Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los
medios de todo el mundo se han hecho eco de la declaración del presidente Biden
a la cadena norteamericana de televisión ABC sobre Vladimir Putin calificándolo
de "asesino" ante la pregunta del periodista sobre ello. Decir de un
presidente no solo que es un "asesino", sino que pagará por la
interferencia en las elecciones pasadas norteamericanas es mucho, incluso para
una presidencia tras Trump, con el listón muy alto.
Las
interferencias y manipulaciones rusas no son una novedad. Saltan frecuentemente
incluso en España, como se ha denunciado especialmente en escenarios de
revueltas como en Cataluña. Rusia ha descubierto con Putin la agitación como
forma caótica. Es más barato sembrar el caos que construir una sociedad. En el
caos, además, se gasta mucha energía por parte de quien lo padece por su
traducción a conflictos. El ciberespacio es además una herramienta perfecta
para generar confusión, recelos y alentar conflictos. Mientras, en Rusia, al
que abre la boca le dan el tratamiento de Navalni, digno de los tiempos en que
lo más contestatario de Rusia se citaba en Siberia.
Pero el
ataque a Putin ha hecho que se produzcan dos fenómenos en uno: lo que ha dejado
al descubierto es la estrategia doble de Trump, salvar la cara de Putin —que le
apoyaba — y los ataques a China, a la que se dirigían las sospechas.
Biden
ha hecho que se publique un informe de inteligencia desclasificándolo las
autoridades competentes en esto. La CNN nos explica el contenido:
The US intelligence report released Tuesday
detailing foreign election interference in the 2020 election contradicts
repeated statements from former President Donald Trump and senior members of
his administration that China -- and not Russia -- was the top foreign threat
to the integrity of the election.
The report also raises questions about the
effort from Senate Republicans to investigate the Bidens and Ukraine, a probe
that examined many of the same allegations about the Bidens and Ukraine that
the Russian-linked officials were pushing, according to the intelligence
community report.
The report, compiled by the US intelligence
community and declassified and released by Director of National Intelligence
Avril Haines on Tuesday, assessed that the Russian government meddled in the
2020 election with an influence campaign "denigrating" President Joe
Biden and "supporting" Trump. In addition, the report said China did
not interfere and "considered but did not deploy influence efforts
intended to change the outcome of the US Presidential election."
That assessment flies in the face of the public
comments from Trump and members of his administration, including former
Attorney General William Barr and former national security adviser Robert
O'Brien who helped push Trump's narrative that China was interfering in the
election more aggressively than Russia or Iran.
CNN previously reported that Trump decried any
suggestion that Russia posed an equally dangerous threat as China as equivalent
to the partisan "witch hunt" against him -- a view that was factored
into the messaging of administration officials, who focused their public
comments on Beijing and downplayed Moscow's actions.
A whistleblower also previously accused top
Trump political appointees in the Department of Homeland Security of
instructing career officials to "cease providing intelligence assessments
on the threat of Russian interference in the US and instead start reporting on
interference activities by China and Iran," according to the documents
obtained by CNN.
That order came from O'Brien, according to the
complaint.*
El informe es una auténtica bomba interior y exterior de relojería. El acento en Rusia y llamar "asesino" a su presidente parece desviar la mirada del otro asunto relevante: los ataques a China e Irán como formas de manipulación estratégica. Esto quiere decir que Trump distraía la atención de Putin, que interfería en su favor durante las elecciones presidenciales, mientras que responsabilizaba a China e Irán de algo que no hacían.
En estos días pasados hemos hablado aquí de la obsesión mediática norteamericana con China y los objetivos de "aislarla" para frenar el crecimiento, máxime cuando va a ser la economía que mejor se recupere de los efectos demoledores de la pandemia por todo el mundo. Te guste o no el régimen chino, que en sí no suele tener muchos simpatizantes, lo cierto es que su economía no se ha hundido, como ocurrió con la antigua Unión Soviética, con Rusia al frente; más bien lo contrario. Deng Xiaoping transformó la economía china y, con ello, la sociedad, haciendo una transición de lo agrario a lo industrial, que había mantenido a China en el atraso desde la Revolución Industrial. E fenómeno es de enorme complejidad, pero el resultado es una China convertida en superpotencia industrial, algo que a no todos les gusta y algunos quieren evitar como sea.
Trump tuvo una primera fase obsesiva con el "muro" y los que estaban al otro lado, que le sirvió de ejercicio retórico constante. Después pasó al objetivo chino. Eso le permitió acoger la línea anti China encabezada por su asesor, el economista Pete Navarro, que la responsabilizaba de todos los males norteamericanos. La mezcla con la pandemia fue el remate, incluyendo las menciones del "virus chino" o las sospechas de que fuera un "arma" que hubiera "salido" o se hubiera "escapado" de un laboratorio de experimentación.
Lo que han sacado los servicios de inteligencia norteamericanos es importante para comprender la estrategia seguida por Trump responsabilizando a China de lo que era injerencia rusa en su propio beneficio. China realizó hace unos pocos días una declaración diciendo "¡basta de difamaciones!" refiriéndose a la actitud norteamericana de echar todas las culpas a China se trate de lo que se trate.
