sábado, 24 de mayo de 2025

Harvard somos todos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las acciones continuas y contrarias de Donald Trump sobre lo que creíamos posible en los Estados Unidos nos afectan cada día. De las viejas películas de Frank Capra, llenas de discursos optimistas, a las películas judiciales, nuestro universo norteamericano es destruido a golpe de discurso, arancel o amenaza al mundo. Donald Trump ha llevado al reino de la ficción a los Estados Unidos, convirtiendo en "gore" lo que toca, en una "matanza de Texas" serializada con él como protagonista y armado con esa motosierra que le regaló su "mini yo" Milei.

De vez en cuando surge alguna jueza (¿por qué son casi siempre mujeres?) que se le opone, que dicta alguna orden para impedir desmanes o, al menos, intentarlo. Son pequeñas acciones de gran valor ante el furor dictatorial que Trump ha puesto en marcha en unos irreconocibles Estados Unidos. Echamos de menos esos discursos de James Stewart describiendo un mundo que quizá entonces ya fuera irreal, pero que hoy nos sitúa a años luz de este oscuro y perverso presente, lleno de explosiones por todo el mundo en forma de amenazas, con la única promesa del "MAGA", de exclusivo consumo interno y una dieta desequilibrada para los demás.

En este extraño mundo con el que nos despertamos cada día, le ha salido un grano a Trump, el de la Universidad de Harvard, que se ha convertido en un objetivo para su reducción a la nada. El caso de la prestigiosa universidad norteamericana es importante porque pasa a ser un nuevo El Álamo de Trump, un foco de resistencia, de atrincheramiento, que salve la imagen de los Estados Unidos ante el mundo (igualmente ante sus propios ojos) mostrando que es posible aguantar el tipo con los viejos ideales como bandera.

Siempre hemos escuchado que los Estados Unidos era un país "presidencialista", pero no imaginábamos lo que podía suponer que un personaje como Trump —presentador y acosador en concursos de mises, organizador de concursos como El aprendiz, adúltero confeso y prolongado, vendedor de ocasional de Biblias, etc.— pudiera llegar tan lejos; que podría tener tanto atractivo para la integrista y confesional América de hoy, por un lado, y que podría intentar desbaratar el mundo desde su prepotencia y del dominio de armas y economía.

Por eso, el caso de la Universidad de Harvard es importante porque concentra todas las maniobras de Trump y porque significa esa resistencia que podría tener un efecto dominó sobre otras iniciativas similares.

Los ataques de Trump ante quien se le resiste son brutales. En una primera oleada contra Harvard ha intentando cerrarle las subvenciones y ayudas con las que la Universidad contaba. Lo ha hecho con Harvard y con otras. Pero es cuando la sociedad ha empezado a revolverse contra Trump por su apoyo al Israel del genocida Netanyahu, cuando Trump ha puesto en marcha otra jugada en su estrategia de disolver las protestas.

En primer lugar, la ofensiva contra Harvard se presenta en que es un centro "antisemita" porque no "controla" las protestas contra Israel. Esta cuestión ya deja clara la postura antidemocrática de Trump y su equipo. Si protestar contra un genocidio es ser "anti semita", la mayor parte de los países e instituciones, incluida Naciones Unidas, lo serían. Ver la orden de captura dictada por la Corte Penal Internacional como "antisemita" es jugar demasiado con conceptos y palabras, pero ese es el fuerte de Trump, el retorcimiento de la realidad. 

La segunda acción de Trump va contra la admisión de alumnos extranjeros, considerados como "peligrosos antiamericanos". Este despropósito en una muestra más de la falta de democracia y honestidad trumpista. El uso de este tipo de maldades refleja el talante antidemocrático alcanzado por Trump y los suyos.

Hoy, los Estados Unidos de Trump, son cómplices del apoyo y financiación de un genocidio en toda regla, por más que se creen situaciones para decir lo contrario. Se juega con el hambre y con la destrucción masiva de un pueblo violando todos los principios internacionales. Los civiles, incluidos miles de niños, mueren de hambre, falta de atención medica y bombardeos. Su máximo protector es Trump en el nombre de los Estados Unidos.

