Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
¡Ya la
hemos liado! Después de lo de la "doctrina Parrot", en Europa nos
salen ahora con un expediente futbolero por ayudas ilegales! Esto requiere
cautela, como bien ha señalado el gobierno, porque afecta a nuestro bien más
preciado, que se cristaliza en eso llamado la "Marca España" que, por
más que le pese a algunos, por encima de otras cosas, se reparte entre el Barça
y el Real Madrid, noticia destacada cada lunes en la prensa de los lugares más
distantes.
¿Saldrá
Cayo Lara estableciendo paralelismos con la presunta financiación ilegal de PP
y pedirá, con el mismo razonamiento que ha planteado últimamente, que se
retiren los títulos conseguidos de "forma irregular"? ¿Harán suya la "doctrina
Lara" los equipos descendidos por deudas pidiendo que se apliquen
sanciones a los que son "subvencionados" (y rescatados, por tanto) con el dinero de todos?
El diario
El Mundo nos explica el planteamiento
de Bruselas al respecto:
La Comisión Europea comunicará el próximo 18
de diciembre que ha abierto un expediente sancionador a España por conceder
ayudas de estado ilegales a siete equipos de fútbol españoles -Real Madrid,
Athletic de Bilbao, Barcelona, Osasuna, Valencia, Elche y Hércules-. Las
infracciones son de diferente naturaleza, pero en todos los casos el
departamento que dirige Joaquín Almunia ha constatado que estos clubes han
recibido ayudas de Estado ilegales que distorsionan la competencia.
En concreto, Real Madrid,
Athletic de Bilbao, Osasuna y Barcelona han incumplido la legislación
comunitaria por no convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas ya que
Bruselas entiende que al tener este régimen se benefician de una fiscalidad
especial. En los casos de los tres clubes valencianos, Valencia, Elche y
Hércules, el expediente sancionador se refiere a los préstamos y avales que dio
la Comunidad Valenciana.
Además, el Real Madrid y el Athletic de
Bilbao también serán investigados en profundidad por dos operaciones
urbanísticas que han levantado las sospechas de la Comisión Europea, como son
la recalificación de los terrenos de la ciudad deportiva del Madrid
en Valdebebas y la construcción del nuevo estadio de San Mamés.*
"Distorsionar
la competencia", en términos futbolísticos, puede ser entendido de muchas
maneras, al hilo siempre de la "doctrina Lara", convertido en "comisario
de la competencia política interna". La doctrina pone el acento en cómo
afectan las "ayudas irregulares" a la "competencia política"
—una extraña forma de considerar la actividad política impregnada de
neoliberalismo y mercado— y que eso supone la consecución de más votos que los
demás. "Más dinero, más votos" viene a ser la síntesis del político
de la izquierda española. Hay bipartidismo en la política como lo hay en el
fútbol... y mucha ayudita interesada.
Los
mangoneos futbolísticos no son algo nuevo y lo extraño es que nadie tire
demasiado de la manta. A lo mejor los medios temen más que les recorten las
preguntas en las ruedas de prensa de Messi o Ronaldo a que lo hagan en la
Moncloa o Ferraz. Aquí la política vende como exabrupto y el fútbol (y otros
deportes) como adoración. La gente, nos han dicho los del CIS, no se afilia a
partidos ni sindicatos, pero sí se hace socio de los clubes de fútbol.
El
diario El País también recoge la
información aplicando directamente la "doctrina Lara" de la
competencia:
Los motivos para investigar a los equipos
españoles son distintos, pero todos apuntan en la misma dirección: la sospecha
de que se han beneficiado de un trato de favor que les ha permitido competir
con ventaja frente a sus rivales nacionales y extranjeros. El Gobierno, que a
tenor de las declaraciones de Margallo se erigirá en defensor de los clubes
analizados, tiene un mes para recopilar argumentos que rebatan las sospechas de
Bruselas. Si las explicaciones no convencen a Joaquín Almunia —máxima autoridad
de competencia europea y, al mismo tiempo, conocido aficionado y socio del
Athletic—, la Comisión forzará la devolución de las ayudas ilegales, en una
factura que se adivina millonaria.
