sábado, 31 de mayo de 2025

Del acero a los estudiantes

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

¿Hay verdadero miedo a Donald Trump en los Estados Unidos? ¿Pueden su osadía y agresividad limitar las respuestas, que quedan así en manos de los jueces? Como llevamos señalando mucho tiempo, el "caso Trump" es algo más amplio que su personalidad. Las imágenes que nos llegaban hoy de un Trump rodeado de eufóricos obreros con casco mientras se anunciaban los nuevos aranceles al acero se perciben ya como algo más que una composición propagandística. La pregunta que surge una y otra vez es: ¿solo es Trump o le acompaña una parte importante de los Estados Unidos, de la sociedad norteamericana? Ese gigantesco "¡Gracias, presidente Trump!" que preside el acto ¿es propaganda o es un sentimiento real?

¿Son los "problemas del mundo" "problemas americanos" o al contrario? ¿Se resuelven  en ese "liberation day" invocado de continuo o por el contrario se agravan?

Cabe la sospecha que la revolución creada por Trump contra el mundo, al que señala acusadoramente en cada instante, sea una estrategia de presión, una forma de obligar a negociar, como algunos señalan, pero eso no evita los desastres que causa no solo fuera sino dentro. De lo que no cabe duda es que oponerse a su voluntad supone, seas juez o universidad, ser señalado y cercado, condenado a morir estigmatizado, Es lo que está ocurriendo con la Universidad de Harvard que se ha convertido en foco de resistencia y, a la vez, en prueba viviente de lo que te puede ocurrir.

En su nuevo ataque a la universidad, son los estudiantes extranjeros los que entran en el marco de la sospecha. Los argumentos son otra vez significativos del nuevo orden trumpista: 

Trump afirmó el miércoles que considera "excesivo" el número de estudiantes extranjeros en Harvard, ya que superan la cuarta parte del total, y propuso limitar esa cuota al 15%. Según el líder republicano, la universidad acepta a "gente de zonas del mundo muy radicalizadas", aunque no especificó a cuáles se refería. "No queremos que causen problemas en nuestro país. Esos países no nos están ayudando. No están invirtiendo en Harvard, y nosotros sí", dijo el mandatario.

Según la Casa Blanca, la decisión está motivada por una presunta promoción del "antisemitismo y de vínculos con el Partido Comunista Chino" por parte de la universidad. Harvard defiende que la medida es una represalia del Gobierno por su negativa a ceder ante las presiones que buscaban controlar su gobernanza, su currículo y la ideología de su comunidad académica.

Además de intentar impedir que acepte estudiantes extranjeros, Trump ha cancelado todos los contratos federales con la universidad, ha reducido notablemente sus subvenciones y ha amenazado con acabar con la exención fiscal de la que goza. El prestigioso centro educativo tiene un 27% de alumnos internacionales procedentes de 140 países, entre ellos, unos 150 son españoles.*


Las afirmaciones sin fundamento son especialmente graves, pues no solo son injustas, sino que contribuyen a la destrucción de la imagen de Harvard, convertida en nido anti patriótico. Mientras para el mundo se convierte en un foco de libertad y resistencia frente al poder absolutista de Trump, para una parte de la sociedad norteamericana Harvard queda como un foco de "antiamericanismo" y "antisemitismo", que es como Trump califica a los que se oponen al genocidio cómplice en Gaza.

La política antichina se convierte, en esta misma línea, en "anticomunista". De nuevo se trata de cancelar recursos de la universidad. Unos por "comunistas", otros por "antisemitas" y todos "antiamericanos"; lo que el trumpismo está creando es un orden mundial unilateral en el que solo la sumisión es aceptable.

Puede que en algún momento la "sociedad norteamericana" se dé cuenta de la monstruosidad que está alimentando y de sus consecuencias de futuro. Trump tiene la esperanza estratégica de que en un mundo más débil será más fácil ejercer el control y sus condiciones serán más favorables. Ha trasladado a la diplomacia el veneno del mercado extremo, para el que no hay términos medios, amistades o socios, solo víctimas a las que explotar.

El aplauso enfervorecido de los obreros del metal en su mitin ante las promesas de hundir el mercado internacional no es más que un síntoma de miopía propagandística, pues las consecuencias previstas pueden estar equivocadas en sus cálculos y salir muy mal parados. La culpa, por supuesto, la tendrán siempre los otros.

Lo que sí es seguro que quede es un mundo más autoritario, más visceral y a la defensiva. De quien se defenderán será de esos Estados Unidos de Trump, con él o sin él. Es difícil que la imagen de la superpotencia abusiva, despótica, arbitraria, caprichosa, se borre de la mente de los demás países. 


* "Donald Trump anuncia que subirá los aranceles al acero y al aluminio del 25% al 50%" RTVE.es / Agencias 31/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250531/donald-trump-anuncia-subira-aranceles-acero-50-por-ciento/16604712.shtml

viernes, 30 de mayo de 2025

La educación radicalizada

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Hace un par de días comentábamos aquí la imposición en todas las escuelas de Texas de una imagen de los mandamientos bíblicos, tal como los ha reproducido la tradición e imaginería popular. La norma elaborada por el estado tejano fijaba el tamaño y la obligación de mantenerlos a la vista en todos los centros.

Los Estados Unidos de Trump (y Texas es uno muy especial) caminan hacia un totalitarismo mesiánico, donde se busca la reducción intelectual de la persona, su sumisión al grupo controlado.