La comunidad internacional, especialmente la Unión Europea, no puede seguir auto engañándose sobre el cambio de su antiguo "socio", hoy rival y enemigo declarado, como nos señalan las noticias de esta misma mañana sobre sus declaraciones. La UE, nos dice de nuevo, se creó para "perjudicar" a los Estados Unidos. Con este tipo de declaraciones, Trump justifica de aranceles a invasiones; ha convertido el mundo en su campo de batalla, poblado de enemigos, con solo dos amistades, la de Israel, y, curiosamente, la de Vladimir Putin, que le sirve para atizar miedos y presiones.

La batalla de la Universidad de Harvard, a la que se le quieren quitar sus alumnos extranjeros por ser centro "anti americano" es una batalla de todos. No es solo la racionalidad académica frente a la irracionalidad política de Trump, contra su autoritarismo fascistoide. Es algo más: Harvard somos todos.

En RTVE.es podemos leer:

La Universidad de Harvard ha presentado este viernes una demanda contra la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, después de que esta revocara el jueves su capacidad para inscribir a estudiantes internacionales. La prestigiosa institución ha calificado la decisión de represalia política y una violación constitucional.

La denuncia, que ha sido impuesta en un tribunal federal de Boston, sostiene que la medida representa una "violación flagrante" de la Constitución de EE. UU. y otras leyes federales, y ha tenido un "efecto inmediato y devastador" sobre la universidad y los más de 7.000 estudiantes con visa. Como resultado, muchos alumnos extranjeros se han visto obligados a buscar otras instituciones para continuar sus estudios o, de lo contrario, corren el riesgo de perder su permiso de residencia en Estados Unidos.*


La pregunta nos la hemos hecho muchas veces en poco tiempo: ¿cuánto tardarán en darse cuenta de lo que supone Trump para los Estados Unidos? ¿Cuánto tardarán en tener los pies en el suelo y ver en qué les está convirtiendo? La democracia parte de un principio que es revisable: el pueblo elige a los "mejores". La Historia nos demuestra que algunas veces ocurre lo contrario. Y es precisamente a la "Historia", pasado presente y futuro a lo que se está atacando y convirtiendo al país es una caricatura de sí mismo, una peligrosa caricatura de la que otros está aprendiendo, una caricatura que anima a los dictadores en ponerse a la sombra de los Estados Unidos de Trump.

El retorcer las leyes, los conceptos, los hechos, que es lo que hace Trump y su administración, plagada de agresores de las libertades y de los principios constitutivos del país no abre ninguna senda a la grandeza, sino a la vergüenza y al rechazo frontal.

The New York Times

Hay que rechazar a Trump y lo que supone en nombre de la "americanidad", de unos principios que han servido a otros muchos para hallar su camino. No hay que idealizar la política de los Estados Unidos, plagada de errores e intereses, pero sí es cierto que no ha habido otra ocasión como esta, con una Casa Blanca desde la que se pulverizan los ideales de democracia en nombre de una falsa "grandeza".

Si denunciar a Netanyahu como genocida y al gobierno de Trump como cómplice directo es el crimen de los estudiantes que se manifiestan, entonces Harvard somos todos. En tiempos en que las Universidades del mundo han perdido muchas veces su sentido histórico, intelectual, de referencia, es valioso que sea una universidad la que se oponga a este desastre absoluto, a este signo perverso de los tiempos que representa Trump y los que le apoyan.

Sí, Harvard somos todos por una cuestión de dignidad intelectual, de honestidad, algo que debe estar presente en la propia vida de las universidades, con cuya independencia se quiere acabar. Las universidades deben tener como meta lo contrario de lo que Trump supone.

Harvard ha sido una referencia académica, científica; hoy lo es también moral.

 

* "Harvard demanda a la Administración Trump por bloquear la inscripción de estudiantes extranjeros" RTVE.es / Agencias 23/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250523/harvard-demanda-administracion-trump-bloquear-inscripcion-estudiantes-extranjeros/16594193.shtml

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