miércoles, 10 de julio de 2019

Y el epílogo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La incapacidad de asimilar la pérdida de un partido, vivido a la egipcia, es decir, como un drama épico y singular, casi wagneriano, acaba explicando lo que no tiene explicación, al menos racional. Los egipcios siguen enfocando la pérdida de un partido como un robo grandioso de lo que ya les pertenecía, la copa de África, incluso desde antes de haber jugado ningún partido.
El escándalo de la readmisión del acosador Amr Warda, reincidente y chulesco, arropado por la estrella del equipo, Mo Salah, para que fuera readmitido es una de las líneas de acusación contra un equipo de fútbol. "Equipo de acosadores" es la línea crítica, tratando de ver la derrota como una cuestión de "justicia poéticas", vamos a decirlo así. En esa línea van algunos periódicos y mucho aficionados.
A la pérdida del partido se le suma algo mucho peor y que es responsabilidad única de la federación, el equipo y todos aquellos que los apoyaros: la oportunidad perdida de haber antepuesto una cuestión de principios —el castigo ejemplar al acosador denunciado— haciendo ver que era mejor dejar fuera a una estrella y perder que ganar con un acosador vistiendo la camiseta nacional, anteponiendo la victoria futbolística a las denuncias en un país que tiene récords en acoso, un mal nacional. Pero se desaprovecho esa oportunidad y se vendieron los principios por un plato de lentejas.


Desde hace varios días, tras la derrota, los medios ofrecen imágenes de Mo Salah, quien se prestó a apoyar públicamente a Warda e hizo suya la teoría de la "segunda oportunidad", que fue vendida de nuevo como un acto de magnanimidad del pueblo egipcio. De nuevo eran los más generosos y compasivos. Hasta las autoridades religiosas se comprometieron en esta cuestión del perdonar generoso. El problema es la ejemplaridad, es decir, el muy mal ejemplo dado.
En Egipto hay muchas personas encerradas a las que nadie va a dar una segunda oportunidad. El fútbol, en cambio, sí merece toda esa generosidad del perdón.
Egyptian Streets publicó un artículo el día 7 de julio con el explícito título "#ATeamOfHarassers: Egyptians Are Right to Still Seethe at MoSalah". En él se señalaba:

A mass of Egyptians echoed Salah’s thoughts and posted religious and secular posts about forgiveness in favour of giving second chances. However, for the most part and rightfully so, thousands became enraged that Warda was able to walk away from his own troublemaking almost completely unscathed. At this point, it is important to point out that these are not first-time allegations against the midfielder. He was previously criticized of coming on to fellow team members’ wives in Greece as well.
Not only was Warda able to get away with a largely impersonal and vague apology (in which he never bothered to direct at the women in question) but his reinstatement to the national football team was the most public act of disrespect the EFA could probably ever muster.
Moreover, by coming forward to openly support Warda, Mohamed Salah publicized the message that ‘forgiving sexual harassers’ was more important than punishing them to a wide audience of 9.3 million on Twitter.
Could anyone have expected any differently? No, because Egypt’s culture of forgiving male harassers and victim blaming runs deep across its historical veins. It runs so deep that even ‘the pride of the Arab world’, as fans like to call Mohamed Salah, is not impervious to it despite his attempts to, in the face of the entire world, including in Europe where attention is locked on his every move and word.
One would have expected the Warda fiasco to have altogether been forgotten by the time of yesterday’s AFCON Round of 16. In an almost unbelievable move, Egypt’s now-sacked coach, Javier Aguirre, gave Warda the chance to play in an almost sinking match. The reaction of the fans perfectly represented feelings towards Warda: while many cheered his participation, a good half stared blankly at his entrance into the field.
On a more positive note, comments flooding social media have been titillating between disappointment about Egypt’s loss but also, unexpectedly, joy from many that the national team was handed a supposed serving of karma.*



La introducción del "karma" en el asunto no deja de ser un exceso, aunque sea compensatorio. La creencia en una "mano" que castiga es casi tan mala como una "mano" que perdona y dirige hacia el éxito futbolístico. Son síntomas de ese carácter de excepcionalidad que lo egipcio.
Que muchos egipcios se hayan visto recompensados "moralmente" por la derrota del equipo puede ser visto por algunos como una maniobra antipatriótica, aunque nada más antipatriótico que alinear un jugador acusado de acoso en múltiples ocasiones.
Es sin embargo la segunda línea, la de las responsabilidades, la que gusta más por la trascendencia. Ya comentamos el cese fulminante del entrenador mexicano, Javier Aguirre, y la dimisión de toda la federación egipcia, además de la puesta en marcha de investigaciones sobre corrupción en busca de una "racionalización" o "justificación" de la derrota ante Sudáfrica. Lo esencial es esa idea de que si Egipto ha perdido es que algo extraño ha ocurrido, más allá del jugar mal o que el otro equipo sea superior, algo que no se aceptará.
Si creíamos que la sensatez podría recuperarse tras unos días en que se asimilara la derrota, esta es la noticia que nos ofrecía ayer Egypt Today:

