Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
parlamento egipcio vive una temporada frenética de aprobación de todo tipo de
leyes. A las polémicas, como lo aprobado para el control de los medios de
comunicación, se suman otras leyes más tranquilas, como una sobre la inversión
en educación. De entre todas ellas, la más "política" es la que acaba
de pasar por la cámara y que establece la impunidad para los actos llevados a
cabo por los militares después del derrocamiento de Mohamed Morsi en 2013. Pero
la ley, como veremos, es mucho más que eso.
El "no-coup" fue especialmente
sangriento y se construyó sobre una figura retórica específica: la "autorización"
del pueblo a las fuerzas del Estado, militares y Policía para usar la fuerza
bruta. Lo que inicialmente había sido una petición de la salida de Morsi del
gobierno y la convocatoria inmediata de elecciones (en eso consistía la
propuesta de la recogida de firmas del grupo Tamarod), se convirtió en un baño de sangre planificado, con mil
muertos, y las detenciones de decenas de miles de personas que desaparecieron
del mapa. Algunas aparecieron; otras no.
La
noticia de una especie de amnistía muy bien articulada, que es lo aprobado por
el parlamento, tiene varias lecturas entre la prensa independiente. Egyptian Streets titula "Egyptian Military Officers May Receive Immunity Over 2013
Muslim Brotherhood Crackdown" y nos los explica así:
A new law passed by parliament could mean that
senior military officers will be protected from being prosecuted for their role
in the crackdown on the Muslim Brotherhood following the ousting of President
Morsi.
The official name for the law presented is the
Law Governing Treatment of Certain Senior Military Commanders of the Armed
Forces. It will allow the president to give the status of ‘lifelong reserves’
to certain members of the armed forces. This means that they will enjoy the
privileges of sitting ministers, and diplomatic immunity when travelling
abroad.
President Abdel Fattah Al-Sisi can choose which
military officers he wants to give lifelong reserve status in the military. The
precise period over which military officers could gain immunity from crimes
committed is July 2013 to January of 2016 – over which time 1000 protesters are
said to have been killed. Within that time period, 16,000 to 41,000 were
arrested or detained, after which hundreds were handed death sentences. The
majority were reprimanded for their support of the State-mandated terrorist
group, the Muslim brotherhood; though some were liberal and secular activists.
Human rights watch has taken issue with these
rulings, accusing the state of instituting a systemic program to use lethal
force against unarmed protesters. They’ve also taken issue with the government’s
use of state-of-emergency laws to prosecute dissidents; specifically
journalists and human rights advocates.
Many human rights groups are calling for
retribution regarding the alleged crimes committed by members of the military,
this move is a clear statement that no such punishment will be given, Human
Rights Watch researcher Amr Magdi is still hopeful, he told the BBC that
“Although they are extremely powerful now, they know how grave the offences
they were involved in are and are aware that time can and will change when
finally justice will find its own way.”*
La ley aprobada es muy peculiar, como habrán apreciado los
lectores. En primer lugar cubre a los altos mandos militares, pero no a todos,
sino a los que el presidente coloque en una lista. No se trata, pues, de que
los hechos ocurridos entonces prescriban en algún sentido o de exonerar de
responsabilidad a los militares. La cuestión se traslada al presidente. Las
muestras de fuerza suelen provenir de debilidades. Es claro que el acento recae
—como se señala en titular— en el "pueden" recibir inmunidad. Por
decirlo claramente: el presidente tiene la potestad de decidir quién puede ser
juzgado y quién no.
¿Qué lleva al presidente al-Sisi a someter a sus propios compañeros
de golpe —que él dirigió— a establecer una lista con los que "sí"
quedan blindados frente al futuro? ¿Qué ocurre para que haya una lista en las
que algunos no aparecen? Unos sí y otros no, ¿implica un estado específico de las
fuerzas armadas egipcias?