La noticia que nos trae RTVE.es del sentido de la Justicia española es muy diferente, pero nos muestra varias cosas:

El Tribunal Constitucional (TC) ha avalado por unanimidad las decisiones judiciales que, ante el desacuerdo entre ambos progenitores, dieron la razón a una madre que se negó a que su exmarido "adoctrinara" a su hijo menor en la fe evangélica, al menos hasta que tuviera 12 años, al considerar que debe prevalecer la "necesidad" de proteger la "capacidad potencial" del niño de "autodeterminarse en relación con el hecho religioso una vez alcance la madurez suficiente".

La Sala Primera, en una sentencia del magistrado Juan Carlos Campo que ha contado con el aval de sus otros cinco compañeros -tanto conservadores como progresistas-, ha rechazado el recurso de amparo presentado por el padre del niño, nacido en 2016, que cuestionaba las decisiones judiciales que resolvieron el desacuerdo parental sobre la formación moral y religiosa de su hijo común.*

El caso deja varias cosas a la luz. La primera de ellas es evidente: es el desacuerdo entre los padres lo que establece la "libertad" del niño, algo de lo que carece en el caso más probable de que estén de acuerdo en la fe en que debe formarse el niño.

En este sentido, el término "autodeterminarse" no deja de ser una ironía, pues lo más probable es que se limite a tener que elegir entre la propuesta del padre o la madre. En realidad, lo que se entiende como "autodeterminarse" es poco probable que vaya más allá. ¿"Autodeterminarse" de años de formación "determinada"? Demasiada confianza en la "libre autodeterminación".

No es de extrañar que esto se produzca si se considera la formación de los hijos como un "derecho" de los padres que solo plantea conflictos cuando no hay acuerdo entre ellos. En esta cuestión subyace un cierto sentido de la "propiedad" de los hijos por parte de sus progenitores y los debates que puedan suscitar.

A los doce años, ¿qué puede elegir el hijo o hija? ¿Hacerse budista, por ejemplo?

Si lo trasladamos a los Estados Unidos de Trump y volvemos a pensar en los "mandamientos tejanos", nos damos cuenta que ese "derecho" ya no es el de los padres, aunque se presente que el estado asume una verdad necesaria, que todos los "buenos padres" son "buenos americanos" y que los "buenos americanos" son "buenos creyentes" conforme a los estándares impuestos desde la propia autoridad política. Basta con darle la vuelta y mantener el programa para tener un estado estalinista o, si se prefiere, orwelliano. Pronto el "no evangelista" será declarado "terrorista" y estigmatizado si es así considerado por las mayorías. Esto ya lo hace Trump y te vende además biblias a 49 dólares. "Verdad" y "poder" se superponen e intercambian. La verdad es lo que dice el poder.

En el caso religioso, el poder es el parental, un poder prácticamente absoluto en las decisiones formativas. Esto se radicaliza conforma esas ideas lo son. No es lo mismo que te formen en una religión radical que otra abierta, que no ve diablos en los otros, en los que no comparten la tuya o cualquier otra religión.

Vivimos tiempos de "influencias" e "influencers". La captación se trata de realizar antes porque hay menos sentido crítico, menos rebeldía o deseo de autonomía. Cada vez parece que interesa menos la formación de personas con criterios propios y se busca más a obedientes y radicales.

El texto de RTVE.es se cierra con una serie de interesantes consideraciones sobre la libertad de los menores, un asunto complejo:

Asimismo, recalca que los menores "son titulares plenos de sus derechos fundamentales, aunque, por su edad y madurez carezcan de capacidad de obrar para ejercitarlos" y, por ello, "pesa el deber de los poderes públicos de velar por que tanto el ejercicio de la patria potestad, como su protección o defensa, se haga en interés del menor, que en caso de desacuerdos implica conciliar las opciones formativas de cada progenitor buscando un equilibrio satisfactorio".

Todo ello, "con el objetivo de proteger y garantizar la capacidad potencial del hijo menor de autodeterminarse en relación con el hecho religioso una vez alcance la madurez suficiente", algo que la corte de garantías cree que en este caso queda a salvo con "las proporcionadas decisiones judiciales" que dieron la razón a la madre.

Como vemos el asunto es, digamos, "escabroso". Vuelve el de la "autodeterminación", ligado esta vez a otros oscuros conceptos como "equilibrio satisfactorio", "conciliar opciones formativas", "capacidad potencial", etc.

2024

Todo ello solo significa que a) el hijo "es" de los padres; b) que si está solo con uno este tiene derecho sobre la formación, salvo aspectos de fuerza mayor; c) que el hijo tendrá "capacidad" de decidir cuando tenga la edad que la ley marca para ello.

Siempre partimos de racionalizaciones como, por ejemplo, que los padres quieren lo mejor para sus hijos. Los medios nos dan cada día ejemplos extremos de lo contrario, aunque sea minoritarios. Lo "mejor" suele ser lo que ellos consideran "bueno", por más que muchos otros no lo vean de esa forma.

hoy

Hay culturas en las que la idea de posesión de la familia sobre el individuo es prácticamente absoluta. Nosotros estamos padeciendo una radicalización política y religiosa, como nos muestra el ejemplo texano y deseo de Trump de ser visto como un mensajero divino. Fuera de Estados Unidos, también se vuelve a enseñar el odio racial envuelto en fundamentalismo religioso, por lo que la enseñanza de las religiones en forma extrema se introduce a través de las instituciones educativas en la que los padres ven la garantía de esa continuidad entre casa y escuela.

No es fácil. Pero sí es cierto que crece la idea de formación radicalizada en lo religioso. La amenaza de que el tomar determinadas decisiones pueda ser considerado "estatalismo" pesa en favor de las decisiones de ambos padres o del responsable cuando no están de acuerdo. Pero eso no evita la raíz del problema: la distorsión de las personas, convertirlos en seguidores del grupo o secta de turno desde la infancia. En una sociedad moderada esto puede no ser grave; pero el aumento de la radicalización y el dogmatismo aumenta el peligro de seguir "fabricando" radicales, aunque a eso lo llames "libertad".

