Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
No han
tardado mucho. La gente ya está hablando de "bipartidismo" de otra
manera y los cantos a la diversidad atomizada ya van teniendo tonalidad más
trágica. Poco a poco, en tertulias y páginas, impresas o virtuales, la gente
hace cuentas o simplemente mira el espectáculo. Lo sorprendente es la cantidad
de pruebas que es necesario aportar para darse cuenta de algo tan obvio.
Este
espectáculo de la negociación para pactos que te llevan a la tumba es lo
suficientemente elocuente. Nuestros dirigentes descubren con horror que la
única forma de sacar adelante sus resultados electorales es pactar con aquellos
que te arrastrarán al fondo del abismo como en una película de terror de serie
B, que es lo que más se parece a la situación actual.
De
nuevo se abre el fantasma electoral... y es algo más que una forma de presión
para llegar a un acuerdo. Pero, ¿cómo se llega a un acuerdo con fuerzas que han
quedado deficitarias, como es el caso, del PSOE con Podemos, o que te arrastran
a la tumba, como el PP con Vox? Queda, de forma patética, Ciudadanos, al que
desde la izquierda acusan de no pactar y desde la derecha de querer quedarse
con los votos.
Dividiendo
la tarta en tantos trozos, los que menos tienen han conseguido, sin embargo, un
enorme poder. Tienen lo que otros necesitan, produciéndose así una enorme distorsión
del sentido del voto, amplificando lo que las urnas ha negado. A todo este
jaleo, súmale los despropósitos en Cataluña.
Los
pequeños de los extremos viven felices al saber que los grandes se encuentran
con la paradoja de que no se pueden ir hacia la estabilidad de grandes números,
sino hacia el torbellino contradictorio de los que quieren sacar tajada.
De
hecho, el mal ejemplo ha cundido. Cuantos más partidos aparezca en escena,
mejor para los que con muy poca inversión tienen la suerte de sacar poderoso
brillo a sus miseria, pero tacita a tacita...
Ya
aparecen encuestas, como la de El Mundo, sobre los estragos de la repetición de
elecciones. El titular es elocuente tras la encuesta de Sigma-DOS: "La repetición de elecciones hundiría a
Ciudadanos y Vox".* Pero también lo son estos otros de El Mundo de hoy
mismo, como "Vox hace en Murcia la primera demostración de su capacidad de
bloqueo", "El equipo económico de Rajoy pide un "Gobierno de
consenso"", "Vox condiciona su apoyo a Díaz Ayuso a que Cs firme
un pacto a tres" (El País), "El desacuerdo entre Cs y Vox deja en el
aire la investidura en Murcia" (El País), "Podemos denuncia el
bloqueo parlamentario de Sánchez: «Están pasando cosas raras»" (ABC)...
Podríamos seguir con todo tipo de noticias y perspectiva. Pero el origen de
todo es lo mismo.
Desgraciadamente
este panorama no se resuelve en unas horas porque es el resultado de muchos
pequeños desajustes que ha ido dando forma a la política española. No hay estabilidad,
como reclaman algunos desde los diarios, porque todo empuja en la dirección
contraria.
Los
partidos políticos se hacen para las elecciones y no debería ser así.
Aprovechan, como se suele decir, las oportunidades o fallas del sistema para
potenciar sus resultados. Lo que deberían hacer es estabilizar el sistema y no
tratar de llegar a situaciones de todo o nada, como reflejan algunos de esos
titulares citados y muchos otros. El ofrecimiento de pactos no busca
estabilizar, sino alcanzar un poder traducido en asientos, puestos, posiciones
en el sistema.
Los
cantos al bipartidismo son un intento de poder respirar. Sin embargo, el
bipartidismo no es bueno por sí mismo, necesita la flexibilidad interna que hoy
no vemos en su exterior. Desde luego, "bipartidismo" no es lo mismo
que "frentismo", que es la versión española. El primero trata de
conseguir una estabilidad absorbiendo de forma flexible la diversidad política
para alcanzar la estabilidad del estado. El segundo, en cambio, provoca
inestabilidad radicalizando la situación, buscando crecer con ella. Sin
embargo, lo que se consigue es precisamente lo contrario, como salta a la vista.
España
es una democracia. El objetivo de los partidos debe ser la gobernabilidad, no
el obstruccionismo como forma de hacer política. La obstrucción se produce
cuando no hay grandes acuerdos y este efecto del frentismo lo recogen los
minoritarios, que ven aumentada su fuerza ante el enfrentamiento de los
grandes.
Parecía
poco probable que se hablara de nuevas elecciones, pero ya se está haciendo.
Puede que los grandes hayan pensado que es la mejor forma de deshacerse de los
que les rodean ofreciendo sus votos y evitar así cuatro años de suspense diario.
La decisión final la veremos pronto.
*
"La repetición de elecciones hundiría a Ciudadanos y Vox" El Mundo
30/06/2029 https://www.elmundo.es/espana/2019/06/30/5d17a044fdddff5e138b4669.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.