenamiento sobre prevención y tratamiento del virus. También se están apresurando las compras de máscaras, gorros y desinfectantes. Siendo sincero, estoy asustado. Es un nuevo virus con muchos aspectos que todavía no están claros”.*



Esto es un ejercicio de alarmismo citando fuentes que no se manifiestan ni fundamentan en qué se basan. Independientemente de la evolución de la enfermedad, lo que se ha expresado no tienen fundamento. El "siendo sincero, estoy asustado", en un caso en los que se puede sembrar miedo y pánico, además de establecer rechazo a las personas por su procedencia, es verdaderamente irresponsable.
Antes se ha jugado igualmente con las diferencias respecto a los casos aparecidos y las "probabilidades" de que haya más. Se cita un trabajo "estimativo" realizado por el Imperial College de Londres. Este se cita de la siguiente forma:

¿Cuántos afectados hay?
Pese a que las autoridades de Wuhan aseguraban hasta el viernes que desde el 3 de enero no había nuevas infecciones, la realidad es que no paran de crecer. Según los últimos datos oficiales hay 198 casos confirmados, lo que multiplica prácticamente por tres la cifra que se había hecho pública la semana pasada. No se conocen detalles de su estado, pero sí que muchos ya fueron dados de alta. Frente a las cifras oficiales, un estudio del Centro de Análisis de Enfermedades Infecciosas Globales del Imperial College de Londres estimaba que, a fecha del 12 de enero, el número de infecciones probables se elevaba a 1.723. “Es probable que el brote de un nuevo coronavirus en Wuhan haya causado una cantidad de enfermedades respiratorias leves o moderadas sustancialmente mayor de la que se ha ofrecido”, rezaba el texto, producido con apoyo de la OMS.*

Hemos ido directamente al estudio**. El texto de El País para establecer una confrontación entre "información gubernamental" (falsa) y un estudio científico (verdadero). El estudio es un trabajo probabilístico, hecho desde Londres, que trata de establecer las posibilidades de expansión del virus teniendo en cuenta el tráfico del aeropuerto y la población, parte de los datos ofrecidos, no los contradice. No deja a nadie como "mentiroso" ni que se oculte nada, sino la evolución de la enfermedad con lo que se sabe hasta el momento planteando diversos escenarios dependiendo de las variables. De eso trata el estudio, no de otra cosa. es una herramienta de trabajo para todos.



En un caso como este, de epidemia, no conviene jugar con este tipo de rumores o suposiciones porque es peligroso. Puede crear psicosis en las personas; no es la primera vez y que algunos lo pagan en términos de rechazo o discriminación. Los virus, las enfermedades no tienen nacionalidad. Pueden tener un origen en un lugar, pero en ese punto las personas que las padecen son las víctimas. La insistencia en identificar los virus como "nacionales" no es buena porque tiene un efecto más allá de la cuestión médico sanitaria. ¿A qué viene escribir el "misterioso virus", la "misteriosa enfermedad", "extraño virus"? "El mortal coronavirus de Wuhan, la extraña neumonía que ya ha salido de China" (20/01 El Mundo) reúne casi todos los tópicos: chino, mortal, extraño y sale al exterior. Nos lleva al "misterioso oriente", al "peligro amarillo", viejos tópicos. En el misterio, todo es posible. Pero no es manera seria de informar. Sí de sembrar miedos y desconcierto, recelos.


No es un "virus chino". Y en un contexto de guerra mediática como el señalado, no se debe utilizar de esta forma. Algunos argumentarán que es "una forma de hablar", pero el habla tiene consecuencias más allá de las palabras y de las intenciones de quien las dice. Mejor cuidar el lenguaje, por si acaso. Nosotros hemos quedado emparentado con los estragos de aquella gripe que asoló el mundo en 1917-1918. Deberíamos ser más cuidadosos. En estos casos, lo mejor es la solidaridad y la colaboración. Lo demás no es bueno.



* "El nuevo virus chino se contagia entre humanos" El País  20/01/2020 https://elpais.com/sociedad/2020/01/20/actualidad/1579546139_037964.html

** "Estimating the potential total number of novel Coronavirus (2019-nCoV) cases in Wuhan City, China" 7 January 2020 - Imperial College London‌  https://www.imperial.ac.uk/mrc-global-infectious-disease-analysis/news--wuhan-coronavirus/





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