* "El Constitucional avala que se prohíba "adoctrinar" en una religión a un hijo si uno de los padres no está de acuerdo" RTVE.es / Agencias 29/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250529/constitucional-avala-prohiba-adoctrinar-religiosamente-hijo-cuando-padres-no-acuerdo/16601940.shtml


jueves, 29 de mayo de 2025

Trump y Dios

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La respuesta de Donald Trump ante estos primeros reveses judiciales producidos es la publicación en su red social de una imagen en blanco y negro en la que se asegura que lo suyo es una "misión divina" a la que, lógicamente, oponerse es un pecado suicida. Lo que muchos han visto como una excentricidad megalómana se va revelando como algo más, como algo que ha sido asumido en su extravagancia como realmente un plan divino, el que confirma la excepción norteamericana, el nuevo pueblo elegido.

Hay toda una serie de precedentes a lo largo  de los dos siglos pasados, XIX y XX, de existencia de diversas teorías mediante las que una parte del pueblo norteamericano (entendiéndose tales como una extensión de grupos blancos, provenientes de Europa, mayoritariamente anglosajones, protestantes) veía "América" como la nueva tierra de promisión, con un destino manifiesto.

Trump ha sabido ponerse al frente de todos esos poderes en la sombra, de corte religioso fundamentalista, que le apoyaron en su ascenso al poder por coincidencia del mensaje. Trump era el nuevo mesías, el que consolidaría el nuevo poder terrenal en el que se plasmaría la voluntad divina con los Estados Unidos como herramienta.

No nos hemos tomado muy en serio todo este elemento subyacente que Trump ha sabido encauzar y darle el toque divino que sus votantes y apoyos necesitaban. La demagogia trumpista se basa en ese principio fundamental: no es su deseo el que hace avanzar, sino que es Dios quien actúa sobre él, modesto servidor. Para muchos era la distancia suficiente como para disolver el ego individual del político en un plano general en el que son Dios y el pueblo que le sigue quienes triunfan sobre un mundo hostil y descreído.

El problema real de todo esto es cuando se descubre que son muchos millones los que lo creen, millones a los que se convence de que el principal obstáculo para que se produzca el plan divino establecido es un mundo negativo que existe al otro lado de las fronteras. Descubrimos entonces que hay dos facetas del pueblo norteamericano que son reales e irreconciliables y que Trump y sus maquiavelos alrededor han conseguido canalizar la opinión dispersa dándole forma, asegurándose la penetración de los mensajes y enterrando la voluntad democrática bajo un mensaje de predestinación atractivo, que se impone por la fuerza de las armas si es necesario, dentro de la mejor tradición medieval y de las cruzadas. El mensaje deja claro que la fuerza es un elemento disponible y necesario; clasifica el mundo en "americano" y "terrorista anti americano", como veíamos ayer, y convierte a los otros poderes del estado en fuerzas diabólicas a las que hay que resistir, como ha ocurrido con las sentencias judiciales adversas.

En RTVE.es podemos leer sobre estas sentencias:

Según un panel de tres jueces de la Corte de Comercio Internacional, los "aranceles mundiales y de represalia" de Trump "exceden cualquier autoridad otorgada" por la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977 (IEEPA).

El tribunal considera que las medidas sujetas a la IEEPA, que incluye los gravámenes globales y "recíprocos" anunciados el 2 de abril y otros previos contra Canadá, México y China, deben "ser suspendidas y su operación permanentemente prohibida".

La orden, en definitiva, considera "inconstitucional" la política arancelaria de Trump, uno de los emblemas de su segundo mandato.

La mayoría de los aranceles recogidos en la orden ya estaban en pausa después de que las bolsas reaccionaran con fuertes caídas y el 9 de abril Trump decidiera mantener solo gravámenes de 10% durante 90 días para alcanzar acuerdos con cada país.*



La idea del "exceso de autoridad" que se plantea ha sido respondida con ese plus divino que Trump dice poseer, lo que a los ojos de muchos convierte a la judicatura en secta satánica y la rebelión en evangélica.

No hemos sabido responder al trumpismo pensando que solo eran las ideas de una persona a la que se ridiculizaba durante décadas, alguien que se había exhibido organizando concurso de belleza y televisivos. Pero el peligro de las personas no es lo que piensan, sino hasta dónde llegan. Y Trump ha llegado muy alto, quizá no al cielo pero lo importante es lo que creen los que le siguen.

Trump ha deshecho el partido Republicano, lo han convertido en una caricatura trumpista sacando lo peor de sus huestes, desplazando no solo la moderación sino el sentido común. Ha hecho prosperar a los más ambiciosos y los ha movilizado a luchar por el poder interno en busca de una sucesión en el tiempo, la zanahoria que se exhibe ante las narices del burro.



Ahora, pasados unos pocos meses de su llegada, tras dinamitar día tras día el sistema, comienzan los frenos judiciales y los abandonos de los que no quieren verse marcados por sus políticas o arrastrados a las pérdidas millonarias.

Veremos cómo se le puede frenar y, especialmente, los recursos de resistencia que pretende movilizar. Insisto que el problema no es solo Trump, sino los millones detrás, los millones convencidos de que Dios le ha puesto allí para que los Estados Unidos se conviertan en instrumento divino para la transformación del mundo.

