lunes, 4 de enero de 2021

La llamada

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)




Lo que está ocurriendo en los Estados Unidos con el todavía presidente Donald Trump está sobrepasando todas las expectativas. Si alguien pensaba que Trump iba a aceptar su derrota en algún momento, cuando todas las instancias, incluido un Tribunal Supremo dominado por republicanos, se equivocaba.

La obcecación de Trump hace plantearse dos alternativas, la patológica (Trump es un narcisista enfermo que no puede aceptar su derrota) y la defensiva (Trump no puede permitirse salir de la presidencia por lo que pudiera aparecer). La una no imposibilita la otra pues son dos dimensiones distintas, la enfermedad y el delito.

La publicación del audio de una llamada de presión a las autoridades republicanas de Georgia, el estado que Trump perdió por un estrecho margen, un estado tradicionalmente republicano pasado al lado demócrata, abre una línea complicada para el propio Trump y los que se mantienen a su lados en esto que muchos llaman ya "locura" (insanity), como hacía el republicano New York Post, desde su portada.  Pero Trump no se detiene sobrepasando las líneas de la prudencia y de la legalidad.

La CNN reproduce la llamada, con su audio:

 

The release of the stunning telephone conversation between Trump and Georgia's GOP Secretary of State Brad Raffensperger escalated the constitutional crisis Trump started stoking even before his election loss.

"So look. All I want to do is this. I just want to find 11,780 votes, which is one more than we have. Because we won the state," Trump said, in a comment that at best was an abuse of power and that could raise legal questions. Throughout the hour-long call, the President repeatedly prods Raffensperger to agree to his false claims that thousands of votes were illegally cast, that some ballots were destroyed or came from dead people or out-of-state voters. The Georgia secretary of state tells the President that he has false information.

CNN has obtained the full January 2 audio call between President Donald Trump and Georgia Secretary of State Brad Raffensperger. Trump is joined on the call by White House chief of staff Mark Meadows and several lawyers. CNN obtained the audio from a source who was on the call and had direct knowledge of the conversation. CNN has redacted the name of one individual about whom Trump made unsubstantiated claims.

A string of recounts, audits and legal cases have affirmed Biden's narrow victory in Georgia in November in one of the clutch of swing states he won on the way to 306 electoral votes and a clear victory over the President.

The tape recalled the kind of coercive, corrupt behavior that led to Trump's impeachment over a call with Ukraine's President, but that all Republican senators with the exception of Mitt Romney decided last year did not merit his ouster from office.*

 


Dada la gravedad de la llamada, el efecto de señalarlo es un aviso no solo para Trump, sino para todos los que están embarcados en esta aventura suicida cuya explicación ya se resume en esas dos alternativas.  Lo que está haciendo, por una causa u otra, le descalifica para la propia presidencia al dejar los métodos empleados a la altura de comportamientos mafiosos, los que ha practicado toda su vida aprendidos de su padre en el negocio inmobiliario, "no pares hasta hacerte con lo que quieras".

Hacen bien en recordar que el impeachment de Trump por el llamado "caso ucraniano", se basó en la misma forma de intimidación telefónica que ha practicado en diferentes situaciones. Las amenazas al presidente ucraniano, un recién llegado a la política en aquel momento, para que dijera que estaban "investigando" al hijo de Joe Biden para construirle un problema de cara a las elecciones, muestran el tipo de personaje que los norteamericanos eligieron y al que ahora, muchos de ellos, asustados, han retirado su apoyo. Lo ha hecho hasta la prensa más conservadora, la de Murdoch, que antes le apoyó, lo han hecho prominentes figuras del partido republicano, las instituciones. Nadie ha encontrado motivos ni pruebas más allá de las manifestaciones vehementes de un Trump derrotado que se resiste —por los motivos que sean— a salir de la Casa Blanca.




Lo ocurrido con el partido republicano apoyando a Trump en el proceso de impeachment, en efecto, es parte del problema. El partido se suicidó al apoyar a un presidente corrupto y matón, al que muchos temen y callan por ello. Se perdieron la razón y los principios en beneficio de una democracia entendida como fuerza de los votos contra la realidad misma.

Es ahí donde la democracia se eleva o se hunde. Los votos no dan la razón ni cambian la historia; duran lo que el apoyo electoral dura. Pero ¿qué sentido tiene elegir a personas que apoyan falsedades, mentiras y delitos? Es así como se pervierte el sistema; es lo que ocurre cuando el partidismo sobrepasa la verdad y se centra en el cálculo del poder. Por eso un sistema falla si lo que produce y eleva es a personas como Trump. Los mecanismos de ajuste acaban convirtiéndolo en un "ideal" que falsifica completamente la realidad. De esta forma se envilecen todos, ya que tratan de sostener lo insostenible.




El movimiento republicano "Never Trump!" ha sido un intento de recuperar la dignidad, entender que "ser republicano" no era justificar todo lo que Trump hiciera o dijese, sino una forma de entender el país, que puede ser honesta.

Trump ha borrado la "honestidad" de los valores político. Lo ha hecho de un plumazo y eso es una erosión brutal del sistema, un pistoletazo de salida para la desconfianza en las instituciones y las personas. Su daño es inmenso. Los políticos se pueden equivocar, sí, pero Trump no se equivoca sino que su actitud es claramente indigna del puesto que ocupa.



Merece la pena escuchar la llamada. Más que leer sus palabras se debe escuchar ese tono, esa forma de decir, ese presionar al republicano de Georgia. Hay que escuchar en sus palabras para comprender la monstruosidad del hecho.



La llamada telefónica es una pieza más del sumario contra Trump que se está elaborando en la Historia, que le juzgará como lo que es y lo que ha sido. Los 80 millones de votos y su cota de popularidad no es más que el signo de la decadencia, el sentido absolutista y despótico con el que pretende gobernar, pero por el que será recordado. La filtración de la llamada es, además, la muestra de que hay gente que no quiere ser arrastrada al fango de la historia, ser partícipe de estos turbios manejos que son los que han marcado el "reinado" de Trump. Escándalo tras escándalo ha conseguido ir tapando las huellas, pero ahora pocos se arriesgan ya por él. 

Cuando caiga, lo hará solo, por sus propios errores, pero arrastrará en su caída a los que han tratado de sostenerlo hasta el último momento. ¿Por qué este empeño más allá de la lógica, de la verdad, de los hechos? ¿Habrá sorpresas de última hora? Por ahora, de lo que no cabe duda es de aquello que se ha manifestado a lo largo de su mandato, su profundo desprecio por lo valores democráticos, por los principios e, incluso, por la vida de los ya cientos de miles de norteamericanos muertos por su necedad.

La reacción de la prensa deja clara su opinión sobre los métodos de preseión empleados. Se menciona, a unos pocos días de su salida, la palabra "impeachment", por increíble que parezca. 


The New York Times

The Washington Post


* Stephen Collinso "Trump's bid to steal Georgia exposes GOP election ruse" CNN 04/01/2021 https://edition.cnn.com/2021/01/04/politics/donald-trump-georgia-election-joe-biden-congress/index.html

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