viernes, 26 de noviembre de 2021

¿En qué quedamos?

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


La noticia de la aparición de una nueva variante del coronavirus provoca reacciones muy distintas según los campos que escuchemos. Nos empeñamos en considerar esto como un campo cerrado y controlado en el que todo se reduce por nuestros esfuerzos. Preferimos ignorar la situación real, que esto está abierto a una serie de variables inciertas que lo convierten en mucho más complejo e interminable. Por ejemplo, se toma la vacunación como un sistema de sumas y restas; hoy ya se nos dice que las vacunas pierden eficacia a los seis meses y que el proceso vuelve a empezar. A esto se le añade que lo que "vuelve a comenzar" puede estar agravado, como ahora nos dicen, con una nueva variante cuyos efectos y velocidad de contagio pueden ser mucho más graves.

Siguen saliendo en las cadenas de televisión españoles —como he visto hace unos minutos— que salen diciendo que se vacunan para poder "salir de marcha", un loable objetivo vital al que le empujan nuestras patronales del ocio/negocio y los medios. Pese a los avisos, como el sorprendente positivo del joven tenista Carlos Alcaraz, dado que viven en una "burbuja" para la Copa Davis. La burbuja se ha pinchado por algún lado y escuchamos compungido al médico del equipo, que ve cómo se le escapa un jugador y gana un paciente. Afortunadamente, el resto —por ahora— está bien, en condiciones de jugar. Teniendo en cuenta el sistema de control y pruebas, solo se puedo haber contagiado allí, donde se suponía que estaba todo controlado. Como no se puede preguntar, desconocemos si además de las pruebas están vacunados los jugadores. Alcaraz ha estado moviéndose por medio mundo y es ahora cuando da positivo. Le deseamos una pronta recuperación y ausencia de secuelas por su bien y el del tenis español.

Lo que preocupa a unos y menos a otros es la noticia de la aparición de esa nueva estrella del contagio, una variante aparecida en lugares distantes, lo que es un mal síntoma. Antena 3 nos cuenta:

"Tomará unos días ver qué impacto puede tener y el potencial de las vacunas ante la variante", subrayó la experta, quien también indicó que un grupo de asesores de la OMS celebrará un encuentro para analizarla.

"No hay motivo para la alarma, pero hay que ver qué significa", ha afirmado Van Kerkhove, quien también ha recordado que la variante Delta, actualmente causante de prácticamente todos los nuevos contagios de COVID-19 en el planeta, presenta asimismo diferentes mutaciones.

Científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica confirmaron hoy la existencia de la nueva variante del coronavirus, denominada B.1.1.529, que posee una treintena de mutaciones. La nueva variante presenta "una constelación muy inusual de mutaciones", pero su "significado aún es incierto", ha explicado por su parte el profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal (KRISP).

Hasta ahora se han confirmado casos de esta nueva variante en Sudáfrica, en la vecina Botsuana y en Hong Kong (China).*

 

Pero cada vez que un experto dice "no hay motivo de alarma", el resto del mundo se sacude y entra en pánico. Han escuchado demasiadas veces este mantra como quedarse tranquilos.

Los movimientos se desatan en aquellos otros campos afectados por la pandemia, es decir, todos. Es extraña la simbiosis que se está produciendo entre los llamados expertos y los políticos. Muchos expertos se han transformado en "políticos" y muchos políticos se transforman en "expertos". La misión del experto se ha convertido en la de un intermediario fiable de los políticos poco fiables. Sin embargo, es difícil ser expertos en algo nuevo, en algo que desconocemos.

Si la misión del político es decir que no cunda el pánico, la expresión "No hay motivo para la alarma, pero hay que ver qué significa" suena sospechosa a los oídos de gente que lleva dos años escuchando frases similares. Si además va acompañada de expresiones como "inusual" o "incierto", la gente comienza a ponerse nerviosa y lo que se quería evitar, se produce.

En ABC leemos el siguiente titular poco tranquilizador "Las Bolsas se hunden por el temor a la nueva variante del Covid-19 detectada en Sudáfrica", que evidencia los peligros de que se tranquilice antes de tener informaciones, afirmando que "hay que ver". En algo tan sensible como la bolsa escaldada, los efectos son terribles:

El pánico regresa a los parqués de todo el mundo por la nueva variante del coronavirus y la vuelta de las restricciones ante el repunte generalizado de los contagios. El Ibex 35 se desploma este viernes más de un 4% en los primeros compases de la sesión por el temor de los inversores tras la detección de una nueva variante del virus en Sudáfrica y en un contexto de nuevas restricciones en Europa para hacer frente a la pandemia. El principal selectivo español perdía la cota psicológica de los 8.500 puntos a primera hora de la mañana, mientras que las ganancias del año se reducen por encima del 6%. El resto de Bolsas europeas cotizaban también con pérdidas superiores al 3%.

