Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Todavía
no se han recuperado del disgusto de la Compa del Mundo y ya les están lanzando
de nuevo al agujero de los sueños. ¡Es tan barato soñar y hacer soñar! Con unos
cuantos carteles, unas maquetas y unos briosos discursos, se mantiene a un país
en vilo, pendiente de innumerables votaciones y recuentos, sospechas de
conjuras y alianzas contra unos y otros. Así se viven las propuestas egipcias
en los eventos mundiales o las instituciones internacionales. ¿Recuerdan las
frustradas aspiraciones a presidir la UNESCO? ¡Una terrible conspiración lo
impidió! Pues así, en todo.
Mientras
el presidente al-Sisi recibe y celebra a los participantes en los Juegos del
Mediterráneo de donde han vuelto cargados de medallas para satisfacción del público
patrio, la espina del fútbol sigue enterrada bajo la piel.
Toda la
prensa recoge el nuevo sueño: ¡Egipto pedirá organizar la Copa del Mundo de
2030 y las Olimpiadas de 2032! En plena situación de fuerte crisis económica,
Egipto toma la calle del medio y se
lanza a la tarea de sembrar las mentes de ilusiones. ¡Por fin no van a tener
que viajar!
Una de
las recriminaciones hechas al feo comportamiento de los aficionados que
siguieron a la selección egipcia ante la derrota contra Arabia Saudí fue que
eran unos privilegiados, miembros de la clase adinerada que podía darse el lujo
de ir hasta Rusia y alojarse en lugares que había multiplicado sus precios como
suele suceder en estos eventos mundiales.
El
diario estatal Ahram Online recoge las declaraciones del ministro:
Minister of Youth and Sports Ashraf Sobhy said
on Tuesday that Egypt aims to host the 2030 FIFA World Cup and the 2032 Olympic
Games as part of the ministry’s strategy to develop and grow the standard of
Egyptian sports.
The minister’s comments came during a press
conference held within the sports ministry.
Sobhy, however, stressed that Egypt has the
financial and tangible abilities to organize major sporting events.
The last major tournament hosted by Egypt was
in 2017 when the country hosted the FIBA Basketball U-17 World Cup in Cairo.
Egypt’s previous attempt to host the World Cup
resulted in “the World Cup zero scandal” where Egypt failed to garner a single
vote in the 2004 bidding poll.
The press conference comes after a ministerial
meeting held by President Abdel-Fattah El-Sisi with Sobhy and Prime Minister
Mostafa Madbouly.
Sisi stressed that the “Egyptian youth are the
focal point for the country’s development and economic security” and addressed
the importance and influence of the role played by the Ministry of Youth and
Sports in several sectors in the country.
The meeting outlined the mechanisms of refining
sporting talent as well as outlets throughout all the governorates in Egypt.
President Sisi articulated his faith in the
Egyptian youth and their boundless potential.*
La crisis económica brutal ha sido suavizada con el aumento
de tres tipos de noticias cada una con su función. El primer tipo nos mostraba
a los dirigentes del ministerio de Asuntos Exteriores con representantes de
otros países para "discutir sobre la seguridad". Su función era
doble: mostrar a los egipcios que el estado vela por ellos frente a los
enemigos, por un lado, y mostrar que Egipto era respaldado por otros países. El
segundo tipo ha sido los éxitos deportivos, mediante los cuales se refuerza el
nacionalismo y el gusto competitivo de los egipcios, a los que se presenta
siempre como ganadores natos y perdedores por conspiraciones o deficiencias
(árbitros, negligencias federativas, etc.). El tercer grupo de noticias ha sido
una larga temporada de descubrimientos arqueológicos con la finalidad de
obtener la atención del extranjero y un nuevo tráfico turístico, que no se
acaba de levantar, pese a los anuncios oficiales.
