miércoles, 22 de abril de 2020

Rediseñando la vida (con nosotros dentro)

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El diseño es el arte de dar forma a lo que nos rodea, incluso a nosotros mismos. Hay diseños funcionales y estéticos, los hay actuales, futuristas y pasados de moda. Ahora necesitamos diseños seguros y, sobre todo, que nos hagan olvidar la realidad cerrada en que vivimos.
El diseño tiene mucho que decir en la era del COVID-19, pues lo que necesitamos es una nueva definición del entorno adaptado a nuestra situación actual. Hay que rediseñar los espacios de trabajo, los hogares, los espacios comunes, los personales. Debemos rediseñarnos a nosotros mismos en la medida en que debemos relacionarnos con los otros y eso ocurre en espacios que han sido diseñados para situaciones de convergencia social.
Conforme el tiempo se alarga y las noticias realistas que nos llegan nos hablan de que esto puede durar más de lo que pensamos y que habrá que sobrellevarlo con medidas que traten de evitar los contagios, es decir, eso que ya se llama de forma abierta "nueva normalidad" para diferenciarlo de la "antigua", la necesidad de redefinir ese nuevo estado se hace más evidente. Y las propuestas van surgiendo.


La Vanguardia nos trae algunos ejemplos de este rediseño del espacio y las actividades con el titular "Una propuesta italiana, cubículos de plástico en la playa para evitar contagios". La proximidad del verano y el temor a que sea un desierto en el que se produzca otro drama económico hace que las soluciones comiencen por el sector turístico del veraneo, que es masivo, estacional y viajero, tres características para las que el COVID-19 supone un reto. El diario nos muestra la propuesta italiana, que no es otra que el parcelamiento de la playa con materiales que permitan las funciones básicas de las playas: baños, sol y tranquilidad. Nos dicen en el diario:

Una empresa italiana ha desarrollado una posible solución para mantener la distancia de seguridad este verano en las playas y evitar el contagio del coronavirus: se trata de cubículos de plástico transparente que aíslen a los bañistas en cada tumbona.
“Después de observar el uso de estas estructuras divisorias en hospitales y residencias de ancianos, hemos pensado que también podrían usarse en las playas”, explica a Efe el responsable de ventas de la empresa Nuova Neon, Marco Giusti.
El proyecto está todavía en estudio, pero se trata de dispositivos portátiles fabricados con hierro o aluminio y pantallas de policarbonato o plexiglas, lo que protegería a los bañistas de la tos y los estornudos de sus vecinos de tumbona.
Tendrían unas dimensiones de 4,5 metros por lado y un acceso de un metro y medio de ancho, dentro del cual se situaría la tumbona, la sombrilla o cualquier elemento, aunque el tamaño se podría adaptar.
Hasta ahora Nuova Neon ya ha recibido solicitudes de varias empresas hoteleras, según explica Giusti, para quienes trabajan con proyectos personalizados a la espera de nuevas normativas oficiales que regulen el acceso a las playas.
La empresa, especializada en montar expositores para el sector de la cerámica, tuvo que cerrar al empezar la crisis del coronavirus, pero encontraron un nuevo filón de negocio en este tipo de estructuras.*



Empecemos por el final. Lo interesante es la necesidad de encontrar la parte positiva para salir de la parálisis negativa. Muchas personas, pensando que esto se acabará, no se deciden al giro, al rediseño de sus actividades por temor a precipitarse y que la situación cambie. Dependiendo de los sectores, evidentemente, los costes de la adaptación a las nuevas circunstancias serán variables. Pero la necesidad de adaptarse es una fuerza que no debe ignorarse.
La empresa italiana pasa de los expositores de cerámica a los cubículos de las playas. En algunos casos habrá que cambiar la actividad orientándola hacia un sector con mayor demanda. En otros, como nos muestra el mismo caso del turismo playero, habrá que rediseñar el espacio o la actividad.
Hablamos mucho de los sectores dañados por la crisis, pero se habla menos de los beneficiados, que no son pocos. La empresa italiana de La Vanguardia ha encontrado en el aislamiento una línea de trabajo que indudablemente tiene futuro por delante. Lo tiene la enseñanza a distancia, el ocio digital, todo lo relacionado con los teletrabajos, las herramientas de protección, el sector de los repartos, las empresas de desinfección, el deporte casero... Muchos proyectos se dirigirán más al hogar que al espacio público, que será redefinido para mayor seguridad.


