viernes, 12 de julio de 2019

La ira inagotable o fútbol no es fútbol

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El tiempo dedicado a explicar la pérdida de un partido frente a Sudáfrica y la consiguiente eliminación de Egipto de la Copa de África de Fútbol en dieciseisavos del campeonato, solo tiene justificación desde el punto de vista sociológico. Lo de menos es lo deportivo, jugar mejor o peor, sino que es un punto de entrada para observar el comportamiento social. Nada es capaz de sacudir tanto los fondos sociales egipcios como el fútbol. En este deporte se vuelcan las ilusiones, los complejos y las maneras de reaccionar ante lo que sucede. Es poco probable que encontráramos un aspecto que sea vivido tan intensamente y, por ello, explique la forma de reaccionar. Rechazando cualquier esencialismo del carácter nacional, aquello que resulta su equivalente puede ser el comportamiento, la reacción, ante cierto tipo de situaciones. En este sentido, la descripción de la reacción, su posible explicación, permite ver esa conducta exteriorizada ante las circunstancias cambiantes.


Creíamos que la salida del entrenador extranjero, contra el que se han presentado demandas en los juzgados, al que se considera un "inútil" porque no ha llevado al equipo a la victoria, junto con las investigaciones por corrupción, malversación, etc. de los directivos de la Federación Egipcia, son indicadores de ese comportamiento y del sentido nacionalista existente, que envuelve al fútbol y lo lanza a una nueva dimensión, con sentidos diferentes. "Perder" un partido es algo más que perder un partido; "ganarlo" también. Es a través de estas actividades como se refuerzan los aspectos identitarios, que pueden ser creados e igualmente manipulados en un sentido u otro.
El hacerse con apenas unos meses con la organización de la Copa de África es un signo del propio régimen, que veía la oportunidad de generar un ambiente positivo y de adhesión, dando por descontada la victoria. Se inaugura un tramo del Canal o se entrega una Copa. Son actos simbólicos que producen unos efectos con sus interpretaciones. Forman parte de un proceso de semiosis, de actos e imágenes que adquieren un valor simbólico y forman parte de la construcción de la narrativa del éxito, en la que unas tramas refuerzan otras.


Al igual que la pérdida de una guerra sirvió para destruir la imagen y liderazgo de Nasser por parte de los islamistas, que lanzaron el mensaje de que se había perdido porque Dios no estaba junto al impío presidente, castigando a todos, la victoria futbolística produce también su propia dinámica narrativa positiva. En un mundo en el que todo está decidido por Dios, nada de lo que ocurre es casual. Si se gana se administra la victoria y si se pierde hay que encontrar unos culpables sobre los que descargar responsabilidades e iras.
Quizá el ejemplo más claro lo encontremos en la Argentina del gobierno militar de Videla y el mundial de Fútbol en Argentina. En 2014, Ceferino Reato publicó el artículo titulado "Política y fútbol: cuando la dictadura decidió explotar el Mundial de 1978", en el que se recordaba lo ocurrido.

Al dictador Jorge Rafael Videla no le gustaba el fútbol, pero asistió a cada uno de los partidos que disputó la Selección en el Mundial de junio de 1978, y al final de Argentina 3 - Holanda 1 entregó la copa del capitán Daniel Passarella en el estadio Monumental, de River Plate.
En las entrevistas para mi libro Disposición final, la confesión de Videla sobre los desaparecidos, el ex dictador dijo que al heredar la organización del Mundial del gobierno peronista "hubo un debate" entre los militares sobre "si había que hacerlo o no. Al final primó una razón casi de cholulismo: demostrar al mundo de que "éramos capaces de hacerlo".
"Pero también la idea de que en ese momento era positivo mover al público hacia un evento futbolístico de alcance mundial, en un país donde el fútbol era y sigue siendo importante. Podríamos tener ganancias en términos de imagen", destacó.*


