Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El
titular de La Vanguardia es como un latigazo: "Grecia, Portugal y Polonia
superan a España en I+D y la hunden en la cola europea". En un bosque de
lamentos por la vieja "normalidad", el titular nos habla de lo que
nadie parece echar en falta en este país solar, "solar de "suelo· y
"solar" de "suelo". La combinación de suelo y sol es la que
mejor describe nuestra posición y el constante retroceso de nuestras
aspiraciones como país. El país del chiringuito, la cervecita y la terracita;
es el país de un bar por cada 170 habitantes y que necesita de 40 millones de
turistas para que la "economía" funcione. Nos salva lo de siempre, la
agricultura, que exporta. Lo demás es heroísmo, melancolía y emigración de los
mejores en busca de unas condiciones en las que se les ofrezca algo más que
precariedad y contratos en constante renovación.
Formamos
a ingenieros, médicos, etc. que se tienen que ir de España a lugares donde no
se les explote, se les pague mal y vivan en la cuerda floja años y años. Somos
el país en el que tiene un sueño emigra o se autoemplea. Nuestra empresas son
pequeñas, nano empresas, con algunas excepciones, pocas. Nos gusta decir la
palabra "autónomos" como si eso nos diera libertad y lo único que nos
da es una tabla de salvación en una economía cuyos últimos y benévolos datos
hablan de un 25% sumergida. Estamos a la cabeza del paro europeo, disfrazamos
el empleo como becarios, para ahorrarse unos el escándalo de los números y
otros crear puestos fijos. Así se tiene un trabajador más dócil y a la baja,
cobrando cada vez menos porque hay una enorme bolsa de desempleo.
Las mismas pregunta 8/01/2019 |
Con
este panorama, el abandono escolar crece, el mayor de Europa. ¿Estudiar? ¿Para
qué? Antes se hablaba de "mileuristas"; hoy parece un sueño para
muchos cobrar "mil euros" y se conforman con lo que les dan, que
saben que será por poco tiempo y con tendencia a la baja.
Nos
dicen que vamos a ser la economía que más vamos a sufrir con la cuestión del
coronavirus, que tardaremos más que los demás; nos dicen también que vamos a
ser los más afectados por el Brexit, tanto por las exportaciones como por la
pesca y por el turismo británico.
Nos lo
dicen cada día ¡y seguimos pidiendo que todo vuelva a ser como antes! ¿Antes de
qué? ¿De la burbuja inmobiliaria constante, del ladrillo? ¿Antes de que nos
desindustrializaran? ¿Antes de que el país decidieras desequilibrarse hacia el
turismo y los ayuntamientos se financiaran con el suelo? ¿Volver a lo de antes?
Nos
dicen en el diario barcelonés:
Los datos hablan por sí solos. La inversión en innovación y desarrollo (I+D) española aumenta en los presupuestos de manera sostenida durante los últimos años. Es más, el ministerio de Ciencia e Innovación que lidera Pedro Duque ha anunciado la mayor cifra de la historia para el 2021. Pero a la espera de que se lleven a cabo las cuentas públicas, lo que queda es una realidad bien diversa. España ya va por detrás incluso de algunos de los países con menor esfuerzo inversor histórico en I+D europeos como Grecia, Polonia y Portugal. Y por si esto fuera poco el Ejecutivo deja sobre la mitad de lo presupuestado sin ejecutar.
España, quinta economía europea, se sitúa en
la posición 18 de los 28 estados miembros de la UE (incluyendo al Reino Unido)
en el 2019 en inversión en I+D respecto al PIB, último dato conocido. Y de las
últimas en la eurozona. Destinó el 1,25% según el INE. El 1,14% según la
estimación de Eurostat. En uno u otro caso por debajo de los niveles medios
europeos, que se sitúan en el 2,13%. España desciende y desciende en la
clasificación hasta quedar a la cola del ya de por sí renqueante bloque
mediterráneo. A distancia de Rumanía, última de toda la Unión, pero por primera
vez superada por Grecia y Polonia. Eslovenia, Estonia, Grecia, Hungría,
Polonia, Portugal y la República Checa, a su vez, con menor renta por habitante
que España, realizan un mayor esfuerzo inversor en este ámbito que ella.*
A la "cola
mediterránea". Se dice pronto entre los eslóganes con los que se trata de
salvar algo de esta desastrosa economía que hemos creado, de este monstruo
económico, una especie de falla condenada a la quema.
España
se ha creído su propio tópico de la pandereta y lo lleva adelante como un
futuro deseable, como un horizonte hacia el que se dirige al ritmo de la canción
del verano, del concurso televisivo, de grito de gol llevado hasta el delirio.
