sábado, 29 de octubre de 2022

La violencia retransmitida

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Uno no puede dejar de entristecerse cuando ve cómo aparecen noticias en las que las agresiones sexuales (también de otro tipo) se ven amplificadas por el uso de teléfonos. Me pregunto si el sentido de las agresiones no es precisamente su retransmisión, con el carácter de humillación pública que esto conlleva.

Hoy el teléfono móvil es muchas cosas más que un teléfono. Es el centro de la vida de las personas en una nueva forma de relación que tiene en la construcción de la imagen su principal idea. Por el mismo motivo, es una herramienta de destrucción. Es tan irracional que muchas personas detenidas lo son por precisamente haber publicitado sus acciones delictivas. Anteponen el deseo de notoriedad a su propia seguridad.

En el diario ABC se nos cuenta un nuevo caso de violencia retransmitida:

La Policía Nacional ha detenido a un menor de edad por agredir sexualmente a una chica -también menor de 18 años- durante la celebración de una fiesta en Palma, y a otra menor por difundir la violación en redes sociales a través de un directo.

Según ha informado la Policía en nota de prensa, la investigación se inició a raíz de la denuncia interpuesta por la madre de la víctima, que contó que su hija había sido agredida sexualmente y que fue grabada en ese momento con un móvil por otra chica, que lo difundió además en vivo.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 16 de octubre en una vivienda particular de Palma, donde se celebraba una fiesta a la que acudieron varios menores. Uno de ellos acabó agrediendo sexualmente a la chica aprovechando que ésta estaba ebria, casi inconsciente.*

Parece que nada de lo que ocurre tiene sentido si no se difunde. Es diametralmente opuesto al sentido de ocultación que muchos delitos buscan. Aquí, por el contrario, se hacen adelantamientos a gran velocidad, se retransmite en directo (como es el caso citado) una agresión sexual o cualquier otro delito.

Diríamos que el sentido del "delito" ha sido sustituido por el del "espectáculo". Siempre ha existido la gente que buscaba notoriedad a través de la transgresión de las normas. Pero esto es otra cosa; es la necesidad de ser visto, de ser mirado por los otros en la comisión del delito.

No sé si se ha indagado suficientemente en esto, pero mucho me temo que nos encontremos, como en tantas otras ocasiones, con la disculpa económica, la justificación de que crezcan con un teléfono en las manos personas profundamente inmaduras, un fenómeno demasiado extendido como para ser ignorado.

Vivimos en una especie de desajuste permanente en el que la necesidad de ser mirados es lo que nos da la "entidad" como para existir ante los otros. Más allá de los delitos, la sociedad se muestra cada vez más volcada hacia el exterior, hacia esa mirada que ofrecemos exhibiendo nuestra propia imagen.

En El Mundo se trata el aumento de los casos de ciberbulling en la redes WhatsApp, TikTok e Instagram. Nos señalan en el diario tras darnos las cifras alarmantes:

Pero, ¿quiénes están detrás de estos ataques? “Existe una creencia errónea de cómo es el perfil de un acosador online, en base a ideas preconcebidas, pero lo cierto es que no hay uno concreto. Cualquier menor con acceso a un dispositivo puede acabar convirtiéndose en un acosador o incluso formar parte de este tipo de actos sin siquiera ser muy consciente de ello”, recalca Silvia Pastor, técnica responsable de ciberbullying en la Asociación REA Valladolid. De hecho, uno de cada cuatro alumnos reconoce haber participado en un caso de bullying o ciberbullying sin darse cuenta, según el informe de la fundación. Y es que “dar un me gusta, responder a un comentario ofensivo, o reírse del ataque en la red es una forma de meterse en la espiral de ciberacoso como parte acosadora y eso es algo que les cuesta mucho entender”, añade.**

Creo que la observación de ese carácter casi inconsciente del acoso o de los ataques en la medida en que se consideran "naturales", forma parte de un modo de vida. En efecto, no hay que buscar un perfil especial, cualquiera puede serlo si se dan las circunstancias adecuadas, que son cada vez más presentes. Hay una especie de inmadurez criminal, una ausencia de conciencia de los efectos reales. Es un deseo de destruir al otro mediante la exposición pública.

Mucho me temo que muchas personas están creciendo en esa conciencia o, si se prefiere, en su ausencia. Todas las prevenciones que había inicialmente con los teléfonos y los menores han ido desapareciendo de forma rápida. Ya nadie se preocupa de ellas. Forman parte de la normalidad.

En El Mundo señalan:

Otro rasgo compartido es que “se consideran impunes en la red, por lo que hay que hacer mucho hincapié en que no lo son, en concienciarles de que están cometiendo un delito, en que si se denuncia se puede rastrear la IP, y que sus actos tendrán consecuencias”, afirma Sánchez. Una visión que comparte totalmente Pastor, que añade a la ecuación una mayor crueldad ante la falta de empatía, ya que “al no ver la reacción de la víctima, como sí pasa en el presencial, el acosador no es tan consciente de lo que provoca”.**

Uno debe preguntarse si no habremos creado indirectamente un arma colectiva que favorece al desaprensivo y al cruel o, peor, que educa en la crueldad. Con diversos tipos de gravedad, el acoso, las violaciones grupales, la retransmisión de los actos criminales, etc. han creado una forma de vida, una manera de difundirnos a través de las redes, que son las que crean un peculiar prestigio con estas cosas. En el fondo es una forma de tapar la más absoluta mediocridad de personas que solo se muestran en estas hazañas para ser vistas, para conseguir ser mirados y acumular comentarios y likes. Vivimos en una sociedad mediocre llena de seres mediocres a los que se les da la oportunidad de mostrarse o de mostrarse a otros cometiendo delitos, saltándose las normas. 

 

* "Detenidos en Palma dos menores por violar a una chica en una fiesta y difundirlo en directo en redes" ABC 28/10/2022 https://www.abc.es/sociedad/detenidos-palma-menores-violar-chica-fiesta-difundirlo-20221028172312-nt.html

** "WhatsApp, Instagram y TikTok, las 3 plataformas donde más se practica ciberbullying a menores" El Mundo https://porunusolove.elmundo.es/whatsapp-instagram-y-tiktok-las-3-plataformas-donde-mas-se-practica-ciberbullying-a-menores.html

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