Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
cuestión de la mascarilla protectora está empezando a estar en primer plano. La
fórmula "M+D+H" (mascarilla, distancia, higiene) es esencial mientras
haya que vivir con los demás y evitar desastres personales, sociales y económicos.
Es importante entender que en el caso de no cumplirse los más visibles, la
distancia y la mascarilla, la calle empezará a convertirse en espacio de
disputa, por lo que cuanto antes se regule, menos conflictos habrá. Si la gente
se sacrifica y cumple, difícilmente mantendrá la calma cuando se vea
perjudicada por el incumplimiento de otros. El riesgo ya no es solo la enfermedad, sino la ruina, como están
empezando a temerse aquellos que están pagando con un segundo confinamiento,
con un retroceso a fases anteriores o incluso volviendo al inicio.
Los
conflictos con los turistas británicos en Baleares que comentábamos ayer,
vuelven de nuevo hoy a las páginas de La Vanguardia. Señalan en el
diario:
Varios centenares de turistas sin mascarilla
y sin respetar las normas de distancia social han provocado incidentes este fin
de semana en dos de los puntos calientes de Mallorca en materia de turismo de
excesos: Magaluf, en el municipio de Calvià, y la Platja de Palma, en Palma. El
primero de ellos es una zona de llena de locales de ocio destinado al turismo
procedente del Reino Unido. Los locales de la zona siguen cerrados en su
mayoría ya que la presencia de turistas británicos sigue siendo testimonial,
pero un grupo de jóvenes provocó numerosos altercados en la calle en la
madrugada del jueves. Algunos videos difundidos por las redes sociales muestran
a estos jóvenes saltando de madrugada en coches aparcados en la zona. En la
Platja de Palma, zona donde domina el turismo alemán, los altercados fueron provocados
por una aglomeración de jóvenes que no respetaron las normas de distancia ni el
uso de las mascarillas en la madrugada del viernes.
El Govern de Francina Armengol está muy
preocupado por este tipo de comportamiento y teme que la necesaria apertura de
los aeropuertos para que comience a funcionar la maltrecha economía de las
islas, vinculada en un 80 por ciento al turismo, termine provocando nuevos
brotes de la enfermedad en una comunidad que hasta ahora apenas ha sido
golpeada por la pandemia. En las Islas ha habido 2.249 contagios y 224 muertos
y el estudio de prevalencia del virus señala que la incidencia es la más baja
de España, con solo un 1,5 por ciento de positivos.*
¿Hay
forma de escapar a este círculo vicioso? Difícilmente se va a parar en seco lo que el diario
llama "turismo de excesos", una variante bárbara del turismo cuya
motivación no es necesario explicar más allá de los hechos. El atractivo que
para estos británicos (no son los únicos) tiene el turismo no es más que poder
hacer impunemente en bañador, fuera de su casa, lo que suelen hacer el resto del año. Lo que se hace en Baleares, se queda en Baleares... o en Canarias o Marbella. El modelo es el mismo.
¿Había
que mantener "sanas" nuestras playas, limpios nuestros hoteles para
esto? Las presiones para que se estableciera reciprocidad con Reino Unido es
una de las mayores indecencias políticas de los últimos tiempos.
Mientras España trata de mantener una política activa frente a la pandemia,
Reino Unido, con Johnson al frente, ha hecho exactamente lo contrario. Las
cifras dicen lo que dicen y en estos momentos Reino Unido es el principal foco de Europa. Pero...
Puedo
entender que británicos temerosos de lo que ocurre en su propio país traten de
ir a zonas más "seguras" en términos de cifras o más sensatas en
términos de actitudes, pero no tiene sentido venir aquí a tener este tipo de
comportamiento más que como una irresponsabilidad. No voy a intentar ponerme en
la mente de un británico, menos cuando estamos viendo un comportamiento
parecido en irresponsables españoles, pero a estos nos tenemos más remedio que
aguantarles. A los británicos, por el contrario hay que aguantarlos, darles las
gracias y pedirles que vuelvan. Y eso ya es mucho pedir. Esta actitud mendicante no nos favorece en nada. Pero lo que parece preocuparnos es quién gana o pierde la votación de Eurogrupo. Respeto.
