Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El otro
día aparecieron las primeras imágenes de los enfrentamientos. Al aquelarre de
los "patriotas" norteamericanos, negacionistas del COVID-19 se le ha
opuesto en las calles un grupo de enfermeras que, vestidas con sus trajes de faena
y sus mascarillas se plantan ante ellos en silencio. Nunca fue un silencio tan
elocuente ante tanta palabrería hueca, ante tanto grito fanático de los que se
han creído al presidente más ignorante que ha habido en la Casa Blanca en toda
su historia.
Los
negacionistas, disfrazados de patriotas, celosos de unas libertades que dicen
sentir amenazadas por aquellos que tratan de defender son el reflejo de la
decadencia norteamericana que, sin razones, basa en la fuerza y el voluntarismo
su forma de estar en el mundo. Nada resulta más patético que ver esas
manifestaciones del otro virus, el de la estupidez, la base del trumpismo.
Frente
a estos carnavalescos personajes, disfrazados con banderas que quizá piensan
que espantan a los virus y les dan inmunidad, aparece a sobriedad del uniforme
de los médicos y enfermeras. Es un duelo simbólico entre el fanatismo y el
conocimiento responsable de la ciencia y los profesionales, el conocimiento
humilde de quienes se están jugando la vida para ayudar a mucha gente. Frente a
ellos, lo grotesco, un auténtico carnaval del despropósito, de banderas, armas
y gritos insultantes.
La CNN
nos mostraba ayer a una de estas enfermeras que se ha enfrentado con el
silencio y el mensaje de sus vestimentas a estos vociferantes patriotas. En su
perversión, se dedicaron a tratar de descalificarlas diciendo que no era
personal sanitario real, sino actores contratados por los demócratas (que son
los villanos internos en su película mental) para seguir con su plan de hundir
la economía y sacar a Trump de la Casa Blanca. Con el titular "Meet
the ICU nurse who silently stood in protest at a rally to reopen Arizona"*,
la CNN le ponía nombre a esas figuras que se enfrentaron a los energúmenos
defensores de la libertad de contagiar y contagiarse:
On her day off from working at a Covid-19 unit
in an Arizona hospital, ICU nurse Lauren Leander threw on a pair of clean
scrubs and headed to an anti-lockdown protest at the state Capitol.
She was determined to be a voice for her
patients through silence.
Leander, a Banner Health nurse of five years,
joined an intimate group of healthcare workers on Monday to counter protest at
the Capitol, where people gathered to urge the governor to reopen the state.
Standing up straight, her arms crossed and face
mask on, Leander stood on the Capitol steps, with a handful of healthcare
workers lined up by her side. She said she only spoke if someone encroached on
her personal space, despite people raising their voices at her.
"It was heated, people were very fired up
about what they had to say," she said. "A lot of the top comments we
got were about us being fake nurses, there was a huge majority of them that
still believe this virus is fake, that it's a hoax and not real at all. They
were convinced that we're fake nurses and that's why we weren't talking."
Arizona Gov. Doug Ducey has put a stay-at-home
order in place until April 30. Because of this, several different groups of
rallied at the Capitol to say the economy has suffered enough and the order
needs to be lifted, according to CNN affiliate KNXV.*
Hay dos aspectos relevantes en estos párrafos, el primero es
la intención de dar voz a los pacientes.
¿Quién está hablando por ellos? Algunos son recogidos por los medios cuando
salen de las UCI o los vemos salir de los hospitales entre aplausos. Para los republicanos
todo esto —y es el segundo punto de interés— forma parte de una conspiración.
"Hay una gran mayoría que cree que el virus es falso, un fraude", nos
ha dicho la enfermera.
¿Cuántos contagiados —en un par de día llegarán al millón—
necesitan en Estados Unidos para creer en la realidad? ¿Cuántos muertos se
necesitan? Es difícil encontrar en el mundo una actitud de este tipo y el mundo
asiste con asombro al espectáculo teniendo en cuenta que se trata de la
considerada primera potencia mundial, la primera economía y la que se autodenomina
"líder del mundo libre". ¡No existe mayor paradoja que este
espectáculo!
El problema no es solo la ignorancia, si no la ignorancia
militante, convertida en "razones", por un lado, y descalificaciones
por otro. En esto, la presidencia de Trump tiene un papel esencial. Como ya
hemos visto en otras ocasiones, Trump lleva mal la presión, que le hace
lanzarse de cabeza. Lo ha hecho en la política internacional, con las amenazas
continuas para ganar terreno. Pero el coronavirus no entiende de
superpotencias, de drones, de mandar portaviones a las zonas que le molestan,
de las presiones económicas...
La CNN
titula "Trump, ever the salesman, is peddling dangerous cures for
coronavirus". Ha moderado el titular que había insertado en la
primera página hablando de "Travelling Show", presentando al
presidente de los Estados Unidos como un buhonero vendiendo productos
milagrosos de pueblo en pueblo. No es para menos. Es la imagen que mejor define la actuación de Trump, callando a sus expertos o discrepando en público.