Las imágenes de un Trump-Papa, de su conversión en oficina de las salas del Vaticano, son algo más que anécdotas. Basta con ver los crecientes mensajes e imágenes que el propio Trump fomenta para comprender las dimensiones del problema. "Jesús es mi salvador / Trump es mi presidente". Nadie le puede parar.



* "Una corte federal de EE.UU. declara "anticonstitucionales" los aranceles de Trump y ordena su suspensión" RTVE.es / Agencias 29/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250529/corte-federal-eeuu-bloquea-parte-politica-arancelaria-trump-por-excederse-poderes/16601240.shtml

miércoles, 28 de mayo de 2025

Trump y los estudiantes extranjeros

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La evolución de los Estados Unidos de Trump se va cumpliendo y la amenaza del autoritarismo fascistoide se va haciendo realidad. Así lo confirman todas las acciones de las que la prensa nos va dando cuenta.

El mismo hombre que promovió el asalto armado al Capitolio para tratar de evitar la toma de posesión del candidato ganador, Joe Biden, fue "redimido" por las urnas y ahora se plantea un posible tercer mandato esgrimiendo cualquier excusa apenas comenzado su "revolucionario" segundo mandato. Todo es posible con Trump y lo que es peor, todo parece aceptable. En la cabeza de Trump, todo puede ser posible, pero la aceptabilidad está en la mente del pueblo estadounidense del que parece que se han borrado ideales anteriores o, si se prefiere, la imagen aceptable de sí mismo.

Las dudas sobre la duración y alcance de esta crisis identitaria son muchas. De lo que no hay duda es que este cambio debe obedecer a causas profundas que están por determinar. Es clave para la evolución histórica planetaria comprender qué ha motivado este cambio radical del planteamiento de la política individual e institucional para evitar que se extienda incontrolada.

La reducción de la idea de democracia a un juego de poder, de polarización política y de manipulación informativa es un peligro cuya principal consecuencia es precisamente la ignorancia de su alcance. Día tras día, los límites se amplían y lo que parecía imposible se convirtió en improbable, para ser finalmente una oscura realidad.

Los medios nos dan cada día noticias que se normalizan y de las que no se acompañan de reacciones. Los Estados Unidos de Trump son el reino de lo indiscutible. Esta es la noticia de hoy, una más que aleja al país de sí mismo: 

La Administración de Donald Trump ha suspendido de forma temporal la emisión de visados de estudiante, ya que está considerando exigir a todos los extranjeros que quieran estudiar en Estados Unidos que se sometan antes a una verificación de sus redes sociales, según informa POLITICO.

Para preparar esa evaluación, el secretario de Estado, Marco Rubio, ha enviado un cable diplomático a los consulados y embajadas estadounidenses en el que ordena con "efecto inmediato" que pausen la programación de nuevas entrevistas para solicitantes de visas de estudiante "hasta que se emitan nuevas directrices", que prevén "ocurrirá en los próximos días".

El Gobierno de Trump ya había introducido ciertos requisitos para vigilar la actividad en redes sociales, aunque enfocados a estudiantes que ya contaban con visado y que han participado en las protestas propalestinas registradas en diversas universidades del país contra la guerra en Gaza.

Según POLÍTICO, el cable "no especifica directamente" qué tipo de actividad se evaluará en redes sociales, pero alude a órdenes ejecutivas que tienen como objetivo mantener "alejados a los terroristas y combatir el antisemitismo".*

La calificación como "terroristas" de los discrepantes acerca al totalitarismo más abyecto en el que se acusa y estigmatiza al otro. Los estudiantes deberán exhibir una conducta ajustada, como ocurría con el nazismo y especialmente con un aparato represor de corte estalinista, que son los modelos hacia los que se encamina con firmeza.

Todo lo que no concuerda con sus discutibles principios es considerado anti americano y rechazado con firmeza. En su primer mandato, muchos se fueron a vivir fuera de un país que les avergonzaba; marcharon a Canadá, nos informaron. En su segundo mandato, Trump ha amenazado con la anexión, entre otros, de Canadá, algo que los propios canadienses se han tomado muy en serio.

Que se busque información en las redes sociales de los estudiantes para detectar "terroristas" y "antisemitas" supone un episodio más en esta distorsión de la realidad llevada a cabo por la administración de Trump, algo que sus secuaces políticos aceptan dentro de esta forma de hacer "política" que hemos señalado. La mención constante del peligro al que se enfrentan es lo que permite este tipo de actuación cuya finalidad real es la eliminación de cualquier foco de disidencia. Sembrando el miedo, Trump recoge autoritarismo y reafirmación de que son sus acciones las que "liberan" al pueblo norteamericano de sus múltiples y envidiosos enemigos.

The New York Times

Si alguien es capaz de creer que la Unión Europea, como sostiene Trump públicamente, fue creada para "perjudicar" a los Estados Unidos, lo demás es sencillo. Con los estudiantes extranjeros convertidos en "terroristas" y "antisemitas" por protestar contra un genocidio, las medidas para impedir su entrada en los Estados Unidos ya se han cursado a las embajadas.

La cuestión que se plantea directamente es el miedo real a enfrentarse a los Estados Unidos de Trump, a la toma de contramedidas diplomáticas. ¿Hay límites aceptables? ¿Se puede aceptar sin más que a unos ciudadanos inocentes, libres de expresar su oposición a unas políticas trumpistas, se les tache de "terroristas"?

Hasta ahora Trump ha jugado con la cuestión arancelaria. Al que protesta, le sube los aranceles. De esta forma se garantiza el control, el llevar la voz cantante y que los demás vayan a la zaga. Pero la cuestión ya es más profunda y le afianza en una dirección que puede ser irreversible. Si esto es una tendencia totalitaria, que lo es, ¿dónde están sus límites, especialmente si arrastra el crecimiento de la ultraderecha por el resto del mundo, especialmente por Europa?

