lunes, 1 de noviembre de 2021

Bodas de muerte o cómo entienden los talibanes la persuasión

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


La noticia de los talibanes irrumpiendo en una boda y matando a dos personas abriendo fuego porque se estaba escuchando música es un claro signo de lo que caracteriza a este grupo que ahora se encuentra controlando la vida de millones de personas.

Las informaciones que salgan de Afganistán serán un goteo en el que saldrá lo que nosotros veamos como "excepcional", es decir, como noticia, mientras que el silencio dejará oculto el resto de esa vida miserable bendecida por los fanáticos religiosos que imponen su visión del mundo retrógrada y agresiva. Para ellos, las leyes de Dios son leyes de guerra; su "justicia" es la de la ley marcial, su aplicación sumarísima.

La noticia aparece diversos medios españoles e internacionales. Así nos la cuentan en Antena3:

Al menos dos personas murieron y nueve resultaron heridas en el este de Afganistán. Ocurre después de que los talibanes abriesen fuego contra los invitados de una boda por reproducir música.

El suceso tuvo lugar en el distrito de Surkhrod, en la provincia de Nangarhar. Los testigos cuentan que llegaron a la boda sobre las 22:30 horas de la noche. Los hombres apagaron el reproductor de música, pero los talibanes abrieron fuego contra los invitados de forma indiscriminada.

Mataron a dos personas e hirieron a otras seis. Después, los habitantes de la zona intentaron evacuar a los heridos en un coche hasta un hospital cercano.

Sin embargo, tras pasar un control de los talibanes, un grupo diferente de combatientes abrieron fuego y tres personas más resultaron heridas.*

 


Bajo el imperio de los talibanes la vida no es vida, es preparación para la muerte, algo que puede ocurrir en cualquier momento dado lo poco que vale. Esta vida no es más que un periodo de tránsito en el que hay que cumplir a rajatabla la interpretación de los mandatos divinos, algo de lo que se encargan espíritus piadosos como los talibanes.

El terrorista suicida, el que se ata bombas al cuerpo y se hace explotar en mitad de un mercado, se percibe a sí mismo como un ejemplo de amor a Dios. Lo mismo el que abre fuego contra los invitados de una boda por bailar o hacer cualquier otra cosa que les parezca reprobable.

La enorme hipocresía que esta forma de vigilancia conlleva se duplica ahora que saben que otros países les están vigilando. Su incapacidad genética para producir una vida que no sea mera supervivencia, obsesionados con el rigor de la observancia de las prácticas obligadas y la eliminación de las prohibidas hacen que aparentemente no les importe nada más.


El pueblo afgano —una parte de él— se tiene que "adaptar" a la nueva observancia, sin matices, de la ley. La alternativa no es otra que la muerte. No hay nada más que la Ley; nada hay fuera de ella y de la interpretación rigurosa. Cuanta mayor severidad, más amor se demuestra.

La CNN recoge el acontecimiento junto a las palabras, subiendo a tres los muertos, "templadas" de sus portavoces: 

The Taliban spokesman added that it was not permissible to kill anyone for playing music, and an investigation was underway to establish whether the incident was due to a personal feud.

"In the ranks of the Islamic Emirate no one has the right to turn anyone away from music or anything, only to try to persuade them. That is the main way," Mujahid told the press conference, according to AFP.

Mujahid later reiterated in a series of Twitter posts that the suspects had claimed to be Taliban members, and had asked for the music to be stopped before firing before opening fire -- but did not verify whether or not they were. He said two people connected to the incident had been arrested, but a third had escaped.

Although they disapprove of playing music at weddings and other public events, the Taliban has not issued a decree banning it since coming to power in August.

However, in late August folk singer Fawad Andarabi was dragged from his home and killed by the Taliban, while musicians in the country told CNN's Clarissa Ward they had been told not to play their instruments.**

 


No sorprende el uso en este contexto del término "persuadir", un auténtico ejemplo de arquitectura semántica. Podríamos poner muchos ejemplos de este tipo de "persuasión" preconizada por los teóricos y ejecutada literal y brutalmente por los que se pasean por las calles con las armas en la mano "persuadiendo" de la necesidad de hacer caso a sus indicaciones con disparos, golpes o azotes. No puedes criar perros guardianes y pretender que se comporten como delicados caniches. Adiestrados en la intransigencia dogmática, el gobierno de los talibanes tiene un serio problema de control a pie de calle, por lo que es probable que este tipo de incidentes se reproduzcan con frecuencia.

Acostumbrados a conseguir lo que quieren recurriendo a cualquier arma, incluida la hipocresía, los discursos de lamentación y de "persuasión" como método de control suenan ridículos. Dirán lo que haga falta cuando les sea necesario. Sin embargo lo que hacen es lo que siempre han hecho, el uso de la fuerza. La violencia es la forma de alcanzar los objetivos, que no son cuestionables, por lo que perder el tiempo es absurdo para ellos.


El drama afgano sigue su curso. No se trata solo de que mueran personas por asistir a una boda y escuchen música. Es su vida al completo la que se ha visto modificada, alterada por las normas talibanes. La apariencia "afable" actual es solo una estrategia para no perder algo que necesitan con urgencia, la ayuda internacional para evitar que el descontento vaya a más. Pero las huidas masivas son indicadores de lo que supone estar bajo su control. El drama de vivir bajo sus mandatos es inimaginable para cualquiera desde el exterior.

Ellos odian la música, algo que lleva la alegría a la vida de muchas personas. Comparten su odio con el Estado Islámico, la competencia rigorista, que también tiene muertes en su haber de personas que escuchaban la radio o cantaban en su trabajo. Para ellos es el diablo quien les anima a disfrutar de la música. Y hay que evitarlo como sea. También odian todas las otras manifestaciones de la creatividad humana, las artes, que quedan proscritas porque distraen de lo único permitido, el rezo.


En 2018 hubo una gran matanza en una boda a cargo de los talibanes. Entonces fueron más de cuarenta los muertos porque a ellos no les gusta que las bodas se celebren con música. Son así y los demás lo pagan.

Durante veinte años la vida era otra cosa, con otras posibilidades. Ahora todo eso se ha esfumado bajo su mirada y oído escrutador, bajo las balas menos afables que las palabras. La persuasión entendida por los talibanes es también otra cosa. Su visión de la vida es triste, muy triste y tratan de imponer esa tristeza a todos los que están bajo su poder. 

 


* "Los talibanes matan a 2 personas en una boda por escuchar música" Antena3 Noticias 31/101/2021 https://www.antena3.com/noticias/mundo/talibanes-matan-2-personas-boda-escuchar-musica_20211031617e786e34d4be00018fdd26.html

** Tim Lister y Ehsan Popalzai "Three wedding guests reportedly shot dead in Afghanistan for playing music at reception" CNN 1/11/2021 https://edition.cnn.com/2021/10/31/asia/afghanistan-taliban-shooting-music-wedding-intl/index.html

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