Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La presión creciente sobre Donald Trump procede
principalmente de dos puntos: la tozuda realidad de las cifras, que le quitan
la razón cada día que pasa y, en segundo lugar, las contradicciones y mentiras
acumuladas que van saliendo a la luz sobre el principal argumento defensivo: la
falta de información por parte de China y el desconocimiento de lo que ocurría.
En este último sentido, las noticias que van saliendo le dejan en mal lugar,
como la exclusiva que la ABCNews da sobre la existencia de informes de
inteligencia que no habían sido mencionados hasta el momento. El titular "Intelligence
report warned of coronavirus crisis as early as November: Sources"
complica la argumentación previa de Trump y condena a los medios a ser de nuevo
atacados cuando se le pregunte en las ruedas de prensa, convertidas en auténticos
campos de batalla por la actitud del presidente cuando se le pregunta a él o a
los asesores.
El artículo de la ABCNews explica:
Concerns about what is now known to be the
novel coronavirus pandemic were detailed in a November intelligence report by
the military's National Center for Medical Intelligence (NCMI), according to
two officials familiar with the document’s contents.
The report was the result of analysis of wire
and computer intercepts, coupled with satellite images. It raised alarms
because an out-of-control disease would pose a serious threat to U.S. forces in
Asia -- forces that depend on the NCMI’s work. And it paints a picture of an
American government that could have ramped up mitigation and containment
efforts far earlier to prepare for a crisis poised to come home.
"Analysts concluded it could be a
cataclysmic event," one of the sources said of the NCMI’s report. "It
was then briefed multiple times to" the Defense Intelligence Agency, the
Pentagon’s Joint Staff and the White House.
From that warning in November, the sources
described repeated briefings through December for policy-makers and
decision-makers across the federal government as well as the National Security
Council at the White House. All of that culminated with a detailed explanation
of the problem that appeared in the President’s Daily Brief of intelligence
matters in early January, the sources said. For something to have appeared in
the PDB, it would have had to go through weeks of vetting and analysis,
according to people who have worked on presidential briefings in both Republican
and Democratic administrations.
"The timeline of the intel side of this
may be further back than we’re discussing," the source said of preliminary
reports from Wuhan. "But this was definitely being briefed beginning at
the end of November as something the military needed to take a posture
on."*
Esto desmonta los
argumentos de Trump sobre el desconocimiento y eleva el grado de
responsabilidad por la ausencia de medidas y por las tomadas ya muy tarde. Es
la segunda vez que aparecen informaciones que desmienten las afirmaciones de
Trump en este sentido. Ello implica que la agresividad de Trump irá en aumento.
Los ataques a la OMS no son otra cosa que intentar desprestigiar a la
institución mundial ante su propio fracaso intentando responsabilizar a los
demócratas de lo que ha tratado de presentar como una campaña para sacarlo con
malas artes de la Casa Blanca. Esta situación se hace cada vez más evidente.
Sus explicaciones de que 100.000 muertes sería un resultado
"aceptable" no es más que un descarado y vergonzoso intento de
aplacar los efectos las cifras. Si no se llega a esos 100.000 lo presentará
como una gran victoria, un "gran trabajo" propio.
De la primicia de la ABCNews se pasa ya a otros medios, como
la CNN, que indagan en estas fechas de inicio de las noticias a través de otras
fuentes:
US spy agencies were tracking the rise of the
novel coronavirus as early as November, weeks before that information was
included in President Donald Trump's daily intelligence briefing, a former US
military official told CNN.
While the exact date of the first report
remains unclear, sources told CNN that intelligence gathered in November and in
the weeks following offered multiple early warnings about the potential
severity of the pandemic now surging in the US.
Intelligence is often only elevated to the
highest levels of the government once analysts and officials reach a certain
threshold of confidence in their assessment. That day came on January 3, the
first day the President's daily briefing included information the US
intelligence community had gathered about the contagion in China and the
potential it had to spread, including to the US, according to a person briefed
on the matter.
But behind the scenes, the work had been going
on for weeks, with the CIA and other intelligence agencies combing through
their collection to find out what China was beginning to grapple with.**
La diferencia entre que tengan noticias los Servicios de
Inteligencia y que la tenga el presidente es algo que afecta a los propios Servicios de Inteligencia, que son quienes deben valorar los riesgos y amenazas
dando traslado a las instancias superiores.
Recordemos que esta es al menos la segunda vez que la
información sobre el inicio de la pandemia se pone en cuestión en los medios
norteamericanos. La primera de ellas tratamos aquí también y fue la retirada
del personal científico que trabajaba en laboratorios de China en un proyecto
de treinta años de duración. Los recortes a la ciencia y en especial a lo que
se entendía como un "favor" que los norteamericanos les hacían a los
chinos hicieron que la investigadora, especialista en este campo
epidemiológico, fuera retirada de China en julio de 2019. Se ha dicho
claramente que los Estados Unidos perdieron una oportunidad de oro de tener una
fuente directa en los laboratorios donde se estaban tratando los casos
iniciales. ¿Fatalidad?