Lo ocurrido con Harvard y ahora con los estudiantes extranjeros es una demostración de que Trump intenta borrar cualquier resistencia dentro y fuera. Hacer oposición es hacer terrorismo, según su parecer. 

Primero fueron "terroristas" y "criminales" los inmigrantes; ahora lo son los "estudiantes" que quieren estudiar en USA. Pronto lo será el resto del planeta que ose discutir sus ideas. La base del nuevo totalitarismo es la misma de siempre: los centros de libertad de ideas, en este caso las universidades. Los enemigos son los centros de debate, de discusión, de crítica.

Tenemos que dejar de considerar como "excentricidades" de Trump sus decisiones. Hay que enfrentarse a ellas como lo que son, una forma creciente de totalitarismo. Llegará un momento en que no se podrá seguir sonriendo o mirando para otro lado. 

Esto va más allá y seguirá. La cuestión es cómo nos enfrentamos a ello. 


* "Trump pausa la emisión de visas de estudiantes para revisar las redes sociales de los solicitantes" RTVE.es 27/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250527/trump-pausa-visas-estudiantes-revisar-redes-sociales-solicitantes/16599539.shtml

martes, 27 de mayo de 2025

Los Gasol contra la obesidad infantil (y sus causas)

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Estamos en un mundo raro o, quizás, al contrario, un mundo muy clarito. Las luchas políticas nos distraen de muchas cosas que nos afectan, pero que tenemos delante con muchos intereses de por medio. Es el "mercado", la lógica del beneficio lo que está detrás de esos intereses que cuando son tocados crean un conflicto.

Lo vemos en el caso de las residencias de mayores en la pandemia, lo vemos en los "pisos turísticos", en los intereses inmobiliarios tras el desastre de la dana en la región valenciana y en un sinfín de casos que aparecen y desaparecen de la vista en medio de un universo deportivo y trivial que requiere nuestra constante atención.

Hay cosas que no las puedes creer hasta que te las confirman. Eso les ha pasado a los hermanos Gasol cuando se les ocurrió cumplimentar su brillante carrera deportiva devolviendo a la sociedad algo de lo recibido. En 20minutos podemos leer:

El exjugador de baloncesto Pau Gasol ha denunciado haber recibido "presiones de la industria alimentaria" en una entrevista ofrecida a EFE en la que recalca que la entidad que fundó junto a su hermano Marc en 2013 para atajar la obesidad infantil no va contra ella, sino que quiere, incluso, que "sea parte del cambio".

Así lo ha desvelado en el marco de la presentación del documental 'Obesidad infantil. La pandemia ignorada', de Movistar+, que ahonda en un problema mundial y silenciado y que requiere de actuaciones urgentes.

"Obviamente ha habido momentos donde hemos recibido, de forma sutil o directa, mensajes, 'mails' o diferentes formas de presión de la industria", admite el exbaloncestista.*


Podría parecernos a todos que la causa de combatir la obesidad infantil es lo suficientemente noble y necesaria como para poder ser compartida por todos. Sin embargo, no es así, como nos confirman los Gasol.

La capacidad de la industria (de las empresas) para eliminar obstáculos a sus obtenciones de beneficios pese a los estragos sociales que puedan causar, de los males en la salud que pueden provocar, ha ido aumentando a la vez que disminuye la capacidad de enfrentarse a ella.

Cuanto más poderosas se hacen estas industrias, más difícil se hace frenarlas. Los Gasol afirman en repetidas ocasiones que "no van contra la industria", aunque ellos saben bien que no es eso lo que la industria percibe, siempre sensible a todo lo que pueda interferir en su imagen y beneficios.

Nos explican en el artículo que

España no es ajena al problema, pues uno de cada tres menores tiene obesidad o sobrepeso en nuestro país. Es más, aquí, como en otros países mediterráneos, la curva de la obesidad infantil ha crecido en la última década a la misma velocidad con la que se abandonaba la dieta mediterránea.

La covid-19 vino a agudizar las cifras por "la destrucción de hábitos y al estado emocional de niños", el aumento del sedentarismo y del uso de pantallas y las menos horas dedicadas al sueño.

A lo que se suman las desigualdades sociales, que explican en buena parte la expansión de la enfermedad en los entornos socioeconómicos más vulnerables.

Después "hay industrias muy importantes que están muy presentes en nuestro día a día y que tienen una influencia grande en la construcción de estos entornos", y que solo en publicidad de algunos de sus productos gasta más de 900 millones de euros al año.*

No hace falta demasiada imaginación para comprender las dimensiones del problema y sus posteriores ramificaciones. En un sistema donde los problemas se perciben como "oportunidades", donde la obesidad infantil se acaba "equilibrando" con negocios como los gimnasios, por ejemplo, en edades posteriores como respuesta a la "gordofobia" reinante y creciente, las angustias y dependencias mantienen a los sujetos en constante inseguridad. Y la inseguridad también vende. De esta forma, cada problema se transforma en un nuevo negocio. Nada se soluciona, solo se traslada.

Los Gasol tratan de evitar mostrar un enfrentamiento directo con la industria alimentaria que controla muchos sectores y lo hace sobre un sector indefenso, sensible a manipulaciones mediáticas y publicitarias que les llevan hacia esos alimentos poco sanos. Saben de las consecuencias de enfrentarse directamente a enemigos poderosos. Hay que agradecerles que tomen posición para tratar de reducir el efecto de estos negocios de pocos escrúpulos. Curiosamente, la noticia se ha etiquetado como "baloncesto".

