viernes, 29 de diciembre de 2023

La guerra de los nombramientos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

No hay forma. Esto de los nombramientos, como decíamos ayer, se está poniendo complicado y reivindicativo por minutos. Es como un chicle pisado, que se estirara sin fin. La cuestión se complica en las "zonas sociales sensibles", entendiendo por esto aquellas que te pueden asegurar el control de un sector activo y con poder de decisión de cara a unas elecciones o de cara a la calle y sus movilizaciones. Estos dos elementos están fuertemente unidos. Si para la derecha es la "unidad de España" o la "política familiar", para la izquierda son las cuestiones de género, es decir, lo que afecta a la mujer y a los colectivos LGTBI.

La polémica se ha vuelto a producir con el nombramiento de una de las piezas claves, el de la nueva directora del Instituto de la Mujer, un lugar de poder y visibilidad para hacer políticas y pronunciamientos de gran impacto. Para el cargo, la parte del gobierno socialista en el Ministerio de Igualdad ha escogido a Isabel García, lo que ha sentado fatal en Sumar (y Podemos, que aprovecha a meter el dedo en el ojo).

En RTVE.es dan cuenta del enfado. Tras contarnos los méritos de Isabel García en la Comunidad Valenciana, donde ha estado en cargos hasta el momento, la cadena pública televisiva señala que el nombramiento ha sido tomado como una provocación: 

La portavoz de Sumar en materia de feminismo, igualdad y derechos y libertades LGTBI, Elizabeth Duval, ha tildado de "vergonzoso" el nombramiento, a pesar de que su partido forma parte del Consejo de Ministros que este miércoles aprobó su nombramiento. 

"Envía un mensaje lamentable. El Instituto de las Mujeres no puede estar dirigido por alguien que sostiene la conspiración del borrado de las mujeres y critica la dictadura queer", ha indicado en redes sociales Duval, que forma parte de la dirección provisional de Sumar hasta la celebración de su asamblea.

Por su parte, desde el partido han tildado el nombramiento de "decepcionante" porque la dirección del Instituto de las Mujeres "no puede estar en manos de quien menosprecia e insulta a las mujeres y las personas LGTBI". "La libertad es de todas, todos y todes, o no es de nadie", ha reivindicado el partido de Yolanda Díaz en X.

A su juicio, es "especialmente grave" el nombramiento de García en un momento en el que retroceden "los derechos del colectivo LGTBI en la Comunidad de Madrid" y están "amenazados en otras comunidades gobernadas por la alianza de la derecha y extrema derecha".*


 

Parece que el choque es más frontal de lo que preveían los que hicieron el nombramiento, que parece seguir la lógica "ocupacional", es decir, la de ocupar cargos con alta visibilidad. La visibilidad es determinante ya que no solo se trata de hacer, sino de hacer ver que se hace, que es algo político en otro nivel. Esto es así porque los socios compiten para transmitir a los votantes, a la ciudadanía, que lo "bueno" que se hace es lo propio, mientras que lo que hace el otro socio es malo, incompleto o chapucero.

Hemos visto a lo largo del año anterior las acusaciones de unos y otros sobre lo "blandos", "pusilánimes" y "miedosos" que resultan los compañeros de viaje. La única solución son "ellos", que son los que han presionado para que se hiciera lo bueno. Sin ese esfuerzo, la fuerza acompañante se habría dado al abandono, entregada al miedo a hacer y nada se hubiera hecho. Así, la expresión "miedo del PSOE a la derecha", el "entreguismo", etc. estaban en boca de Podemos. Ahora le toca este aspecto a Sumar, que ha quedado emparedado entre los privilegios del poder y las amenazas de Podemos, los desplazados, una especie de "ex" celoso y vengativo del gobierno de Sánchez.

Desplazados de esos lugares, a Podemos le queda presionar y a Sumar tratar de salir de un electorado muy parecido de unos y otros, centrados en lo personal y en la confianza o simpatía.

La ex ministra Montero, la desplazada, no podía menos de terciar en este asunto presionando a Sumar y atacando al PSOE:

La exministra de Igualdad, Irene Montero, también ha criticado la elección. La dirigente de Podemos ha señalado que defender los derechos trans y LGTBI es "una obligación democrática". "Más para un Gobierno que tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir los Derechos Humanos. No olvidéis que somos más", ha reiterado la exministra en una publicación en X. "Qué viva la furia trans. Qué viva el orgullo LGTBI. Qué viva la lucha de las mujeres", ha reivindicado. *

Realmente esto está empezando a tomar un cariz muy feo y lo peor es que no tiende a mejorar. "Mejorar" es un concepto complejo en política. Para unos se trata de que aumente el barullo para poder elevar el tono y hacerse presentes en la opinión pública a la que lanzan estos conflictos; para otros, en cabio, "mejorar" es el silencio. Entre el silencio y el ruido hay muchos puntos intermedios en los que cada uno crea su propio nicho.

¿Sabían en el PSOE el revuelo que supondría este nombramiento? No sé si había personas sobre la mesa con las que podrían haber contado con menos conflicto. No le va a ser fácil a Isabel García sobrevivir a su propio nombramiento, convertida en la enemiga de lo trans. La polémica soterrada —algunas veces con estallidos volcánicos— entre los grupos feministas y otros grupos de "amplia" representación, por decirlo así, está ahí. Ahora ha estallado con el nombramiento. Es el riesgo de mostrarse demasiado. Ahora le lanzan los tuits pasados a la cara. Así son las guerras; vale todo.

La "nueva política" obliga a estas estrategias de confusión, de gresca continua dentro del sector. La noticia de RTVE.es, como hemos visto, entremezclaba los diablos de la derecha, a Díaz Ayuso, a Vox y al PP, como la tormenta que llega desde el horizonte para mujeres y grupos LGTBI. Amenaza y presagio son las dos bazas que se usan en este juego de la disconformidad llamativa.

¿Seguirá esta guerra de nombramientos, esta contestación de cada punto sensible, el que cada uno considera como "propio", como decisivo para llegar a los electores? Es probable. El modelo garantiza la presión sobre el que hace, pero también contra el que "no hace" pues la presión siempre existe por parte del desplazado.

En sí, el tema es muy complejo. En términos políticos es otra cuestión.  

* "El nombramiento de la nueva directora del Instituto de las Mujeres provoca las críticas de Sumar: "Es inaceptable"" RTVE.es  28/12/2023 https://www.rtve.es/noticias/20231228/nombramiento-isabel-garcia-directora-instituto-mujeres-criticas-sumar-transfobia-queer/2470058.shtml

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