Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La
política española se está convirtiendo en un espectáculo muy poco edificante.
Es un aburrido sistema de erosión continua del otro. El día nos despierta con
el cartel que recibe a Mazón en los Estados Unidos, una "brillante
idea", una inversión en desprestigio cuyo importe se podía haber destinado
a ayudar a esas víctimas que se dice que ayudar, proteger y no olvidar, según
reza el cartel. ¿Ha calculado alguien el gasto en este tipo de gestos mientras
se demandan más ayudas? Estamos produciendo una política gestual que se basa en
sacar provecho propagandístico de los males y los problemas.
No entramos en las graves incompetencias y responsabilidades que la dana valenciana ha dejado en evidencia. Cuestionamos que el camino sea el de la propaganda erosiva constante. Los mismos mecanismos se aplican ahora con la cuestión del "gran apagón", en la que se paga con la misma estrategia, la moneda del desprestigio.
No se
tiene en cuenta por ninguno de los partidos la otra erosión, la de la
ciudadanía a la que se le hace ver, desde todos los ángulos de los partidos, que
estamos gobernados por inútiles absolutos, que da igual a quién votes porque
siempre será un desastre lo que traigan.
No hay
problema que no emprenda la senda del desprestigio. Se consiguen así dos cosas,
polarización y lo contrario, el desinterés. Los que se ven reforzados por estas
formas se radicalizan; los que la rechazan se ven abocados al desinterés por
esta forma que busca la ya vieja fórmula de la "indignación", la
escuela en la que crecieron muchos de los que hoy ocupan puestos políticos y
que se ocupan de mantener viva esta actitud.
El PP usa ahora la baza del "gran apagón" para intentar compensar el desprestigio de la dana, con la cabeza de Mazón como trofeo. Sin embargo, no explica porqué si hubo tanta negligencia, las autonomía del PP cedieron rápidamente sus responsabilidades a la administración central al pasar el nivel 3 ni cómo, cuando regresó la energía eléctrica, rápidamente la pidieron de nuevo. ¿Una forma de echar balones fuera? Ahora, en cambio, se busca al gobierno para responsabilizarlo, mientras que este pasa la responsabilidad a las compañías eléctricas.
El que no se sepa nada todavía permite el arma favorita, la especulación. Mientras no se sepa nada con seguridad todo está abierto, todo se puede insinuar, como las conspiraciones de Abascal, donde el apagón ha sido para "distraer la atención" del hermano de Pedro Sánchez.
Toda esta
manera de hacer política, la que busca el show constante, la frase ingeniosa,
la ironía, el dedo acusador, etc. no es lo que los españoles nos merecemos en
el primer cuarto del siglo XXI. No nos merecemos ir dando el espectáculo por
Europa y el resto del mundo. Causa sonrojo ir luciendo nuestras vergüenzas por
los foros y parlamentos internacionales de la forma en que lo hacemos.
Por no poder celebrar en paz, ni el "2 de mayo" en Madrid es posible que se celebre por todos. No puede haber espacios de paz, unas horas de tregua que den al ciudadano otra sensación. No hay tregua.
La
clase política muestra una enorme debilidad en lo que debería ser su fuerte, la
resolución de problemas. El ascenso de los inútiles es evidente. Los que se
promocionan dentro del partido son los que tienen otras "cualidades":
son los que saben dar la cara ante las cámaras y micrófonos, los de insulto
fácil, los de respuesta rápida.
La
política se convierte en "comunicación", con un laboratorio de
técnicos en la retaguardia elaborando los eslóganes eficaces para contestar a
los otros, para meterles el dedo dialéctico en el ojo del fallo.
Esto
acaba siendo un espectáculo que conviene a los medios, que reciben los mensajes
dándole muchas veces la prioridad que les aproxima a su línea editorial. Les
garantiza la supervivencia económica ya que son necesarios para retransmitir estas
veladas boxísticas entre los contendientes políticos. Unos se necesitan a otros:
los políticos a los medios y los medios a los políticos.
Lo del
cartel en Nueva York contra Mazón es gasto e inversión. No deja de ser una
forma de actuar que sienta precedentes. En la próxima visita del presidente es posible
que veamos algún cartel recordándole el apagón, su hermano y esposa o cualquier
elemento que se quiera usar.
Si usaran la mitad de la energía y tiempo en dedicarlos a atender los problemas reales del país seguro que nos iba mejor a todos.




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