Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Para
desprestigiar a Joe Biden a Trump le bastaba con que el gobierno de Ucrania
dijera que "estaba investigando" los negocios del hijo del ex
vicepresidente de los Estados Unidos en el país. No necesitaba mucho, solo con
que estuvieran investigando. Con eso le bastaba. Cada vez que te interese hundir
a alguien no necesitas que sea culpable, basta con decir que está siendo investigado
y habrá un gran número de personas que lo consideren culpable sin necesidad de
más pruebas. Este tipo de insinuaciones ha marcado el reinado de Trump desde
que llegó a la Casa Blanca —antes lo hizo en campaña— y han marcado su estilo. A
Trump le sobran pruebas y veredictos. Con las insinuaciones se maneja a la
perfección en sus mítines semanales, en donde estas noticias de que se está
investigando a alguien, a un enemigo, son celebradas en juicios sumarísimos con risas y aplausos. Todavía se recuerdan los gritos de "¡enciérrala!" referidos
a Hillary Clinton cada vez que lanzaba sus insinuaciones.
Por
enésima vez, desde que comenzó la pandemia, se vuelve a insistir desde la Casa
Blanca que se está investigando si el origen del COVID-19 es un laboratorio en
Wuhan. Cada vez que las decisiones de Trump le someten a presión, se vuelve a
la casilla de salida para crear otra cortina de humo de recelo que redirijan
hacia China el conflicto y la responsabilidad.
La CNN titula hoy "US explores possibility that
coronavirus started in Chinese lab, not a market" en otro nuevo intento de
mantener fuera de la vista lo que está cada día más claro: el fracaso de la
gestión presidencial en Estados Unidos, el último país, el que tenía más
conocimiento y el menos preparado gracias al negacionismo de Trump durante
varios meses. Los casos se han disparado en los Estados Unidos cuando China
estaba ya saliendo de la peor parte y España e Italia estaban en su peor
momento. Trump ha fallado en prácticamente todos sus vaticinios voluntaristas e
interesados, más pendiente de presentarse a la reelección con una economía con
datos presentables. La joya de su mandato, el carné para su presentación, iban
a ser unos datos exitosos económicos labrados —hay que recordarlo— gracias a
los ataques a economías como la de China o la de la Unión Europea, con España
dentro. Las bombas arancelarias crearon una imagen de "salud" que se
ha visto hundida por los millones de parados en una semana. El
"éxito" económico era solo la ruptura unilateral de la situación
existente y la imposición por la fuerza de las medidas favorables a los Estados
Unidos.
Con insinuaciones, Trump presumía de poder hundir una
economía o una moneda, tal como restregó en la cara de Erdogan en el conflicto
que mantuvieron. Con la insinuación era suficiente para hacer tambalearse la
economía turca. Ahora, tras atacar a la Organización Mundial de la Salud
retirando los fondos millonarios con los que contribuía, lo que le ha valido el
rechazo de todo el mundo, vuelve a la carga.
La CNN explica en su información:
US intelligence and national security officials
say the United States government is looking into the possibility that the novel
coronavirus originated in a Chinese laboratory rather than a market, according
to multiple sources familiar with the matter who caution it is premature to
draw any conclusions.
The theory is one of multiple being pursued by
investigators as they attempt to determine the origin of the coronavirus that
has resulted in a pandemic and killed hundreds of thousands. The US does not
believe the virus was associated with bioweapons research, and officials noted
that the intelligence community is also exploring a range of other theories
regarding the origination of the virus, as would typically be the case for
high-profile incidents, according to an intelligence source.
The theory has been pushed by supporters of the
President, including some congressional Republicans, who are eager to deflect
criticisms of Trump's handling of the pandemic.
An intelligence official familiar with the
government analysis said a theory US intelligence officials are investigating
is that the virus originated in a laboratory in Wuhan, China, and was
accidentally released to the public. Other sources told CNN that US
intelligence hasn't been able to corroborate the theory but is trying to
discern whether someone was infected in the lab through an accident or poor
handling of materials and may have then infected others.
US intelligence is reviewing sensitive
intelligence collection aimed at the Chinese government, according to the
intelligence source, as they pursue the theory. But some intelligence officials
say it is possible the actual cause may never be known.*
De nuevo, la insinuación es suficiente. No hay que mover un
dedo, no hay que presentar información, pruebas, etc. Basta con elaborar una
teoría peregrina y decir que se investiga. Hay incluso cierto pudor, por no
decir vergüenza, en la forma de presentarlo en la CNN. La teoría, se nos dice
directamente, "está impulsada por los partidarios del presidente".
No se "cree" que sea parte de un "arma"
o que se haya liberado "deliberadamente", simplemente "se
explora" la "posibilidad" de que haya sido una "fuga".
