domingo, 14 de julio de 2019

El nuevo traje del emperador Trump

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La degradación de la otrora bien ordenada Gran Bretaña sigue su proceso. Parece claro que los países pueden sobrevivir un tiempo a su propio desorden, pero no sin consecuencias. Lo que comenzó siendo un tímido aleteo de David Cameron está a punto de llevarse por delante el prestigio ganado por el Reino Unido, sarcasmo nominal, en un par de siglos. Las broncas del Brexit alcanzan múltiples formas y se disparan cuando le da por terciar en ello al presidente de los Estados Unidos (otro sarcasmo).
Quien sea que está filtrando al mundo los correos del embajador británico en Washington estará disfrutando lo suyo. El embajador Sir Kim Darroch decidió presentar su dimisión (es hombre de principios, parece), cuando vio que el probablemente próximo primer ministro de su país, Boris Johnson, no le apoyaba como debía. No podía ser menos porque es el principal perjudicado. Johnson ha demostrado lo que muchos temíamos, que antepone la relación con Trump a la independencia del Reino Unido. Con ello, Johnson se ha debilitado fuertemente ante su propio país. A diferencia de lo que Trump hace con otros presidentes, en especial dictadores, decir que hacen un buen trabajo, no le va a beneficiar nada. Más bien sucederá al contrario.


Johnson se muestra muy confiado porque serán los miembros del partido Tory quienes le convalidad su examen para ser Premier, pero eso no es nada ante el compromiso futuro que se ha creado.
Pero las consecuencias de la filtración para Darroch, el Brexit o las relaciones entre Gran Bretaña y los Estados Unidos tienen otra dimensión sobre la diplomacia misma. En el diario El País, Lluis Basset escribe cerrando su artículo de opinión:

Las revelaciones tendrán consecuencias, más allá de una filtración que tiene seguras implicaciones en la pelea del Brexit y las ambiciones políticas de Boris Johnson, amigo de Trump y fiel seguidor del manual de aduladores de Darroch. Todo será más difícil a partir de ahora si los diplomáticos no pueden comunicarse con garantías de confidencialidad sobre sus análisis y diagnósticos. Los cables del departamento de Estado revelados por WikiLeaks, hace casi una década, fueron solo el principio de una decadencia, pero la filtración de los cables del Foreign Office sobre Trump llega con aires de clausurar definitivamente una época de discreción y de buenas formas que caracterizaban a la diplomacia tal como la habíamos conocido hasta ahora.*



No sé si es la diplomacia la que ha entrado en decadencia o si es la política en general, que ya no se para en el ámbito nacional y usa lo que antes era respetado por los diferentes participantes en la lucha. Desde esta perspectiva, cada vez es menor el respeto por el conjunto de los intereses nacionales frente a las luchas interpartidistas o, como parece ser, una cuestión partidista.
No sabemos a estas alturas si la filtración tenía por víctima al embajador, al propio Johnson dejándole una patata caliente o algún mareador profesional, empeñado en que los viajeros políticos no salgan de la cubierta del barco.
Bassets plantea la cuestión esencial del secreto y de la confianza, es decir, poder decir lo que se piensa y que quien lo recibe guarde discreción sobre lo dicho. En el mismo sentido lo hace la CNN:

This incident will have a chilling effect on the future candor of all British diplomats reporting home from their foreign posts. If even the most senior diplomat is at risk of his confidential reports being leaked, why should more junior ones presume theirs will remain private? They can't. The resulting self-censorship will reduce both the quantity and quality of the data our closest ally's leaders have when making critical decisions about international relations and security.
At a time when the UK risks "crashing out" of the European Union without a replacement trade deal, and with Russia and China bent on disruption and expansion, the next prime minister will face dramatically different relationships with Europe and the rest of the world. More information—not less—is what the UK needs. Leaking Ambassador Darroch's memos profoundly erodes the likelihood that decision makers in the UK will get it.