Cada vez veo más niños y niñas llevados en sillitas a edades en que tenían que haberlas abandonado y caminar. Los padres las empujan mientras miran sus teléfonos. 


* "Pau Gasol denuncia haber sufrido "presiones de la industria" alimentaria por su cruzada contra la obesidad infantil" 20minutos 26/05/2025 https://www.20minutos.es/deportes/noticia/5715942/0/pau-gasol-denuncia-haber-sufrido-presiones-industria-alimentaria-por-su-cruzada-contra-obesidad-infantil/

lunes, 26 de mayo de 2025

Los mandamientos texanos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

No deja de ser interesante e instructiva la doble dirección tomada por los Estados Unidos de Trump. Una va hacia el control económico y militar; la otra directamente hacia el integrismo religioso.

Tendemos a ver a los Estados como un país de "modernidad", el que llevó al hombre a la Luna, pero está el otro, el que quiere llevar al hombre al paraíso. La época de Trump supone de nuevo una presión en este último recorrido.

Esto quiere decir que repiten los mensajes mesiánicos que nos quieren hacer ver que el destino americano se sostiene en una "fuerza" divina. Recordemos la idea del "destino manifiesto", de larga tradición y uso, junto a reacciones de este tipo ante los intentos de atentados contra Donald Trump, "protegido" por un ángel con forma de bandera norteamericana. Lo que algunos han considerado una broma, la postulación de Trump al papado, quizá no lo sea tanto.

La idea de que el norteamericano es el "nuevo pueblo elegido" ha dado alas a los sectores más integristas de la población, que trata de deshacer cualquier cosa que "huela a progreso".

En este contexto, Texas se lleva la palma del integrismo religioso. En 20minutos podemos leer la siguiente noticia "Texas ultima una ley que obliga a exhibir los Diez Mandamientos en todas las aulas de colegios", en la que se nos explica lo siguiente: 

El Congreso del estado norteamericano de Texas está en la última fase de la aprobación de la Ley del Senado Número 10, una norma que obliga a exhibir los Diez Mandamientos de la religión cristiana en todas las aulas de los colegios.

La ley fue aprobada el sábado por 88 votos a favor y 49 en contra en la Cámara de Representantes texana tras dos horas de debate, lo que supondría incumplir con la norma del Sábat judío y demostraría el doble rasero de la legislación, según destacaba el representante demócrata James Talarico y recoge el diario Texas Tribune.

Ya el domingo se aprobó en Cámara de Representantes por 82 a 46 con la modificación que aclara que el estado será responsable de cualquier coste legal si se denuncia a cualquier distrito escolar por esta medida.

Resta ya solo la aprobación definitiva del Senado estatal y el Partido Republicano cuenta con los votos necesarios para que se convierta en ley. El gobernador texano, Greg Abbott, ya ha expresado su intención de firmar para promulgar la ley. El cartel con los mandamientos debe tener al menos 50x40 cm, recoge la ley, que advierte de que no se podrán colocar carteles similares cerca del mismo.* 

Como se puede apreciar, no se trata solo de "poner" los carteles con los mandamientos, sino de asumir las denuncias e inconvenientes que pudieran surgir por esta acción. Es una forma de evitar que sean removidos los carteles con los diez mandamientos.

Estos mandamientos, demás, se entiendo como un "programa actual" de acción que no solo debe ser conocido, sino seguido a pies juntillas.

En el texto de la noticia se nos dice:

"Tenemos la obligación de seguir las leyes divinas. Creo que todo sería mejor si lo hiciéramos", ha argumentado la representante Candy Noble durante el debate, dando voz a quienes defienden que los Diez Mandamientos forman parte fundamental de la historia de Estados Unidos y combaten la "decadencia moral".*


Creo que el planteamiento no puede ser más claro. No se trata solo de que se conozcan los diez mandamientos, sino que hay que "seguirlos" dentro de ese vínculo divino con la historia norteamericana. Es "anti americano" no hacerlo.

La manipulación política religiosa es absoluta y nos lleva directamente al terreno de lo incuestionable. Introduciéndose en las escuelas, el trumpismo se blinda con lo religioso. Veremos todavía muchas cosas, porque estos principios tienen consecuencias, no son meramente decorativos. Se entrelazan entre ellos como una tela de araña.

La imagen de Charlton Heston con las tablas de la Ley, separando las aguas, etc. son la forma en que Hollywood contribuye a la expansión de estas cosas. Un Moisés norteamericano siempre es una ayuda. Más si se le vincula com la Asociación Nacional de Rifle, otro emblema nacional, un pilar del americanismo.. 

Por todas partes del mundo, el integrismo se refuerza y lo hace a través de estos medios, los religiosos que sostienen a los políticos. Por si fallan, el rifle siempre quedará a mano.

 

* "Texas ultima una ley que obliga a exhibir los Diez Mandamientos en todas las aulas de colegios" 20minutos / EP 25/05/2025 https://www.20minutos.es/internacional/texas-ultima-ley-obliga-exhibir-diez-mandamientos-todas-aulas-colegios-5715586/

domingo, 25 de mayo de 2025

La gestión de lo posible

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

El artículo en 5 días de Manme Guerra lleva por título "Asumir que las divas también pierden o cómo digerir un fracaso"*, lo que es muy bonito cuando ya ha pasado la tormenta, al menos en parte.