Margallo —que anunció la investigación de
Bruselas por iniciativa propia, sin que ningún periodista le preguntara por el
tema— ha adelantado ya cuáles serán sus argumentos: ningún equipo ha cometido
alguna irregularidad. “Es obvio que el Gobierno va a dar la batalla hasta el
final en defensa de los clubes españoles, que también forman parte de la marca
España”, señaló el ministro.**
No sé
muy bien qué es lo que el diario califica como "argumento", ya que
decir que los equipos españoles no han
cometido ninguna irregularidad no es ningún argumento. También es curioso
que insista en la "obviedad" de que el gobierno va a dar la
"batalla hasta el final" —¿el final de qué?—, aunque ahí sí se da un poderoso
argumento: los equipos españoles forman parte de la "marca España". Por
fin tendrá un gobierno español la oportunidad de devolverle al fútbol todo lo
que le debe a nuestra proyección exterior. Debo decir —creo que lo he comentado
en algún otro momento— la emoción que
me suscita cuando veo que un conflicto hay gente vestida con las camisetas de
nuestros equipos de bandera, aunque sean falsificadas en alguna oscura fábrica
de algún apartado rincón. Me hace entender el objetivo de la "marca" y lo importante que es llegar a la gente, que te conozcan.
Pero lo
que me temo que sea más controvertido es el origen del caso. Me preocupa lo que
señala el diario El Mundo:
Fuentes europeas apuntan que las
denuncias que han motivado estas investigaciones proceden "de varios
equipos de fútbol europeos, entre ellos el Bayern de Múnich".
La Comisión también ha estado
analizando presuntas irregularidades en una operación urbanística entre el Real
Madrid y el ayuntamiento de la capital. Tras concluir esta investigación el
departamento de Competencia concluye que sí ha podido haber una ayuda ilegal en
el intercambio de terrenos que se produjo entre ambas partes y que ha derivado
en ingresos millonarios para el club. El Ayuntamiento los cedió en 1998 con una
valoración de 421.000 euros y posteriormente el Consistorio los recompró por
22,7 millones de euros.
No es la primera vez que la
Comisión abre una investigación en profundidad a un equipo de fútbol europeo: en
Holanda cinco clubes, entre ellos el PSV Eindhoven, están ya en bajo la lupa del
equipo de Almunia.*
Si en
la política se especula a la ligera, sin demasiadas restricciones, en el campo
futbolístico se puede llegar a cualquier delirio persecutorio. ¿Estará el
"bávaro" Guardiola tras la venganza
del Bayern? ¿Por qué "entre ellos"? ¿Quiénes son "ellos"?
¿Cuál es el equipo de Merkel? Todas estas preguntas y miles más serán el
comienzo de la guerra balompédica con Europa en la que se apelará al patriotismo pedestre, me refiero el de
los pies, para acallar lo turbio: vista gorda de Hacienda con las dedudas acumuladas, recalificaciones, blanqueos... No sé cómo se puede calificar vender terrenos
por menos de medio millón de euros y comprarlos por casi 23, a menos que se
considere como el resultado lógico de la burbuja inmobiliaria española, en cuyo
caso el ministro Margallo tendrá una fácil defensa ante Bruselas. Pero da igual, el público furibundo, el socio de toda la vida, el que lleva los colores en la sangre..., querrá culpables: Pep, Almunia... responsables del cerrojazo al fútbol español.
La
doctrina Lara de Bruselas alterar la competencia es alterar la competición: a más
dinero, más y mejores fichajes. La queja de los clubes europeos respecto a los
españoles es que van con el talonario por delante, encareciendo el mercado —la
burbuja futbolera— , pisoteando la normas de cortesía que evita que los
jugadores se suban a la parra en sus pretensiones alentados por intermediarios
y familiares deseosos de que acaben en los clubes españoles, en donde se
vuelven expertos en ingeniería financiera, como nos mostró el caso Messi. La queja de Europa —del
Bayern o de cualquier otro— es que aunque la Liga española tienda al
bipartidismo —este año está más animada, como la política misma—, no están dispuestos a que
ocurra lo mismo en el continente si los equipos españoles tienen unas líneas
ocultas de financiación que les permiten comprar figuras cuando les viene bien.
La queja se entiende.
Lo que
nos faltaba ahora, con tanta marea, que comenzara otra antibruselas en los
estadios, cada domingo y días de champions,
por la persecución a los a los clubes y másqueclubes
españoles. De poco o nada le servirán al Comisario Almunia las fotos con la
camiseta de sus amores, ya que como bien señalan en El Mundo, ahora "su
equipo" es de distinta naturaleza.
Por lo pronto, el senador Iñaki Anasagasti ha pedido públicamente que a Joaquín Alumnia se le retire el carnet de socio del Athletic, peor que si le echaran del PSOE. ¡Qué duro es ser europeo!
*
"Bruselas expedienta a España por ayudas ilegales a siete clubes de
fútbol" El Mundo 16/12/2013
http://www.elmundo.es/deportes/2013/12/16/52af2b9f61fd3de1798b4599.html
**
"Bruselas pone en jaque a la Liga" El País 16/12/2013
http://deportes.elpais.com/deportes/2013/12/16/actualidad/1387211353_097209.html
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