Es cierto que es función de los gobiernos alentar las
esperanzas de futuro, pero los límites están en no engañar a los pueblos con
promesas infundadas y expectativas alejadas en demasía de la realidad. La
frustración por los resultados de la Copa del Mundo se ha producido en la misma
proporción con la que se llegó a alentar por muchos las posibilidades de ganar
el torneo, algo que la prudencia aconsejaba tratar con cuidado, Pero los
egipcios tratan más con sueños que usan el cálculo de probabilidades.
En estos momentos, Egipto es un país en el que los encuentros
se siguen jugando a puerta cerrada por las dos masacres producidas en los
últimos años, con 70 muertos una (febrero 2012) y 22 en la otra (febrero 2015).
En ambos casos, la mayoría de los dedos responsabilizaron a las maniobras
policiales, con respaldo militar, para deshacerse de los incómodos fans de los
equipos. No parece el mejor historial para garantizar la seguridad de los
estadios o de las personas en su interior.
El historial que Ahram Online comenta de haber organizado el
mundial de Baloncesto Sub-17 no es precisamente el que se requiere para una
Copa del Mundo y unas Olimpiadas, las dos máximas celebraciones mundiales en
cualquier tipo de evento, junto con la Expo.
Pero más allá de la seguridad, está la irresponsabilidad
económica de la propuesta, hecha de cara a la galería, para satisfacer el ego
egipcio. ¿No saben los administradores egipcios los enormes agujeros económicos
que estos eventos dejan en las economías nacionales? ¿No recuerdan las reacciones
sociales en Brasil, donde la gente salió a la calle a decir que quería escuelas
y hospitales y no estadios? Pues el caso ha sido muy reciente y sonado como
para ignorarlo. Pero, esto es cierto, los brasileños no son los egipcios.
En los juegos de Sochi, las denuncias de corrupción en las
construcciones de las instalaciones deportivas, de los alojamientos, agencias
de viajes, promoción, etc. han sido constantes. Se lleva a los pueblos a apoyar
estos eventos, de los que se favorecen unos pocos y al despertar se encuentran
con instalaciones que no se utilizan y agujeros de millones en deudas porque
los costes que se prometieron para ser aceptados se han multiplicado en la
realidad. Y son los pueblos los que los pagan.
La intentona previa de conseguir el mundial es lo que Ahram
Online ha llamado “the World Cup zero scandal”, que es la forma de convencer a
los egipcios que ellos deberían haber organizado la copa y que si no lo han hecho
es por la existencia de algún contubernio, una conjura de sus múltiples
enemigos para interponerse en su felicidad plena.
Es sorprendente que un país con una crisis tan enorme como
la egipcia siga jugando con sueños de plantas nucleares, estaciones espaciales,
escuelas japonesas y demás ilusiones. Ahora toca soñar con organizar el Mundial
y los Juegos Olímpicos. Es un tema interesante, con garra para mantener la
atención.
Queda superar el trauma extremo: el próximo mundial se
jugará en Qatar, uno de los enemigos endemoniados de Egipto. Ya se clasifique o
no, los egipcios lo van a llevar tan mal como el judoca egipcio que, tras
perder su combate, se negó a felicitar a su rival israelí.
Como en la votación de la UNESCO, se dará por hecho que los
africanos tienen que votarles porque son africanos y que los árabes deben votarles
porque son árabes y los musulmanes también porque no los hay más files y
devotos. Luego la realidad dice otra cosa y viene la furia.
La situación actual de Egipto, con serías reservas para con
el turismo, no son las favorables. Sería mejor concentrarse en lo que realmente
necesita Egipto en los sectores más débiles. Por lo pronto, la Ministra de
Sanidad ha dicho que será obligatorio comenzar el día con el himno nacional.
Algo es algo para solucionar los problemas. Es probable que en unos meses salga un informe estableciendo las mejoras de los pacientes desde que suena el himno cada mañana.
* "Egypt aims to host 2030 World Cup and 2032 Olympics: Minister of Sports" Ahram Online 11/07/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/306708/Egypt/Politics-/Egypt-aims-to-host--World-Cup-and--Olympics-Minist.aspx
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