miércoles, 13 de agosto de 2025

El bombero pirómano o el fuego para el que se lo trabaja

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Son muchas las dimensiones del fuego que padecemos. El foco informativo en los incendios lleva los micrófonos hasta los afectados, cuyas declaraciones contrastan con las burocráticas y formalizadas de las autoridades, que tienden a la jerga y a la rutina. "Perimetrado", "controlado", "extinguido", "evoluciona favorablemente", "nivel de alerta", "avisos por colores", etc. forma parte de la descripción de los fenómenos y tratan de dar una impresión de conocimiento, control y confianza.

En contraste, las expresiones de los afectados directamente son de estallido en muchas ocasiones. Reflejan el caos que han vivido, los desalojos, la visión de las casas quemadas, de sus entornos quemados. Son quejas que apuntan directamente a la imprevisión, a la falta de medidas previas, a la falta de inversión, a la lucha por hacer caer la responsabilidad en otros, etc.

Frente a la enorme cantidad de incendios resulta chocante —por no decir otra cosa— la falta de información sobre su origen en la gran mayoría de los casos. En ocasiones ha sido un rayo, una chispa de una máquina o un sobrecalentamiento de otra, una barbacoa de algunos que siguen pensando que las vacaciones son solo para disfrutarlas, etc. De muchos se insinúa que "puede haber sido provocado" sin ir mucho más allá. La información del propio fuego parece quemar el interés por el origen, algo esencial para la prevención futura.

Por eso resulta llamativa la noticia que nos trae RTVE.es y las explicaciones dadas:

La Guardia Civil ha detenido a un trabajador de extinción de incendios como supuesto autor del fuego que arrasó unas 2.200 hectáreas en el incendio que se declaró el pasado 28 de julio entre Cuevas del Valle y Mombeltrán, al sur de la provincia de Ávila, y cuya motivación podría haber estado vinculada a "intereses laborales".

El detenido como responsable de un delito de incendio forestal intencionado, que obligó a confinar a los municipios de El Arenal y Mombeltrán -dos veces-, es un vecino de la zona que ha reconocido los hechos, según ha informado el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, en declaraciones remitidas a los medios de comunicación.

El supuesto autor ha sido puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia en Arenas de San Pedro (Ávila), así como de la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente y Urbanismo.* 

Estamos acostumbrados a hablar de los fuegos en términos de "pirómanos", en una atracción morbosa por el fuego y el placer de provocarlos. La otra línea era la de los beneficios comerciales o empresariales, sacarle utilidad a lo quemado. De hecho, hace años se prohibió la venta de los terrenos quemados hasta pasado algún tiempo para evitar que los bosques se convirtieran, una vez quemados, en terrenos destinados a otras funciones. Se trataba de eliminar el aliciente del beneficio de la quema.

Pero esto de hoy siembra una serie de paradojas e incertidumbres. Es el caso de llamado "bombero pirómano", el que prende fuegos para después apagarlos. Corrijo con un matiz importante: es el que prende fuego para después ser contratado y cobrar por apagarlo.

Evidentemente, nada más lejos de nuestra intención de poner el foco sobre los bomberos y demás fuerzas destinadas a la extinción de incendios. que tiene todo nuestro apoyo y admiración. Pero sí que es necesario adentrarnos en este  tipo de casos y lanzar luz sobre ellos. Es precisamente esta valoración del esfuerzo y sacrificio del bombero lo que lleva a la indignación de estos incendiarios.

La expresión "bombero pirómano" se usa con cierta frecuencia en política para referirse a alguien que crea un problema y después se presenta como solución. Pero lejos de ser metafórico, el caso que se nos presenta es completamente literal. Aquí se trata de personas que van a apagar los fuegos que ellas mismas han provocado.

Lo que ocurre es que aquí puede desaparecer el carácter "psicopatológico" del asunto y entrar de lleno en la cuestión laboral: el fuego para el que se lo trabaja. El fuego es aquí las "tortas" del "a falta de pan", por usar un refrán popular.

Esto llevado a otros terrenos implica que habría pinchado ruedas si tuviera un taller, que habría contagiado enfermedades si se dedicara a la medicina, etc. etc. según los campos.

Las pesquisas policiales se centraron en un hombre a quien la Guardia Civil identificó el pasado 31 de julio cuando se dirigía a Cuevas del Valle realizando "maniobras evasivas" cuando se percató de la presencia policial.

Posteriormente, tras recabar indicios y pruebas periciales suficientes, se le tomó declaración en sede policial, hasta que finalmente confesó haber provocado el fuego.

Según la investigación, la motivación podría estar vinculada a intereses laborales, dado que el detenido trabajó anteriormente en labores de extinción y obtuvo trabajo diez días después de haberse originado el incendio* 

En su podcast "Madrid misterioso" de finales de julio, Álvaro Martín habla de la reciente publicación de su obra "El libro del fuego". En la página del podcast el autor señala que la obra es "un texto sobre diferentes enigmas relacionados con este elemento. Y entre ellos estudié la figura del pirómano y, incluyendo incluso un caso de un bombero pirómano."** Ese "incluso" nos muestra lo poco frecuente de la figura del "bombero pirómano"

La idea de que el incendio pueda estar basada en "intereses laborales" nos lleva a considerar tres cosas: a) hasta dónde pueden llegar los intereses; b) que concepto tiene de trabajo el detenido autor confeso y c) más general, cuál es la situación laboral es España como para llegar a ver con naturalidad el incendio como vía de trabajo.

Podemos ir por la vía patológica o por la desesperación, incluso entremezclarlas. Puede que el autor usara el incendio como una doble forma de desahogo, de subsistencia y venganza contra el sistema. ¡Quién sabe!

Es bueno que se detenga a los productores de fuegos (hay que empezar a cambiar el uso de "pirómanos"), que salgan a la luz sus motivaciones y que comprendamos que la vida no está hecha de compartimentos estancos y que todo fluye e influye.

Las visiones maniqueas del crimen ya están sobrepasadas. La naturaleza de los crímenes actuales ha cambiado, como han cambiado las relaciones de los jóvenes que van con navaja, machetes y palos de béisbol a tomarse algo en el fin de semana.

Quedan pocas barreras que no se puedan sobrepasar en un mundo cada vez más cruel en el que ya dejan de sorprendernos auténticas barbaridades ante las que se elevan los hombros diciendo "esto es lo que hay". ¿Qué pasa por la mente del que prende fuego al monte para que le paguen por su extinción? A muchos les resultará imposible ponerse en el lugar del autor e intentar comprenderlo; otros ni lo intentarán.

Hay que intentar saber qué hay detrás de los incendios. Eso nos lleva de la naturaleza y su conjunción de factores a nuestra dejadez en la prevención. En los casos de origen humano, de la negligencia a la intencionalidad, es quizá más importante si cabe. Puede que la naturaleza nos desborde, pero casos como el de los "intereses laborales" son humanos, demasiado humanos. No sé qué tipo de terapia requieren, si solo es a ellos o a todos.

 

* "Detenido un trabajador de extinción de incendios por provocar el fuego de Ávila a finales de julio" RTVE.es 12/08/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250812/detenido-trabajador-extincion-incendios-por-provocar-incendio-avila-a-finales-julio/16695081.shtml

** Álvaro Martín "El bombero pirómano y otros enigmas de los incendios - Los expedientes X del Buenos Días Madrid (227)" Apple Podcast 26/julio/2025  https://podcasts.apple.com/es/podcast/el-bombero-pirómano-y-otros-enigmas-de-los/id1653304952?i=1000719201388&l=en-GB

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