Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La
noticia de la aparición de una nueva variante del coronavirus provoca
reacciones muy distintas según los campos que escuchemos. Nos empeñamos en
considerar esto como un campo cerrado y controlado en el que todo se reduce por
nuestros esfuerzos. Preferimos ignorar la situación real, que esto está abierto
a una serie de variables inciertas que lo convierten en mucho más complejo e
interminable. Por ejemplo, se toma la vacunación como un sistema de sumas y
restas; hoy ya se nos dice que las vacunas pierden eficacia a los seis meses y
que el proceso vuelve a empezar. A esto se le añade que lo que "vuelve a
comenzar" puede estar agravado, como ahora nos dicen, con una nueva
variante cuyos efectos y velocidad de contagio pueden ser mucho más graves.
Siguen saliendo en las cadenas de televisión españoles —como he visto hace unos minutos— que salen diciendo que se vacunan para poder "salir de marcha", un loable objetivo vital al que le empujan nuestras patronales del ocio/negocio y los medios. Pese a los avisos, como el sorprendente positivo del joven tenista Carlos Alcaraz, dado que viven en una "burbuja" para la Copa Davis. La burbuja se ha pinchado por algún lado y escuchamos compungido al médico del equipo, que ve cómo se le escapa un jugador y gana un paciente. Afortunadamente, el resto —por ahora— está bien, en condiciones de jugar. Teniendo en cuenta el sistema de control y pruebas, solo se puedo haber contagiado allí, donde se suponía que estaba todo controlado. Como no se puede preguntar, desconocemos si además de las pruebas están vacunados los jugadores. Alcaraz ha estado moviéndose por medio mundo y es ahora cuando da positivo. Le deseamos una pronta recuperación y ausencia de secuelas por su bien y el del tenis español.
"Tomará unos días ver qué impacto puede
tener y el potencial de las vacunas ante la variante", subrayó la experta,
quien también indicó que un grupo de asesores de la OMS celebrará un encuentro
para analizarla.
"No hay motivo para la alarma, pero hay
que ver qué significa", ha afirmado Van Kerkhove, quien también ha
recordado que la variante Delta, actualmente causante de prácticamente todos
los nuevos contagios de COVID-19 en el planeta, presenta asimismo diferentes
mutaciones.
Científicos y autoridades sanitarias de
Sudáfrica confirmaron hoy la existencia de la nueva variante del coronavirus,
denominada B.1.1.529, que posee una treintena de mutaciones. La nueva variante
presenta "una constelación muy inusual de mutaciones", pero su
"significado aún es incierto", ha explicado por su parte el profesor
Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y
Secuenciación de KwaZulu-Natal (KRISP).
Hasta ahora se han confirmado casos de esta
nueva variante en Sudáfrica, en la vecina Botsuana y en Hong Kong (China).*
Pero cada
vez que un experto dice "no hay motivo de alarma", el resto del mundo
se sacude y entra en pánico. Han escuchado demasiadas veces este mantra como
quedarse tranquilos.
Los
movimientos se desatan en aquellos otros campos afectados por la pandemia, es
decir, todos. Es extraña la simbiosis que se está produciendo entre los
llamados expertos y los políticos. Muchos expertos se han transformado en "políticos"
y muchos políticos se transforman en "expertos". La misión del
experto se ha convertido en la de un intermediario
fiable de los políticos poco fiables.
Sin embargo, es difícil ser expertos en algo nuevo, en algo que desconocemos.
Si la
misión del político es decir que no cunda el pánico, la expresión "No hay
motivo para la alarma, pero hay que ver qué significa" suena sospechosa a
los oídos de gente que lleva dos años escuchando frases similares. Si además va
acompañada de expresiones como "inusual" o "incierto", la
gente comienza a ponerse nerviosa y lo que se quería evitar, se produce.
En ABC
leemos el siguiente titular poco tranquilizador "Las Bolsas se hunden por
el temor a la nueva variante del Covid-19 detectada en Sudáfrica", que
evidencia los peligros de que se tranquilice antes de tener informaciones,
afirmando que "hay que ver". En algo tan sensible como la bolsa
escaldada, los efectos son terribles:
El pánico regresa a los parqués de todo el
mundo por la nueva variante del coronavirus y la vuelta de las restricciones
ante el repunte generalizado de los contagios. El Ibex 35 se desploma este
viernes más de un 4% en los primeros compases de la sesión por el temor de los
inversores tras la detección de una nueva variante del virus en Sudáfrica y en
un contexto de nuevas restricciones en Europa para hacer frente a la pandemia.