Un poco más adelante, Reato señalaba en el texto la ingenuidad de los políticos cuando piensan en una traducción automática de goles a votos. Recuerda el ejemplo del Mundial de Brasil del presidente Cardoso y la posterior elección de Lula, su opositor. La gente, dice Reato, no es tan simple como a los políticos les gustaría. Pero no por ello, diríamos nosotros, dejan de intentarlo.
El caso egipcio es un buen ejemplo en sentido negativo del coste que puede tener este tipo de eventos cuando la derrota se percibe como un ataque en pleno clima de euforia alentada.
El sistema egipcio es esencialmente personalista. No cree tanto en las instituciones, sino en las personas, por lo que aquel al que se dirigen los lazos debe responder a las expectativas máximas puestas en él. La personalidad debe ser carismática y contar con los favores divinos. No es casual que Al-Sisi se presentara diciendo que se le había aparecido Sadat durante un sueño para decirle que debía hacerse cargo de la dirección de Egipto. Lo que puede parecer una simpleza tiene, en cambio, un simbolismo para aquellos que están convencidos de que sus presidentes están en contacto con la divinidad mientras su opositores tratan de demostrar lo contrario. El éxito es un signo; la promesa, un acto de fe. El fracaso un signo de la pérdida de la confianza divina o del alejamiento de Dios. Nadie ha guardado estas condiciones mejor que al-Sisi, tratando de aglutinar el pensamiento tradicional egipcio por encima de la política, sustrayéndolo a los islamistas. Al-Sisi ha ido más por la vía tradicional, que es la que le permite hacerse con el nacionalismo frente al "internacionalismo religioso" de los Hermanos Musulmanes. Por eso fue posible acusar de "espía" al difunto Mohamed Morsi después de derrocarlo. Espía y conspirador desde la presidencia egipcia, al servicio de intereses en contra de Egipto.
Lo ocurrido con el fútbol y la derrota frente a Sudáfrica ha necesitado de una inmediata respuesta institucional, los juzgados, en un caso insólito en el mundo. No creo que haya muchos países que denuncien a los entrenadores o a los ejecutivos o jugadores. Y es algo más que pasión por el fútbol. Es una forma especial de ver el mundo.


Mientras dure la Copa de África, esta situación de conflicto, de efecto boomerang, se seguirá manteniendo, pues no es al-Sisi y su régimen el único que juega a la propaganda. Los errores se pagan en este terreno de forma doble, ya que se ha invertido mucho en la promoción y la atención es grande. Son las expectativas creadas las que producen la mayor irritación por la frustración.
En este sentido, las cosas no hacen más que agravarse. El último ejemplo nos lo traen en Egypt Today con una nueva corriente de ira a cargo de los aficionados. El titular "Why anger against Pepsi 'apology' ad went viral among Egyptians" ya nos anticipa la ira y su viralidad:

Social media users and soccer fans have avered that Pepsi and the beleaguered Egyptian national football team insisted on adding insult to injury and provoking millions of Egyptians after a commercial that included an “apologize” for getting disqualified from the 2019 Africa Cup of Nations was leaked.
In Pepsi’s bizarre ad, as seen by the biggest majority of Egyptians, six players were dismally apologizing in a locker room, saying that instead of blaming other factors, they apologize.
The leaked advertisement, highly though to be pre-filmed, infuriated Egyptians who immediately launched a boycott campaign against Pepsi for “disrespecting and disregarding the feelings of millions of Egyptians.”
A number of Egyptian players, including Mahmoud Hassan Trezeguet, Tariq Hamed and Ahmed Mohammedi, appeared in the commercial announcement to "apologize" after the disappointing exit of the African Nations hosted by Egypt until 19 July.**


Llegados a un punto, la comunicación se vuelve tormentosa en cualquier dirección. Las palabras intentan transmitir una racionalidad que la ira no admite ante la frustración inmensa que las expectativas generadas han creado. Los intentos de Pepsi de subirse a la ola y encontrar ese deseo de "perdón", tan generoso hacia los acosadores sexuales previamente, resulta ahora absolutamente imposible dado el cariz que ha tomado todo. La idea de un vestuario pidiendo disculpas por perder es absolutamente suicida porque la simple imagen del equipo desata la ira colectiva solo de pensar que hayan podido cobrar por hacerlo, como es el caso.
La probable buena intención de esos seis jugadores sirve de muy poco; es más bien una provocación para aquellos a los que se les había ilusionado y veían ya la copa pasar de manos de su presidente al presidente de la selección nacional.
El hecho de que el anuncio fuera un "Plan B", es decir, que los jugadores lo grabaran antes de haber jugado y perdido, como se nos dice, eleva la irritación a niveles intolerables dad la desconfianza que supone hacia sus propias fuerzas o a cualquier apoyo, terrenal o celestial, que pudieran haber tenido para su causa, que es la de Egipto y la visión excepcionalista que se tiene de él.


Del "vamos a ganar" (Plan A) al grabemos un anuncio pagado por el patrocinador "pidiendo disculpas por perder" (Plan B) va una enorme distancia que la psique colectiva no está dispuesta a recorrer ni por el camino del marketing ni por cualquier otro que se le proponga.
La derrota arrastra a todos, incluida la marca patrocinadora para la que se pide el boicot absoluto desde las redes sociales por todo tipo de afectados y damnificadores morales o patrióticos:

Pepsico Egypt, however, released a statement on Instagram to clarify that the ad was an "unofficial version" and that they are currently investigating the matter.
This statement only complicated the matter and affirmed that the advertisement was indeed pre-filmed before the “actual” loss in the Africa Cup.
Egyptian renowned actor Nabil El Halfawy has also said it was understandable that advertisements are created to inspire fans, but an apology should be much more personal.
“It should come from the person themselves, it can’t involve acting and directing … It’s as if it’s primary school and the teacher taught them these few words to memorise,” he added.**