La BBC recogía en ese mismo asombrado sentido:
US President Donald Trump has been lambasted by
the medical community after suggesting research into whether coronavirus might
be treated by injecting disinfectant into the body.
He also appeared to propose irradiating
patients' bodies with UV light, an idea dismissed by a doctor at the briefing.
Another of his officials had moments earlier
said sunlight and disinfectant were known to kill the infection.
Disinfectants are hazardous substances and can
be poisonous if ingested.
Even external exposure can be dangerous to the
skin, eyes and respiratory system.***
El mundo asiste asombrado a esta situación, máxime cuando
los seguidores de Trump lo han convertidos no el líder del país, sino de una
secta retrógrada, cegada por los deseos de que la realidad se pliegue a sus
deseos. Ante esta adoración, Trump se crece y aumentan los conflictos con los
que constituyen su equipo de asesoramiento sobre la enfermedad. No hay
científico que pueda resistir este espectáculo y los que lo hacen es por la
necesidad de tener una voz que pueda discrepar ante las barbaridades que se
puedan transmitir al país. Pero Trump se ha convertido en el centro del show
que son las ruedas de prensa y se limita a dejarlos en un lateral, condenados a
ser preguntados sobre la autenticidad de lo que afirma, por más que no tenga
sentido.
De esta forma ha convencido a sus acólitos que el calor
acabará con el virus, que se pueden inyectar desinfectantes o que un gran calor
interno o una potente luz puede matar los virus en su interior. El espectáculo
supera cualquier espectáculo carnavalesco en el que se hiciera una burla de lo
que es el poder, el conocimiento, el sentido común. Trump ha conseguido la
imposibilidad de ser superado por las parodias. No hay mayor burla que él
mismo.
Científicos, dirigentes, personas con dos dedos de frente de
cualquier lugar del mundo apenas dan crédito a lo que escuchan. Los medios
norteamericanos tratan de evitar que la gente haga caso a estas barbaridades y
a las muertes por el coronavirus se añadan las debidas a intoxicaciones debidas
a la fe ciega en estas barbaridades desde cualquier punto de vista.
Trump es un vendedor, como señala la CNN, sí; pero puede
vender ignorancia, fanatismo, xenofobia... y ahora muerte con sus recetas
milagrosas sobre cómo curar lo que no es más que su propia carrera hacia la
reelección.
Las palabras de Trump, reproducidas por la BBC, sonrojan a
cualquiera sin necesidad de ser especialista:
"So, supposing we hit the body with a
tremendous - whether it's ultraviolet or just very powerful light," the
president said, turning to Dr Deborah Birx, the White House coronavirus
response co-ordinator, "and I think you said that hasn't been checked but
you're going to test it.
"And then I said, supposing you brought
the light inside of the body, which you can do either through the skin or in
some other way. And I think you said you're going to test that too. Sounds
interesting," the president continued.**
¿Luces dentro del
cuerpo? ¿Inyectarse desinfectantes? ¿Interesante? Me temo que es en el cerebro donde algunos necesitan más
"luz", aunque me temo que ya es demasiado tarde para eso. Hay demasiado siguiendo las palabras del presidente, su ejemplo.
Pero hay que tener cuidado. Trump no es más que la punta del
iceberg. El trumpismo va más allá de Trump e incluso le precede. Que lo
llamamos con su nombre no quiere decir que sea su creación. Por el contrario,
es el aglutinante de algo existente y que peligrosamente se ha proyectado desde
los Estados Unidos hacia el exterior, hacia países en los que han encontrado
está fórmula populista como exitosa para el mantenimiento del poder. Trump es
una herramienta para desarrollar un proyecto mucho más ambicioso de los que
buscan un reordenamiento del mundo, especialmente desde la perspectiva de un
mayor autoritarismo interno y aislacionismo exterior, donde la fuerza sea el
factor diferencial. No es casual la amistad o sintonía de Trump con los peores
dictadores del globo.
La obsesión económica con la salida a la calle ha tenido un
episodio insólito en la entrevista de Anderson Cooper, en la CNN, con la
alcaldesa de Las Vegas, una ciudad que tiene todas las características para
convertirse en un foco de expansión del virus a gran escala. En la entrevista,
el periodista no puede creer en lo que escucha sobre la necesidad de abrir la
ciudad, sus casinos y espectáculo. Las más de cien mil habitaciones de los hoteles
no pueden seguir vacías. Supongo que la mafia estará de acuerdo.
Los patriotas admiradores de Trump han tomado las calles
para exigir que se "liberen" sus estados, para "reconquistar" sus
libertades que les son "robadas" por los gobernadores y alcaldes
demócratas, secuestradas por las falsas enfermeras que se les enfrentan en las
calles y frente a los edificios. Ellos son los "verdaderos"
americanos; los demás, traidores y falsarios.