Sí, podemos entender la vida como una sucesión de fatalidades
si es nuestra forma de percibir el mundo. Pero es más sencillo verlo como un
paso más en lo que era: el conflicto abierto por Trump contra China (y Europa)
en su guerra comercial de reorganización del comercio mundial. El acoso a China
no establecía precisamente canales de colaboración, sino que más bien los
cerraba y obligaba a cerrarlos en diversos campos. Trump quiso aislar a China
antes de que el coronavirus apareciera. Es coherente con esta trayectoria que
se percibiera como un "problema chino" los inicios de los contagios y
la deriva posterior a su consideración como una pandemia mundial.
Los mensajes de Trump repitiendo que todo está
"okay" se muestran como una inútil idealización de que se puede
construir un "muro" como el que pretendía elevar frente a México, que
se podía encerrar al coronavirus como a los niños inmigrantes separados de sus
familias. Lo que le ha fallado a Trump no ha sido solo su evaluación del
problema; le ha fallado su visión del mundo, de cómo funciona la realidad. Y la
realidad, lo sabemos, es muy tozuda y se reivindica cada día con el número de
muertes, especialmente de aquellas que se producen por falta de criterio o por
menospreciar lo que ocurre, algo que los medios afectos a Trump han definido y
siguen definiendo como "histeria".
Mientras las noticias sobre esos primeros informes siguen
apareciendo, los canales oficiales afectados niegan la existencia de esos
informes:
A defense official denied any such report
existed, telling CNN, "NCMI and the Defense Intelligence Agency spent
considerable time over the last 24 hours examining every possible product that
could have been identified as related to this topic and have found no such
product."
The Pentagon also issued a statement denying
the ABC News report late Wednesday.
"As a matter of practice the National
Center for Medical Intelligence does not comment publicly on specific
intelligence matters. However, in the interest of transparency during this
current public health crisis, we can confirm that media reporting about the
existence/release of a National Center for Medical Intelligence
Coronavirus-related product/assessment in November of 2019 is not correct. No
such NCMI product exists," Colonel Dr. R. Shane Day, director of the
National Center for Medical Intelligence, said.**
La invocación de la "necesidad transparencia" es importante
porque reconoce la importancia del caso, no solo desde la perspectiva de la
salud —donde lo hecho, hecho está— sino desde la confianza política e
institucional. Si alguien informó de la gravedad de los casos en China en fecha
tan temprana y esa información no ascendió, la responsabilidad clara es de los
que fallaron en su evaluación y cortaron el flujo de información. Lo más
demoledor para Trump sería haber tenido sobre la mesa la información y no
haberla atendido, evaluado o interpretado adecuadamente.
Me imagino que en próximos días los medios que han sido
desmentidos, CNN y ABCNews podrán aportar algo más de luz. Lo más evidente es
que si aquella información existió, los que la elevaron inicialmente serían los
primeros interesados en dejar claro que cumplieron con su obligación de
informar. No es la primera vez que se parar en su ascenso informaciones que
después se han convertido en importantes a la vista de las consecuencias.
La lucha contra el virus tiene otras luchas abiertas: la
política y la informativa. La primera se va a ir intensificando con la
designación de Joe Biden como candidato demócrata a la presidencia. Pese a que
pudiera existir un acuerdo global, no es Trump quien se va a quedar —de hecho
no lo está haciendo— al margen. Con la economía hundida, solo le quedan bazas
exteriores (volver a los conflictos como el de Venezuela, por ejemplo, seguir
atacando a China) o presentarse como el presidente que salvó al pueblo de los
Estados Unidos de males mayores (en esto también está insistiendo todos los días).
Lo quiera o no, sus decisiones o su falta de decisión están pesando y lo harán más en su evaluación. Vivir del pasado económico —lo bien que iba la economía
antes del COVID-19— o del futuro, cada vez más oscuro, no les va a servir de
mucho. Pero Trump es imprevisible en sus reacciones que siempre tendrán el foco
en su supervivencia política.
Trump dejó caer hace unos días que la economía se podría reabrir en mayo; no hace mucho iba a ser
en Pascua, es decir, en estos días. Piensa que es la economía su baza fuerte electoral, pero por mucho
que quiera abrir, el crecimiento de la pandemia se extendería y, algo más,
cerraría las puertas a los Estados Unidos. Ya no es que ellos no dejen entrar;
es que los demás no les dejarían salir. Pasarían a ser los nuevos focos de
infección ante los que todo el mundo se cuidaría. Pero para Trump, la simple
idea de que el mundo se tenga que proteger de lo que salga de Estados Unidos es
impensable; es incapaz de escenificarla mentalmente.
Los demócratas están empezando a pedir oficialmente a las instituciones datos sobre las respuestas dadas. La pérdida de confianza en lo que venía de las Casa Blanca sigue avanzado entre las contradicciones de sus declaraciones y las informaciones que redibujan el panorama a la luz de nuevos datos. La ABC News ha abierto una espita cuyos resultados son ahora imprevisibles.
* Josh
Margolin y James Gordon Meek "Intelligence report warned of coronavirus
crisis as early as November: Sources"
ABCNews 8/04/2020
https://abcnews.go.com/Politics/intelligence-report-warned-coronavirus-crisis-early-november-sources/story
** Zachary
Cohen, Jim Sciutto, Alex Marquardt y Evan Perez, "US intelligence agencies
started tracking coronavirus outbreak in China as early as November" CNN
9/04/2020
https://edition.cnn.com/2020/04/08/politics/intel-agencies-covid-november/index.html
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