sábado, 16 de diciembre de 2023

El coste de las mentiras

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

No estamos ya acostumbrados a que la "verdad triunfe", algo que queda para las películas y otras formas de ficción que nos ayudan a sobrellevar este día a día tan marrullero. Pero de vez en cuando, mira por donde, las mentiras acaban con el rabo entre las piernas, en este caso las del abogado de Trump, Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York, que pasará a la historia por lo que él mismo ha elegido, y no precisamente lo mejor para ser recordado.

La noticia estaba ayer por la noche en las cadenas internacionales norteamericanas, que comentaban lo ocurrido dándole la importancia enorme que tiene. Hoy, nuestros medios se hacen eco de ella, no de forma tan amplia como deberían, sumidos en nuestras penas y excentricidades nacionales. En un momento en el que las informaciones sobre el estado de Trump nos dicen que le lleva seis puntos de ventaja a Joe Biden en las encuestas, hay que ver el alcance de esa noticia para el destino de Trump. Veremos ahora si se puede deslindar de esas acciones que han realizado sus sicarios en su nombre. Trump siempre ha utilizado la misma táctica de los intermediarios, las personas que —supongo que por un buen precio— han estado realizado el trabajo que al jefe no le apetecía dar para evitar golpes como estos.


En el diario ABC nos dan esta información, firmada por Javier Ansorena, su corresponsal en Nueva York: 

Rudolph 'Rudy' Giuliani, el que fuera alcalde de Nueva York y abogado personal de Donald Trump, ha sido condenado este viernes en un juzgado federal de Washington al pago de 148 millones por difamación a dos trabajadoras electorales tras los comicios presidenciales de 2020. Giuliani, que lideró los esfuerzos de Trump para dar la vuelta a los resultados de las urnas, acusó a las dos mujeres de realizar actos para robar las elecciones al expresidente republicano, que fue derrotado en las urnas por el candidato demócrata y actual presidente, Joe Biden.

Las personas difamadas son Ruby Freeman y su hija, Wandrea ArShaye Moss, a quienes acusó de una trama para contabilizar votos falsos en un colegio electoral en Georgia, un estado que Biden ganó por poco más de diez mil votos y que fue clave en su victoria.

Giuliani abrazó una acusación sin fundamento de que se habían introducido en la oficina de recuento electoral maletas con votos ilícitos para Biden, algo que ha quedado totalmente desacreditado pero que en su momento provocó la furia entre los seguidores de Trump. El abogado de Trump, muñidor de muchos de las acusaciones de robo electoral -del que ni los tribunales ni el propio Departamento de Justicia de Trump encontraron pruebas-, nombró en persona a Freeman y Moss como parte de la trama. 

Las mujeres han explicado en un juicio civil esta semana cómo las acusaciones de Giuliani les cambiaron la vida y supusieron una pesadilla de insultos y amenazas. Recibieron mensajes en los que les advertían de que acabarían colgadas o linchadas, acudían a sus casas a insultarlas, las perseguían.*

La necesidad de ponerle nombre propio a lo que ha sido generalmente una forma perversa de insinuaciones le hizo dar el paso en falso a Giuliani. Las acusaciones genéricas no suelen acabar en los tribunales por la naturaleza misma de la "insinuación", algo de lo que Trump ha sido siempre maestro, pero su abogado Giuliani dio un paso más, concretar esos nombres de personas que podían defenderse exigiéndole que probara lo que estaba diciendo de ellas. Y así se ha hundido.

Pese a todo lo dichos por Trump y los suyos, no ha habido una sola prueba de fraude electoral. Todo forma parte del ego y de las marrullerías del ex presidente que debido a su narcisismo considera que siempre que alguien le gana en algo es porque ha hecho trampas. Eso viniendo de una persona como Trump, un mentiroso compulsivo, no deja de ser un chiste.

El problema que le queda a sus sicarios es que tienen que refrendar lo que el jefe dice e ir más lejos, hasta allí donde tenga alguna apariencia de verosimilitud. Lo que es deseo en Trump, acaba siendo necesidad en manos de los que viven de él y su posición. Esa necesidad de refrendar al jefe es lo que le va a costar casi ciento cincuenta millones de dólares, que no está mal. Giuliani se suma así a los sicarios que pagan las aventuradas afirmaciones del jefe.