La teoría ha sido desestimada por todos los estudios de múltiples centros y
países, señalando su origen animal. Incluso la cuestión de qué animal haya
podido ser está en cuestión. Mientras los científicos investigadores de todo el
mundo pretender conocer el origen del COVID-19 para poder defenderse de él y
salvar vidas humanas, Trump y sus seguidores solo tienen una obsesión, intentar
demostrar que China es la responsable, aunque solo sea de haber dejado abierta
una ventana, por decirlo metafóricamente, en un laboratorio. No es otra la
obsesión de su administración.
El diario ABC —que hace unas semanas, también en un espíritu
muy trumpiano, reproducía las tesis del virus escapado— nos daba ayer mismo
nuevas posibilidades sobre el origen:
Primero se acusó a las
serpientes, después a los pangolines. Sin embargo, hasta la fecha ningún animal
ha sido identificado definitivamente como el huésped intermedio del nuevo
coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia que ya ha infectado a más de un
millón de seres humanos en todo el mundo. Ahora, una nueva investigación de la
Universidad de Ottawa (Canadá) sugiere que perros callejeros que se alimentaron
de murciélagos pudieron haber sido los transmisores. El estudio, para el que se
han revisado más de un millar de genomas de virus, aparece publicado en la
revista «Molecular Biology and Evolution».
El pasado febrero, una
investigación china señalaba que el virus, originado en murciélagos, saltó a
los pangolines y después, posiblemente por la venta de estos animales en los
mercados de vida silvestre de Wuhan, a las personas. Estudios posteriores
encontraban en estos mamíferos coronavirus estrechamente relacionados con el de
la Covid-19, pero el grado de similitud no era suficiente para afirmar que
habían dado con el transmisor. Xuhua Xia, profesor de biología en Ottawa y un
experto rastreador de coronavirus, es de la misma opinión. A su juicio, los
virus aislados en estos animales son «demasiado divergentes del SARS-CoV-2», lo
que parece indicar «un antepasado común demasiado atrás en el tiempo, que vivió
probablemente en la década de 1960».
Según la nueva hipótesis, fue un
coronavirus de murciélago el que infectó el intestino de los cánidos, lo que
probablemente provocó una rápida evolución del virus para permanecer oculto al
sistema inmune. Así reforzado, dio un salto a los humanos. La idea se sostiene
en las similares señales de «batalla» encontradas en el nuevo coronavirus, en
uno de murciélago estrechamente relacionado (BatCoV RaTG13) y en el de los
perros que afecta a su sistema digestivo (CCoV).**
Se trabaja en todo tipo de hipótesis, como se puede
apreciar, pero solo la administración de Trump está empeñada en afirmar que
está trabajando en "la infección salida de un laboratorio". La
narrativa empleada es de gran interés para dibujar a China como el responsable
de lo que ocurre. En los discursos de Trump el COVID-19 es la condensación
biológica de la mentalidad de China y del comunismo fundidos en uno.
Trump ha inundado los Estados Unidos de odio contra lo que
llega de fuera. Es la ideología del miedo. Primero fue contra los "bad
hombres", con lo que se trataba de crear el miedo y el rechazo
criminalizando a todos los que atendían al "perfil hispano". Eran
violadores y narcotraficantes, criminales que debían ser devueltos tras el muro
que se debía elevar. "¡Construye el muro!" era el otro grito, el de
la América que dejó de ser América, el Nuevo Mundo, para ser la isla
norteamericana. Ese muro también tenía su versión contra los árabes. También
para ellos se creó un muro porque si los hispanos eran violadores y
narcotraficantes, los árabes eran todos terroristas a los que había que impedir
entrar en la isla norteamericana. Con cada prohibición, Trump aseguraba a sus
enfervorecidos seguidores América era más grande y más segura.
Pero China le plantó cara. Donde los demás rendían pleitesía
o agachaban las orejas (Europa incluida), la segunda economía del mundo le
plantó cara en la guerra comercial desencadenada por Estados Unidos, por su
administración, contra el mundo.
Y en plena guerra, saltó el coronavirus, el
llamado por Trump "virus chino", hasta que la hoy sancionada OMS dijo
al mundo que había que llamarlo "COVID-19", porque no había que
producir xenofobia o racismo.
El cierre del artículo de la CNN, tras citar a Mike Pompeo y
sus deseos de saber una verdad que dice ya saber en realidad (la culpabilidad
de China), explica de nuevo la postura de la administración:
Some of the officials said the US intends for
China to pay a price, but recognize the US has to be careful not to inflict a
cost on China before the pandemic is under control and until they have more
information about its creation.**
Es el mismo planteamiento de la factura del hipotético muro
que debía pagar México como declarado unilateralmente culpable de los crímenes
de los que se le acusa. El razonamiento es el mismo: que pague el culpable. Por
supuesto, Estados Unidos actúa como juez, jurado y verdugo, en su papel de gendarme
del mundo. La idea de "ser cuidadosos" es casi una broma de mal gusto
teniendo en cuenta que lo que se alienta en el surgimiento de un sentimiento de
"venganza" que se pide dilatar hasta mejor momento, pero que se da
por hecho. La hipocresía es que esto se dice mientras se afirma e insiste en lo
contrario.
