viernes, 14 de octubre de 2022

Citado a declarar

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Lo revuelto del mundo no deja ver con claridad lo que está suponiendo para los Estados Unidos la investigación sobre lo ocurrido con el asalto al Capitolio el 6 de enero, un acontecimiento único en la historia de los Estados Unidos. Esto es mucho más serio, tanto por su sentido, como por sus implicaciones y la forma en que ha afectado a la vida estadounidense. Su efecto excede la vida norteamericana y llega a la comunidad internacional, ya afectada por el mandato de Trump y sorprendida por el final.

El asalto al congreso de los Estados Unidos fue algo más que una cencerrada alentada por un payaso y sus acólitos. Es un acontecimiento que marca un ecuador en la vida norteamericana y, teniendo en cuenta su carácter de superpotencia y dentro de las democracias occidentales, la de medio mundo.  Trump ha acercado las democracias a las dictaduras en un peligrosísimo recorrido de incontables y peligrosas consecuencias.

Los trabajos del comité que lo investiga no son rutinarios. Es un acontecimiento superior en trascendencia al que ya fuera altamente traumático, el Watergate. Aquí se fue más lejos, dejando a todos en estado de shock.

The New York Times 14/10/2022

El efecto destructivo de Donald Trump en la presidencia de los Estados Unidos nunca se podrá valorar lo suficiente. Las consecuencias las vivimos todavía y las seguiremos viviendo. Con Trump se nos muestran las debilidades de la democracia y eso es un muy mal ejemplo que vivimos hoy en gran parte del mundo. Es ese carácter ejemplar negativo lo que más daño ha hecho junto con el respaldo que sigue manteniendo de un electorado y un partido que está a su merced y que antepone el poder a los propios principios democráticos.

En La Vanguardia leemos sobre los últimos pasos del comité que le investiga: 

En la que pudo ser su última sesión pública antes de las elecciones a medio mandato del 8 de noviembre, el comité investigador del Congreso demostró que Trump tenía un “plan premeditado” para cantar victoria en las elecciones del 2020 aunque perdiera frente a Joe Biden, como sucedió. Y si perdía, trataría de anular el resultado. El plan quedó probado mediante numerosos testimonios de excolaboradores republicanos del expresidente.

La comisión proyectó los vídeos de unos documentalistas daneses en los que el exasesor del presidente republicano Roger Stone afirma el 2 de noviembre del 2020, víspera de las elecciones: “A la mierda con la votación, vayamos directamente a la violencia”. En otro momento, Stone comenta que a su juicio “el resultado estará en el aire” y que, “cuando eso suceda, la clave es reclamar la victoria y decir: ‘No, ganamos; lo siento, que se jodan”...* 

En las últimas décadas ha ocurrido algo que no se ha estudiado suficientemente en la política. Se ha producido una transformación en el modelo del liderazgo adecuándolo a unos parámetros populistas incluso dentro de las democracias, que los ha ido acogiendo por la crisis partitocrática.

Las sucesivas crisis y el modelo de erosión posible gracias a la ampliación de la manera de informar e informarse ha transformado el modelo. Se dijo de John F. Kennedy que fue el presidente de la televisión. Hay cientos de artículos en los que se nos habla de su telegenia, una virtud natural. Los Kennedy fueron educados para el poder, para llegar lo más alto. Y lo hicieron. Los nuevos políticos los imitaron y trataron de seguir el modelo. Para ello necesitaban de una preparación mediática y política.

Hoy los tiempos son otros. Las crisis han deteriorado el viejo modelo y los caminos son otros. Esos caminos pasan por el populismo de una forma u otra. Es lo que los nuevos medios posibilitan. No requieren de racionalidad, sino de emociones y furia; necesitan enemigos hacia los que canalizar la ira, que es dirigida hábilmente contra otros. De esta forma surge la xenofobia como móvil en las políticas antiinmigración, el sexismo considerando a las mujeres feministas como destructoras del viejo modelo en crisis de familia, etc. Hace más un sentimiento de peligro que los valores positivos democráticos de la convivencia. El propio sistema genera, como si fuera una selección darwiniana, los políticos posibles. El problema es que el perfil que se ha generado es el del demagogo salvador, entre otros. La intensidad de estos personajes depende de los propios partidos, de su capacidad de filtrarlos, pero vemos que cada vez es más difícil y que se busca concentrar en un líder todos esos recursos capaces de movilizar a los electorados, cada vez más alejados de sutilezas políticas, económicas o de otros orden: quieren culpables, gente, grupos, etc. a los que responsabilizar de las crisis que padecen.