En la CNN norteamericana se habla de las mascarillas y de la visceral alergia que padecen los británicos a ella:
Walk into any busy store in England or board a
train on London's cramped underground system and you will see dozens of people
unmasked. And you can forget about face coverings at recently reopened pubs...
that's about as likely as a free pint of beer.
This despite the UK being one of the world's
worst-hit countries by coronavirus -- it stands third behind Brazil and the
United States -- with almost 45,000 fatalities.
And apart from catastrophic death tolls, the
three countries at the top of the pandemic chart are those in which people
resist wearing masks.
Now, in the same week the World Health
Organization confirms there is "emerging evidence" of airborne
transmission of the coronavirus, senior scientists are urging Britons to take
up mask wearing, as two new reports highlight the potential effectiveness of
facial coverings.
"The UK is way behind many countries in
terms of wearing masks," the head of Britain's national academy of
sciences, the Royal Society, Venki Ramakrishnan said Tuesday. He claimed not
wearing a mask should be regarded as antisocial as drink driving and reasoned
that there is a "growing body of evidence that wearing a mask will help
protect others -- and might even protect you."**
Pues, sí, parece que los británicos acumulan una nueva
peculiaridad en su larga lista de diferencias respecto al resto de los
mortales. Por supuesto, que no son los únicos en haber hecho de la mascarilla
una especie de cuestión de principios. Lo que comparten con los norteamericanos
es un malentendido sobre la relación entre las libertades individuales y la
vida en común. La cuestión se entiende o no se entiende, porque es de
principios. Ampararse en la libertad individual para no llevar una mascarilla
es poner el foco en el egoísmo y en la falta de solidaridad, que es algo
distinto a las libertades, ya que afecta a los demás.
El artículo de la CNN está pensado para lectores
norteamericanos intentando convencer y vencer la resistencia a la mascarilla,
que está llevando al país al desastre empecinado. No es comprensible desde casi
ningún punto de vista, solo desde la locura colectiva inducida por un
presidente que, después de haberse negado a llevar mascarilla en público, la ha
llevado por primera vez rodeado de militares, lo que no es casual. La imagen,
por supuesto, ha dado la vuelta al mundo. Hemos tenido que escucharle decir que
"nunca ha estado en contra de las mascarillas, pero que hay un lugar y un
momento".
La CNN pone en contraste las actitudes de los británicos y los españoles,
señalando cómo se ha ido imponiendo entre nosotros el uso de la mascarilla.
"To understand why people don't wear face
coverings it is essential to examine behavioural factors such as the public's
understanding about masks and how to wear and re-use cloth coverings,"
said Melinda Mills, Director of the Leverhulme Centre for Demographic Science
at the University of Oxford and lead author on the SET-C report.
"What is clear is that it isn't the
public's fault for not wearing masks in the UK. Rather, consistent policies and
effective public messaging is vital, which have even differed across England,
Scotland and Wales," Mills argued.
Notably, UK Prime Minister Boris Johnson -- who
was hospitalized in intensive care with the virus -- had not, until Friday,
worn a mask in public, yet Scottish First Minister Nicola Sturgeon had.
First Minister of Scotland Nicola Sturgeon
wears a Tartan face mask as she visits a retail park last month in Edinburgh.
Mills said people in countries like Italy and
Spain, without a previous history of mask wearing, have "rapidly adopted
face coverings during the Covid-19 period largely because the authorities
provided them with a consistent policy and clear guidelines to understand why
they should wear them."
Spain, for example, which has recorded more
than 28,000 deaths, has legally required everyone over the age of six to wear
face masks indoors and outdoors in public spaces when a minimum two-meter
distance is not possible since May 21. In June, the country's Prime Minister
Pedro Sanchez ordered that this remain the case even after the country's state
of emergency ended on June 21.**
Aunque sea en términos relativos, es evidente que en España
se ha actuado mejor que en el Reino Unido, con un Boris Johnson algo peor que "dubitativo".
