lunes, 11 de diciembre de 2023

El acantilado de cristal o sutilezas del machismo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las cuestiones que aparecen en este mundillo al que se enfrenta el feminismo son cada vez más curiosas. Los intentos de desmontar el machismo patriarcal de ciertos sectores son complejos y resistentes. Uno tiene dudas sobre si esto es natural, por decirlo así, o fruto de una conspiración en toda regla.

Hace unos días hicimos la presentación del libro "Misoginia online: La cultura de la manosfera en el contexto español" (Ed. Tirant 2023), editado por mis compañeras de Facultad, las profesoras Asunción Bernárdez Rodal y Yanna Franco junto a un grupo de investigación dedicado a sacar a la luz las maniobras de la denominada "manosfera", es decir, los grupos rabiosamente machistas de todo orden que se han fortalecido gracias a las posibilidades de anonimato y comunicación que les da internet. El estudio se centra mayoritariamente en el papel de estos grupos en España y resulta realmente interesante por sus planteamientos y sus perspectivas en la economía. Recomiendo su lectura por motivos de interés, comunes.

Un aspecto interesante es algo que hemos señalado aquí en varias ocasiones: el mimetismo de la ultraderecha española respecto al populismo trumpista, que le sirve de modelo. Una parte de ese populismo ultraderechista se centra en sus políticas antifeministas, algo en lo que coinciden con otros grupos.

Se lleva mal esto de la igualdad. Una vez que las mujeres buscan su independencia, el gran yugo, los ataques en todos los sectores que puedan ocupar, en los cargos a que accedan se convierten muchas veces en trampas que buscan su fracaso.

En RTVE.es podemos leer un interesante texto que me ha recordado mucho el funcionamiento de esa "manosfera", ese universo masculino dedicado a denigrar a las mujeres y crearles desprestigio en cada ocasión posible. El artículo está firmado por Rocío Gil Grande y lleva por título "Mujeres ascendidas a directivas cuando la empresa está en crisis: la "trampa" del 'acantilado de cristal', en el que se comienza por explicar ese término de "acantilado de cristal": 

Para explicar en qué consiste, es conveniente poner un ejemplo. Una mujer tiene un currículum potente, con amplia formación y experiencia. Nunca o casi nunca ha podido ascender en su trabajo y un día surge la oportunidad que tanto había esperado: le ofrecen dirigir su empresa u ocupar un alto cargo de responsabilidad. Eso sí, con un importante matiz: la compañía en cuestión está pasando por una profunda crisis y las probabilidades de remontar la situación son escasas.

Begoña Marugán, profesora en sociología de la Universidad Carlos III especializada en perspectiva de género, subraya a RTVE.es. que el “acantilado de cristal” viene “derivado del techo de cristal”. En España, el 40% de los Consejos de Administración no cuenta con ninguna mujer, según un reciente informe del Colegio de Registradores, que analizó un total de 80.000 empresas. En cambio, solo un 1% de las empresas analizadas no contaba con ningún varón. En el IBEX 35, el índice bursátil de referencia en España, solo el 30,75% de los miembros de los Consejos de Administración en 2021 eran mujeres, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se ha marcado el objetivo de llegar, al menos, al 40%.

El término “acantilado de cristal” lo acuñaron en 2005 los investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) Michele K. Ryan y Alexander Haslam, que tras examinar los resultados de las empresas del índice bursátil de la Bolsa de Londres (el FTSE 100) antes y después del nombramiento de nuevos directivos, encontraron un patrón: las compañías que nombraron mujeres como directivas llevaban obteniendo malos resultados en los cinco meses previos a su designación. Y aunque esta situación se analizó en empresas, es aplicable como a otros ámbitos, como el político.*

Si el techo de cristal te impide ascender, el acantilado de cristal no te permite ver la profundidad de la caída de la empresa en la que se te ha aceptado para que formes parte de un hundimiento programado.

En algún sitio saldrá un listado de empresas que se hundieron con una mujer al frente. El descubrimiento es que esas empresas eran ya irrecuperables en su mayor parte. Poca sutileza y mucho maquiavelismo.

¿Realmente se están creando esos grupos de orden "manosférico", esos grupos confabuladores en los que se hace fracasar deliberadamente a las mujeres para hacer un lavado de cara al fracaso masculino?

Así parece según los estudios e informes aportado sobre fracasos empresariales. El ascenso es realmente un hundimiento, responsabilizado a la mujer que acepta el cargo de lo que se ha hecho anteriormente.

¿Es posible que exista esta especie de machismo de zancadilla? Uno tiende a pensar que estas cosas del machismo son cosa de gente sin formación, pero descubres con el tiempo que el machismo de estas zonas elevadas de la sociedad, de sus puestos de responsabilidad, es mucho más fuerte de lo que se pensaba.

Conforme las mujeres se forman mejor, acceden a mejores puestos. ¿Se siente amenazados los machos en las alturas? ¿Se siguen sintiendo superiores solo por ser varones cuando les fallan las cuentas, cuando ser hombre ya no lo es todo?

Hace unos cuantos años, con motivo de alguna celebración femenina, escribí un post celebrando a las mujeres que tuve como "jefas" a lo largo de mi vida. Para mí había sido fundamental en mi trabajo. Hace unos días escribí otro dedicado a la inteligencia y las ganas de trabajar con mis doctorandas y ya doctoras. En este último caso, la mitad del trabajo que he hecho ha sido muchas veces el ayudar a construir un sentido pleno del valor propio, algo que les habían machacado sistemáticamente a lo largo de su vida educativa y muchas veces personal.

María López Villodres, El País 18/12/2019

El concepto no es nuevo y hay múltiples artículos explicando el problema, lo que no ha evitado que se produzca una y otra vez, en las empresas, en los partidos... ¿Cuántas mujeres habrán caído en esa trampa de cristal, apareciendo como responsables del hundimiento de empresas o partidos? ¿Cuántos hombres habrán jugado a la loa cuando sabían que habían contratado a mujeres para que se hundieran y su nombre quedara unido al desastre? ¿Lo ves, antes con los hombres estas cosas no pasaban?, dirán riendo por dentro.

La idea del "acantilado de cristal" es repulsiva por sí misma, pero nos encontramos en un nuevo entorno en el que las mujeres vuelven a ser atacadas y la igualdad se considera negativamente. Nos dicen que uno de cada cuatro jóvenes no cree en la violencia de género, que es el primer paso en todo esto. De la misma forma, se está volviendo a mujeres que creen que la violencia es un síntoma de pasión e interés. Los cementerios se pueblan de mujeres que no denunciaron o que si lo hicieron acabaron retirando los cargos. La violencia existe y negarla es otra forma de violencia, como hemos señalado en ocasiones. Pero además, hay que añadir, esta adquiere múltiples y sutiles formas, como en este caso, de ofertas envenenadas. 

 

* Rocío Gil Grande "Mujeres ascendidas a directivas cuando la empresa está en crisis: la "trampa" del 'acantilado de cristal'" RTVE.es 10/12/2023 https://www.rtve.es/noticias/20231209/mujeres-ascendidas-cargo-directivo-crisis-trampa-sexista-acantilado-cristal/2456622.shtml

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