miércoles, 10 de noviembre de 2021

Los temores de Frances Haugen o cuidado con el metaverso

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


Lo que Mark Zuckerberg quiere hacer con Metaverso lo hemos visto con frecuencia en las películas, de Ready Player One (2018), de Steven Spielberg, a la más reciente Free Guy (2021), dirigida por Shawn Levy. Ha habido otras, pero quizá estas dos se centren más en lo que quiere hacer Zuckerberg con su imperio de redes, un universo paralelo, virtual, en el que vivir e interactuar con otros.

Pero no nos engañemos: lo que hace el bueno de Mark Zuckerberg es salir pitando de la realidad real hasta una guarida virtual, un mundo en el que un avatar le sustituya, al menos en la imaginación de la gente. Somos una especie de besugos desmemoriados a los que basta un poquito de distracción para olvidarse de lo que estábamos haciendo hasta ese momento. Y lo que estaba haciendo Zuckerberg era bastante feo.


Pero el problema se lo han creado las filtraciones y denuncias que han salido de su propia empresa, un monstruo poderoso y prácticamente incontrolable, capaz de enfrentarse al mismísimo presidente de los Estados Unidos, como ocurrió con Trump. 

"Me preocupa que haya más sensores en nuestras casas". Así ha hablado este lunes la exempleada de Facebook Frances Haugen, que ha sacado a la luz las prácticas internas de la compañía, sobre el cambio de nombre a Meta de la empresa. Para Haugen, el anunciado metaverso de Mark Zuckerberg "demuestra que quieren darle prioridad al crecimiento y al beneficio".

 


¿Más "sensores"? Con la combinación de los sistemas 5G y de la "internet de las cosas", con mayor velocidad de las redes, la idea es que todo y todos estén conectados unos con otros, suministrando información de continuo. Los sensores son la forma de captar la realidad exterior y convertirla en fantasía interior o virtual, un mundo transformado al que accederemos a través de avatares, de personalidades elegidas por los participantes para interactuar con otros miembros de ese Metaverso en un espacio irreal compartido. Cuantos más sensores en la "realidad real", mayor grado de "realidad irreal", mayor perfección en la simulación y la sincronización en aquello que se nos ofrezca.

Metaverso, tal como se presenta por Zuckerberg, es una alucinación compartida. Más que eso, nos desplaza del mundo real y nos introduce en otro, que será vivido como más intenso y adictivo que el propio mundo en el que vivimos, que pronto se nos mostrará gris y aburrido, como nos mostraban los filmes citados. De la informadora que se está quedando tranquila de conciencia con sus declaraciones, ahora por los centros sensibles de Europa, se nos dice: 

Haugen, de 37 años, comenzó a trabajar en Facebook porque "pensaba que tenía la posibilidad de sacar lo mejor que llevamos dentro", no obstante pronto descubrió que los productos de la compañía "perjudican a los niños, atizan la división y debilitan la democracia". "Facebook es distinta de otras empresas. Es menos transparente que otras grandes plataformas", entre las que ha señalado a Google y Twitter.*

 


Son pocas palabras, pero de gran efecto. Por un lado está la infancia, educada por personas que ya se educaron previamente mordiendo un móvil de silicona. Los otros dos cargos no son tampoco poca cosas. Atizar la división ya se ha provocado un gran escándalo. El hecho de que la empresa solo haya invertido en protocolos de seguridad para analizar el inglés y el abandono de muchas lenguas en las que es posible distribuir desinformación porque sencillamente no se han programado los algoritmos adecuados para eliminar la desinformación o ponerle cerco. Eso lo hemos tratado aquí hace unos días y tiene un sentido claro de abandono, desentenderse de lo que pasa en el mundo y centrarse solo en lo que se pueda reclamar desde casa. La acusación no es baladí. Plantea una serie de interrogantes sobre las políticas globales de la empresa. Esto lleva también a la mayor, la democracia, término que engloba partes de lo anterior porque deja a los ciudadanos a los pies de la desinformación y las manipulaciones en países autoritarios. En un mundo convulso, lleno de noticias manipuladas para causar desastres, las páginas de Facebook, sin correctivos, son como lanzar cerillas encendidas a las gasolineras.


Y entonces llega la "solución" de Zuckerberg: el Metaverso. ¿Es la política del avestruz? No sé si hay alguien que lo ha interpretado positivamente, pero es el agujero perfecto parea acabar de liarla socialmente.

Hace bien Frances Haugen en advertir que un juguete de este tipo en manos de una empresa que ha demostrado algo más que anteponer el beneficio a otras cosas (habrá muchos que lo vean natural), con el poder acumulado que tiene, representa un enorme desafío, como ya lo es ahora.

Es indudable que ese mundo virtual por el que podremos movernos será muy tentador y acogerá muchos placeres, permitirá muchos ahorros y no hará falta salir de casa la mitad de los días, incluido España. Pero no hace falta adentrarse en la Sci-Fi para entender los problemas que se nos van a plantear en muchos niveles.


"Llenar oficinas y casas con sensores que no son transparentes es una pésima idea", ha señalado Frances Haugen. Tiene razón. La tiene precisamente porque lo que ha demostrado la empresa es no ser fiable, su reputación ha quedado dañada, aunque muchos de sus usuarios ignoren las manipulaciones a que son sometidos o el uso que se dé a la información que generan. Los escándalos de Facebook han sido frecuentes (pensemos en Cambridge Analytica, por ejemplo) y parece que se abren al futuro con las mismas consecuencias.

 


* "Frances Haugen, exempleada de Facebook: "Me preocupa que haya más sensores en nuestras casas" con el metaverso" RTVE.es EFE 8/11/2021 https://www.rtve.es/noticias/20211108/exempleada-facebook-preocupa-haya-mas-sensores/2219680.shtml

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