Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Mal
ejemplo ha dado Egipto al "perdonar" a su jugador Amr Warda y levantarle
el castigo de expulsión de la selección nacional de fútbol. Warda había sido
expulsado al salir a la luz las denuncias por acoso sexual realizadas por la
modelo anglo egipcia Merhan Keller. La modelo había sufrido las violencias
verbales y las amenazas telefónicas tras decir "no" al jugador. El
argumento del ahora perdonado era que a él nadie le rechazaba, que nadie le
decía no. Debe tener en su testosterona algo que le hace especial.
Decimos
que es poco ejemplar lo que ha hecho porque hay millones de mujeres acosadas en
Egipto que han quedado desmoralizadas con la teoría de la doble oportunidad.
Egipto es uno de los peores países del mundo para el acoso sexual, como sale a
la luz cada vez que se realizan las encuestas pertinentes o se ponen los datos
sobre la mesa.
La
reacción de la sociedad egipcia explica ambos hechos. Ante la denuncia, las
reacciones virulentas son contra la mujer acusándola de querer hacerse famosa a
costa del ídolo al que nadie dice no. Tienen que salir a la luz las grabaciones
del caso para que Merhan Keller sea creída. Inmediatamente empiezan a aparecer
denuncias de mujeres que han padecido la misma pauta, la respuesta airada y
violenta de Warda, al que nadie le dice no. Y es que en Egipto ser hombre,
famoso y futbolista es una especie de salvoconducto para cualquier
comportamiento. ¿Cuántas veces se han visto casos similares en los que la
acusada se ha visto atacada y ha recibido el rechazo social? ¡Hasta la mujer
acosada y abofeteada en un centro comercial, delante de las cámaras de
seguridad, tuvo que sufrir el escarnio de una parte de la sociedad y de los
medios de comunicación! El hombre no era famoso, pero era hombre y eso ya es
mucho. Hoy por ti, mañana por mí.
Todos
los medios apuntan a que ha sido gracias a la intervención del ídolo social, el
jugador estrella Mo Salah, gracias a su tuit diciendo que está mal lo hecho,
pero que él cree en las "segundas oportunidades", por lo que el
jugador será readmitido en la siguiente ronda de la copa de África que Egipto
organiza. Así todos tendrán la ocasión de aplaudirle públicamente; podrá saltar
al campo y mirar a los que le aplauden y decirles, ¿veis qué fácil es todo
aquí?
Mientras
en el mundo se trata de dejar fuera de sus ámbitos a los acosadores, Egipto
acaba de mostrar lo poco que le importa, pese a lo que diga Salah, que ha unido
su destino al de Warda a la espera de su próxima barrabasada sexual. Habrá que
enseñar a contar a Salah y a la federación egipcia.
El
diario deportivo Sport ya señala algunos hechos:
Este no es el primer incidente en el que se
ha visto envuelto Amr Warda. En agosto de 2017, tres días más tarde que el
egipcio fuera presentando como jugador del Feirense de Portugal, el club
portugués decidió prescindir de sus servicios por haber importunado a las
mujeres de dos de sus compañeros de equipo. Estos sucesos generaron problemas
con sus, por aquel entonces, nuevos compañeros y para evitar males mayores el
Feirense decidió descartar al jugador que acabó recalando en la liga Grecia.*
¡Ya es
durar poco! El comportamiento del que se nos habla dice mucho de la
personalidad de Amr Warda. De su prepotencia y descaro, de sus pautas de
comportamiento. Él es el ídolo al que nadie rechaza; es un lujo que te puedes
dar, mujer, si sabes lo que es valioso. Las esposas de sus compañeros se
preguntarían quién era aquel imbécil recién llegado, quién se había creído que
era. Era el ídolo al que nadie dice no, el regalo que no puedes desperdiciar y
el merecedor de segundas oportunidades.
Dejándole
volver a la selección, las autoridades que han revocado la expulsión han
demostrado lo poco que les importan las mujeres y lo mucho que les importan los
efectos propagandísticos del fútbol. En un país autoritario y machista, a lo
que se teme es a las consecuencias de la expulsión. En realidad nadie quiere
ser responsable de que Egipto pueda ser eliminado en su casa, delante de su
público, es su torneo.
El
régimen busca propaganda como sea. Si Egipto gana la Copa de África, el régimen
lo utilizará en su favor, tal como han hecho todos los regímenes autoritarios
del planeta. Lo que ha conseguido, en cambio, es una nueva oleada de propaganda
negativa al anteponer el posible éxito de la selección a la justicia para las
mujeres. La reacción de una parte de la sociedad, poniéndose al lado de Warda,
representa una perversión de los valores, Si
ganamos, habrán pensado, todo esto se
olvidará. Gran error. Sobre todo porque Amr Warda, eso nos dicen, lleva
toda su vida haciendo lo mismo. Ahora ha aprendido una lección, que nadie le dice no al ídolo. Merhan
Keller, la denunciante, ha aprendido otra, que sería la responsable final de
que Egipto no ganara en ausencia de su figura. En cierto sentido, ha tenido
suerte. Su victoria se producirá cuando Warda caiga en la próxima. Mo
Salah tendrá ocasión de arrepentirse de su doctrina de las segundas
oportunidades. Al tiempo.
Egipto ha perdido una gran oportunidad de mandar un mensaje contra un problema nacional que vale mucho más que cualquier Copa de África. Mi admirada Doaa Eladl ha sabido retratar al
personaje. De nuevo es un digno miembro del equipo nacional.
*
"Egipto readmite al acusado Amr Warda" Sport 28/06/2019
https://www.sport.es/es/noticias/resto-del-mundo/egipto-readmite-amr-warda-acusado-acoso-sexual-7527437
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