La
maniobra del presidente Trump de hacer que Estados Unidos compre y acapare la
producción de Remdesivir, un medicamento que reduce el tiempo de tratamiento
del COVID-19, no ha gustado a casi nadie fuera de las fronteras de los Estados
Unidos. Una vez más, Donald Trump actúa como un especulador, como un
comerciante callejero que juega con los precios del mercado acaparando.
Ya hubo
un intento anterior de jugada de este tipo cuando se habló de sus intentos
millonarios de hacerse con los resultados de una posible vacuna que daría
ventaja sanitaria y estratégica a Estados Unidos, con un presidente al frente
que todo lo convierte en carrera, en competición. Trump, está claro, transforma
toda acción en competición porque su ego necesita la palabra
"victoria" cada día. Trump necesita mostrarse como vencedor frente a
otros y trasladar a sus electores ese sentido grandilocuente del triunfo.
La
Vanguardia explica las reacciones ante la nueva jugada:
Conseguir una medicación de remdesivir en
cualquier otra parte del mundo que no sea Estados Unidos se ha convertido en
misión imposible para los próximos tres meses.
La Casa Blanca ha comprado las más de las
500.000 dosis disponibles para julio de este medicamento, que recorta el tiempo
de curación del coronavirus, y se ha garantizado hacerse con el 90% de las que
la farmacéutica Gilead produzca para los meses de agosto y septiembre.
Esta iniciativa causó frustración e inquietud
en la comunidad científica global.
El coste de un tratamiento de seis dosis se
sitúa en torno a los 2.840 euros, según un comunicado del Gobierno de EE.UU.
“El presidente Trump ha logrado un acuerdo
increíble para asegurar el acceso de los estadounidenses a la primera
medicación autorizada para la Covid-19”, afirmó Alex Azar, secretario del
Departamento de Sanidad.
“En la medida de lo posible, queremos asegurarnos
que cada uno de nuestros pacientes que necesite remdesivir lo pueda conseguir”,
indicó. “La Administración Trump está haciendo todo lo posible en nuestro poder
para saber más de este fármaco y garantizar todas las opciones para los
estadounidenses”, añadió.*
La
competición en todo momento y objeto le aleja de las palabras que quizá nunca
hayan salido de su boca: "solidaridad", "acción
coordinada", etc. Trump solo entiende de beneficio y rentabilidad. No le
mueve en este caso ningún deseo de mejora de sus ciudadanos, sino el de obtener
una rentabilidad que se traduzca en un avance de sus expectativas electorales,
en estos momentos disminuyendo cada día.
Trump
necesita un golpe de efecto y la compra de la vacuna es un ejercicio doble de prepotencia.
La expresión "un acuerdo increíble" es puro Trump, aunque esté en
boca de uno de sus acólitos. Trump no ha dejado de ser un vendedor puerta a
puerta a la presidencia.
No es
la primera vez que Trump actúa como vendedor de milagros ante el coronavirus.
Lleva prometiendo una vacuna "rápida", una "sorpresa",
hasta de "milagros". Es la táctica de venta de humo electoral. Pero
no están los tiempos para tanto humo. No con más de 128.000 muertos y 2.600.000
contagiados en los Estados Unidos, batiendo récords cada día. No cuando ha sido
incapaz de ponerse una mascarilla con la que dar algún ejemplo, algo que está
superando ya la paciencia de los próceres republicanos que cada vez se vuelven
menos tolerantes con quien, como era previsible y gracias a su protección, les
lleva al desastre electoral. Incluso las elecciones internas las están ganando
los candidatos republicanos que no están respaldados por Trump, un muy mal
síntoma para él y los que le siguen respaldando.
La
actitud acaparadora de Trump contrasta con la mantenida en Europa. Nos
encontramos con una forma de hacer política, con una actitud y un sentido muy
diferente al que el egocéntrico y marrullero Trump representa.
La idea
de que se debe mantener la vacuna a disposición de todos los europeos y no ser
un privilegio que se puede comprar y especular con ella es una idea que da
sentido a Europa y al mundo como un espacio de colaboración, de coordinación
internacional. Es justo lo contrario a la idea de Trump y que se está
exportando desde los Estados Unidos. Asusta la sola idea de un Trump con una
vacuna en las manos, tomándola como un ejercicio de poder, como forma de
humillación para mostrar a sus votantes la "superioridad"
norteamericana. Para Trump, la vacuna es un arma más, algo con lo que doblegar
voluntades y mostrar su poder. Esto es inaceptable en la vacuna y en muchas
otras cosas más.
Leemos
en el diario El País sobre los temores por la maniobra norteamericana:
El malestar de Bruselas y el resto de
capitales europeas ante las tácticas de acaparamiento de Washington es
evidente. “La Comisión toma nota del anuncio hecho por EE UU”, ha señalado el
organismo, que ya ha asistido a las escaramuzas por las mascarillas y el
supuesto intento estadounidense de hacerse con la empresa alemana CureVac,
puntera en la investigación de una vacuna.
La polémica desatada por la operación ha
llegado este miércoles hasta la sede de la Organización Mundial de la Salud en
Ginebra donde, al ser preguntado sobre el caso, el director de emergencias,
Michael Ryan, ha afirmado que está tratando de verificar la información y “sus
posibles implicaciones”.
