Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Podríamos
pensar que son cosas de la edad que no arreglan la cirugía ni el maquillaje,
pero en el caso de Silvio Berlusconi no vienen a cuento. Más joven y menos
retocado decía cosas que ya hacían dudar. Pero el "caballero", el
"magnate", etc. siempre ha sido una fuente de problemas para Italia
con su facilidad parlanchina. Berlusconi era Trump antes de Trump, es decir,
incontinencia verbal encerrada en un cuerpo adinerado.
Berlusconi
está consiguiendo algo inusitado; hacer parecer moderados a los Hermanos de
Italia, la fuerza de la ultraderecha que tiene en sus manos el gobierno de
Italia. Las filtraciones de Berlusconi que salen a la luz representan una forma
realmente curiosa de interpretar los acontecimientos. Si Berlusconi es sabroso
con las cámaras delante, las filtraciones de grabaciones en privado solo podían
ser espectaculares en lo que revelan de esos lazos que Vladimir Putin ha
trenzado en sus años de contacto sutil por el mundo.
En las
filtraciones, además de presumir de su amistad profunda con Putin y de
contarnos cómo intercambian regalos, hay una descripción de lo que ocurre en
Ucrania que ni los servicios oficiales rusos de propaganda se hubieran atrevido
a difundir por causarles cierto sonrojo.
Esta es
la versión de Silvio Berlusconi, el caballero, sobre lo que ha ocurrido entre
Ucrania y el país, todo generosidad, liderado por su colega y amigo, Vladimir:
En la conversación con sus diputados, a los que pide "máxima confidencialidad", Berlusconi da su propia versión sobre cómo comenzó la guerra. "La cosa fue así: en 2014 en Minsk, Bielorrusia, se firmó un acuerdo de paz entre Ucrania y las dos repúblicas del Donbás recién formadas [...] Ucrania echa por tierra este tratado un año después y comienza a atacar las fronteras de las dos repúblicas".
"Zelenski llega y triplica los ataques", sigue. "Desesperadas, las dos repúblicas [...] envían una delegación a Moscú [...] y finalmente consiguen hablar con Putin. Dicen: 'Vladímir, no sabemos qué hacer, defiéndenos'. Putin, en un principio, "se opone a cualquier iniciativa, se resiste, está sometido a una fuerte presión por parte de toda Rusia. Así que decide inventarse una operación especial: las tropas debían entrar en Ucrania, en una semana llegar a Kiev, deponer al gobierno en funciones, a Zelenski y demás, y poner un gobierno ya elegido por la minoría ucraniana de gente decente y sensata, y otra semana para volver".*
Ese "la cosa fue así" le da un tono documental a esta peculiar versión contada por un histrión como Berlusconi. Es una pena no disponer de las imágenes en las que el ex presidente italiano contaba estas cosas ante el asombro primero y el aplauso después de su corte. Berlusconi ha entrado de forma gloriosa en ese selecto club de las personas poseedoras de la verdad y que, incapaces, de desmoronar el mundo de ilusiones en el que vivimos los demás mortales, se limitan a contarla a los adeptos capaces de llevar tal peso sobre su hombros. ¡Por fin sabemos, por fin nos llega la verdad de su boca!
Las filtraciones son tan putinistas que le complican a Georgia Meloni la formación del gobierno. Tampoco hay que olvidar las fotografías de Mateo Salvini con una camiseta con la imagen de Vladimir Putin en una plaza moscovita.
No sabemos muy bien porqué Italia es tan putinista; quizá sea porque en su tradicional caos hay alguna forma de añoranza de ese orden inexistente que Rusia representa. Otros dirigentes europeos están tocados por la innegable simpatía y don de gentes de Vladimir Putin, pero ninguno tan sincero, tan fraternal como los italianos. Hasta Víktor Orbán disimula un poco su admiración por el amo del país que les sometió, que les aplastó cuando los húngaros intentaron sacudirse a los rusos de encima.
La historia contada por Silvio Berlusconi tiene algo de tierna y puede ser contada a los niños antes de sumergirse en los amables sueños de la noche. Nada relaja más que esa historia-cuento creada por el genio de Vladimir Putin e interpretada con afabilidad por Silvio, ese gran cuentista e intérprete de la vida política.
Coincidiendo plenamente con el momento en el que el jurado del Premio Sajárov le es concedido al pueblo ucraniano en su conjunto por su defensa de su país, la filtraciones de Berlusconi son el "otro lado", esa historia contada a los niños donde aparecen los heroicos caballeros rusos en sus corceles blancos marcados con la "Z" en la grupa a liberar a los oprimidos, donde "desfacen entuertos" como su altura moral requiere.
En la historia del buen amigo Berlusconi, los opositores no caen por las ventanas porque alguien les empuje, ni mueren envenados con polonio; los encarcelados por ser opositores son malvados que eligen voluntariamente retirarse a sus celdas para no causar más dolor y confusión al pueblo ruso, gobernado con amor y generosidad por su amigo Vladimir.
En la Italia de hoy, unos echan de menos a Benito y otros Vladimir. Se queja Berlusconi de que "ya no quedan líderes en Occidente"*. Tiene razón.
El País |
* Álvaro Caballero "Meloni amenaza con excluir al partido de Berlusconi del Gobierno tras un nueva filtración en el que critica a Zelenski" RTVE.es 19/10/2022 https://www.rtve.es/noticias/20221019/meloni-gobierno-berlusconi-ucrania-putin-zelenski/2406415.shtml
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