miércoles, 27 de agosto de 2025

La deriva autoritaria y el sentido común

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Con una doble titulación, primera página e interior de la edición web del diario El País— "Trump da un nuevo salto en su deriva autoritaria y populista en EE UU" / "Tropas en Washington y destituciones en la Reserva Federal: Trump abraza la deriva autoritaria en Estados Unidos" —, Macarena Vidal Liy pone el acento en la transformación de la política norteamericana con Trump en el poder, una cuestión que empezó folclórica y que poco a poco se va adueñando del país. El comienzo del artículo nos define la situación: "El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asegura que no es un dictador, solo “una persona con mucho sentido común”.* En una sola frase queda definida la raíz del problema.

La política de "sentido común" es justo lo contrario de lo que es una política democrática, que es precisamente la que trata de zafarse de esa obviedad que excluye el diálogo. Eso es lo que se entiende por "sentido común", lo que ve innecesario cualquier tipo de debate porque "sabe" qué es lo "correcto". La base de la democracia es precisamente el error que debe ser sometido al escrutinio general como "garantía" de que varias mentes piensan mejor que una, de ahí la existencia de parlamentos, cuyo origen es precisamente hablar entre todos, "parlamentar".

Por eso el "sentido común" y la "discusión demagógica", por llamarlo de alguna forma, son enemigos claros del pensar y de sentir democráticos. Tanto la discusión "sin sentido" como la imposición del "sentido común" son enemigos del pensar democráticamente. En el caso de Trump, es el anticipo del absolutismo, enemigo de la democracia; en el otro caso, es el anticipo del caos, que esconde varios y diferentes "sentidos comunes", es decir, la imposibilidad del diálogo real, de un debate productivo.

El sentido común de Donald Trump no es más que la confirmación del autoritarismo político que le vemos practicar cada día, con decisiones insólitas que están llevando a la transformación de la vida y forma de pensar norteamericanas. Estados Unidos ha dejado de ser un modelo democrático para ser un modelo de "sentido común".

De una forma eufemística se habla de "intervencionismo", como en el mismo artículo citado: "Los despliegues de militares en las ciudades, la mano dura en política migratoria y las alusiones a las figuras de dictadores agravan su giro intervencionista"*. Pero el "intervencionismo" es otra cosa. En el caso de Trump supone la negación del otro, es más, su criminalización. Persona, ciudades, instituciones... son declaradas primero como "terroristas", "criminales", etc. para después ser sacadas del mapa. Esto es más que intervencionismo; es el aperitivo de una forma dictatorial, a la que evitar su verdadero rostro solo favorece a Trump y a los que están detrás.

En su primer mandato, Trump llamaba a Abdel Fatah al Sisi, el presidente egipcio, "su dictador favorito". Ya anticipamos que era algo más que un chiste. De la misma forma, Trump se preguntaba al comentar el filme "Ciudadano Kane", "¿de qué sirve el poder si no puedes hacer lo que quieres?". Ese "lo que quieres" tiene su apoyo en el "sentido común", que además de no ser "común", excluye a los otros. En el fondo y en la forma, lo que se hace es maquillar lo dictatorial.

14/09/2019

Más allá de los Estados Unidos, Trump se encuentra a sus anchas entre los diversos dictadores claros y figuras autoritarias que también actúan bajo el mandado del "sentido común". Los dictadores se sienten alentados y hasta protegidos por los Estados Unidos de Trump y les basta hacer cualquier gesto ridículo —como pedir el Nobel de la Paz para él—, hacerse fotos sonrientes a su lado, etc. Esto está complicando un poco más la vida internacional y, especialmente, la de los pueblos bajo su yugo, que ven cómo sus dictadores se ganan el apoyo norteamericano.

Ya hay algún dictador que aprovecha su control del poder para eliminar las restricciones sobre el número de mandatos al frente del país o aumentando la duración de estos. Recordemos que un truco similar le permitió a Putin alternar entre presidencia y jefatura del gobierno. Veremos qué ocurre cuando a Trump le toque salir de la Casa Blanca. Ya ha dado algunas pistas.

Podemos hablar de "deriva", de "intervencionismo". etc. pero la realidad es la que es y el camino una serie de pasos en una misma dirección. Por lo pronto, marines y guardia nacional son llevados a las calles de las ciudades norteamericanas poco favorables, decretadas como zonas de riesgo, zonas de delincuencia, caóticas, etc.  Expulsiones de migrantes y criminalización de países enteros... Todo de "sentido común", claro. 

 

* Macarena Vidal Liy "Trump da un nuevo salto en su deriva autoritaria y populista en EE UU" / "Tropas en Washington y destituciones en la Reserva Federal: Trump abraza la deriva autoritaria en Estados Unidos" El País  27/08/2025 https://elpais.com/internacional/2025-08-27/tropas-en-washington-y-destituciones-en-la-reserva-federal-trump-abraza-la-deriva-autoritaria-en-estados-unidos.html

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