Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Donald
Trump no puede vivir en la tranquilidad; tampoco, es cierto, dejar que los
demás vivan tranquilos. Una parte de sus actividades pueden ser calificadas
como "políticas", pero el gusto por el escándalo y la polémica va más
allá lo normal, sea cual sea ese nivel. Sin esos tuit incendiarios cada día,
Trump no es Trump.
El
nuevo escándalo es el incidente que se ha producido con la filtración de
correos del embajador británico en los Estados Unidos, Sir Kim Darroch. La
diplomacia puede mantener caritas sonrientes en el exterior, pero en lo que es
la comunicación con su ministro y gobierno no se debe andar con muchas
"diplomacia" y lo que se valora es su opinión personal y sincera de
la situación que tiene delante. Y si a quien tienes delante es a Trump, el
resultado está cantado.
Las
opiniones enviadas a Londres sobre la situación caótica de la Casa Blanca y la
calificación de Trump como un inepto es algo presente en la mayoría de los medios
de comunicación del mundo. Lo que le ha irritado a Trump no se sabe muy bien
qué es, porque precisamente él no es persona diplomática o que se mantenga equilibrado sobre las personas. El
ejemplo más claro, por no salir del Reino Unido, han sido sus ataques al
alcalde de Londres. Pero no pidamos racionalidad o cálculo a un ser tan
primario como Trump.
En el
texto de la BBC sobre el asunto se recoge la respuesta británica ante los
ataques de Trump pidiendo la cabeza de Sir Kim Darroch y de paso aprovechar
para insultar a una Theresa May que ve ya fuera del ejecutivo:
Downing Street has reiterated the UK's
ambassador to the US has Theresa May's "full support", despite Donald
Trump saying he will no longer work with him.
The US president was responding after leaked
emails revealed Sir Kim Darroch had called his administration inept.
In a series of tweets, Mr Trump also criticised
Mrs May's handling of Brexit saying she had created "a mess".
Number 10 called the leak
"unfortunate" and said the UK and US still shared a "special and
enduring" relationship.
A Downing Street spokesman said: "We have
made clear to the US how unfortunate this leak is. The selective extracts
leaked do not reflect the closeness of, and the esteem in which we hold, the
relationship."
But he said ambassadors needed to be able to
provide honest assessments of the politics in their country, and the prime
minister stood by Sir Kim.
"The UK has a special and enduring
relationship with the US based on our long history and commitment to shared
values and that will continue to be the case," he said.*
A nadie le extraña mucho lo dicho por el embajador, de hecho
es lo que piensa la mayoría de la humanidad. Lo que interesa aquí realmente es
el "desafortunado" filtrado de los correos del embajador, que fuerzan
a la defensa de Theresa May y la distraen, especialmente, del auténtico
conflicto que tiene por delante: la sucesión al frente del gobierno y del
partido.
El filtrado de correos comprometedores esté empezando a ser
una práctica muy frecuente con fines muy diferentes. Era el propio Trump el que
pedía públicamente a Wikileaks que filtrara correros de Hillary Clinton. Ha
habido otros episodios, pero este tiene el agravante de haber sido hecho con
tiempo (los correos son de la llegada de Trump a la Casa Blanca) y en el
momento adecuado, el relevo conservador en el gobierno.
Tampoco se nos escapa que en otra extravagancia personal,
Trump ha dicho que le gusta Boris Johnson (Dios
los cría y ellos se juntan, dice el refrán), rompiendo los protocolos, pero
tampoco ha que pedirle demasiado.
Los británicos han apoyado a su embajador señalando que lo
filtrado no es nada en comparación con las buenas relaciones existentes, que es
una forma de capear el temporal Trump, que ha perdido cualquier compostura,
según los observadores.
Así lo enfocan en la CNN:
Only a month after basking in the pageantry and
lavish hospitality that only Queen Elizabeth II can lay on, President Donald
Trump is back to telling Britain who is boss.
With a devastating pair of tweets on Monday
that all but declared Ambassador Sir Kim Darroch persona-non-grata, the
President did more than simply feed a personal grudge. He turned Britain's
extreme discomfort into political leverage over America's best friend.
By making it clear he would prefer an envoy
more sympathetic to his worldview, Trump is effectively trying to make it more
difficult for another country to get accurate diplomatic reporting and internal
intelligence on an administration that has alarmed many foreign allies -- not
just Britain.