En la apertura, París retrocede el 3,57%; Milán, el 3,45%; Londres, el 3,25%, y Fráncfort, el 3,12%.

Científicos sudafricanos anunciaron el jueves la detección de una nueva variante de covid-19, potencialmente más contagiosa y con múltiples mutaciones. Ante el temor a una reactivación de la pandemia, todos los grandes valores del Ibex 35 registraban caídas con las compañías turísticas y aéreas a la cabeza de las pérdidas. En concreto, IAG sufría un fuerte retroceso del 11,02%, Amadeus se dejaba un 10,5% y Aena perdía 7,07% pasadas las 10.00 horas.**

 


Para no tener mucha información y ser todo "incierto", los efectos son muy contundentes en todas las plazas y sectores. Hace ya muchos años que dejó de considerarse la Economía como una ciencia racional y pasó a contemplar la irracionalidad de los pánicos y miedos como su centro. El "homo aeconomicus" es terriblemente irracional a diferencia de lo que la Economía clásica consideraba. Hace mucho que los Premios Nobel se los llevan los que estudian cómo miedos y emociones nos perturban el raciocinio y retuercen nuestros criterios de decisión.

Los expertos de la Economía lo saben; los que tienen que invertir, comprar y vender saben que el miedo conoce la fuerza del miedo. Y aquí ya vivimos en medio de pura sugestión, sobresaltados, con futuros que no van a mucho más allá de puentes, fines de semana, festividades y celebraciones familiares.


Con el miedo a 700.000 muertes anunciadas por la OMS para Europa en los próximos meses, con nuestros políticos lanzándonos a cruzar los nuevos semáforos del COVID, diciéndonos que mientras haya UCI hay esperanza, es fácil que los pánicos se desaten y que ese joven que salía en el noticiario tema por no poder quedar con los amigos el finde para ir de marcha, ¡terrible situación, inimaginable desastre!

Las bolsas, eufóricas con las subidas de la energía, se hunden por el amago de aparición de un virus en Botsuana, Sudáfrica y Hong-Kong, todo lejano, pero ya a un golpe de avión con oferta incluida y descuentos de pareja.

Ya no queda resquicio para la duda de la maldad de la nueva variante que llega de fuera. Esos persistentes negacionistas, esos reacios al pinchazo esporádico o continuo, de "dosis sobre dosis" (como un villancico pandémico), llenarán las UCI, mientras nuestras defensas decaen y se nos impulsa a la fraternidad universal, con gasto incluido. Cuando los expertos piden que no nos alarmemos, no sé porqué, cunde el pánico bursátil. Un extraño efecto, desde luego.



Puede que el virus varíe, mute o se camufle, pero lo que sigue siendo verdad —ahora y antes, también después— es que mantengas las distancias, las mascarillas puestas, una buena higiene de manos (también del resto) y una ventilación adecuada. Los enemigos de estos cuatro puntos son los afectos e intereses sectoriales, el gel poco eficaz, la mascarilla bajada mientras fumas con los amigos, y las corrientes para los frioleros.

Ahora hay que ir a por la tercera dosis, a vacunar a los niños y a ver si entre todos convencemos a algunos antivacunas para que se pinchen. También habrá que decirle al que iba a salir de marcha que no pasa nada si se controla un poco y que hay vida más allá del finde, aunque le cueste creerlo.

No sabemos si tranquilizarnos, como nos dicen los expertos sanitarios, o lanzarnos a la vías, como hacen los expertos bursátiles. Aquí cada uno ve el mundo a su manera y el techo de unos es el suelo de otros. ¿Qué hacer? 

Nuestra vida va muy rápida y agitada. La Naturaleza nos mira moviendo ligeramente la cabeza, con ese gesto de "no tienen remedio". ¡Cuídense!

 



* "La OMS estudia una nueva variante del coronavirus con múltiples mutaciones" Antena3 25/11/2021 https://www.antena3.com/noticias/salud/oms-estudia-nueva-variante-coronavirus-multiples-mutaciones_20211125619fde285db1d6000107a623.html

** "Las Bolsas se hunden por el temor a la nueva variante del Covid-19 detectada en Sudáfrica" ABC 26/11/2021 https://www.abc.es/economia/abci-ibex-35-hunde-temor-nueva-variante-covid-19-sudafrica-202111260924_noticia.html

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