Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Trump
necesita del éxito y el éxito se le resiste en casi todos los ámbitos. Esto
está empezando a ponerle nervioso. A la "certeza" les siguen las
"promesas" de futuro y las acusaciones directas a los responsables de
que el mundo no siga sus instrucciones y visiones claras.
Trump
empieza a descubrir que Putin siempre le ha estado tomando el pelo, que no
tiene mucho interés en otra paz más allá de quedarse con los territorios
conquistados a Ucrania de lo que retirarse sería una señal de debilidad, algo
que no se puede permitir.
Se está
enfadando ya con Benjamín Netanyahu
porque la situación de Gaza, el genocidio que se está produciendo allí,
es impresentable en cualquier foro, interior o exterior. La idea de una Gaza
convertida en "resort" israelí es tan impresentable como nauseabunda.
El mundo ya no acepta más muertes con las excusas habituales, incluidas las que
se dan con las muertes de periodistas a los que se pretende silenciar para que
no cuenten al mundo los horrores que ven.
Y a Trump
se le acaban los argumentos para explicar que todo lo que iba a cambiar con su
llegada a la Casa Blanca no cambia y, peor, se recrudece en algunos ámbitos en
los que le han tomado la medida a sus fantasías.
La visita a los países árabes ricos se ha saldado con compras y ventas, pero sin ningún avance en lo que le preocupa al mundo, las muertes de decenas de miles de personas, inocentes en su gran mayoría, el desplazamiento y destrucción de ciudades enteras para impedir los regresos.
De todo
ello es responsable igualmente Trump al amparar las ansias de los ultras
sionistas con Benjamín Netanyahu al frente. La visita a los árabes ricos ha
mostrado, una vez más, de qué se trata: de hacer negocios y dinero, de
aprovechar la escandalosa protección a Israel por parte de estos países en los
que el dinero es el auténtico habitante. Son los países que no quieren tener
palestinos por miedo a lo que pueda ocurrir, por lo que se traen sus propios "esclavos"
de Oriente, como ya vimos en otra ocasión.
Trump ha realizado estas operaciones comerciales con ellos como una señal a los Estados Unidos de que está "trabajando" para ellos o, al menos, para sus empresas. Algunos medios han alertado de que la operación se ha hecho con tanta precipitación que no se han tomado las medidas suficientes para garantizar que esa tecnología que se ha vendido no sea aprovechada por China, el gran temor. Es el problema que tiene el hacer negocios con prisa.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha cerrado su gira de cuatro días por Oriente Medio diciendo que en Gaza pasarán "cosas buenas", pero sin mencionar los bombardeos de Israel en los últimos días, que han dejado tan solo este viernes más de 50 muertos.
Preguntado por la intensificación de los bombardeos, Trump se ha limitado a decir que "muchas cosas buenas van a pasar a lo largo del próximo mes y vamos a tener que ayudar a los palestinos también". "Mucha gente se está muriendo de hambre en Gaza. Tenemos que mirar a ambos bandos, pero haremos un buen trabajo", ha añadido antes de que despegara el Air Force One.
Trump ha mencionado brevemente también la situación durante un encuentro empresarial en Abu Dabi: "Tenemos situaciones muy serias y estamos vigilando lo que pasa en Gaza y tenemos que ocuparnos de eso porque mucha gente está muriendo de hambre. Muchas cosas malas están pasando".
[...]
Durante su visita, Trump ha pasado de puntillas por temas de dificultad geopolítica relacionados con la región para poner el foco en los "tres o cuatro billones de dólares" en acuerdos comerciales entre empresas estadounidenses e inversores del Golfo, especialmente en defensa, semiconductores y aviación. El jueves, en la parada de Doha, Trump aseguró que quería que Gaza se convirtiera en una "zona de la libertad", de nuevo, sin mencionar el recrudecimiento de los ataques en la Franja.
Los líderes árabes tampoco le han presionado sobre el tema, aunque el más claro fue el príncipe heredero y líder de facto de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, que pidió a Trump trabajar para poner fin al sufrimiento del pueblo palestino. "Gaza ha sido un territorio de muerte y destrucción por muchos años", aseguró Trump el jueves en Catar, donde añadió que tiene "conceptos para Gaza que creo que son muy buenos".*
Como puede apreciarse, una retórica hueca, una indefinición constante. A las preguntas sobre los problemas reales, Trump responde con evasivas y con acuerdos comerciales, sin darse cuenta que no es él quien controla, sino el que maneja los billones de dólares, algo que le sobra a los países ricos árabes y con lo que compran habitualmente las reticencias a sus políticas retrógradas y represivas.
Los beneficios para las empresas norteamericanas no dejan de ser retrocesos del papel de los Estados Unidos, cuya imagen está destrozando Trump con sus manejos. El presidente no puede seguir prometiendo en una dirección mientras la realidad de los hechos va por otra. No puede seguir haciéndolo cuando le han tomado la medida y saben que les necesita para vender protagonismo.
* "Trump cierra su gira por Oriente Medio diciendo que en Gaza pasarán "cosas buenas" y sin mencionar los bombardeos" RTVE.es 16/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250516/trump-finaliza-gira-oriente-medio-emiratos-arabes/16582906.shtml





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