En efecto, ¿quién se atreverá a decir lo que piensa?  Sin respaldo de sus propios gobiernos, sin el celo en la custodia de los mensajes, los diplomáticos que a expensas de los demás, en obvia desventaja.
Canales, libertad de decir lo que se opina y la custodia de lo dicho han quedado al descubierto mostrando su debilidad. Ante este panorama poco hay que decir. Se pierde lo más valioso. Desde esta perspectiva, los análisis de los diplomáticos pasarán a ser irrelevantes por la falta de seguridad.
Como todo es comenzar, un nuevo escándalo de filtraciones de más correos de Sir Kim Darroch a sus jefes, esta vez relacionado con Irán y las sanciones de Estados Unidos. Esta vez el conflicto ya no es solo diplomático, revelando de nuevo el caos de la Casa Blanca, como la vez anterior, sino que enfrenta a la Policía y a los medios. Lo señala la BBC, que comenta:

Scotland Yard's Assistant Commissioner Neil Basu warned media organisations against publishing leaked government documents, saying it "could be a criminal matter".
His comments came as a criminal investigation was launched into the initial leak of Sir Kim's emails.
The warning prompted a backlash from newspaper editors and MPs on Saturday, defending the freedom of the press.
The Met Police then released a second statement making clear journalists who released further details of the former ambassador's communications could be in breach of the Official Secrets Act, in which case there is no public interest defence in law.
The Mail on Sunday said it was in the public interest to publish the memos.
The paper argued that the most recently published emails revealed "important information" on the UK's attempts to stop President Trump abandoning the Iran nuclear deal.
A spokesman said: "What could be more in the public interest than a better understanding of how this position was reached, which may have serious consequences for world peace?"***



En pleno lío del Brexit, la sustitución de Theresa May, la negociación con la Unión Europea, etc. Reino Unido se enfrenta además a las iras de Trump, que queda como un narcisista peligroso, inepto, rodeado de caos y provocándolo con sus manías.
Los artículos en medios británicos criticando la forma sumisa en que se está llevando este conflicto estúpido abundan. Lo que hubiera durado tres minutos en circunstancias normales, dura demasiado u, lo que es peor, se está ampliando. Una vez que se le ha dado importancia por parte de Trump, el juego ya no puede pararse y queda expuesto a nuevas filtraciones que muestren lo más negativo, que es la erosión de la fantasía norteamericana.


La imagen que Trump construye es la del nuevo respeto y temor, el dominio de los Estados Unidos sobre el planeta. Estamos ante una nueva versión de El traje nuevo del Emperador. Cuando se aprecia que los británicos opinan lo mismo que los iraníes, pero con la diferencia de estar obligados a mantener las apariencias, se comprende la irritación de Trump, empeñado en garantizara a sus seguidores que USA reina en el mundo. El emperador está desnudo; todos lo ven, pero nadie se atreve a decírselo.
Algunos señalan, como hace The Washington Post, que el problema es pensar una cosa y decir otra. Pero en la época Trump, el problema es hacer sin pensar, por lo que la imagen transmitida por Darroch, de un mundo caótico, de decisiones absurdas, ineptitud, etc. es lo que nos debería preocupar a todos. A Trump se le han dicho muchas cosas en las reuniones de líderes mundiales y es como hablar con una pared. Quizá los líderes mundiales deberían empezar a hablar de una manera más ajustada a lo que piensan.
Esta patética realidad es lo que opinan la mayoría de los gobernantes mundiales aunque no lo digan. En realidad, como señalamos el otro día, el embajador británico ha actuado casi como portavoz de todos. Con ello han quedado en evidencia los que esperaban y esperan el apoyo de Trump para ocupar la residencia del primer ministro en Londres. Puede que todo esto se vuelva contra ellos y les estalle en las manos.
¡Quién sabe! Quizá, en el futuro, aparezcan filtrados los correos con comentarios sobre Trump de algún buen amigo cuando este llegue lo suficientemente arriba. Sabemos cómo empiezan las cosas, pero no cómo terminan. No falta mucho para saberlo.



* Lluis Basset "La diplomacia, en su fin de época" El País 14/07/2019 https://elpais.com/elpais/2019/07/13/opinion/1563021188_009285.html
** John Kasich "The chilling effect of British ambassador's leaked memos" CNN 13/07/2019 https://edition.cnn.com/2019/07/13/opinions/kim-darroch-leak-kasich/index.html
*** "New leak claims Trump scrapped Iran nuclear deal 'to spite Obama'" BBC 14/07/2019 https://www.bbc.com/news/uk-48978484

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