Lo ocurrido este año con el Festival de Eurovisión ha sido tirando a raro y la prueba es que sus efectos  todavía colean. El texto hace referencia a que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, por usar un dicho popular. La entradilla del texto ya nos advierte de lo malo que es eso: "Los expertos señalan que es importante ajustar las expectativas y defienden ver los reveses como una forma de aprender. Alertan del peligro tras el mensaje “si quieres, puedes”* ¿Los expertos en qué? ¿No serán los que han hecho de la creación de expectativas su arte previo a la segunda fase, la gestión del desengaño?

En una sociedad mediática, la gestión de expectativas, la generación ilusiones, va en una fase previa a la gestión de desengaños. Teniendo en cuenta que todos "pueden ganar", pero que solo uno lo hará, el paso final es ajustar las expectativas creadas a los resultados finalmente obtenidos. La pregunta que se nos hace es cómo pasar de un estado a otro sin que se produzca una enorme frustración. Es decir, como señala el título, "cómo digerir un fracaso". No en vano, el texto viene con una etiqueta: "psicología".

Esta cuestión no es baladí; de hecho formaba parte del aprendizaje de la vida y a que esta no era vista como un camino de éxitos, sino más bien al contrario, como un "camino de lágrimas", con alguna que otra alegría esporádica


Cómo hemos pasado a normalizar el éxito tiene mucho que ver con los remedios que nos venden a diario, remedios capaces de cambiar nuestra vida en segundos, al menos en la teoría.

Hay que reconocer que este año en Eurovisión la distancia entre lo esperado y lo obtenido ha sido mucha. De esa esperada victoria al puesto "24", antepenúltimo, se ha generado no solo "frustración", sino irritación.

Las "explicaciones" del fracaso van de teorías conspiratorias a la mala elección de la canción, como señala una lituana (así, sin más) en 20minutos

Se insiste también mucho en los apoyos necesarios para poder superar la situación y en la entereza de la cantante.

No se insiste demasiado, en cambio, en la corriente ganadora creada para obtener lo que se buscaba realmente, el entusiasmo del público, que este se sintiera necesario y diera  prácticamente por hecho el triunfo de la cantante española. ¿Se le pasó a alguien por la cabeza que pudiera no ser así? Estas cosas se resuelven y olvidan hacia la mitad de la tabla clasificatoria, pero el antepenúltimo puesto no depara muchos enjuagues. Es una bofetada contra la dura realidad.

Las teorías conspiratorias permiten un mayor margen, aunque no vayan más allá. La dirección del Festival no va a admitir nunca lo extraño que haya podido ocurrir y permite así ajustar el resultado y reducir la frustración. La imaginación funciona.

Sin embargo, deberíamos aprender algo: a no crear falsas expectativas. Es difícil porque es probable que el "mal resultado" haya generado aspectos positivos, como reacción de las audiencias. En el fondo, es de lo que se trata, de atraer la atención.

El año que viene, Melody será invocada; se recordarán las injusticias cometidas hoy y se planteará una revancha justiciera. Esta vez, ¡Europa, te vas a enterar! Estaremos de nuevo subidos al carro de las expectativas, pero ¿habremos aprendido a gestionar los fracasos?

* Manme Guerra "Asumir que las divas también pierden o cómo digerir un fracaso" 5días 25/05/2025 https://cincodias.elpais.com/fortunas/2025-05-25/asumir-que-las-divas-tambien-pierden-o-como-digerir-un-fracaso.html

sábado, 24 de mayo de 2025

Harvard somos todos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las acciones continuas y contrarias de Donald Trump sobre lo que creíamos posible en los Estados Unidos nos afectan cada día. De las viejas películas de Frank Capra, llenas de discursos optimistas, a las películas judiciales, nuestro universo norteamericano es destruido a golpe de discurso, arancel o amenaza al mundo. Donald Trump ha llevado al reino de la ficción a los Estados Unidos, convirtiendo en "gore" lo que toca, en una "matanza de Texas" serializada con él como protagonista y armado con esa motosierra que le regaló su "mini yo" Milei.

De vez en cuando surge alguna jueza (¿por qué son casi siempre mujeres?) que se le opone, que dicta alguna orden para impedir desmanes o, al menos, intentarlo. Son pequeñas acciones de gran valor ante el furor dictatorial que Trump ha puesto en marcha en unos irreconocibles Estados Unidos. Echamos de menos esos discursos de James Stewart describiendo un mundo que quizá entonces ya fuera irreal, pero que hoy nos sitúa a años luz de este oscuro y perverso presente, lleno de explosiones por todo el mundo en forma de amenazas, con la única promesa del "MAGA", de exclusivo consumo interno y una dieta desequilibrada para los demás.

En este extraño mundo con el que nos despertamos cada día, le ha salido un grano a Trump, el de la Universidad de Harvard, que se ha convertido en un objetivo para su reducción a la nada. El caso de la prestigiosa universidad norteamericana es importante porque pasa a ser un nuevo El Álamo de Trump, un foco de resistencia, de atrincheramiento, que salve la imagen de los Estados Unidos ante el mundo (igualmente ante sus propios ojos) mostrando que es posible aguantar el tipo con los viejos ideales como bandera.

Siempre hemos escuchado que los Estados Unidos era un país "presidencialista", pero no imaginábamos lo que podía suponer que un personaje como Trump —presentador y acosador en concursos de mises, organizador de concursos como El aprendiz, adúltero confeso y prolongado, vendedor de ocasional de Biblias, etc.— pudiera llegar tan lejos; que podría tener tanto atractivo para la integrista y confesional América de hoy, por un lado, y que podría intentar desbaratar el mundo desde su prepotencia y del dominio de armas y economía.

Por eso, el caso de la Universidad de Harvard es importante porque concentra todas las maniobras de Trump y porque significa esa resistencia que podría tener un efecto dominó sobre otras iniciativas similares.