Es el momento en el que debemos recordar uno de los
pintorescos episodios ocurridos durante la precampaña electoral de las últimas
presidenciales. Como recordarán los lectores que siguen con alguna asiduidad
estos escritos, la candidatura de ex alto jefe militar, Sami Anan, fue
declarada improcedente ya que se le tenía en la reserva, situación que no le permitía presentarse, por más que
hubiera podido fundar anteriormente un partido. La "reserva", que él ignoraba,
sirvió para arrestarle y condenarlo por vía militar. Fue entonces cuando se
produjo un nuevo incidente: Isham Geneina, el ex Auditor General del Estado, al
que Anan había fichado como miembro de su propuesta política salió a la
palestra a decir que Anan había tenía guardados una serie de documentos
comprometedores sobre las actuaciones militares en 2013, en el derrocamiento de
Morsi y lo que ocurrió después. Geneina fue encarcelado por los militares. Anan
negó que dispusiera de esos documentos y lo achacó a una invención de Isham
Geneina. Recordemos que Geneina había sido acusado de expandir falsas noticias
cuando desde su puesto oficial puso cifra sobre el papel a la corrupción
egipcia.
¿Hay algún vínculo entre lo dicho por Isham Geneina y la
extraña ley que deja en manos del presidente la decisión de quién queda
protegido y quién no tras el golpe? No lo sabemos, pero son bastantes los
signos en este tiempo que apuntan a cierta intranquilidad o malestar militar
con la presidencia. Incidentes como los de la entrega de las islas de Tiran y
Sanafir, por ejemplo, no han debido de ser bien vistas por los militares, tal
como no han sido bien vistas por la mayoría de los egipcios, que entienden que están
siendo comprados por Arabia Saudí. En estos meses se han aprobado distintas
medidas (como pensiones) en el parlamento para militares y funcionarios cuyo
fin es aliviar la situación producida por el hundimiento de la libra egipcia, la
inflación con el aumento de la energía, que ha arrastrado a todos los
productos. Nuevas tasas asfixian a los egipcios que no saben ya a qué recurrir
ante el recorte de subsidios, la forma en que los gobiernos han controlado el
malestar político y social habitualmente en el país. No morderás la mano de
quien te da de comer. Muchos egipcios lo hacen por los subsidios
gubernamentales que los propios militares se encargan de entregar para que la
identificación sea absoluta.
Es interesante que se plantee una ley de inmunidad ante los
crímenes cuando no se han definido esos "crímenes". Es más: desde el
momento en el que se dice que se perdonan unos crímenes, estos quedan
reconocidos como tales. Decir que no podrán ser responsabilizados por ellos es
implícitamente señalar a los culpables, aunque estos —se dice— no podrán ser
juzgados más que con la autorización expresa de la presidencia.
El situarlos con todo tipo de privilegios de inmunidad de
por vida incluye que quedan para siempre en la reserva, es decir, amparados por
el estado de militares, pero también con las limitaciones que eso conlleva,
como bien ha podido apreciar el ex alto jefe militar Sami Anan en sus propias
carnes. No podrán participar en política bajo el riesgo de ser detenidos.
Es evidente que esta ley establece un principio: el ejército
piensa controlar de por vida el país. Es la consecuencia de una ley de este
tipo. No hay otra. De facto, implica la tutela militar ya que mientras se mantenga
no podrá nadie ser juzgado por la represión. Como esa ley no se ha pactado con
nadie y se toma inmediatamente después de los hechos —cubre de 2013 a 2016—
implica el deseo claro de perpetuarse en el poder para sostenerla. El régimen
trata de afianzarse, por lo que la famosa "hoja de ruta" hacia la
democracia se ha parado en un simulacro. Era lo previsible después de lo
ocurrido en las presidenciales, el parlamento fantasma, la creación de un
partido oficial y la pseudo oposición prefabricada. Lo son también las medidas
restrictivas que el parlamento egipcio aprueba sobre el control de los medios,
las "falsas noticias", etc. El cierre se va produciendo sin remedio.
Por mucho que las palabras vayan en un sentido, los hechos van en otro. El
régimen se blinda.
La frase
final, recogida de declaraciones a la BBC, implica esta percepción de provisionalidad: “Although
they are extremely powerful now, they know how grave the offences they were
involved in are and are aware that time can and will change when finally
justice will find its own way.” Es una descripción de lo que espera y un
aviso. El poder no dura siempre, por más que en Egipto lo parezca, con una
clase privilegiada que ha copado durante décadas los puestos clave en el
Ejército, la Policía, la judicatura y los medios, todo ello como parte del Estado.