Trump could have turned the other cheek and
sought the high ground amid the rumpus over the UK ambassador's unsparing memos
about his character and dysfunctional White House.
That is not the President's way.
Where other US leaders might have chosen a less
contentious route, Trump seeks to escalate, indulging his ruthless sense of
another party's weakness.
In lashing out at the British government and
its envoy, Trump showed familiar traits — he's thin skinned and reacts poorly
to public criticism -- even when it comes from a country and a government he's
often rebuked himself. And he rarely lets pass a chance for revenge.**
La diplomacia se vuelve rara cuando te extraña que en otros
países piensen lo mismo que muchos en el tuyo. Es obvio que muchos
norteamericanos agradecen saber que no están solos en su valoración negativa de
la presidencia y del presidente.
Con todo, sigue quedan la pregunta por el filtrado. ¿A quién
le ha venido bien este filtrado de los correos internos dirigidos al ministro
de asuntos exteriores y al gabinete?
La situación de la política hace especular sobre que el
filtrado tiene probablemente algo que ver con la cuestión del liderazgo del
partido. Pero no se puede saber por ahora.
The New York Times especula sobre las relaciones del
embajador con el entorno de Trump:
The cables were obtained by a British tabloid,
The Mail on Sunday, which published them over the weekend. The leak prompted
theories about whether pro-Brexit forces were less interested in harming Mr.
Darroch, whose tenure in Washington is nearing an end, than in torpedoing a
likely successor: Mrs. May’s national security adviser, Mark Sedwill. Mr.
Sedwill is viewed by some in London as having maneuvered to prevent the
government from pursuing a no-deal Brexit.
For all of his private criticism, Mr. Darroch
has cultivated close ties with people in Mr. Trump’s orbit. He hosted lavish
diplomatic parties at the ambassador’s baronial residence that drew a parade of
prominent officials, including Ms. Trump and her husband, Jared Kushner; a
former Trump White House chief of staff, John F. Kelly; the former White House
chief strategist, Stephen K. Bannon; and Mr. Trump’s senior adviser Kellyanne
Conway.***
¡Vaya! El embajador se ha codeado con lo más selecto
del entorno Trump. Hacía su trabajo. Suponemos que luego llegaban esos correos al gobierno.
También la CNN se pregunta por los autores de la filtración, lo que daría sentido pleno a algo que, por otro lado, es una opinión generalizada por más que no sea habitual en la diplomacia, excepto por el propio Trump. Señala la cadena norteamericana:
Possibly, he or she was an official sympathetic
to anti-European, pro-Trump factions in the Conservative Party who want Darroch
gone to insert a new ambassador more ideologically in tune with Trump.
Perhaps someone from the next government wanted
to send a sign to Trump that the days of traditional UK diplomats favorably
disposed to the EU and the international establishment are numbered. In
Tuesday's "The Sun" newspaper, Foreign Secretary Jeremy Hunt --
Darroch's boss and Johnson's last remaining rival in the leadership race --
said officials would consider whether a hostile foreign power keen to disrupt
relations between the US and Britain was behind the leak.
Trump's friend, Nigel Farage, the anti-Europe
Brexit Party leader who Trump has said would be a great ambassador in
Washington, sought his own political leverage.
He blasted the current UK ambassador to
Washington on his LBC Radio show as a "globalist," adding "Kim
Darroch is anti-Trump."
The British government was left in a vulnerable
position after Trump barred the doors for Darroch.**
Sean quienes sean los interesados o los beneficiados por las
filtraciones, esto forma parte del estilo Trump de política internacional.
Dentro de la política británica, es una parte más de la confusión que comenzó
el día en que Donald Trump y Theresa May salieron de la Casa Blanca cogidos de
la mano. Aquella imagen no auguraba buenos tiempos. Dejarse llevar por Trump no
es la mejor forma de hacer política. El caos actual y lo que queda por llegar
lo dejan claro.
*
"Ambassador 'has PM's full support' despite Trump criticism" BBC
9/07/2019 https://www.bbc.com/news/uk-48917307
**
"Trump seizes on cables scandal to jam UK" CNN 9/07/2019
https://edition.cnn.com/2019/07/09/politics/us-britain-ambassador-memos-diplomacy/index.html
***
"Leaked British Cables Critical of Trump Lead to Diplomatic Uproar"
The New York Times 8/07/2019 https://www.nytimes.com/2019/07/08/us/politics/donald-trump-kim-darroch.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.