El
artículo titulado, sin ambigüedad alguna, "Killing of Soleimani reflects
an aggressive national security team not inclined to curb Trump" muestra
el proceso interior de la administración Trump y el progresivo aumento del
riesgo. Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, muchas voces dijeron que los
equipos serían determinantes en hacer entrar en razón a una persona que carecía
y carece de experiencia internacional. Se creía que la presidencia se iría
corrigiendo ante las malas perspectivas que se tenía por parte de los
observadores.
Sin
embargo, el tiempo ha ido mostrando otra cosa. La primera de ellas la erosión
constante a la que se somete a un equipo en el que hay que estar discutiendo
hasta el agotamiento para evitar desastres, Probablemente no haya habido tantos
cambios en una presidencia de los Estados Unidos. Esto la convierte en confusa,
por un lado, pero por otro se van perfilando líneas, que es lo que The Washington
Post sostiene sobre el aumento de la agresividad de la política exterior
norteamericana. El texto —firmado por Paul Sonne, Greg Jaffe y Josh Dawsey—
analiza la evolución de los consejeros presidenciales, la marcha de los más
sensatos, los que conseguían "calmar" a Trump y evitar decisiones
precipitadas, y la llegada de los más belicistas contra Irán.
La
conclusión a la que a la que llegan es clara al respecto:
The president’s decision to act now was a
response to increased Iranian aggression in the Middle East and an “imminent
threat” that the administration has struggled to consistently describe. But the
attack also reflects Trump’s growing comfort in his job and the presence of a
new group of top national security advisers who are more hawkish on Iran, more
willing to provide him with aggressive options and less inclined to check his
instincts.*
Se insiste en el análisis, pues, de no centrar solamente en
Trump las decisiones y sus consecuencias, sino en analizar las causas y
presiones llegadas y reforzadas con los miembros del equipo actual.
Junto al poderoso Mike Pompeo —miembro del Tea Party—, han
ido llegando una serie de asesores que no solo no frenan a Trump, sino que lo
alientan a estas aventuras en las que arrastra a todos. Ya no se trata de
"convencerle", como han intentado muchos anteriormente, sino de
mostrarle el camino como propio. Es un proceso dentro del grupo que va
desequilibrándolo en favor de lo que el presidente quiere escuchar.
Trump is also surrounded by a group of advisers
who appear more unified, especially in their view of Iran. The result is “less
introspection, less debate and faster action,” said a second former senior
Pentagon official. “It’s a smaller team, more like-minded, capable of coming to
agreement quicker.”
The longest-serving and most influential member
of the group is Pompeo, who long has pushed for a more hawkish posture toward
Iran.
Esper closely coordinates with Pompeo, his
former West Point classmate, and regularly talks to the president but came into
the job with more of a defense industry background and “without his own
agenda,” a senior Defense official said.
The Soleimani strike reflected Trump’s
preference for quick strikes designed to dissuade adversaries over longer and
costlier deployments, such as the U.S. troop presence in Syria.*
Pero en este juego de objetivos rápidos puede estallar la sorpresa
en cualquier momento, como ha ocurrido con el caso del avión ucraniano
derribado en Irán por error y fuente de una crisis interna y externa.
Como hemos estado viendo estos días, lo imprevisto ha traído
unas consecuencias inesperadas en ambos lados. Trump trata de combatir los
efectos en casa lanzando amenazas contra los dirigentes iraquís si tratan de
reprimir con el uso de la fuerza las manifestaciones que se siguen produciendo
en su contra por las mentiras sobre el derribo. De esta forma, Trump parece
intentar apuntarse un tanto haciendo creer que es defensor del pueblo iraquí.
Lo interesante del caso del lado norteamericano es que el
incidente del atentado contra Qasem Soleimane está sirviendo para sacar a la
luz las líneas de influencia sobre Trump de manera explícita y la forma en que
este es dirigido.
El ego de Trump no va a admitir fácilmente que "sus
decisiones" han sido tomadas ya por otros previamente y se le ha tomado la
medida para convencerle de que las ideas se le han ocurrido a él y son por ello
las mejores.
El artículo se cierra con temores ante esta escalada hacia
Irán y las consecuencias que pueda tener:
Those who support a hawkish Iran policy have
cheered the new group of advisers around the president along with Trump’s more
aggressive posture toward Tehran. Democratic lawmakers, however, have expressed
fear that the president could inadvertently stumble into a larger war with
Iran.
“The revolving door in the national security cabinet
is a real danger. There is no consistency of communication with any of our
allies,” said Sen. Chris Murphy (D-Conn.) in an interview.
“For all of Mattis’s reputation as an Iran
hawk, he ended up being one of the most sober-minded people in the Cabinet,”
Murphy said, noting that few people on Trump’s current national security team
“have any real diplomatic experience.”*
La política de Trump en Oriente Medio ha sido y es nefasta. Pero
hay algo más: es provocativa. La decisión de trasladar la embajada
norteamericana de Tel-Aviv a Jerusalén ya mostraba una provocación clara en la
que se quedó solo prácticamente, con tres o cuatro excepciones mundiales.
Prácticamente todo el mundo se manifestó en contra y señalando que era un
conflicto innecesario. Lo mismo ocurrió con la cuestión de dar el visto bueno a
la política expansiva de Israel en los asentamientos. Finalmente, la denuncia
del acuerdo nuclear con Irán y las posteriores sanciones, que sigue aumentando,
tampoco pueden considerarse política de buena voluntad.
El calentamiento político
de la zona ha traído nuevos focos de tensión y ha llegado al límite de la
agresión violenta entre los dos países y una petición de muchos, entre ellos
Iraq, de que Estados Unidos abandones sus bases o de que las tropas de países
aliados quieran salir de lo que ven como un conflicto buscado por Estados
Unidos. Esto se hace manifiesto cuando surgen las informaciones antiguas sobre
el deseo de eliminar a Qasem Soleimane. Se buscaba, según parece una excusa
adecuada y la muerte del contratista se consideró suficiente. Es lo que
denuncian los demócratas y temen que pueda ir a más, hacia una guerra buscada
dentro de una política bélica que se sustrae a sus representantes. De ahí el
recorte de las posibilidades militares de Trump esta semana pasada.
El régimen iraní es deleznable y mantiene una política
agresiva hacia muchos países, en los que está actuando de diversas maneras.
Pero la forma de enfrentarse a esta situación admite múltiples fórmulas, unas
más inteligentes que otras.
* Paul
Sonne, Greg Jaffe y Josh Dawsey "Killing of Soleimani reflects an
aggressive national security team not inclined to curb Trump" CNN
13/01/2020
https://www.washingtonpost.com/world/national-security/killing-of-soleimani-reflects-an-aggressive-national-security-team-not-inclined-to-curb-trump/2020/01/12/a83f5346-333c-11ea-898f-eb846b7e9feb_story.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.