Habrá que irse preparándose para lo que serán las presiones
de Trump sobre los "socios", a los que intentará aliar en una guerra
comercial y política contra China. Ya lo está haciendo con su electorado.
"Cobrar a China" es una promesa electoral, algo que está implícito en
su camino a la reelección: si continúo como presidente haré pagar a China. Para
que esto le funcione tiene que crear el odio convencido, la afrenta
intencionada, el rencor sinofóbico. Y en eso está trabajando. Lo hará también
internacionalmente, presentándose como el paladín de la cofradía de "señores
del frac" que pretenderán acceder a la factura del gasto, a la
indemnización por daños. A esta cofradía se apuntarán aquellos que sean
presionados por su mala gestión y vean la salida en responsabilizar a otros. Los
populistas de corte trumpiano
empezarán a copiar sus discursos pronto. Lo veremos, si no han empezado ya.
La personalidad de Trump necesita del enfrentamiento, de la
creación de un enemigo que sirva para justificar sus acciones y atraiga a los
votantes y seguidores, que se siente unidos a él frente a los peligros que
anuncia y crea. Es un mecanismo constante, similar a la Guerra Fría, que sirvió
para expandirse por el mundo ante los peligros que acechaban. Trump quiere
reavivar una guerra fría comercial
con China que ha dado un salto cualitativo con la aparición del coronavirus.
Eso implica la creación de bloques, lo que le aseguraría ser la madre clueca de
los temerosos países que necesiten su manto protector. La idea, como hemos
visto en la OTAN, es cobrar la protección. Ahora quiere cobrar también al otro
lado o hacer creer que lo hará. Con eso le basta.
The Washington Post, que trata de contabilizar los embustes,
medias verdades y demás categorías que caracterizan el reinado de Trump,
titulaba ayer "President Trump made 18,000 false or misleading claims in
1,170 days" —no está mal el promedio— y explicaba:
When we last updated our database of President
Trump’s false or misleading claims, it was on Jan. 19, the end of his third
year as president. The president’s most frequently repeated false claim was
that he presided over the best economy in the history of the United States.
The next day, the first confirmed case of the
novel coronavirus was reported in the United States. So, with this update
through April 3, we’ve added a new category — coronavirus — that already has
more than 350 items. Much has changed in the world, with stay-at-home orders,
massive economic disruption and topsy-turvy securities markets, but one thing
has remained constant — the president’s prolific twisting of the truth.***
Creo que no es necesario añadir mucho más a lo escrito. Es un caso insólito que un país tenga que llevar la contabilidad de las mentiras probadas de su presidencia. Pero es lo que Trump ha ofrecido desde antes de llegar a ella. Le ha funcionado y sigue.
Tras los miles de muertos, muchos de ellos ya en los Estados
Unidos, los fallecidos y los enfermos, los que enfermarán en el futuro, se
merecen algo más que la obsesión política de quien negaba la peligrosidad del
coronavirus hace apenas unas semanas con el mismo convencimiento que ahora dice
lo contrario. El discurso de Trump se mueve constantemente y sin pudor para
crear los efectos y reacciones que le convienen en cada momento. Lo demás
importa poco. La isla norteamericana va a la deriva en un mundo que pretende liderar, un mundo maniqueo de buenos y malos. Trump está aislando a los Estados Unidos y pronto habrá que tomar medidas de protección, no solo por el coronavirus sino para evitar otro tipo de contagios. Ya ha sucedido con el cambio climático, por ejemplo, otra víctima de sus verdades incuestionables y de sus insinuaciones.
* Josh
Campbell, Kylie Atwood y Evan Perez "US explores possibility that
coronavirus started in Chinese lab, not a market" CNN 16/04/2020
https://edition.cnn.com/2020/04/15/politics/us-intelligence-virus-started-chinese-lab/index.html
** "Los perros callejeros, posible origen del
coronavirus" ABC 15/04/2020
https://www.abc.es/ciencia/abci-perros-callejeros-posible-origen-coronavirus-202004142304_noticia.html
***
"President Trump made 18,000 false or misleading claims in 1,170
days" The Washington Post 14/04/2020
https://www.washingtonpost.com/politics/2020/04/14/president-trump-made-18000-false-or-misleading-claims-1170-days/?utm_campaign=wp_main&utm_medium=social&utm_source=twitter
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