viernes, 30 de mayo de 2025

La educación radicalizada

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Hace un par de días comentábamos aquí la imposición en todas las escuelas de Texas de una imagen de los mandamientos bíblicos, tal como los ha reproducido la tradición e imaginería popular. La norma elaborada por el estado tejano fijaba el tamaño y la obligación de mantenerlos a la vista en todos los centros.

Los Estados Unidos de Trump (y Texas es uno muy especial) caminan hacia un totalitarismo mesiánico, donde se busca la reducción intelectual de la persona, su sumisión al grupo controlado.

La noticia que nos trae RTVE.es del sentido de la Justicia española es muy diferente, pero nos muestra varias cosas:

El Tribunal Constitucional (TC) ha avalado por unanimidad las decisiones judiciales que, ante el desacuerdo entre ambos progenitores, dieron la razón a una madre que se negó a que su exmarido "adoctrinara" a su hijo menor en la fe evangélica, al menos hasta que tuviera 12 años, al considerar que debe prevalecer la "necesidad" de proteger la "capacidad potencial" del niño de "autodeterminarse en relación con el hecho religioso una vez alcance la madurez suficiente".

La Sala Primera, en una sentencia del magistrado Juan Carlos Campo que ha contado con el aval de sus otros cinco compañeros -tanto conservadores como progresistas-, ha rechazado el recurso de amparo presentado por el padre del niño, nacido en 2016, que cuestionaba las decisiones judiciales que resolvieron el desacuerdo parental sobre la formación moral y religiosa de su hijo común.*

El caso deja varias cosas a la luz. La primera de ellas es evidente: es el desacuerdo entre los padres lo que establece la "libertad" del niño, algo de lo que carece en el caso más probable de que estén de acuerdo en la fe en que debe formarse el niño.

En este sentido, el término "autodeterminarse" no deja de ser una ironía, pues lo más probable es que se limite a tener que elegir entre la propuesta del padre o la madre. En realidad, lo que se entiende como "autodeterminarse" es poco probable que vaya más allá. ¿"Autodeterminarse" de años de formación "determinada"? Demasiada confianza en la "libre autodeterminación".

No es de extrañar que esto se produzca si se considera la formación de los hijos como un "derecho" de los padres que solo plantea conflictos cuando no hay acuerdo entre ellos. En esta cuestión subyace un cierto sentido de la "propiedad" de los hijos por parte de sus progenitores y los debates que puedan suscitar.

A los doce años, ¿qué puede elegir el hijo o hija? ¿Hacerse budista, por ejemplo?

Si lo trasladamos a los Estados Unidos de Trump y volvemos a pensar en los "mandamientos tejanos", nos damos cuenta que ese "derecho" ya no es el de los padres, aunque se presente que el estado asume una verdad necesaria, que todos los "buenos padres" son "buenos americanos" y que los "buenos americanos" son "buenos creyentes" conforme a los estándares impuestos desde la propia autoridad política. Basta con darle la vuelta y mantener el programa para tener un estado estalinista o, si se prefiere, orwelliano. Pronto el "no evangelista" será declarado "terrorista" y estigmatizado si es así considerado por las mayorías. Esto ya lo hace Trump y te vende además biblias a 49 dólares. "Verdad" y "poder" se superponen e intercambian. La verdad es lo que dice el poder.

En el caso religioso, el poder es el parental, un poder prácticamente absoluto en las decisiones formativas. Esto se radicaliza conforma esas ideas lo son. No es lo mismo que te formen en una religión radical que otra abierta, que no ve diablos en los otros, en los que no comparten la tuya o cualquier otra religión.

Vivimos tiempos de "influencias" e "influencers". La captación se trata de realizar antes porque hay menos sentido crítico, menos rebeldía o deseo de autonomía. Cada vez parece que interesa menos la formación de personas con criterios propios y se busca más a obedientes y radicales.

El texto de RTVE.es se cierra con una serie de interesantes consideraciones sobre la libertad de los menores, un asunto complejo:

Asimismo, recalca que los menores "son titulares plenos de sus derechos fundamentales, aunque, por su edad y madurez carezcan de capacidad de obrar para ejercitarlos" y, por ello, "pesa el deber de los poderes públicos de velar por que tanto el ejercicio de la patria potestad, como su protección o defensa, se haga en interés del menor, que en caso de desacuerdos implica conciliar las opciones formativas de cada progenitor buscando un equilibrio satisfactorio".

Todo ello, "con el objetivo de proteger y garantizar la capacidad potencial del hijo menor de autodeterminarse en relación con el hecho religioso una vez alcance la madurez suficiente", algo que la corte de garantías cree que en este caso queda a salvo con "las proporcionadas decisiones judiciales" que dieron la razón a la madre.

Como vemos el asunto es, digamos, "escabroso". Vuelve el de la "autodeterminación", ligado esta vez a otros oscuros conceptos como "equilibrio satisfactorio", "conciliar opciones formativas", "capacidad potencial", etc.

2024

Todo ello solo significa que a) el hijo "es" de los padres; b) que si está solo con uno este tiene derecho sobre la formación, salvo aspectos de fuerza mayor; c) que el hijo tendrá "capacidad" de decidir cuando tenga la edad que la ley marca para ello.

Siempre partimos de racionalizaciones como, por ejemplo, que los padres quieren lo mejor para sus hijos. Los medios nos dan cada día ejemplos extremos de lo contrario, aunque sea minoritarios. Lo "mejor" suele ser lo que ellos consideran "bueno", por más que muchos otros no lo vean de esa forma.

hoy

Hay culturas en las que la idea de posesión de la familia sobre el individuo es prácticamente absoluta. Nosotros estamos padeciendo una radicalización política y religiosa, como nos muestra el ejemplo texano y deseo de Trump de ser visto como un mensajero divino. Fuera de Estados Unidos, también se vuelve a enseñar el odio racial envuelto en fundamentalismo religioso, por lo que la enseñanza de las religiones en forma extrema se introduce a través de las instituciones educativas en la que los padres ven la garantía de esa continuidad entre casa y escuela.

No es fácil. Pero sí es cierto que crece la idea de formación radicalizada en lo religioso. La amenaza de que el tomar determinadas decisiones pueda ser considerado "estatalismo" pesa en favor de las decisiones de ambos padres o del responsable cuando no están de acuerdo. Pero eso no evita la raíz del problema: la distorsión de las personas, convertirlos en seguidores del grupo o secta de turno desde la infancia. En una sociedad moderada esto puede no ser grave; pero el aumento de la radicalización y el dogmatismo aumenta el peligro de seguir "fabricando" radicales, aunque a eso lo llames "libertad".

* "El Constitucional avala que se prohíba "adoctrinar" en una religión a un hijo si uno de los padres no está de acuerdo" RTVE.es / Agencias 29/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250529/constitucional-avala-prohiba-adoctrinar-religiosamente-hijo-cuando-padres-no-acuerdo/16601940.shtml


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