viernes, 20 de julio de 2018

La lista impune o aquí no ha pasado nada


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El parlamento egipcio vive una temporada frenética de aprobación de todo tipo de leyes. A las polémicas, como lo aprobado para el control de los medios de comunicación, se suman otras leyes más tranquilas, como una sobre la inversión en educación. De entre todas ellas, la más "política" es la que acaba de pasar por la cámara y que establece la impunidad para los actos llevados a cabo por los militares después del derrocamiento de Mohamed Morsi en 2013. Pero la ley, como veremos, es mucho más que eso.
 El "no-coup" fue especialmente sangriento y se construyó sobre una figura retórica específica: la "autorización" del pueblo a las fuerzas del Estado, militares y Policía para usar la fuerza bruta. Lo que inicialmente había sido una petición de la salida de Morsi del gobierno y la convocatoria inmediata de elecciones (en eso consistía la propuesta de la recogida de firmas del grupo Tamarod), se convirtió en un baño de sangre planificado, con mil muertos, y las detenciones de decenas de miles de personas que desaparecieron del mapa. Algunas aparecieron; otras no.
La noticia de una especie de amnistía muy bien articulada, que es lo aprobado por el parlamento, tiene varias lecturas entre la prensa independiente. Egyptian Streets titula "Egyptian Military Officers May Receive Immunity Over 2013 Muslim Brotherhood Crackdown" y nos los explica así:

A new law passed by parliament could mean that senior military officers will be protected from being prosecuted for their role in the crackdown on the Muslim Brotherhood following the ousting of President Morsi.
The official name for the law presented is the Law Governing Treatment of Certain Senior Military Commanders of the Armed Forces. It will allow the president to give the status of ‘lifelong reserves’ to certain members of the armed forces. This means that they will enjoy the privileges of sitting ministers, and diplomatic immunity when travelling abroad.
President Abdel Fattah Al-Sisi can choose which military officers he wants to give lifelong reserve status in the military. The precise period over which military officers could gain immunity from crimes committed is July 2013 to January of 2016 – over which time 1000 protesters are said to have been killed. Within that time period, 16,000 to 41,000 were arrested or detained, after which hundreds were handed death sentences. The majority were reprimanded for their support of the State-mandated terrorist group, the Muslim brotherhood; though some were liberal and secular activists.
Human rights watch has taken issue with these rulings, accusing the state of instituting a systemic program to use lethal force against unarmed protesters. They’ve also taken issue with the government’s use of state-of-emergency laws to prosecute dissidents; specifically journalists and human rights advocates.
Many human rights groups are calling for retribution regarding the alleged crimes committed by members of the military, this move is a clear statement that no such punishment will be given, Human Rights Watch researcher Amr Magdi is still hopeful, he told the BBC that “Although they are extremely powerful now, they know how grave the offences they were involved in are and are aware that time can and will change when finally justice will find its own way.”*


La ley aprobada es muy peculiar, como habrán apreciado los lectores. En primer lugar cubre a los altos mandos militares, pero no a todos, sino a los que el presidente coloque en una lista. No se trata, pues, de que los hechos ocurridos entonces prescriban en algún sentido o de exonerar de responsabilidad a los militares. La cuestión se traslada al presidente. Las muestras de fuerza suelen provenir de debilidades. Es claro que el acento recae —como se señala en titular— en el "pueden" recibir inmunidad. Por decirlo claramente: el presidente tiene la potestad de decidir quién puede ser juzgado y quién no.
¿Qué lleva al presidente al-Sisi a someter a sus propios compañeros de golpe —que él dirigió— a establecer una lista con los que "sí" quedan blindados frente al futuro? ¿Qué ocurre para que haya una lista en las que algunos no aparecen? Unos sí y otros no, ¿implica un estado específico de las fuerzas armadas egipcias?

