Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
séptimo día de la Creación, el domingo, como culminación de su obra, Dios hizo
el Fútbol y encargó a la FIFA que lo administrara sobre la faz del planeta.
Eso, al menos, es lo que cuenta la FIFA en sus evangelizaciones. El fútbol ha pasado
a ser un gigantesco negocio, absorbente, en manos de la FIFA. Lo que comenzó
siendo un deporte, después un espectáculo, es ahora un poder planetario.
Organizar una Copa del Mundo es poco menos que establecer el estado de
excepción, una intervención económica en toda regla (el fútbol también tiene
sus "hombres de negro", con silbato y tarjeta roja al que se desmanda)
y la conversión del país en un gigantesco plató-estadio en el que los ciudadanos
pasan a ser figurantes con distinto grado de participación.
Los
disturbios violentos que ocurrieron hace meses en Brasil fueron un aviso de la
irritación por las grandes inversiones con motivo de la Copa del Mundo que se
habrá de celebrar allí el próximo año. La gente ha hecho el cálculo de lo
invertido en los estadios y lo ha traducido a hospitales con buenas dotaciones
o escuelas infantiles, que son las monedas que la gente entiende más allá de
ciertas cantidades. Como se suele decir, en
Brasil el fútbol es pasión. Y allí donde no lo era, se ha sembrado para
recoger la cosecha en el momento adecuado, como en China, con quien David Cameron, en nombre de la cuna del fútbol, acaba de firmar un contrato asesor de fútbol. La siembra de la FIFA conlleva, además, dejarles el terreno a su gusto
exigente, quitarles los hierbajos
sociales que puedan deslucir el evento. Debe haber la mínima divergencia
entre la realidad y el folleto promocional.
La FIFA
es más temible que la "troika" y los gobiernos quedan más desarmados
que ante un rescate a la griega, que
más que rescatarte te entierran con la poca vida que te queda. El pecado que
justifica esa intervención de la FIFA es muy sencillo: te has dejado la piel
para que te intervengan, es decir, eres tú el que has claudicado con tal de que
organicen entre tus fronteras el mayor
espectáculo del mundo.
Leo en
la página de la BBC que ha habido auténtica indignación —otra más— por la
designación de los presentadores del sorteo de la Copa que se celebrará en la
ciudad de Bahía:
La elección de quién presentará la gala del
sorteo de la Copa del Mundo de fútbol 2014 dio lugar en Brasil a una acalorada
discusión sobre racismo y el excesivo poder del organismo rector del fútbol
internacional: la FIFA.
Lazaro Ramos y Camila Pitanga, dos estrellas
brasileñas muy conocidas y muy queridas, interpretaron a la pareja protagonista
en la telenovela "Lado a Lado". Y se esperaba que jugaran un papel
clave el próximo 6 de diciembre en la ciudad de Bahía –corazón de la cultura
afrobrasileña- en el sorteo para la fase de grupos del Mundial de fútbol que se
disputará en Brasil en 2014.
Cuando se supo que, al final, el sorteo lo va
a presentar otra pareja, formada por los blancos y rubios Fernanda Lima y
Rodrigo Hilbert, estalló la furia en blogs, foros y redes sociales de Brasil.*
La gran
desproporción representativa entre su población de origen africano y los "blancos
y rubios", como dice la información de la BBC, no es única de Brasil, pero
allí están especialmente sensibilizados con las "instrucciones" y el control
que la FIFA ejerce sobre los mínimos detalles. Hasta el director norteamericano
de cine Spike Lee, según la información de la BBC, ha dicho algo al respecto.
Las redes sociales se han calentado igualmente y los twits no se han cortado: "Por
si no nos valiéramos por nosotros mismos a la hora de ser racistas, ahora viene
la FIFA a echarnos una mano", decía uno de ellos.
Algunos
han pedido tranquilidad. A lo mejor no es por "racismo", sino por
otras cosas, como el nivel de inglés o los sponsors, ha señalado un productor
de televisión terciando en la polémica. No ha sido de gran ayuda, pues lo que
habrá hecho es preguntarse a la gente por qué en Brasil los sponsors los
prefieren "blancos y rubios" o por qué los "blancos y
rubios" hablan mejor el inglés que los que no lo son. Lo que a la gente de
Brasil le importa es que no va a tener a los presentadores que ellos quieren y
con los que se identifican en la zona de más presencia de la cultura africana,
con raíces más profundas.
La
práctica de las noticias relacionadas me ofrece dos titulares significativos:
"Demandan a FIFA para recuperar casi US$100 millones" y "Mundial
de Fútbol y trabajo esclavo: un coctel que inquieta a Brasil",
especialmente el segundo, pues ayer nos dieron la rápida noticia de la muerte
de un trabajador en la construcción de uno de los estadios. La prisa es la
razón de fondo que daban para la caída de la grúa que causó el fallecimiento.