Las disculpas prefabricadas no se sienten como reales. No se sabe muy bien cuál seré la fórmula buena, la que reconcilie a la afición con su selección o al destino con su grandeza. Lo que está claro es que Pepsi se la ha jugado y es ahora tragada por ese agujero negro creado por la frustración.
El problema del exceso de entusiasmo es que puede volverse contra ti. Los Hermanos han sido capaces de explicar —ventajas de la pseudociencia— todos los males egipcios en términos de impiedades por parte de los gobiernos que les perseguían. Según su doctrina victimista, lo malo que le ocurre a Egipto —nadie duda que perder con Sudáfrica entra en esa categoría— es debido a su mal comportamiento o al de sus líderes, que se alejan de Dios y de las enseñanzas. Ya habrá en alguna mezquita perdida donde se vincula el fallecimiento de Morsi durante el juicio con la desgracia futbolística. A muchos les parecerá una tontería, pero... ha funcionado históricamente. Y no se trata de que sea verdad, sino de que haya quien lo crea. Igual que tú tratas de apuntarte lo éxitos, tus enemigos tratan de colgarte tus fracasos.


Un último detalle: Egyptian Streets nos traía ayer  la noticia de una detención: "Pro-Mubarak Facebook Page Admin Arrested for ‘Spreading Fake News’". La página se hizo célebre en su momento por pedir perdón al ex presidente Mubarak por su caída en 2011, tras la revolución del 25 de enero. Se ha convertido en una página de culto al presidente encarcelado y da noticias sobre su estado y el de su familia mostrándolo como un gran ejemplo de dedicación y éxito para el país.
La página del detenido tiene un largo texto asegurando que son falsas la noticias hechas correr por los "hermanos" sobre su detención y que ha sido tratado con toda deferencia por parte de la Policía aunque, asegura, todavía nos está claro por qué le han detenido, pero eso en Egipto tampoco es algo que tenga claro todo el mundo.


Cuando recorres la página de Facebook te encuentras un poco más abajo, las imágenes de la selección egipcia de Fútbol, celebrando el éxito en las ediciones anteriores de la Copa de África, una foto que no es precisamente lo que el panorama actual muestra. Dicen en Egyptian Streets:

Facebook posts by the page often include speeches by Mubarak on topical local and foreign issues, photos and status updates of Mubarak’s health and legal status, and more. Recently, the Facebook page had been promoting Egypt’s “golden football” days in light of Egypt’s early exit from the 2019 African Cup of Nations.***


Me parece que el sistema no está para demasiadas "iluminaciones". Al-Sisi no admite que cualquier tiempo pasado sea mejor. Por el contrario, le incomodan profundamente estas comparaciones, que le resultarán odiosas, ofensivas y, en especial, peligrosas. Las imágenes de Mubarak y la copa son peligrosas, pero también la del hijo del presidente, Alaa, en el campo de fútbol.
El régimen necesita del discurso triunfalista en todo momento. Y el Fútbol no solo no se lo ha dado, sino que ha traído una enorme frustración nacional después de vender la piel del oso antes de cazarlo. Afortunadamente, ha sido Sudáfrica la que le ha ganado, el país más alejado de Egipto en el continente.
Hay un efecto mucho peor. No solo ha salido el país más unido, sino mucho más dividido de lo que ya está. La mala gestión de las denuncias contra Amr Warda por el tema del acoso sexual han hecho que muchos no se sintieran vinculados con la selección y ahora han tenido la ocasión de demostrarlo. Se quejaron entonces y no van a dejar de hacerlo ahora.
No sabemos cuáles son las "fake news" más peligrosas, si las disculpas que han sonado a falsas y con la boca chica de Pepsi, que tanto han irritado al pueblo, o las fotos de las victorias del pasado que parece que irritan al poder. Para el régimen, que aparezcan las fotos de un sonriente Mubarak no es un buen augurio. Y quedan muchas cosas duras para el futuro. El bálsamo del Fútbol no se va a poder utilizar.


* Ceferino Reato "Política y fútbol: cuando la dictadura decidió explotar el Mundial de 1978" Perfil 18/05/2014 https://www.perfil.com/noticias/elobservador/politica-y-futbol-cuando-la-dictadura-decidio-explotar-el-mundial-de-1978-0518-0068.phtml
** "Why anger against Pepsi 'apology' ad went viral among Egyptians" Egypt Today 11/07/2019 http://www.egypttoday.com/Article/1/72674/Why-anger-against-Pepsi-apology-ad-went-viral-among-Egyptians
*** "Pro-Mubarak Facebook Page Admin Arrested for ‘Spreading Fake News’" Egyptian Streets 111/07/2019 Pro-Mubarak Facebook Page Admin Arrested for ‘Spreading Fake News’


Alñaa, el hijo de Hosni Mubarak, en el fútbol

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