Es lo que ha hecho Trump en los Estados Unidos, llevado desde la sombra por los grupos populistas políticos y religiosos. Hoy controla la vida del Partido Republicano a través del apoyo a sus candidatos en los distintos estados. La gravedad de lo ocurrido en la democracia norteamericana se refleja perfectamente en las palabras agresivas de Roger Stone, uno más en el grupo de asesores de Trump, ninguno destacado por sus principios democráticos.

El poder se ve de otra forma. Es una especie de batalla en la que vale todo para conseguirlo. La oscuridad de los políticos se esconde tras los destellos de la demagogia y el calentamiento constante de sus bases electorales, a las que se convierte finalmente, como en el asalto al Capitolio, en hordas armadas. El revuelo causado estos días en España por los "cantos" sobre el "36" muestra una similitud en la retórica usada para el calentamiento de las personas.

La confirmación de que existía un plan organizado para negar la victoria de Biden es demoledora para los Estados Unidos. Desgraciadamente, son un espejo para bien y para mal en el que los imitadores de Trump, de Bolsonaro a los Orbán y compañía, cada vez son más osados. Una vez en el poder, las consecuencias son de temer ya que van desmontando, como hizo Trump, todo aquello que puede molestarles en la siguiente cita electoral. Si todo falla, están las armas. El asalto al Capitolio dejó muertos y mostró el fondo conspiratorio del incidente cuando se empezó a tirar de diversos hilos.

La política es un sistema complejo en el que se entremezclan los intereses de los partidos con las fuerzas económicas, con los viejos y nuevos medios, donde es posible actuar a distancia a través de la manipulación de las redes sociales. El entramado es cada vez más oscuro y atrae a más grupos, como los radicales religiosos.


La democracia se resiente si deja de guiarse por el principio de la convivencia, de la alternancia pacífica y ordenada en el poder. Cuando aparecen personajes demagógicos como ocurre con Trump, el sistema entero se resiente. Son muchas las democracias que están hoy amenazadas por el "populismo", una vieja ideología para una nueva estrategia de acceso y conquista del poder. El discurso de Abascal el otro día lo muestra con claridad.

La investigación muestra que no se les fue de las manos el asalto al Capitolio, sino que formaba parte del plan B en el caso de perder las elecciones, como ocurrió. Si no fue a más, fue por pura casualidad y porque mucha gente se asustó de lo que podía haber ocurrido.

Hoy es una moda asegurar que hay fraude electoral si no se gana. Lo estamos viendo en ese Trump del sur, Jair Bolsonaro, presidente que se ha encargado de abrir la posesión de armas en el país. Lo que pueda ocurrir podremos verlo pronto. Esperemos que la victoria de Lula sea lo suficiente amplia como para evitar cualquier tentación.

Ahora Donald Trump está citado a declarar. Si va, debemos estar preparados para nuevas maniobras histriónicas, a la demagogia más exagerada con  el objetivo de enardecer a sus huestes, de gritar de forma victimista que es perseguido por ser el gran aspirante, algo con lo que ha jugado todo este tiempo. Según su perspectiva narcisista, ha sido el "mejor presidente de los Estados Unidos". La Historia dirá otra cosa.

Estados Unidos no puede cerrar en falso el caso Trump porque corre el riesgo de que él mismo u otro personaje similar aspire a hacer lo mismo. Y puede que tenga más éxito. 

* Fernando García "El Congreso cita a declarar a Donald Trump para que responda por el asalto al Capitolio" La Vanguardia 13/10/2022 https://www.lavanguardia.com/internacional/20221013/8566295/trump-sigue-siendo-peligro-democracia-comite-asalto-capitolio.html

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