Los ataques de Trump ante quien se le resiste son brutales. En una primera oleada contra Harvard ha intentando cerrarle las subvenciones y ayudas con las que la Universidad contaba. Lo ha hecho con Harvard y con otras. Pero es cuando la sociedad ha empezado a revolverse contra Trump por su apoyo al Israel del genocida Netanyahu, cuando Trump ha puesto en marcha otra jugada en su estrategia de disolver las protestas.

En primer lugar, la ofensiva contra Harvard se presenta en que es un centro "antisemita" porque no "controla" las protestas contra Israel. Esta cuestión ya deja clara la postura antidemocrática de Trump y su equipo. Si protestar contra un genocidio es ser "anti semita", la mayor parte de los países e instituciones, incluida Naciones Unidas, lo serían. Ver la orden de captura dictada por la Corte Penal Internacional como "antisemita" es jugar demasiado con conceptos y palabras, pero ese es el fuerte de Trump, el retorcimiento de la realidad. 

La segunda acción de Trump va contra la admisión de alumnos extranjeros, considerados como "peligrosos antiamericanos". Este despropósito en una muestra más de la falta de democracia y honestidad trumpista. El uso de este tipo de maldades refleja el talante antidemocrático alcanzado por Trump y los suyos.

Hoy, los Estados Unidos de Trump, son cómplices del apoyo y financiación de un genocidio en toda regla, por más que se creen situaciones para decir lo contrario. Se juega con el hambre y con la destrucción masiva de un pueblo violando todos los principios internacionales. Los civiles, incluidos miles de niños, mueren de hambre, falta de atención medica y bombardeos. Su máximo protector es Trump en el nombre de los Estados Unidos.

La comunidad internacional, especialmente la Unión Europea, no puede seguir auto engañándose sobre el cambio de su antiguo "socio", hoy rival y enemigo declarado, como nos señalan las noticias de esta misma mañana sobre sus declaraciones. La UE, nos dice de nuevo, se creó para "perjudicar" a los Estados Unidos. Con este tipo de declaraciones, Trump justifica de aranceles a invasiones; ha convertido el mundo en su campo de batalla, poblado de enemigos, con solo dos amistades, la de Israel, y, curiosamente, la de Vladimir Putin, que le sirve para atizar miedos y presiones.

La batalla de la Universidad de Harvard, a la que se le quieren quitar sus alumnos extranjeros por ser centro "anti americano" es una batalla de todos. No es solo la racionalidad académica frente a la irracionalidad política de Trump, contra su autoritarismo fascistoide. Es algo más: Harvard somos todos.

En RTVE.es podemos leer:

La Universidad de Harvard ha presentado este viernes una demanda contra la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, después de que esta revocara el jueves su capacidad para inscribir a estudiantes internacionales. La prestigiosa institución ha calificado la decisión de represalia política y una violación constitucional.

La denuncia, que ha sido impuesta en un tribunal federal de Boston, sostiene que la medida representa una "violación flagrante" de la Constitución de EE. UU. y otras leyes federales, y ha tenido un "efecto inmediato y devastador" sobre la universidad y los más de 7.000 estudiantes con visa. Como resultado, muchos alumnos extranjeros se han visto obligados a buscar otras instituciones para continuar sus estudios o, de lo contrario, corren el riesgo de perder su permiso de residencia en Estados Unidos.*


La pregunta nos la hemos hecho muchas veces en poco tiempo: ¿cuánto tardarán en darse cuenta de lo que supone Trump para los Estados Unidos? ¿Cuánto tardarán en tener los pies en el suelo y ver en qué les está convirtiendo? La democracia parte de un principio que es revisable: el pueblo elige a los "mejores". La Historia nos demuestra que algunas veces ocurre lo contrario. Y es precisamente a la "Historia", pasado presente y futuro a lo que se está atacando y convirtiendo al país es una caricatura de sí mismo, una peligrosa caricatura de la que otros está aprendiendo, una caricatura que anima a los dictadores en ponerse a la sombra de los Estados Unidos de Trump.

El retorcer las leyes, los conceptos, los hechos, que es lo que hace Trump y su administración, plagada de agresores de las libertades y de los principios constitutivos del país no abre ninguna senda a la grandeza, sino a la vergüenza y al rechazo frontal.

The New York Times

Hay que rechazar a Trump y lo que supone en nombre de la "americanidad", de unos principios que han servido a otros muchos para hallar su camino. No hay que idealizar la política de los Estados Unidos, plagada de errores e intereses, pero sí es cierto que no ha habido otra ocasión como esta, con una Casa Blanca desde la que se pulverizan los ideales de democracia en nombre de una falsa "grandeza".

Si denunciar a Netanyahu como genocida y al gobierno de Trump como cómplice directo es el crimen de los estudiantes que se manifiestan, entonces Harvard somos todos. En tiempos en que las Universidades del mundo han perdido muchas veces su sentido histórico, intelectual, de referencia, es valioso que sea una universidad la que se oponga a este desastre absoluto, a este signo perverso de los tiempos que representa Trump y los que le apoyan.

Sí, Harvard somos todos por una cuestión de dignidad intelectual, de honestidad, algo que debe estar presente en la propia vida de las universidades, con cuya independencia se quiere acabar. Las universidades deben tener como meta lo contrario de lo que Trump supone.

Harvard ha sido una referencia académica, científica; hoy lo es también moral.

 

* "Harvard demanda a la Administración Trump por bloquear la inscripción de estudiantes extranjeros" RTVE.es / Agencias 23/05/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250523/harvard-demanda-administracion-trump-bloquear-inscripcion-estudiantes-extranjeros/16594193.shtml