Hace
muchos años califique la economía española como la casa del primer cerdito, a
la que le basta un soplo para volar por los aires. La primera crisis lo
demostró. También España era la más débil. Ha tenido que llegar una pandemia
para que se nos vean las arrugas, las cicatrices de la cirugía estética que se
realiza con el dinero turístico, con convertir el país en un solárium en el que
estar tumbado mientras el reloj de la historia sigue avanzando.
EOM 26/05/2019 |
España
no ha sabido o no ha querido cambiar de modelo, adelantarse a sí misma al
modelo que le sirvió para dar el salto de desarrollo. El turismo nos ha
convertido en chiringuito. Esto se ha visto intensificado —hay que
decirlo— por el modelo autonómico, que
ha buscado el atractivo regional antes que la creación de riqueza industrial y
exportadora, solo sostenida por la agricultura allí donde no se ha vaciado.
Está de
moda hablar de la "España vaciada" sin entrar más en las causas. Las
diferencias entre las ciudades y sus servicios y el campo se fueron haciendo
gigantescas y se abandonaron muchos espacios que se convirtieron en reductos
turísticos.
El
modelo turístico no es muy complicado de desarrollar si se tienen condiciones
naturales y tranquilidad, si es eso lo que buscas. El llamado "turismo de
exceso" nos ha mostrado, una vez más, la dependencia de tener que aceptar
cualquier cosa cuando los tiempos aprietan.
El
modelo turístico es engañoso y España ha tenido "suerte". Desde hace
diez años, las revueltas han destruido la tranquilidad del norte de África y
Oriente Medio, algunos de cuyos países apostaron por la fórmula turística, como
sucedió con Túnez, con asesinos ametrallando turistas en sus playas. Eso cortó
en seco el turismo hacia la zona y una parte importante nos tocó a nosotros,
una vez superados los tiempos en que ETA ponía bombas en las playas para
espantar el turismo extranjeros, asegurarse notoriedad mediática y hacer daño a
la economía española.
8/07/2018 |
Nuestra
división autonómica —lo hemos visto con la pandemia— se disputa los turistas
que llegan a España. La obsesión con temporadas, puentes y festivos es
escandalosa. La economía solo se mueve si vamos de festejo en festejo, de bar
en bar de comida en comida. ¿A esto es lo que llamamos "normalidad",
a esto hay que volver? Las patronales así lo ordenan y son cada vez más
exigentes, como hemos podido apreciar en autonomías en las que tienen gran
fuerza porque los políticos dependen de ellos, de sus créditos e inversiones,
de sus creaciones de empleos precarios que les permitan dar la cara ante sus
votantes.
Pero la
realidad de la que nos habla La Vanguardia es todavía más dura: la inversión en
investigación, en I+D, no se ejecuta, ya sea por desidia administrativa o, lo
que sería peor, por la falta de interés en el sector, por falta de
investigadores que, hartos de la situación, se dedican a otras cosas o
sencillamente se van.
Hay
países que cambiaron de modelo económico
equilibrándose con los sectores digitales en los que han llegado a ser punteros
en menos de una década. Otros rebuscaron en los cajones de las oportunidades, de los huecos industriales. Nosotros no. Los apoyos y ayudas son populistas, buscan aplauso fácil e inmediatez. Son "pan para hoy, hambre para mañana". Desgraciadamente, el modelo político nos condena a esta disgregación de objetivos en una España capaz de disputar por cualquier cosa. Pero el mañana del hambre ha llegado para muchos en una España desigual, donde las distancias económicas se agrandan de forma insolidaria, en permanente disputa. El gráfico siguiente nos muestra la triste realidad española: la caída de los salarios españoles un 0,3% entre 2008 y 2017. ¡Y los hay que no solo presumen de ello sino que quieren perpetuar esta situación que ha enriquecido a unos cuantos!
EOM 26/05/2019 |
No se
trata de repetir un modelo que ha ido bien solo a algunos. No podemos seguir
creyendo que el modelo español sea una bicoca con la precariedad existente, con
la economía sumergida, con el enorme paro y con sueldos a la baja. Es indecente
solo pensarlo; el problema es que es el modelo que los políticos han aceptado,
aunque sea por omisión de cualquier otro modelo diferente. Ese es el gran
escándalo, la incapacidad con toques de indiferencia de una clase cuya única
función es pelearse, decir lo contrario de lo que expresa el rival para acabar
no haciendo nada. La retórica hueca se hunde ante los hechos, ante la realidad
de los datos. Estos muestran nuestra enorme dependencia, nuestra fragilidad,
nuestra falta de decisión, nuestra petición de ayuda para seguir igual y no
para cambiar.