La idea del contagio masivo se mostró una barbaridad no solo en Reino Unido,
sino en países nórdicos que veían las cosas muy claras en el papel, pero luego
tienen que explicar los muertos a sus ciudadanos. Suecia, por ejemplo, tan
ponderada, ya ha tenido actos de arrepentimiento oficiales por la estrategia
fallida.
Por más que nadie se haya atrevido —solo en los Estados Unidos
de Trump— a plantear abiertamente el debate "salud-economía", siempre está en
el fondo, con estrategias de camuflaje más o menos obvias. La presión para reabrir está desde el principio y no ha dejado de existir. Son muchos intereses en juego.
Hay que plantear directamente a la ciudadanía las cuestiones
esenciales. Nuestro permanentemente enrarecido clima político no ayuda
demasiado, es cierto. La idea de que los británicos no son responsables en la cuestión de la mascarilla porque no han
tenido directrices claras y firmes es una idea, pero eludir la responsabilidad individual cuando hay tanta información para quien la quiera ver, no me parece un buen camino. Son las medias tintas de unos y otros, junto con la laxitud las que empeoran la situación.
Es cierto que es muy difícil mantener en el rigor vigilante
a la población y hacerlo en un país, además, que vive del turismo y del gasto
en la calle, de los festejos y de la movilidad constante. Pero nadie ha dicho que
esto tenga que ser fácil. Por eso es contraproducente vender falsas esperanzas
de vacunas milagrosas que llegarán de repente, como hacen Trump, Bolsonaro o al-Sisi.
No es
fácil mantener la tensión, por lo que la labor formativa y ejemplar debe ser constante.
Hay que buscar los resortes psicológicos y sociales para apelar a ellos en
campañas continuadas, bien programadas en sus fases, atentas a los cambios.
Pero ese miedo a "meter miedo" y espantar al
turismo o hacer que la gente se quede en casa, no gaste y todo se hunda.
Finalmente, es el temor a la formas de "perimetrado",
"confinamiento", retroceso en las fases, etc. lo que va a hacer que prosperen
las mascarillas. Da igual el sistema, lo importante es crear el hábito y
mostrar claramente que si eres un irresponsable tiene consecuencias para todos. No hace
falta ser hobbesiano para entenderlo. Por eso es esencial, como se señalaba en
la CNN, unas políticas institucionales claras sobre la mascarilla y dejarse de dudas. Claridad,
sobre todo, y firmeza, mucha.
Está muy bien que la CNN nos sitúe como país ejemplar en las medidas, aunque sea en comparación con el caos de Reino Unido, con cada parte del país con una legislación distinta, o frente a Estados Unidos. Pero no corramos el riesgo de caer en algo que hemos visto en cuanto se han levantado las restricciones más duras: la explosión de rebrotes. Estos son ya mayormente responsabilidad nuestra. Tenemos mucha información; ahora, voluntad.
La Vanguardia recoge, de forma clara —"muerte", "30 años", Texas, Fiesta Covid"— un caso cantado: era joven, está muerto y se contagió por irresponsable, tal como reconoció antes de morir. Un poco tarde, por eso hay que contarlo.
La Vanguardia recoge, de forma clara —"muerte", "30 años", Texas, Fiesta Covid"— un caso cantado: era joven, está muerto y se contagió por irresponsable, tal como reconoció antes de morir. Un poco tarde, por eso hay que contarlo.
Responsabilidad y no miedo es lo que necesitamos. Claridad en lo que hay que hacer y en lo que no se debe hacer. Agradecemos a la CNN que nos ponga como ejemplo ante los norteamericanos, pero tenemos mucho que mejorar. Estos está empezando.
* "Centenares de turistas sin mascarilla ni distancia
causan altercados en Mallorca" La Vanguardia 13/07/2020 https://www.lavanguardia.com/vida/20200713/482268319149/centenares-turistas-sin-mascarilla-distancia-causan-altercados-mallorca.html
** Sarah
Dean "Britain is the worst-hit country outside of the US and Brazil. But
it STILL won't wear masks" CNN 12/07/2020 https://edition.cnn.com/2020/07/12/health/britain-masks-intl-gbr/index.html
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