El principal selectivo español perdía la cota psicológica de los 8.500 puntos a
primera hora de la mañana, mientras que las ganancias del año se reducen por
encima del 6%. El resto de Bolsas europeas cotizaban también con pérdidas
superiores al 3%.
En la apertura, París retrocede el 3,57%;
Milán, el 3,45%; Londres, el 3,25%, y Fráncfort, el 3,12%.
Científicos sudafricanos anunciaron el jueves
la detección de una nueva variante de covid-19, potencialmente más contagiosa y
con múltiples mutaciones. Ante el temor a una reactivación de la pandemia,
todos los grandes valores del Ibex 35 registraban caídas con las compañías
turísticas y aéreas a la cabeza de las pérdidas. En concreto, IAG sufría un
fuerte retroceso del 11,02%, Amadeus se dejaba un 10,5% y Aena perdía 7,07%
pasadas las 10.00 horas.**
Para no
tener mucha información y ser todo "incierto", los efectos son muy
contundentes en todas las plazas y sectores. Hace ya muchos años que dejó de
considerarse la Economía como una ciencia racional y pasó a contemplar la
irracionalidad de los pánicos y miedos como su centro. El "homo
aeconomicus" es terriblemente irracional a diferencia de lo que la
Economía clásica consideraba. Hace mucho que los Premios Nobel se los llevan
los que estudian cómo miedos y emociones nos perturban el raciocinio y
retuercen nuestros criterios de decisión.
Los expertos de la Economía lo saben; los que tienen que invertir, comprar y vender saben que el miedo conoce la fuerza del miedo. Y aquí ya vivimos en medio de pura sugestión, sobresaltados, con futuros que no van a mucho más allá de puentes, fines de semana, festividades y celebraciones familiares.
Con el
miedo a 700.000 muertes anunciadas por la OMS para Europa en los próximos
meses, con nuestros políticos lanzándonos a cruzar los nuevos semáforos del
COVID, diciéndonos que mientras haya UCI hay esperanza, es fácil que los
pánicos se desaten y que ese joven que salía en el noticiario tema por no poder
quedar con los amigos el finde para ir de marcha, ¡terrible situación,
inimaginable desastre!
Las
bolsas, eufóricas con las subidas de la energía, se hunden por el amago de
aparición de un virus en Botsuana, Sudáfrica y Hong-Kong, todo lejano, pero ya
a un golpe de avión con oferta incluida y descuentos de pareja.
Ya no queda resquicio para la duda de la maldad de la nueva variante que llega de fuera. Esos persistentes negacionistas, esos reacios al pinchazo esporádico o continuo, de "dosis sobre dosis" (como un villancico pandémico), llenarán las UCI, mientras nuestras defensas decaen y se nos impulsa a la fraternidad universal, con gasto incluido. Cuando los expertos piden que no nos alarmemos, no sé porqué, cunde el pánico bursátil. Un extraño efecto, desde luego.
Puede
que el virus varíe, mute o se camufle, pero lo que sigue siendo verdad —ahora y
antes, también después— es que mantengas las distancias, las mascarillas
puestas, una buena higiene de manos (también del resto) y una ventilación
adecuada. Los enemigos de estos cuatro puntos son los afectos e intereses
sectoriales, el gel poco eficaz, la mascarilla bajada mientras fumas con los
amigos, y las corrientes para los frioleros.
Ahora
hay que ir a por la tercera dosis, a vacunar a los niños y a ver si entre
todos convencemos a algunos antivacunas para que se pinchen. También habrá que
decirle al que iba a salir de marcha que no pasa nada si se controla un poco y
que hay vida más allá del finde, aunque le cueste creerlo.
No sabemos si tranquilizarnos, como nos dicen los expertos sanitarios, o lanzarnos a la vías, como hacen los expertos bursátiles. Aquí cada uno ve el mundo a su manera y el techo de unos es el suelo de otros. ¿Qué hacer?
Nuestra
vida va muy rápida y agitada. La Naturaleza nos mira moviendo ligeramente la
cabeza, con ese gesto de "no tienen remedio". ¡Cuídense!
*
"La OMS estudia una nueva variante del coronavirus con múltiples
mutaciones" Antena3 25/11/2021
https://www.antena3.com/noticias/salud/oms-estudia-nueva-variante-coronavirus-multiples-mutaciones_20211125619fde285db1d6000107a623.html
**
"Las Bolsas se hunden por el temor a la nueva variante del Covid-19
detectada en Sudáfrica" ABC 26/11/2021
https://www.abc.es/economia/abci-ibex-35-hunde-temor-nueva-variante-covid-19-sudafrica-202111260924_noticia.html
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