Los expertos consultados en España destacan
que el fármaco es de ayuda para tratar a algunos enfermos, pero que está lejos
de ser la cura que frene la epidemia. “Según el ensayo que lo avala, reduce de
15 a 11 días el ingreso de pacientes con neumonía que requieren ventilación con
oxígeno, pero no ser intubados”, explica Eduardo López Briz, del grupo Génesis
de evaluación de medicamentos de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
Son los enfermos de una gravedad media,
aproximadamente una cuarta parte de los hospitalizados, que a su vez son menos
del 20% de los infectados con síntomas. “La dexametasona, por ejemplo, es
bastante más rentable a nivel terapéutico. Es un corticoide ya existente en el
mercado, barato y que ya ha acreditado que salva vidas”, sigue López Briz.
Para Santiago Moreno, jefe de servicio de
enfermedades infecciosas del hospital Ramón y Cajal (Madrid), el remdesivir
“acorta las hospitalizaciones, pero no reduce la mortalidad ni disminuye los
ingresos en la UCI, según los resultados preliminares. Nos falta saber aún
muchas cosas sobre este antiviral y estamos a la espera de conocer los
resultados de dos grandes ensayos en marcha”.**
La
noticia del acaparamiento del fármaco, según los expertos a los que se consulta
en el diario, tiene de nuevo todas las trazas de ser una jugada electoralista por
parte de un Trump hundido en sus estrategias y resultados. La cuestión es
cuánto le ha costado a los Estados Unidos esta jugada y si Trump ha conseguido
un "buen precio" al lanzar al mercado otro producto milagroso que hace menos de lo que se espera. No es la
primera vez que lo hace y determinadas casas se han visto beneficiadas por las
altas expectativas que Trump pone en sus productos, comprados después
masivamente por sus émulos. La simple noticia de la compra habrá disparado en
bolsa a la empresa, algo que no hay que descuidar. En días anteriores hemos
asistido a muchos "anuncios" de muy poca cosa. La carrera por la
vacuna es, desde la perspectiva de las farmacéuticas, sobre todo económica, de
mercado. Saben muy bien lo que el COVID-19 está moviendo en un sector ya proclive
a este tipo de maniobras con el mercado por delante.
Ayer,
se anunciaba la bajada en bolsa de la empresa farmacéutica productora del
Remdesivir. "Unos resultados mediocres del redemsivir ponen en apuros a
Gilead", titulaba ayer Finanzas.com y señalaba:
El sector biotecnológico continúa subido en
una montaña rusa bursátil a causa de los avances en la lucha contra el
coronavirus. Así, la compañía Gilead cae un 4 por ciento en bolsa tras
publicarse un estudio que podría echar por tierra los avances que ha logrado
con la aprobación de su fármaco Remdesivir para tratar a pacientes muy graves
de Covid-19.
En concreto, el estudio en fase 3 realizado a
pacientes hospitalizados pero con síntomas relativamente moderados arrojó un
“modesto resultado” cuando fue administrado durante cinco días, frente a los
enfermos que no recibieron tratamiento con Remdesivir.
El problema es que los pacientes del mismo
tipo que fueron tratados durante diez días no mostraron ninguna diferencia en
su evolución respecto a los que no fueron tratados con él, un resultado que
podría invalidar las conclusiones que han servido para aprobar el tratamiento
con Remdesivir para pacientes severos.
Aun así, las acciones de la compañía siguen
arrojando una subida de casi el 15 por ciento en lo que va de año, al ser
considerada una de las farmacéuticas que están mejor posicionadas en la carrera
por dar con una cura de la enfermedad que mantiene en jaque a todo el planeta.***
¿Qué es
lo que ha comprado Trump realmente? y sobre todo, ¿qué es lo que ha vendido? Creo que en ambos casos está claro. La "montaña rusa bursátil" puede ser muy eficaz si se saben manejar los tiempos.
Sea lo
que sea, la maniobra de Trump deja de nuevo a los Estados Unidos de Trump fuera
de la sociedad internacional y de la solidaridad. Otra vez la elección es la
soberbia populista que excluye a Estados Unidos cada día de más foros y,
especialmente, suscita un enorme rechazo y una pérdida de liderazgo galopante.
* Francesc Peirón "Crítica a EE.UU. por
acaparar todo el stock de Remdesivir mundial" La Vanguardia 2/07/2020
https://www.lavanguardia.com/vida/20200702/482049496718/remdesivir-coronavirus-estados-unidos.html
** "Europa recela de la compra masiva de
remdesivir por EE UU" El País 2/07/2020
https://elpais.com/sociedad/2020-07-01/europa-recela-de-la-compra-masiva-de-remdesivir-por-ee-uu.html
*** "Unos resultados mediocres del
redemsivir ponen en apuros a Gilead" Finanzas.com 1/07/2020
https://www.finanzas.com/empresas-globales/gilead-sufre-en-bolsa-tras-publicarse-un-estudio-que-arroja-resultados-mediocres-de-remdesivir_20068266_102.html
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