Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Teníamos estos días pasados un ejemplo con lo ocurrido con turistas holandeses por Extremadura. Con uno de ellos enfermo, se les detectó a todos COVID, incluido el conductor del microbús alquilado para recorrer los pueblos. Han escapado de la cuarentena y todavía los están buscando. Solo quedó el conductor. No es el primer caso en el que se da este comportamiento.
La CNN publicó hace una semana un demoledor artículo sobre
la situación y las expectativas de Reino Unido. Lo hace con ese modelo de doble
titulación, un título en portada —"UK tourism is crashing. Here's why— y otro en el reportaje
interior, "How the UK became the sick man of European tourism",
firmado por Julia Buckley.
El artículo comienza con un tono irónico que nos introduce en el problema:
It's a country that has just endured national
fuel shortages, isolated food shortages, and its government voted this fall to
dump untreated sewage onto its famous coastlines. Oh -- and it has the second
highest number of Covid-19 cases in the world.
So who would want to go on vacation in the UK
at the moment?
Not many, the figures show.*
Si en España miramos a los aeropuertos para ver qué nos traen para nuestros campos turísticos, Reino Unido se muestra en un estado similar, ya que su vida fue derivando a vender lo que tenían, la lengua, un gran negocio y las compras. Son dos importantes variantes del turismo, el educativo, y el de shopping, que dejan cada año enormes beneficios. Ambos se encuentran profundamente afectados.
Ningún partidario del Brexit pudo llegar a anticipar lo que sería aparición de la pandemia, por lo que ahora, como se indica en el inicio del reportaje, se le suman todo tipo de problemas. ¡Cómo pudo prosperar un engaño tan burdo como el Brexit! ¡Cómo pudieron hundir el futuro los viejos populistas del Reino Unido! Ni una sola de sus promesas se ha podido cumplir y el país se encuentra, además, amenazado de ruptura por el constante deseo de Escocia de salir de la unión del Reino.
El largo reportaje de Julia Buckley va diseccionando todos los problemas acumulados por las estupideces de una clase política durante una década y que ahora se revelan en toda su gloria sobre el fondo de la pandemia.
Industry insiders describe the UK's situation
as a perfect storm: rocketing Covid rates while European neighbors were
stabilizing; inconsistent travel rules; and the effects of Brexit, which are
finally being felt, both within the UK and by those wishing to travel there.
Add in relatively low government spending on a
tourism recovery plan, as other countries go all out to court visitors, and
you're left with plummeting numbers.
"The problems facing the UK are multiple,
and not just to do with Covid," says Tom Jenkins, CEO of the ETOA -- the
trade association for inbound tourism to Europe.
Kurt Janson, director of the UK's Tourism
Alliance, knows who he thinks is to blame. "Some of the problems are
government-inflicted as well as Covid-inflicted," he says.*
La talla de los gobiernos se mide con problemas que se reducen; otros, en cambio, pasan a la historia por los problemas que producen. Lo del Reino Unido supera casi cualquier otro caso, con la excepción de lo sucedido con Trump y Bolsonaro, en países desarrollados.
A la locura del Brexit se le suma ahora esa especie de "¡somos británicos!", que se ha transmitido por la cultura, en el que nada puede acabar con ellos. Sin embargo, ellos son su principal enemigo, más que el virus en sí, como muestran todos los indicadores. Reino Unido está en esta situación tan grave por tratar de mantener esa flema característica, especialmente en Inglaterra, como nos indican. Los escoceses llevan mascarillas, nos cuentan, pero los ingleses apenas la usan.
BBC |
Desde la perspectiva del turismo hacia Reino Unido, que es básicamente la de la CNN, el panorama no es nada bueno y sin perspectivas. Pero que la gente no quiera ir allí es un problema de ellos. En cambio, desde nuestra perspectiva, la española, el que los británicos no vengan nos complica mucho las cosas. Las cifras de contagios del Reino Unido son de las más altas de Europa, que son ahora de las más altas del mundo. Nosotros, en cambio, tenemos de las más bajas, aunque ascienden rápidamente.
Nos enfrentaremos una vez más a la cuestión de tener que elegir entre "británicos sí, británicos no". De nuevo viviremos la presión política y social de las patronales de los sectores afectados para que se rebajen las condiciones y los británicos puedan venir a nuestras costas y beber sus buenas cervezas. ¿Podemos hacer esto si son los propios británicos los que no toman medidas protectoras?
El argumento general del artículo de la CNN, como se ha señalado, es que es el gobierno con su falta de medidas el auténtico responsable de la expansión del virus allí. ¿Debemos aceptar la excepcionalidad británica, es decir, que puedan hacer lo que quieran donde quieran simplemente porque son "británicos"?
Leemos en el artículo:
Patricia Yates, deputy CEO of Visit Britain,
admits that the UK needs to improve its pandemic optics.
"The government handed back control to the
people and said that we don't want to be an authoritarian government, it's up
to personal choice. I think that's more in the British tradition, but I
appreciate it's different to other countries," she says.
BBC |
¡Es asombroso que la cuestión se siga planteando a estas alturas como una cuestión de "autoritarismo" o "libertad! ¿Qué significa "devolver el control a la gente" en este contexto? ¿Qué elijan morirse o contagiar a otros? No es más que una muestra de cómo tratar de evitar el desgaste político que las restricciones producen y presentarse como defensores de las libertades. Tenemos alguna de este tipo en España, donde todo se reduce a "libertad". En el fondo, no se devuelve nada, sino que no se asume la responsabilidad de estar en los gobiernos. Desde los gobiernos hay que tomar muchas veces medidas impopulares pero necesarias. En eso consiste gobernar, en hacer lo mejor para todos y no lo más popular.
El "problema británico" se acaba convirtiendo en un "problema español" por nuestra dependencia turística. Si sigue así, como es previsible, el crecimiento de nuestros contagios y el Reino Unido sigue sin tomar medidas, el problema se seguirá ampliando y complicando.
La dependencia turística es un serio problema si no se toman medidas de protección similares por toda Europa. El Brexit no es más que una parte del problema. Quizá las medidas que haya que tomar tendrán que tener en cuenta esta actitudes de diversos países ante el COVID. De no ser así, seguiremos en conflicto por los desniveles. Aumentar la vacunación para que los que vengan de fuera se sientan más tranquilos sirve de muy poco si los que llegan vienen con estas actitudes negativas que no se controlan en sus propios países.
Me siento intranquilo cuando escucho a las patronales hablando de las perspectivas positivas cuando los indicadores van en sentido contrario.
* Julia
Buckley "How the UK became the sick man of European tourism" CNN
13/11/2021
https://edition.cnn.com/travel/article/uk-tourism-decline-restrictions-cmd/index.html
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