CAIRO – 9 July 2019: General Prosecutor Nabil Sadek ordered referring the complaints filed against officials of the Egyptian Football Association to the Interior Ministry’s General Department of Public Funds Crime Investigation Unit.
The complaints accuse the officials of charges including squandering public money. Sadek scheduled the session to open extensive investigation into the complaints and recall those who have submitted them.
Complaint No. 9274 of 2019 submitted by a lawyer blames money waste on the Football Association, as it had contracted with a failed coach, which caused the national football team to get knocked out from the 2019 Africa Cup of Nations Tournament in a humiliating way, according to the complaint.
The complaint argues that Article 116 bis (c) punishes intentional breach of contracts in violation of the regulations and laws, in the event of significant harm.
Moreover, complaint No. 9189 of 2019 was filed against the Chairman and members of the Board of Directors of the former Football Association, for crimes of negligence and default, waste of public money, profiteering and hiring foreign trainers for large sums of money, while they have even failed to pick the best elements to form a national team that can achieve the desired result.
In their complaints, the lawyers called for taking all necessary legal measures to seize the accused persons' money, banning them from travelling, and also arresting them for investigation.
The lawyers also called for referring those who are proven guilty to the urgent criminal trial, and obliging them to refund the money paid to the Mexican coach of the national team and his assistants since he was hired.  
Egypt lost at their home in the Africa Cup of Nations for the first time in 33 years against South Africa in the 16th round.
Egyptian Football Association President Hany Abo Rida sacked the Egyptian national team coaching staff on the early hours of Sunday.
Abo Rida, as well as many board members, resigned from their position.
The Egyptian players let down the fans who packed the Cairo Stadium to support the team.**


No se sabe muy bien cómo reaccionar ante una noticia de este tipo, muy egipcia. La tradición de leguleyos que presentan denuncias en nombre del honor, la decencia, etc. es ya una tradición. Pero esta vez los argumentos son risibles. Hace falta preguntarse obligatoriamente qué hubiera ocurrido si Egipto gana su partido contra Sudáfrica. Los faraones hubieran sido el mejor equipo del mundo y solo se trataría de no ser impacientes para quedarse con la Copa de África, que mostraría al mundo la superioridad egipcia. Pero se perdió con Sudáfrica.
Creo que a los lectores les habrá quedado medianamente claro que estos artículos tienen muy poco que ver con el deporte. Más bien se trata de la percepción del mundo, de cómo se ven las cosas y cómo nos vemos a nosotros mismos.
El exceso de promesas en Egipto choca con realidades como estas, que no se tiene lo que se quiere sino lo que se esfuerza uno por conseguir. Egipto vive de muchas promesas e ilusiones. Los gobernantes les tienen cogida la medida. Los éxitos se deben a los dirigentes; los fracasos a los demás.


Si el otro día hablábamos de la necesidad de encontrar rápidamente un culpable al que hacer responsable, lo han encontrado en Javier Aguirre, el entrenador extranjero "fallido", como lo califican. Habría que buscar en los medios egipcios la contratación de Javier Aguirre, un entrenador bien conocido en la Liga española. Aguirre fue seleccionado en su momento entre un grupo de entrenadores, entre los que se encontraban Quique Sánchez Flores, un bosnio y un colombiano.
Ahora ha pasado a ser un delincuente al que se le responsabiliza de todo. En Egypt Independent, tras señalar las denuncias que ha recibido el Fiscal General, se dice de él: «The reports said that EFA members had wasted public money by paying huge sums to an incompetent foreign coach, Aguirre, demanding that the money be returned to the state following the humiliating performance of the team and their subsequent defeat at the Africa Cup of Nations.»*** No sabemos si Aguirre estaba en garantía.
Lo malo de todo esto es que siempre ocurre así y muestra no la incompetencia del entrenador sino la incapacidad de Egipto de afrontar las adversidades sin encontrar una explicación justificadora. Es el mecanismo habitual.
Egipto ha desaprovechado una ocasión muy especial de mostrar síntomas de modernidad al haber demostrado lo que era realmente importante. La tendencia a convertir en algo trascendente una vulgar derrota futbolística muestra el funcionamiento social e institucional. Javier Aguirre asumió como entrenador los errores de su equipo. Los que le quieren convertir en un criminal, estafador, etc. no hacen sino aumentar el ridículo de la situación. Fútbol es fútbol.
Lo que ha conseguido Egipto es estar de nuevo en la prensa internacional de una manera negativa ya que nadie va a entender o justificar todas estas acciones sin precedentes. Todo tiene que ver con la misma cuestión, la auto percepción. Vivir en esta fantasía no solo es despectivo para los demás, sino nocivo para uno mismo.
El epílogo a esta historia acaba en la fiscalía, dándole una trascendencia criminal al asunto que no hace sino confundir más a la gente.



* "#ATeamOfHarassers: Egyptians Are Right to Still Seethe at MoSalah" Egyptian Streets 7/07/2019 https://egyptianstreets.com/2019/07/07/ateamofharassers-egyptians-are-right-to-still-seethe-at-mosalah/
** "Complaints against Football Association officials referred to Interior Ministry" Egypt Today 9/07/2019 http://www.egypttoday.com/Article/1/72637/Complaints-against-Football-Association-officials-referred-to-Interior-Ministry
*** "Mohamed Salah says deeply sorry over losing in AFCON’s knockout stage" Egypt Independent 8/07/2019 https://www.egyptindependent.com/mohamed-salah-says-deeply-sorry-over-losing-in-afcons-knockout-stage/


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