Es el momento en el que debemos recordar uno de los pintorescos episodios ocurridos durante la precampaña electoral de las últimas presidenciales. Como recordarán los lectores que siguen con alguna asiduidad estos escritos, la candidatura de ex alto jefe militar, Sami Anan, fue declarada improcedente ya que se le tenía en la reserva, situación que no le permitía presentarse, por más que hubiera podido fundar anteriormente un partido. La "reserva", que él ignoraba, sirvió para arrestarle y condenarlo por vía militar. Fue entonces cuando se produjo un nuevo incidente: Isham Geneina, el ex Auditor General del Estado, al que Anan había fichado como miembro de su propuesta política salió a la palestra a decir que Anan había tenía guardados una serie de documentos comprometedores sobre las actuaciones militares en 2013, en el derrocamiento de Morsi y lo que ocurrió después. Geneina fue encarcelado por los militares. Anan negó que dispusiera de esos documentos y lo achacó a una invención de Isham Geneina. Recordemos que Geneina había sido acusado de expandir falsas noticias cuando desde su puesto oficial puso cifra sobre el papel a la corrupción egipcia.
¿Hay algún vínculo entre lo dicho por Isham Geneina y la extraña ley que deja en manos del presidente la decisión de quién queda protegido y quién no tras el golpe? No lo sabemos, pero son bastantes los signos en este tiempo que apuntan a cierta intranquilidad o malestar militar con la presidencia. Incidentes como los de la entrega de las islas de Tiran y Sanafir, por ejemplo, no han debido de ser bien vistas por los militares, tal como no han sido bien vistas por la mayoría de los egipcios, que entienden que están siendo comprados por Arabia Saudí. En estos meses se han aprobado distintas medidas (como pensiones) en el parlamento para militares y funcionarios cuyo fin es aliviar la situación producida por el hundimiento de la libra egipcia, la inflación con el aumento de la energía, que ha arrastrado a todos los productos. Nuevas tasas asfixian a los egipcios que no saben ya a qué recurrir ante el recorte de subsidios, la forma en que los gobiernos han controlado el malestar político y social habitualmente en el país. No morderás la mano de quien te da de comer. Muchos egipcios lo hacen por los subsidios gubernamentales que los propios militares se encargan de entregar para que la identificación sea absoluta.


Es interesante que se plantee una ley de inmunidad ante los crímenes cuando no se han definido esos "crímenes". Es más: desde el momento en el que se dice que se perdonan unos crímenes, estos quedan reconocidos como tales. Decir que no podrán ser responsabilizados por ellos es implícitamente señalar a los culpables, aunque estos —se dice— no podrán ser juzgados más que con la autorización expresa de la presidencia.
El situarlos con todo tipo de privilegios de inmunidad de por vida incluye que quedan para siempre en la reserva, es decir, amparados por el estado de militares, pero también con las limitaciones que eso conlleva, como bien ha podido apreciar el ex alto jefe militar Sami Anan en sus propias carnes. No podrán participar en política bajo el riesgo de ser detenidos.
Es evidente que esta ley establece un principio: el ejército piensa controlar de por vida el país. Es la consecuencia de una ley de este tipo. No hay otra. De facto, implica la tutela militar ya que mientras se mantenga no podrá nadie ser juzgado por la represión. Como esa ley no se ha pactado con nadie y se toma inmediatamente después de los hechos —cubre de 2013 a 2016— implica el deseo claro de perpetuarse en el poder para sostenerla. El régimen trata de afianzarse, por lo que la famosa "hoja de ruta" hacia la democracia se ha parado en un simulacro. Era lo previsible después de lo ocurrido en las presidenciales, el parlamento fantasma, la creación de un partido oficial y la pseudo oposición prefabricada. Lo son también las medidas restrictivas que el parlamento egipcio aprueba sobre el control de los medios, las "falsas noticias", etc. El cierre se va produciendo sin remedio. Por mucho que las palabras vayan en un sentido, los hechos van en otro. El régimen se blinda.


