martes, 9 de julio de 2019

Los correos del embajador

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Donald Trump no puede vivir en la tranquilidad; tampoco, es cierto, dejar que los demás vivan tranquilos. Una parte de sus actividades pueden ser calificadas como "políticas", pero el gusto por el escándalo y la polémica va más allá lo normal, sea cual sea ese nivel. Sin esos tuit incendiarios cada día, Trump no es Trump.
El nuevo escándalo es el incidente que se ha producido con la filtración de correos del embajador británico en los Estados Unidos, Sir Kim Darroch. La diplomacia puede mantener caritas sonrientes en el exterior, pero en lo que es la comunicación con su ministro y gobierno no se debe andar con muchas "diplomacia" y lo que se valora es su opinión personal y sincera de la situación que tiene delante. Y si a quien tienes delante es a Trump, el resultado está cantado.
Las opiniones enviadas a Londres sobre la situación caótica de la Casa Blanca y la calificación de Trump como un inepto es algo presente en la mayoría de los medios de comunicación del mundo. Lo que le ha irritado a Trump no se sabe muy bien qué es, porque precisamente él no es persona diplomática o que se mantenga equilibrado sobre las personas. El ejemplo más claro, por no salir del Reino Unido, han sido sus ataques al alcalde de Londres. Pero no pidamos racionalidad o cálculo a un ser tan primario como Trump.
En el texto de la BBC sobre el asunto se recoge la respuesta británica ante los ataques de Trump pidiendo la cabeza de Sir Kim Darroch y de paso aprovechar para insultar a una Theresa May que ve ya fuera del ejecutivo:

Downing Street has reiterated the UK's ambassador to the US has Theresa May's "full support", despite Donald Trump saying he will no longer work with him.
The US president was responding after leaked emails revealed Sir Kim Darroch had called his administration inept.
In a series of tweets, Mr Trump also criticised Mrs May's handling of Brexit saying she had created "a mess".
Number 10 called the leak "unfortunate" and said the UK and US still shared a "special and enduring" relationship.
A Downing Street spokesman said: "We have made clear to the US how unfortunate this leak is. The selective extracts leaked do not reflect the closeness of, and the esteem in which we hold, the relationship."
But he said ambassadors needed to be able to provide honest assessments of the politics in their country, and the prime minister stood by Sir Kim.
"The UK has a special and enduring relationship with the US based on our long history and commitment to shared values and that will continue to be the case," he said.*


A nadie le extraña mucho lo dicho por el embajador, de hecho es lo que piensa la mayoría de la humanidad. Lo que interesa aquí realmente es el "desafortunado" filtrado de los correos del embajador, que fuerzan a la defensa de Theresa May y la distraen, especialmente, del auténtico conflicto que tiene por delante: la sucesión al frente del gobierno y del partido.
El filtrado de correos comprometedores esté empezando a ser una práctica muy frecuente con fines muy diferentes. Era el propio Trump el que pedía públicamente a Wikileaks que filtrara correros de Hillary Clinton. Ha habido otros episodios, pero este tiene el agravante de haber sido hecho con tiempo (los correos son de la llegada de Trump a la Casa Blanca) y en el momento adecuado, el relevo conservador en el gobierno.
Tampoco se nos escapa que en otra extravagancia personal, Trump ha dicho que le gusta Boris Johnson (Dios los cría y ellos se juntan, dice el refrán), rompiendo los protocolos, pero tampoco ha que pedirle demasiado.
Los británicos han apoyado a su embajador señalando que lo filtrado no es nada en comparación con las buenas relaciones existentes, que es una forma de capear el temporal Trump, que ha perdido cualquier compostura, según los observadores.
Así lo enfocan en la CNN:

Only a month after basking in the pageantry and lavish hospitality that only Queen Elizabeth II can lay on, President Donald Trump is back to telling Britain who is boss.
With a devastating pair of tweets on Monday that all but declared Ambassador Sir Kim Darroch persona-non-grata, the President did more than simply feed a personal grudge. He turned Britain's extreme discomfort into political leverage over America's best friend.
By making it clear he would prefer an envoy more sympathetic to his worldview, Trump is effectively trying to make it more difficult for another country to get accurate diplomatic reporting and internal intelligence on an administration that has alarmed many foreign allies -- not just Britain.
Trump could have turned the other cheek and sought the high ground amid the rumpus over the UK ambassador's unsparing memos about his character and dysfunctional White House.
That is not the President's way.
Where other US leaders might have chosen a less contentious route, Trump seeks to escalate, indulging his ruthless sense of another party's weakness.
In lashing out at the British government and its envoy, Trump showed familiar traits — he's thin skinned and reacts poorly to public criticism -- even when it comes from a country and a government he's often rebuked himself. And he rarely lets pass a chance for revenge.**