¿Cómo afectará esto a la futura campaña a la presidencia de los Estados Unidos, con Trump como candidato? Es difícil saberlo, tal como se está viendo hoy la política, más una cuestión pasional que otra cosa.

En buena lógica, lo que ha salido de Trump hasta el momento sería lo suficiente para eliminarlo de la carrera a la Casa Blanca, pero esto ya no funciona así. La "pobre democracia" ya no nos sirve para elegir a los mejores candidatos. La palabra "mejores" ha dejado de tener sentido o al menos no tiene el mismo que antes. Puede que Trump engañara a todo el mundo en las primeras elecciones vendiendo un personaje inexistente. Pero no fue así —se presentó como anti político, anti sistema— y no será así después de todo lo que ha salido en los tribunales, especialmente de la boca de aquellos a los que vendió de mala manera dejándolos como responsables de lo que era cosa suya.

Lo cierto es que, nos guste o no, las preferencias por este Trump sin tapujos, este Trump descarado, que no esconde casi nada y que exhibe sus maldades reconvertidas en virtudes, le consigue más votos que un Trump austero, moderado y sincero. De esta forma, la política norteamericana se ha convertido en una lucha en la que se pone sobre el tablero algo más que la personalidad o la capacidad política. Hay mucho de voto a la contra, de principios oscuros que no se presentan a primera vista, pero que se intuyen porque se dejan ver.

El caso es importante porque todo lo que ocurre en los Estados Unidos se contagia poco después a otros países en los que su influencia es grande o en los que se ponen en práctica las tácticas que han llevado a la victoria a ese candidato que se hace con el poder.

Trump ha sido el candidato inmoral de partidos y grupos guiados por su "moralidad". Que la extrema derecha religiosa norteamericana, por ejemplo, haya tenido a Trump como candidato nos dice mucho de las tácticas para llegar al poder. Esa extrema derecha populista, con caracteres nacionalistas destacados, machista y xenófoba como rasgos principales ha tenido muchos imitadores por el mundo. No ha sido casual, desde luego. Personajes como Steve Bannon se han dedicado a expandirlos. La coincidencia con las políticas de Vladimir Putin tampoco ha sido casual. Putin ha apoyado a los extremismos de derecha (LePen, en Francia), al separatismo o directamente al Brexit, como hizo Trump.

Para llegar a la nominación, Trump debe enfrentarse a sus colega republicanos. Estos ya están empezando a señalar que no está dispuesto a admitir derrota alguna y que señalará que ha sido "robado". Es lo que ya denuncia en candidato Ron DeSantis en TNYT hoy mismo. 

The New York Times 16/12/2023

El problema que se plantea con una nueva presidencia de un Trump que se siente refrendado y que convertirá su elección en una "verdad absoluta", un elemento que borraría cualquier asomo de duda, es realmente grave y va más allá de las fronteras estadounidenses.

Los 148 millones de indemnización que deberá pagar Rudy Giuliani son apenas una pequeña cantidad para el daño hecho e irreparable, no solo a las dos funcionarias electorales, sino al sistema en su conjunto. Con Trump la política ha perdido cualquier asomo de pudor y prudencia. Lo de Giuliani es solo un efecto colateral, una consecuencia.

Cada vez es más difícil encontrar políticos que sean responsables, honestos y que digan lo que deben decir a sus electores y no solo lo que estos quieren escuchar. No quedan muchos modelos de políticos verdaderos, con sentido del estado y con capacidad de liderazgo ejemplar. Nos quedan los Trump, los imitadores y secuelas. Funcionan electoralmente porque, indudablemente, los electorados, que es otra forma de llamar a la sociedad, no funcionan como deben.

* Javier Ansorena "Rudy Giuliani, condenado a pagar 148 millones de dólares por difamar a dos trabajadoras electorales en 2020" ABC 16/12/2023 https://www.abc.es/internacional/rudy-giuliani-condenado-pagar-148-millones-dolares-20231215000153-nt.html

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