La frase final, recogida de declaraciones a la BBC, implica esta percepción de provisionalidad: “Although they are extremely powerful now, they know how grave the offences they were involved in are and are aware that time can and will change when finally justice will find its own way.” Es una descripción de lo que espera y un aviso. El poder no dura siempre, por más que en Egipto lo parezca, con una clase privilegiada que ha copado durante décadas los puestos clave en el Ejército, la Policía, la judicatura y los medios, todo ello como parte del Estado. De otro lado están los parias, que viven de las migajas y subsidios, los islamistas (repartidos por todas las clases) y la oposición democrática, débil y acomplejada, con honrosas excepciones entre los jóvenes.
En Daily News Egypt se añade una circunstancia más a través de la comparación con el resto de los egipcios:

Since being sworn in as president, Abdel Fattah Al-Sisi has given several legal, political, and economic privileges to military personnel, one of which included increased pensions. Al-Sisi’s administration has taken a string of decisions often classified as austerity measures, such as increasing fuel prices and imposing income taxes on both resident and non-resident Egyptians on their commercial, industrial, and professional activities abroad.**


Si la situación general es mala, los privilegios que se les conceden a los militares que aparezcan en la lista se verán pronto como un agravio comparativo. De poco servirá otra de las leyes que se acaban de aprobar, la de bajada de los sueldos de los ministros y altos cargos. Es una forma de ejemplarizar un poco tardía, especialmente, después de haber subido las de algunos sectores de la administración pública de forma mínima, más un gesto que otra cosa. También es un gesto el rebajarse el sueldo aquellos que no tienen los problemas que los egipcios de la calle tienen. La historia del refrigerador con una botella de agua, que el presidente al-Sisi contó para acallar las protestas y pedir sacrificios hace tiempo que perdió su eficacia si es que la tuvo en algún momento.
Hacia el exterior lo que queda es otro paso más alejándose de la democracia. No sabemos si la justicia llegará en algún momento a ser "justa" en Egipto; al menos no a corto o medio plazo. Una petición de que las escuelas privadas vinculadas con la Hermandad Musulmana sean consideradas dentro de la ley antiterrorista como entidades terroristas. Me imagino que habrá otra manera de hacer las cosas un poco mejor.
El problema es que el estado egipcio sigue considerando que todo esto debe ser considerado como "estabilidad", cuando no es más que represión e impunidad. La burla de lo que está ocurriendo con el secuestro, tortura y asesinato de Giulio Regeni marca el horizonte de expectativas posible con un régimen que mata primero y se auto inmuniza contra sus propios crímenes.


La lista del presidente es una lista de impunidad. No debe creer el pueblo egipcio que allí están sus héroes, como prefiere entender el parlamento cuando ha aprobado la ley. En realidad, lo que se hizo entonces no es muy diferente de lo que se había hecho durante décadas y lo hicieron los mismos a sabiendas de que quien tiene el poder tiene la "verdad" y la "justicia" en sus manos.
Las fechas de la lista, de junio de 2013 a enero de 2016, dejan lo ocurrido tras esa fecha como un tiempo de "normalidad". Sabemos que no ha sido así, que los abusos han seguido y siguen según denuncian todas las instituciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos, según han condenado de las Naciones Unidas o el Parlamento Europeo.
La farsa de las elecciones presidenciales, encarcelando a los candidatos, y presentando en el último minuto una marioneta del poder, son indicadores de los que en Egipto muchos entienden como "normalidad". En la mayor parte del mundo no se entiende así.
Habrá tiempo para ver cuál es alcance real de la lista de impunidad y privilegios. Habrá que ver, cuando salga, qué nombres se encuentran en ella y cómo asumen los "crímenes" por los que no podrán ser juzgados.


* "Egyptian Military Officers May Receive Immunity Over 2013 Muslim Brotherhood Crackdown" Egyptian Streets 17/07/2018 https://egyptianstreets.com/2018/07/17/egyptian-military-officers-may-receive-immunity-over-2013-muslim-brotherhood-crackdown/
** "Parliament approves new law giving senior military officers more rights" Egypt Daily News 18/07/2018 https://eklutdvotyzsri.dailynewssegypt.com/2018/07/18/parliament-approves-new-law-giving-senior-military-officers-more-rights/





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