lunes, 1 de julio de 2019

El ídolo al que nadie decía no

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mal ejemplo ha dado Egipto al "perdonar" a su jugador Amr Warda y levantarle el castigo de expulsión de la selección nacional de fútbol. Warda había sido expulsado al salir a la luz las denuncias por acoso sexual realizadas por la modelo anglo egipcia Merhan Keller. La modelo había sufrido las violencias verbales y las amenazas telefónicas tras decir "no" al jugador. El argumento del ahora perdonado era que a él nadie le rechazaba, que nadie le decía no. Debe tener en su testosterona algo que le hace especial.
Decimos que es poco ejemplar lo que ha hecho porque hay millones de mujeres acosadas en Egipto que han quedado desmoralizadas con la teoría de la doble oportunidad. Egipto es uno de los peores países del mundo para el acoso sexual, como sale a la luz cada vez que se realizan las encuestas pertinentes o se ponen los datos sobre la mesa.

La reacción de la sociedad egipcia explica ambos hechos. Ante la denuncia, las reacciones virulentas son contra la mujer acusándola de querer hacerse famosa a costa del ídolo al que nadie dice no. Tienen que salir a la luz las grabaciones del caso para que Merhan Keller sea creída. Inmediatamente empiezan a aparecer denuncias de mujeres que han padecido la misma pauta, la respuesta airada y violenta de Warda, al que nadie le dice no. Y es que en Egipto ser hombre, famoso y futbolista es una especie de salvoconducto para cualquier comportamiento. ¿Cuántas veces se han visto casos similares en los que la acusada se ha visto atacada y ha recibido el rechazo social? ¡Hasta la mujer acosada y abofeteada en un centro comercial, delante de las cámaras de seguridad, tuvo que sufrir el escarnio de una parte de la sociedad y de los medios de comunicación! El hombre no era famoso, pero era hombre y eso ya es mucho. Hoy por ti, mañana por mí.
Todos los medios apuntan a que ha sido gracias a la intervención del ídolo social, el jugador estrella Mo Salah, gracias a su tuit diciendo que está mal lo hecho, pero que él cree en las "segundas oportunidades", por lo que el jugador será readmitido en la siguiente ronda de la copa de África que Egipto organiza. Así todos tendrán la ocasión de aplaudirle públicamente; podrá saltar al campo y mirar a los que le aplauden y decirles, ¿veis qué fácil es todo aquí?
Mientras en el mundo se trata de dejar fuera de sus ámbitos a los acosadores, Egipto acaba de mostrar lo poco que le importa, pese a lo que diga Salah, que ha unido su destino al de Warda a la espera de su próxima barrabasada sexual. Habrá que enseñar a contar a Salah y a la federación egipcia.
El diario deportivo Sport ya señala algunos hechos:

Este no es el primer incidente en el que se ha visto envuelto Amr Warda. En agosto de 2017, tres días más tarde que el egipcio fuera presentando como jugador del Feirense de Portugal, el club portugués decidió prescindir de sus servicios por haber importunado a las mujeres de dos de sus compañeros de equipo. Estos sucesos generaron problemas con sus, por aquel entonces, nuevos compañeros y para evitar males mayores el Feirense decidió descartar al jugador que acabó recalando en la liga Grecia.*


¡Ya es durar poco! El comportamiento del que se nos habla dice mucho de la personalidad de Amr Warda. De su prepotencia y descaro, de sus pautas de comportamiento. Él es el ídolo al que nadie rechaza; es un lujo que te puedes dar, mujer, si sabes lo que es valioso. Las esposas de sus compañeros se preguntarían quién era aquel imbécil recién llegado, quién se había creído que era. Era el ídolo al que nadie dice no, el regalo que no puedes desperdiciar y el merecedor de segundas oportunidades.
Dejándole volver a la selección, las autoridades que han revocado la expulsión han demostrado lo poco que les importan las mujeres y lo mucho que les importan los efectos propagandísticos del fútbol. En un país autoritario y machista, a lo que se teme es a las consecuencias de la expulsión. En realidad nadie quiere ser responsable de que Egipto pueda ser eliminado en su casa, delante de su público, es su torneo.


El régimen busca propaganda como sea. Si Egipto gana la Copa de África, el régimen lo utilizará en su favor, tal como han hecho todos los regímenes autoritarios del planeta. Lo que ha conseguido, en cambio, es una nueva oleada de propaganda negativa al anteponer el posible éxito de la selección a la justicia para las mujeres. La reacción de una parte de la sociedad, poniéndose al lado de Warda, representa una perversión de los valores, Si ganamos, habrán pensado, todo esto se olvidará. Gran error. Sobre todo porque Amr Warda, eso nos dicen, lleva toda su vida haciendo lo mismo. Ahora ha aprendido una lección, que nadie le dice no al ídolo. Merhan Keller, la denunciante, ha aprendido otra, que sería la responsable final de que Egipto no ganara en ausencia de su figura. En cierto sentido, ha tenido suerte. Su victoria se producirá cuando Warda caiga en la próxima. Mo Salah tendrá ocasión de arrepentirse de su doctrina de las segundas oportunidades. Al tiempo. 
Egipto ha perdido una gran oportunidad de mandar un mensaje contra un problema nacional que vale mucho más que cualquier Copa de África.  Mi admirada Doaa Eladl ha sabido retratar al personaje. De nuevo es un digno miembro del equipo nacional.



* "Egipto readmite al acusado Amr Warda" Sport 28/06/2019 https://www.sport.es/es/noticias/resto-del-mundo/egipto-readmite-amr-warda-acusado-acoso-sexual-7527437





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