La primera noticia, la demanda a la FIFA por 100 millones de dólares, es la
realizada por varios estados brasileños por ciertos gastos que les han quedado
a ellos:
Las autoridades estatales dicen que para la
Copa Confederaciones en junio, la FIFA exigió carpas para los patrocinadores,
habitaciones especiales para las emisiones de TV y zonas para invitados
especiales.
Los fiscales dicen que este gasto era
exclusivamente para los intereses de la FIFA y no beneficia a la población
local.
Pero la FIFA dijo que el
financiamiento de las instalaciones se acordó en los contratos firmados en 2007
y 2009.**
La FIFA
y sus invitados tienden a vivir bien y que les financien su estancias, dentro
de esa concepción de que por donde ellos pasan surge el oro, pero como siempre
suele ocurrir, un oro mal repartido. Unos se llevan los beneficios y otros se
quedan las facturas. Es a la hora de pagar cuando se descubren esas cláusulas,
esa letra pequeña, que las lágrimas de la emoción por ser país anfitrión de
este tipo de eventos deportivos impidieron ver. Ahora las lágrimas son otras. Y
muchas.
Hay un
línea final en la información de la BBC sobre las acusaciones de racismo en la
selección de los presentadores del sorteo que despierta mi curiosidad:
Ha habido controversias similares antes.
Cuando se les dijo a las mujeres de Bahía que no podían vender acarajé -un
plato tradicional de orígenes africanos- en los estadios de la Copa del Mundo,
se extendió la ira por las redes sociales.*
Intento
descubrir en mi ignorancia qué es el acarajé
y por qué se les ha prohibido a las mujeres de Bahía venderlo en los estadios.
La combinación de los tres elementos —culinario, género y africano— es una
combinación fuerte para mi curiosidad y quiero ver cuál de los tres —o los
tres— es el que molesta a la FIFA. Lo primero que veo es un vídeo de Canal
Cocina que —a estas horas de la mañana, con solo un café bebido, me activa los
jugos gástricos— el acarajé es una
especie de buñuelo hecho con judías y cebolla trituradas y frito en aceita de
palma, que se sirve relleno con camarones o langostinos y algunas salsas. Mi gusto por la cocina hace
que dedique diez minutos atentos a su preparación por si me entra la tentación
en algún momento. ¿Qué problema tiene la FIFA con algo con una pinta tan buena?
Desde
hace décadas, son las mujeres las que preparan y venden este plato, que tiene
su origen en las religiones africanas, de gran importancia en las tradiciones en
la zona de Bahía, en los estadios de fútbol. Vender el acarajé en los estadios —me imagino que en más acontecimientos públicos—
es una forma de vida. Pero la FIFA es implacable: en los estadios de la Copa o
cualquier otro evento controlado por ellos solo se vende lo que ellos dicen;
ellos gestionan todos los contratos. La FIFA es dueña de tu país mientras estás
intervenido futbolísticamente.
La
cuestión no ha sido algo que afecte a un grupo de vendedoras, una mera anécdota, y
explica el malestar de Bahía con las siguientes afrentas que sienten y el creciente
malestar contra la FIFA. En el asunto tuvo que intervenir la presidenta
Rousseff y el gobernador del estado de Bahía. Explicaba Fernando Rodrigues en su blog:
Na manhã de hoje (5.abr.2013), a presidente
Dilma Rousseff sinalizou que pode encrencar com essa proibição da Fifa. Partiu
da Presidência da República o convite para que as baianas vendedoras de
acarajé estivessem dentro da Arena Fonte Nova no evento oficial de inauguração
do estádio, em Salvador. O gesto sinaliza apoio do governo brasileiro à
tentativa das baianas de derrubar a proibição da Fifa ao comércio nos arredores
dos estádios da Copa.
A atitude de Dilma vai na mesma
linha adotada pelo governador Jaques Wagner, aliado da presidente e também
filiado ao PT. Ele tem apoiado publicamente a liberação do acarajé no estádio.***
Cabe preguntarse si las invitadas podían vender sus platos
al resto de los invitados o con su gesto las convertía en "convidadas de piedra".
Me imagino que ellas están más que curadas de ver partidos y que lo que quieren
es vender sus bollos y buñuelos a los asistentes.
Que una Presidenta manifieste su "apoyo" a la
vendedoras es el signo inequívoco de quién tiene el poder en Brasil mientras
dura la intervención de la FIFA. Como en los rescates económicos, firmar con la
FIFA supone una pérdida de soberanía, gozosa, podríamos decir. Y es ahí donde
reside el problema: nos entregamos directamente al buitre para que nos picotee
el hígado, al cuervo para que nos saque los ojos.