El reportaje de la CNN muestra las conexiones entre los republicanos y la administración de Trump manteniendo a Rusia en segundo plano, aprovechando sus acciones de desinformación y desviando la atención hacia China.
El texto sacada a la luz por la Inteligencia y comentado por la CNN muestra el empeño constante de los republicanos con Trump al frente de dirigir la mirada a China:
"Similar actions by Russia and China are
assessed and communicated to policymakers differently, potentially leading to
the false impression that Russia sought to influence the election but China did
not," he [John Ratcliffe] wrote, citing a report by the intelligence
community Ombudsman which found that analysts were inconsistent in how they
defined the terms "influence" and "interference" when
referring to China and Russia.
Republicans were also raising concerns about
China's influence efforts targeting Americans prior to the election, but
several sources familiar with briefings provided to lawmakers told CNN at the
time that intelligence officials had not presented clear evidence showing
Beijing is actively interfering in the election or taking specific steps to
boost one candidate over the other.
Instead, intelligence and election security
officials focused, both privately and publicly, on the holistic threat posed by
China, emphasizing that Beijing employs a variety of "malign tactics"
that could have implications on the 2020 race.
And while the intelligence community initially
assessed that China preferred Trump to lose in November, a finding that Trump
often used to justify his politically driven narrative, it ultimately concluded
that Beijing did not favor one candidate over the other, according to the
Office of the Director of National Intelligence report released Tuesday.
"China sought stability in its
relationship with the United States and did not view either election outcome as
advantageous enough for China to risk blowback if caught," it says.
"We assess that Beijing also believes there is a bipartisan consensus
against China in the United States that leaves no prospect for a pro-China administration
regardless of the election outcome."*
La ficción creada por la administración de Trump, como se muestra en el informe y se comenta por la CNN, pasaba por crear una imagen interesada de China y mantener en la sombra a Rusia, que comprendió que podía serle más efectivo el apoyo a Trump (que paga los favores, pensemos en la retirada de tropas norteamericanas en Siria, dejando la vía libre a los rusos y otros aliados de Bachar al-Asad, por ejemplo). La obsesión con China es parte de esa política de señalar en una dirección cuando el problema está en otra. Trump ya había pedido en público la "ayuda rusa" para las primarias contra Hilary Clinton. Parece que era algo más que un show teatral de Trump, que era más en serio. La relación Estados Unidos-Rusia ha sido una de las más extrañas del periodo Trump y en la que los historiadores investigarán sacando cosas que todavía nos sorprenderán.
Esta observación última es interesante desde las perspectivas de futuro y muestran el peligro de hacer crecer una situación de este tipo en un mundo global y cada vez pequeño.
La manipulación de la opinión pública es hoy un hecho. Me refiero a las formas que permiten la guerra informativa, en la que se busca desestabilizar a los contrarios creando el caos para debilitar a unos y fortalecer a sus contrarios. La guerra informativa es muy barata en comparación de la que se hace sobre el campo de batalla. La creación de inseguridad sirve para aumentar los niveles de protección, es decir, de gasto en defensa, con lo que los primeros en estar interesados en la inestabilidad son los que producen armamento o venden protección. No es novedad porque se produce de continuo.
Trump se enfadó con Europa cuando, tras asustarla, la UE decidió dos cosas, tener su propio ejército para no depender del norteamericano, y fabricar sus propios aviones de combate.
Los mayores apoyos de los Estados Unidos en Europa son aquellos que están cerca de Rusia, que temen ser invadidos. Cuando Moscú tose, los países limítrofes se rascan el bolsillo y compran armamento a los Estados Unidos y piden más soldados norteamericanos en sus bases. Lo mismo ha hecho con China para que los países cercanos se sientan amenazados, venderles armas y protección.
La historia nos enseña cómo suelen acabar las carreras de armamento. Hace unos días, la prensa comentaba que reino Unido iba a incrementar su armamento nuclear. Otra buena noticia para los que viven de la tecnología y la venta de armamento y otra mala noticia para el conjunto del planeta. La noticia de que China ya tenía una armada más poderosa que la de Estados Unidos hará aumentar los presupuestos militares, tal como las amenazas exteriores a China la han hecho aumentar su presupuesto militar.
Las armas llaman a las armas y las armas acaban trayendo los conflictos reales, sean en las fronteras de China o de la Unión Europea, como en Ucrania o en Oriente Medio, la zona con más armas del planeta y un auténtico desastre en donde se mezclan los reyezuelos y tiranos con el petróleo y el dinero que produce, del cual una parte importante va a comprar armas, buques, aviones, etc. Es lo que ha hecho Trump con su política de desviar el problema de Israel a Irán. El enemigo perfecto es aquel que te hace ganar más.
Y esto el mundo no se lo puede permitir ya. Estamos demasiado relacionados, juntos, apretados... como para controlar los efectos de un simple estornudo.
* Zachary
Cohen & Jeremy "Herb Intelligence report contradicts claims by Trump
and his team on China election interference" CNN 18/03/2021
https://edition.cnn.com/2021/03/17/politics/us-intel-report-trump-china-election-interference-claims/index.html
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