EOM 26/05/2019 |
Hace años escribimos aquí sobre los informes de La Caixa sobre el problema del empresariado español, de empresas de poca gente, mínimas y muchos autónomos. Esta atomización, nos decían los economistas, impedía que España progresase, que las empresas no se hundieran por los pecados de su pequeño tamaño y la falta de preparación empresarial. Todo es ladrillo, todo es turismo. Lo demás depende del azar y de la confianza de los impulsores de ideas, cuya mejor idea acaba siendo irse con la idea a otro sitio.
Tras la
constatación de la dependencia tecnológica europea, que ha dejado la producción
a terceros, nos dice el articulista:
[...] cada vez es mayor la distancia con las principales economías del Viejo Continente, que ven un gasto-inversión en su I+D superior al 2%, incluso el 3%. Alemania o Francia lo cumplen a rajatabla. E Italia, a la que España recurre habitualmente como objetivo, da hoy pasos adelante y se distancia de España pese a verse superada por esta entre el 2004 y 2014. Porque el máximo histórico español es siempre de antes de la crisis financiera. Está en el 1,25% del PIB según el INE. Estuvo en el 1,35% en el 2008. Esperaba llegar al 2% este año y al 2,12% en el 2027 según se señala en la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación. No ha ocurrido. Y todo ello tiene graves consecuencias, sobre todo de futuro.
“Los países que generen tecnología generarán también prosperidad y empleos de calidad y los que no están condenados a la precariedad. La futura división es entre países-líderes y seguidores no será Norte-Sur ni Este-Oeste, será de Tecnología-No Tecnología. Seguir como estamos significa salarios precarios, inestabilidad laboral, desmantelamiento del estado del bienestar y emergencia del populismo”, concluye a su vez Xavier Ferràs, profesor del departamento de Operaciones, Innovación y Data Science de Esade Business and Law School, experto en el ecosistema de las I+D.
Porque incluso viéndolo por comunidades
autónomas en un país descentralizado como España, tampoco cambia nada. Ninguna
de ellas alcanza el esperado 2% si bien el País Vasco se queda muy cerca, en el
1,97%. Madrid destina el 1,71%; Navarra, el 1,67%; Catalunya, el 1,52%. Y
Canarias y Baleares cierran el ranking, con el 0,47% y 0,40%, respectivamente.
Aquellos territorios más apegados a los servicios, la construcción y el turismo
de masas que tantos éxitos dieron en el pasado pero muy afectados por la crisis
de la Covid, son precisamente los más rezagados en I+D.**
No se
puede decir más claro. Si seguimos apostando por este "añorado
modelo" que solo nos crea dependencia, inestabilidad, debilidad y
precariedad, nuestro futuro está echado: perder lo mejor, ser débiles,
inestables.
España
tiene un enorme potencial que se pierde sin remedio. No entro ya en
consideraciones sobre la epidemia de incultura que nos sacude, de pérdida del
tejido intelectual y cultural, sometidos a lo chabacano y trivial, a la mediocridad
ostentosa y triunfante, objeto de aplauso constante y celebración mediática. El entorno cultural que
hemos creado es chabacano, un vacío compartido que resalta en estos días de
pandemia en donde se ven los efectos.
España tiene
que cambiar de modelo, no solo para no depender tanto de otros, sino para
recuperar una imagen de sí misma que podamos mirar sin sonrojo. Pero esta
mediocridad favorece a muchos, especialmente nos hace fácil de gobernar a golpe
de emociones, de insultos y de proclamas vacías. La baja categoría de nuestra clase política (con las excepciones que quieran) le hace incapaces de proyectar modelos más allá de lo inmediato, lo que haga ganar las próximas elecciones y seguir en el poder. El espectáculo parlamentario sonroja mientras los problemas se acumulan y sube el tono de las disputas. No hay ideas ni sitio para ellas.
No soy
optimista. Los carreteros y los bueyes están de acuerdo, cada uno a lo suyo,
rumiando por el camino, en la misma dirección. Hay que hacer un alto en cada posada para que la economía funcione.
*
Alexis Rodríguez-Rata "Grecia, Portugal y Polonia superan a España en I+D
y la hunden en la cola europea" La Vanguardia 3/01/2021
https://www.lavanguardia.com/economia/20210103/6131625/grecia-portugal-polonia-superan-espana-inversion-i-d-hunden-cola-europea.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.