La exclusiva de McDonald con la FIFA hacía que los acarajés
estuvieran presentes como un producto más de "comida rápida" en los
estadios y alrededores controlados. Las perjudicadas eran pues la vendedoras de
Bahía que quedaban fuera de estadios y proximidades, en los que quedaba
controlada la venta. Las ventajas del aumento de turistas aficionados se alejan
de los que viven allí y son recogidas por los que han firmado con FIFA.
Finalmente, en junio, ante la que se avecinaba con el clima negativo
que se está creando en Brasil para la Copa del Mundo, la FIFA cedió con la
venta de los acarajés en la proximidad de los estadios diciendo que regulará a la vendedoras. El bloguero
Emílo Gusmão señalaba:
Com isso, a polêmica que já
durava quase um ano chegou a um final, dando ganho de causa às baianas e seu
quitute, que é patrimônio imaterial do Brasil. Ele será vendido na Arena Fonte
Nova, tanto na Copa das Confederações como na Copa do Mundo de 2014.
A participação das baianas dentro
da área que até então era proibida a sua presença e de seus produtos – um raio
de 2 km das arenas, está ainda pendente de detalhes. Não se sabe, por exemplo,
qual a quantidade de profissionais que poderão ultrapassar as barreiras da
Fifa. É certo, contudo, que não serão muitas.
Em razão da importância da
resolução da Fifa para a cultura baiana, a Secretaria Estadual para Assuntos da
Copa do Mundo da FIFA Brasil 2014 (Secopa) deve fazer seu anúncio oficial em
evento com a presença de autoridades e a da Abam (Associação das Baianas de
Acarajé e Mingau).****
Un asunto de Estado, porque en realidad lo es. ¿Quién firma
un acuerdo prohibiendo la venta de un producto que forma parte de la vida
cotidiana en dos kilómetros a la redonda de los estadios? Han considerado el acarajé como patrimonio cultural para evitar su confiscación. ¿Cómo puede quedar
McDonald con la exclusiva? En España ¿se quedarían con la exclusiva de la
paella, pongamos por caso? Mejor no darle vueltas.
Uno no puede dejar de pensar melancólicamente, en cambio, en nuestros esfuerzos
y depresiones por la organización de eventos de este tipo, como los Juegos
Olímpicos, y hacer como los brasileños —aunque un poco tarde— el cálculo de la
cantidad de cosas que se podrían hacer con ese dinero. Pero no es solo el
dinero, como podemos ver, sino el control del país en sus mínimos detalles.
Partiendo de los estadios, se extienden las relaciones sociales —económicas,
culturales, laborales...— que confluyen en esos idílicos espacios en los que
corren, con más o menos ganas, veintidós personas, un árbitro y dos linieres. Al final controlan todo e imponen sus reglas.
Son los políticos, movidos por los "emprendedores"
locales e internacionales, los que mueven los hilos, son los que firman esos
contratos que luego tienen que defender —invitando a la vendedoras al estadio—
ante las personas que les votan. Por eso tienen que despertarnos primero el
apetito de Copas mundiales o Juegos Olímpicos, hacernos llorar por la decepción
de no tenerlos, saltar por la alegría de que nos agracien con su celebración.
Es esa intensidad emocional, esa lucha de décadas la que después utilizará la
propia FIFA para hacer firmar sus condiciones leoninas a los que tanto han
deseado su presencia.
Me llaman la atención otros dos titulares de la BBC por lo
que de contraposición tienen. Uno de ellos se pregunta "si Colombia merece
ser cabeza de serie"; el otro reclama "un Papa Francisco para el
fútbol". Son la cara y la cruz de un fenómeno mundial que se va haciendo
cada vez más grande, más influyente, más insensible a las realidades que lo
acogen, más totalitario en sus formas y maneras. La FIFA quiere presentadores a
su gusto, comidas a su gusto. No porque tenga un gusto exquisito, sino porque
lo tiene rentable. Lo que ocurra con la vendedoras de acarajé no es asunto suyo. Como decía una viñeya brasileña que resumía la situación: el acarajé al "caraxo"
La FIFA tiene una buena vista y localiza rápidamente la
letra pequeña conveniente en cada caso. Todo está atado.
* "La pelea por los presentadores del sorteo para el
Mundial" BBC 2/12/2013
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/12/131201_controversia_presentadores_sorteo_mundial_brasil_bd.shtml
** "Demandan a FIFA para recuperar casi US$100
millones" BBC Mundo 23/10/2013
http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/10/131023_ultnot_brasil_fifa_il.shtml
*** "Dilma força Fifa a liberar o acarajé na Copa"
Blog do Fernando Rodrigues 5/04/2013
http://fernandorodrigues.blogosfera.uol.com.br/2013/04/05/dilma-forca-fifa-a-liberar-o-acaraje-na-copa/
**** "FIFA LIBERA ACARAJÉ NA FONTE NOVA" 606/2013
Blog de Gusmao
http://www.blogdogusmao.com.br/v1/2013/06/06/fifa-libera-acaraje-na-fonte-nova/
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