Joaquín Mª Aguirre (UCM)
De
nuevo una pareja de activistas en contra del cambio climático lanzan puré de
patata o similar contra un cuadro, esta vez de Monet, tras una acción similar hace
unos días contra otro de van Gogh.
Que la
causa sea un problema real —el cambio climático— no convierte cualquier medida
en "buena"; no solo no arregla nada, sino que es una muestra
de insensibilidad de los que realizan la acción y, mucho me temo, va a provocar
pocas reacciones entre las autoridades, que tendrán que gastar más dinero en la
protección de las piezas de los museos y menos en prevenir el cambio climático. No hay justificación alguna para un acto de este tipo.
En RTVE.es les dan voz a los activistas del puré de patata:
"La gente se muere de hambre, la gente se congela. Estamos en una catástrofe climática y lo único que os da miedo es la sopa de tomate o el puré de patatas en un cuadro. ¿Sabéis a qué le tengo miedo yo? Tengo miedo porque la ciencia nos dice que no podremos alimentar a nuestras familias en 2050", ha gritado una de las activistas, que se ha pegado la mano a la pared.
"¿Se necesita puré de patatas en un cuadro para que escuchéis? Este cuadro no va a valer nada si tenemos que pelearnos por la comida. ¿Cuándo finalmente comenzaréis a escuchar?", ha sentenciado. La organización ha exigido, además, en un comunicado la clase política tomar medidas efectivas para limitar el cambio climático.*
Hubo un tiempo en el que cuando alguien quería llamar la atención se "quemaba a lo bonzo", pero mucho me temo que estos activistas arrojan tomates o puré no están por la labor. Tendrían, además de la simpatía por la causa, el cariño de todos aquellos que valorarían su sacrificio. Pero no es lo que esté ocurriendo con estos agresores de cuadros famosos. Todo por la foto.
¿Llaman la atención? ¡Por supuesto! Pero como la llaman otros delitos con un plus de tontería. La bondad de la causa no lava la estupidez del hecho. Lo que han dicho y ha sido recogido en el artículo no garantiza nada respecto al cambio climático y sí nos muestra una engañosa lucha entre "civilización" destructora, representada por el cuadro, y un cierto naturalismo bárbaro. Es como si con destruir las obras de arte, perfectamente humanas, se intentara "salvar" la naturaleza, como si el arte fuera su enemigo.
Sin embargo, la realidad es más bien al contrario. Fueron los artistas, desde el Romanticismo en adelante, los que reivindicaron la Naturaleza (con mayúsculas) y les dio por recorrer bosques y campos, por dedicarle sus obras maestras en forma de paisajes y de poemas. Nada enseña a amar la Naturaleza y a conservarla como los poemas de Wordsworth o los cuadros de C. D. Friedrich, por poner solo dos casos. Leamos al gran poeta de la Naturaleza, William Wordsworth:
I wandered lonely as a cloud
That floats on high o’er vales and hills,
When all at once I saw a crowd,
A host, of golden daffodils;
Beside the lake, beneath the trees,
Fluttering and dancing in the breeze.
(I wandered lonely as a cloud, W. Wordsworth)
Estos activistas son hijos de su tiempo, no del de los poetas y pintores que pasean por los campos que las fábricas y ciudades se iban ya comiendo. Estamos en los tiempos en los que se trata sobre todo de llamar la atención, el bien más preciado, después de la Naturaleza. Pero hay muchas formas de llamar la atención sobre el cambio climático y la destrucción de la Naturaleza a manos de los explotadores o de los simplemente inconscientes.
¿Son incompatibles el Arte y la Naturaleza? Hubiera entendido que se encadenaran en las puertas de una empresa petrolera y gritaran o cualquier otra acción de denuncia, pero ¿qué culpa tienen Vincent Van Gogh o Claude Monet, qué culpa tienen sus obras? Es más ¿por qué no usar la poesía, la pintura, etc. para sensibilizar sobre el problema de la Naturaleza? Quizá porque existen bárbaros insensibles al arte los hay para otras muchas cosas.
Si hay que tratar de salvar el planeta será con inteligencia y no con barbarie, que es lo que suponen las acciones mencionadas, un mal entendido sentido de lo "natural" y un sentido peor todavía de lo que es la civilización.
Caspar David Friedrich |
Toda mi simpatía por aquellos que dedican su inteligencia a tratar de salvar la tierra; pero ninguna simpatía a los que se dedican a tirar sopa de tomate o puré de patata, que lo único que hacen es dar argumentos a los enemigos del ecologismo, ridiculizándolo como "cosa de locos".
Afortunadamente, los cuadros no han resultado dañados. Pero puede que en cualquier momento puedan serlo en un mal cálculo. Puede que ellos estén muy orgullosos de lo que han hecho, pero desde luego no han convencido a una sola persona sensata, por mucho que hayan llamado la atención.
* "Dos activistas climáticos lanzan puré de patata a un cuadro de Monet en Alemania" RTVE.es/Agencias 23/10/2022 https://www.rtve.es/noticias/20221023/dos-activistas-climaticos-lanzan-pure-patata-cuadro-monet-alemania/2406789.shtml
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