Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Uno de
los libros que nos ayudan a explicarnos la locura del mundo es el de la premio
Nobel Svetlana Alexiévich, "El fin del «homo sovieticus»"
(2013). En esta obra polifónica, la autora nos hace escuchar sin mediación los
sueños y frustraciones de la época posterior a la desaparición de la Unión
Soviética. Creo que es necesario comprender esos sentimientos para poder
entender el sentido de algo que aparentemente no lo tiene y que nos hace vivir
en una enorme incertidumbre con la llegada de una nueva guerra a Europa.
La
retórica de la guerra es importante. Es necesario comprender qué lenguaje es
capaz de arrastrar a un pueblo a la guerra. Es lenguaje es que es capaza de
convencerles de la necesidad de la guerra, de su inevitabilidad, por un lado, y
su justicia por otro.
Muchas
personas, nos dicen han salido huyendo de Rusia ante el reclutamiento forzoso.
Muchas personas han sido detenidas, pero muchas otras corean el nombre de Putin
como el líder que ha de llevarles... ¿a dónde? El juego retórico muestra y
oculta, revela y esconde sus intenciones.
Sabemos
que ha sido esa retórica la que ha convencido a los rusos que estaban actuando
para liberar a unos hermanos rusófonos de fuerzas
fascistas y gais, que ponían en peligro la seguridad de la patria y de las
familias en la "santa Rusia". Putin se hizo con el apoyo del
patriarca de Moscú, que había perdido poder cuando los ucranianos, dándose
cuenta de los objetivos de control, decidieron separarse de la iglesia rusa y
pasar a una autocefalia. Los ucranianos rechazaban el control político y el
religioso.
En Euronews podemos leer algo sobre la forma en que Vladimir Putin se plantea la situación actual:
Vladímir Putin predice el fin del dominio occidental. En un largo discurso ante expertos en política internacional, en el club de debate Valdái, el presidente ruso expuso su visión del mundo en el contexto de la guerra en Ucrania. La cita de este año tuvo por título: 'Un mundo posthegemónico: justicia y seguridad para todos'.
"Ahora, el período histórico de dominio total de Occidente en los asuntos mundiales está llegando a su fin, el mundo unipolar se está convirtiendo en una cosa del pasado. Estamos en un giro histórico. Por delante está probablemente la década más peligrosa, impredecible y al mismo tiempo importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial", dijo Putin.*
El título dado es espeluznante si hacemos la lectura de lo que significa cada una de las palabras en boca de Putin: "posthegemonico" (vuelta a la confrontación), "justicia" (unilateralismo interpretativo), "seguridad" (invasiones), "para todos" (Rusia).
Ya no se habla de "Estados Unidos", sino de "Occidente", lo que implica una cuestión de espacio y fronteras, de proximidad. ¿Estamos finalmente ante la idea de "Eurasia"? ¿Hasta dónde está dispuesta Rusia a llegar para su "seguridad"?
La retórica, creo, está clara. Pero no lo están otros muchos aspectos, como esa amenaza generalizada a Occidente y es idea de la "década peligrosa". ¿Qué quiere decir? ¿Qué está preparando? ¿Otras reconfiguración de las fronteras rusas?
Lo que Putin pueda estar preparando no significa que lo pueda hacer, pero el hecho de que quiera hacerlo ya es suficiente. Occidente no puede ignorarlo, porque de hacerlo le estarían dando la posibilidad de hacerlo.
Putin considera la democracia una forma de debilidad. La diversidad de intereses que permite es inferior a la fuerza del líder. Ese es su punto de vista. Toda su retórica se ha desarrollado para convencer a los rusos de que él es la persona que les devolverá... ¿el qué?
Que el comunismo no triunfara triunfará allí donde Marx pensaba, sino en los países que ya tenían una larga historia autoritaria, es decir, de obediencia y sumisión a las autoridades de zares y emperadores, ha producido esa mentalidad que Svetlana Alexiévich refleja en la obra citada sobre el "homo sovieticus". Los que fueron sometidos siguen añorando el pasado en que se les temía. No tienen mucho más que guardar.
Hay un pasaje revelador en el comienzo de la obra, en la parte titulada "Apuntes de una cómplice":
Los seres humanos quieren vivir sus vidas, sin necesidad de hacerlo movidos por un gran ideal. Y eso es algo que no ha conocido nunca Rusia, como tampoco es algo que aparezca en la literatura rusa. En el fondo, somos un pueblo proclive a la guerra. Nunca hemos vivido de otra manera. De ahí viene nuestra psicología guerrera. Ni siquiera en tiempos de paz hemos sabido sustraernos a nuestra pasión por la guerra. En cuanto suenan los tambores y se despliegan las banderas nuestros corazones palpitan con fuerza en nuestros pechos. Nunca fuimos conscientes de la esclavitud en que vivíamos; aquella esclavitud nos complacía. (2015 trad. Jorge Ferrer)
Leído hoy, en plena guerra invasora contra Ucrania, el fragmento es estremecedor, asusta por su claridad nítida, por la ausencia de cualquier adorno. Es sencilla su idea y complejas son sus consecuencias.
Sea como sea, no se deben ignorar las palabras de Putin. En su retórica, se pasa de la palabra al acto. Putin no suele incumplir lo que dice. Le es necesario para mantener la confianza en su personaje. Putin no es solo peligroso porque tenga unas ideas políticas agresivas; lo es realmente porque tiene una idea unilateral de la Historia con Rusia como protagonista.
* "Putin: "El período de dominio total de Occidente en los asuntos mundiales está llegando a su fin"" Euronews 27/10/2022 https://es.euronews.com/2022/10/27/putin-el-periodo-de-dominio-total-de-occidente-en-los-asuntos-mundiales-esta-llegando-a-su?utm_source=vuukle&utm_medium=talk_of_town
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