El diario La Vanguardia —y otros medios catalanes también lo reproducen— nos trae una noticia preocupante. Su
titular es "Convocan una manifestación en Barcelona contra el
confinamiento a pesar del estado de alarma" y el texto nos explica
brevemente:
La asociación Moviment Cívic 12 d’octubre de Catalunya
ha convocado una manifestación para el próximo 7 de mayo para protestar ante
las “muchas” medidas preventivas impulsadas por el Gobierno ante la pandemia de
la covid-19 que afectan las “libertades y derechos fundamentales de los
ciudadanos”.
A pesar del estado de alarma
decretado por el Ejecutivo, encabezado por Pedro Sánchez, que solo permite a la
ciudadanía desplazarse para ir trabajar, a comprar o al médico, la entidad ha
convocado en la plaza Urquinaona de Barcelona a las 18 horas la marcha “no
partidista” y de luto por los muertos por el coronavirus.
El movimiento ha emplazado a las
fuerzas políticas, sindicales, sociales y cívicas a sumarse a la iniciativa en
defensa de los derechos constitucionales.
En una nota de prensa, han
explicado que han enviado a la conselleria de Interior la celebración de la
manifestación.
Según han explicado, la marcha
reconocerá a las personas que han muerto como consecuencia de las “muchas
deficiencias demostradas por el sistema y el Gobierno”. El movimiento ha
indicado que a la marcha no habrá ningún lema a la pancarta. Solo una bandera
española con un crespón negro. En cuanto a los manifestantes, han dicho que
asistirán con mascarillas, guantes y manteniendo la distancia social
“aconsejada”.****
La idea es bastante confusa, como todo lo que mezcla
demasiadas cosas. Creo que se equivocan en varios niveles y con consecuencias
distintas. ¿Tiene sentido hacer una manifestación en la que, como los
trumpistas, protestas por la "muchas medidas preventivas" del
gobierno y, a la vez, pones una bandera —como los trumpistas— por delante
usando la excusa del crespón negro? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Al
menos, dicen, saldrán a la calle con
mascarillas y respetando las medidas de seguridad en las distancias.
Podemos hacer críticas al gobierno, por supuesto —incluso
muchas—, pero salir a la calle para protestar por las "muchas" medidas
tomadas y a defender los "derechos constitucionales" se parece
demasiado a los movimientos trumpistas para que los gobernadores no secuestren
las libertades. Voy más allá: nada agradará más a los trumpistas que hacer ver
que en otros países "también", como ellos, salen contra la "dictadura"
de los gobiernos.
Lo que me parece verdaderamente poco decente es el crespón.
Se trata de incluir un elemento más de discordia que se ha iniciado dentro de
las luchas subterráneas que asolan este país. Puedo asegurar que jamás se me ha
pasado por la cabeza que haya gobierno nacional, autonómico o de ayuntamientos
que no lamente todas y cada una de las muertes. No necesitan ser reivindicadas
por grupo alguno que, además, se las apropie, pues eso es lo que se trata de
hacer sin preguntar a nadie. No se trata de unirnos al dolor de las familias, sino más bien de dividir —igual que hace
Trump en los Estados Unidos— al país introduciendo nuevos conflictos a los
muchos ya existentes.
Cada muerte es de las familias y es del común de las
personas de este país. Puedo entender que se quieran manifestar contra las
medidas que, como a la alcaldesa de Las Vegas y a los dueños de los casinos, no
les gusten. Pero no entiendo usar el dolor ajeno para buscar otras cosas. Si copiamos lo peor, tendremos lo peor.
Hay que tener cuidado para evitar hacer aquí populismo del
malo, trumpismo con boina. Tratará de infiltrarse en cualquier causa. Ya tenemos bastante con lo que tenemos. A algunos
les ha dado la obsesión con los crespones y lo que necesitamos ahora es
sensatez y unidad. Debemos fijarnos más el valioso ejemplo de las enfermeras y
no en el de los ruidosos patriotas trumpistas. Ya habrá tiempo para homenajes y
pedir cuentas. No unamos al dolor el sonrojo.
* "Meet the ICU nurse who silently stood
in protest at a rally to reopen Arizona" CNN 23/04/2020 https://edition.cnn.com/2020/04/23/us/az-nurse-coronavirus-rally-trnd/index.html
** "Trump, ever the salesman, is peddling
dangerous cures for coronavirus" CNN 24/04/2020
https://edition.cnn.com/2020/04/24/politics/donald-trump-coronavirus-disinfectant-sunlight-science/index.html
24/04/2020
*** "Convocan una
manifestación en Barcelona contra el confinamiento a pesar del estado de
alarma" La Vanguardia 23/04/2020
https://www.lavanguardia.com/vida/20200423/48690944517/convocan-manifestacion-barcelona-contra-confinamiento-estado-alarma-moviment-civic-12-o.html
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