El mismo reportaje nos ofrece las imágenes de las mamparas separadoras para los restaurantes. No es la imagen de las grandes mesas para compartir, sino un espacio dividido en el que se piensa en el mantenimiento de la seguridad antes que en la socialización.
En el bonaerense diario Clarín leemos sobre la nueva tendencia, con 43 licencias solicitadas, para construir autocines en Alemania; es recuperar la vieja moda norteamericana de ver películas desde los coches. El autocine convierte en minisala el coche propio y nos aísla de los demás. Es un ejemplo de reciclado para la supervivencia de un arte e industria, el cine, que no puede estrenar en las salas, al que solo le quedan las plataformas de pago para estrenar (otras grandes beneficiadas), y que puede aprovechar con estos formatos el deseo de "salir al cine", no solo de ver películas en casa.


El deseo de salir implica el cambio, el hacer algo distinto. Es cambiar de aires y romper rutinas. Muchos lo necesitan para mantener la salud y el equilibrio mental. Es hacer algo distinto, que ahora habrá que revisar según las condiciones impuestas por la seguridad.
En el diario Clarín, encuentro también una anécdota significativa sobre este deseo de salir en su sección La historia del día. Lo hace con el titular "La jubilada que salió a tomar sol: “Yo lo voté a Larreta, pero medidas como ésta me generan rechazo y ganas de cachetearlo”" y nos cuenta:

Un agente de la Policía de la Ciudad tocó el portero eléctrico de un edificio de Avenida del Libertador al 3500 para hablar con Alejandro, el marido de Sara Oyuela, quien desde las 13.20 del martes se encontraba recostada en su reposera tomando sol lo más campante, sin registrar el período de aislamiento social dictado por el Presidente de la Nación​.
-Señor Alejandro, ¿puede bajar por favor y convencer a su esposa, que está tomando sol en el Parque 3 de Febrero, a que vuelva a su domicilio?
-Discúlpeme pero no puedo bajar. Sepa entender, hace 32 años que estamos casados y nunca la pude convencer de nada.
La de Sara Oyuela fue la impensada historia del día, especialmente por sus pinceladas bizarras. Cuatro agentes de la Policía de la Ciudad, varones, intentando durante una hora disuadir a la jubilada que vive enfrente para que vuelva a su domicilio. Eran cerca de las 15 de este martes. Pero Oyuela, sin ruborizarse le contestó: "Necesito aire y sol, un rato más, hasta las 15,20. Después me iré". Llegaron más agentes, esta vez dos femeninos, y Sara ya no pudo mantener su audaz transgresión.
Lo que siguió después fue aún más fellinesco. Los autos sobre Avenida Libertados circulando a toda velocidad y Sara, con su canasto y la reposera a cuestas, indignada y enceguecida cruzando en rojo, a metros de la senda peatonal (de la calle Santa María de Oro), maldiciendo a los policías que intentaban protegerla. "Tuvimos que parar el tránsito de manera desprolija porque de lo contrario se la llevaban puesta", deslizó uno de los responsables del operativo.***



No me imagino a doña Sara Oyuela metida en un cubículo playero, aunque sea por su bien.
Hay que saber adaptarnos a lo que llega. De no hacerse, nos encontraremos con problemas y callejones sin salida. No se trata tanto de volver a la actividad anterior, como de volver a la actividad, que es lo que mantiene al conjunto del sistema.
Somos seres plásticos, adaptados a todos los rincones del planeta a lo largo de la historia. Esto nos ha cogido por sorpresa. Pero nos adaptaremos de nuevo rediseñando nuestras vidas, ajustándola a los nuevos desafíos.



* "Una propuesta italiana, cubículos de plástico en la playa para evitar contagios" La Vanguardia / EFE 21/04/2020 https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20200421/48663944719/cubiculos-plastico-playa-evitar-contagio-coronavirus.html
** "Coronavirus: se vuelven a poner de moda los autocines, ideales para mantener distancia" Clarín 19/04/2020 https://www.clarin.com/espectaculos/coronavirus-vuelven-poner-moda-autocines-ideales-mantener-distancia_0_F5rWrsoaL.html
*** * "La jubilada que salió a tomar sol: “Yo lo voté a Larreta, pero medidas como ésta me generan rechazo y ganas de cachetearlo”" Clarín 21/04/2020 https://www.clarin.com/sociedad/jubilada-salio-tomar-sol-vote-larreta-medidas-generan-rechazo-ganas-cachetearlo-_0_K0V7HmBp_.html

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