La diplomacia se vuelve rara cuando te extraña que en otros países piensen lo mismo que muchos en el tuyo. Es obvio que muchos norteamericanos agradecen saber que no están solos en su valoración negativa de la presidencia y del presidente.
Con todo, sigue quedan la pregunta por el filtrado. ¿A quién le ha venido bien este filtrado de los correos internos dirigidos al ministro de asuntos exteriores y al gabinete?
La situación de la política hace especular sobre que el filtrado tiene probablemente algo que ver con la cuestión del liderazgo del partido. Pero no se puede saber por ahora.
The New York Times especula sobre las relaciones del embajador con el entorno de Trump:

The cables were obtained by a British tabloid, The Mail on Sunday, which published them over the weekend. The leak prompted theories about whether pro-Brexit forces were less interested in harming Mr. Darroch, whose tenure in Washington is nearing an end, than in torpedoing a likely successor: Mrs. May’s national security adviser, Mark Sedwill. Mr. Sedwill is viewed by some in London as having maneuvered to prevent the government from pursuing a no-deal Brexit.
For all of his private criticism, Mr. Darroch has cultivated close ties with people in Mr. Trump’s orbit. He hosted lavish diplomatic parties at the ambassador’s baronial residence that drew a parade of prominent officials, including Ms. Trump and her husband, Jared Kushner; a former Trump White House chief of staff, John F. Kelly; the former White House chief strategist, Stephen K. Bannon; and Mr. Trump’s senior adviser Kellyanne Conway.***


¡Vaya! El embajador se ha codeado con lo más selecto del entorno Trump. Hacía su trabajo.  Suponemos que luego llegaban esos correos al gobierno. 
También la CNN se pregunta por los autores de la filtración, lo que daría sentido pleno a algo que, por otro lado, es una opinión generalizada por más que no sea habitual en la diplomacia, excepto por el propio Trump. Señala la cadena norteamericana:

Possibly, he or she was an official sympathetic to anti-European, pro-Trump factions in the Conservative Party who want Darroch gone to insert a new ambassador more ideologically in tune with Trump.
Perhaps someone from the next government wanted to send a sign to Trump that the days of traditional UK diplomats favorably disposed to the EU and the international establishment are numbered. In Tuesday's "The Sun" newspaper, Foreign Secretary Jeremy Hunt -- Darroch's boss and Johnson's last remaining rival in the leadership race -- said officials would consider whether a hostile foreign power keen to disrupt relations between the US and Britain was behind the leak.
Trump's friend, Nigel Farage, the anti-Europe Brexit Party leader who Trump has said would be a great ambassador in Washington, sought his own political leverage.
He blasted the current UK ambassador to Washington on his LBC Radio show as a "globalist," adding "Kim Darroch is anti-Trump."
The British government was left in a vulnerable position after Trump barred the doors for Darroch.**


Sean quienes sean los interesados o los beneficiados por las filtraciones, esto forma parte del estilo Trump de política internacional. Dentro de la política británica, es una parte más de la confusión que comenzó el día en que Donald Trump y Theresa May salieron de la Casa Blanca cogidos de la mano. Aquella imagen no auguraba buenos tiempos. Dejarse llevar por Trump no es la mejor forma de hacer política. El caos actual y lo que queda por llegar lo dejan claro.


* "Ambassador 'has PM's full support' despite Trump criticism" BBC 9/07/2019 https://www.bbc.com/news/uk-48917307
** "Trump seizes on cables scandal to jam UK" CNN 9/07/2019 https://edition.cnn.com/2019/07/09/politics/us-britain-ambassador-memos-diplomacy/index.html
*** "Leaked British Cables Critical of Trump Lead to Diplomatic Uproar" The New York Times 8/07/2019 https://www.nytimes.com/2019/07/08/us/politics/donald-trump-kim-darroch.html

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