De otro lado están los parias, que viven de las migajas y subsidios, los
islamistas (repartidos por todas las clases) y la oposición democrática, débil
y acomplejada, con honrosas excepciones entre los jóvenes.
En
Daily News Egypt se añade una circunstancia más a través de la comparación con
el resto de los egipcios:
Since being sworn in as president, Abdel Fattah
Al-Sisi has given several legal, political, and economic privileges to military
personnel, one of which included increased pensions. Al-Sisi’s administration
has taken a string of decisions often classified as austerity measures, such as
increasing fuel prices and imposing income taxes on both resident and
non-resident Egyptians on their commercial, industrial, and professional
activities abroad.**
Si la situación general es mala, los privilegios que se les
conceden a los militares que aparezcan en la lista se verán pronto como un
agravio comparativo. De poco servirá otra de las leyes que se acaban de
aprobar, la de bajada de los sueldos de los ministros y altos cargos. Es una
forma de ejemplarizar un poco tardía, especialmente, después de haber subido
las de algunos sectores de la administración pública de forma mínima, más un
gesto que otra cosa. También es un gesto el rebajarse el sueldo aquellos que no
tienen los problemas que los egipcios de la calle tienen. La historia del
refrigerador con una botella de agua, que el presidente al-Sisi contó para
acallar las protestas y pedir sacrificios hace tiempo que perdió su eficacia si
es que la tuvo en algún momento.
Hacia el exterior lo que queda es otro paso más alejándose
de la democracia. No sabemos si la justicia llegará en algún momento a ser
"justa" en Egipto; al menos no a corto o medio plazo. Una petición de
que las escuelas privadas vinculadas con la Hermandad Musulmana sean
consideradas dentro de la ley antiterrorista como entidades terroristas. Me
imagino que habrá otra manera de hacer las cosas un poco mejor.
El problema es que el estado egipcio sigue considerando que
todo esto debe ser considerado como "estabilidad", cuando no es más
que represión e impunidad. La burla de lo que está ocurriendo con el secuestro,
tortura y asesinato de Giulio Regeni marca el horizonte de expectativas posible
con un régimen que mata primero y se auto inmuniza contra sus propios crímenes.
La lista del presidente es una lista de impunidad. No debe
creer el pueblo egipcio que allí están sus héroes,
como prefiere entender el parlamento cuando ha aprobado la ley. En realidad, lo
que se hizo entonces no es muy diferente de lo que se había hecho durante
décadas y lo hicieron los mismos a sabiendas de que quien tiene el poder tiene
la "verdad" y la "justicia" en sus manos.
Las fechas de la lista, de junio de 2013 a enero de 2016,
dejan lo ocurrido tras esa fecha como un tiempo de "normalidad".
Sabemos que no ha sido así, que los abusos han seguido y siguen según denuncian
todas las instituciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos, según
han condenado de las Naciones Unidas o el Parlamento Europeo.
La farsa de las elecciones presidenciales, encarcelando a
los candidatos, y presentando en el último minuto una marioneta del poder, son
indicadores de los que en Egipto muchos entienden como "normalidad".
En la mayor parte del mundo no se entiende así.
Habrá tiempo para ver cuál es alcance real de la lista de impunidad y privilegios. Habrá que ver, cuando salga, qué nombres se encuentran en ella y cómo asumen los "crímenes" por los que no podrán ser juzgados.
* "Egyptian Military Officers May Receive
Immunity Over 2013 Muslim Brotherhood Crackdown" Egyptian Streets
17/07/2018
https://egyptianstreets.com/2018/07/17/egyptian-military-officers-may-receive-immunity-over-2013-muslim-brotherhood-crackdown/
** "Parliament approves new law giving
senior military officers more rights" Egypt Daily News 18/07/2018
https://eklutdvotyzsri.dailynewssegypt.com/2018/07/18/parliament-approves-new-law-giving-senior-military-officers-more-rights/
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