domingo, 10 de agosto de 2025

El arte del bulo climático

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La idea de que a mayor cantidad de información seremos más libres se ha convertido en una ilusión infantil. Eso podía funcionar cuando la verticalidad de la información, el equilibrio entre tendencias y opiniones era un hecho. Pero lo que tenemos hoy es muy distinto. La información no refleja o trata de reflejar lo que acontece —llamémoslo "hechos" y "sucesos"— para que quienes lo reciben actúen con mayor consciencia, sino que por contra se concibe como aquello que hace actuar en un sentido u otro, es decir, primero se decide cómo se quiere la reacción y después se fabrica el "pseudo hecho" o bulo.

Lo importante de la "desinformación" que se busca con los bulos es que está programada conforme a unos fines. No hay que ser ingenuos; la información siempre ha buscado algo, pero había unos ciertos límites en lo manipulable. Hoy, esos límites, han sido pulverizados sin el más mínimo pudor y amparándose en los nuevos formatos mediáticos que posibilitan el anonimato.

Intereses, anonimato y amplia y rápida difusión es lo que permite la creación de este estado informacional que busca ser creído. A esto hay que añadir una variante: los bulos desde el poder, cuyo máximo exponente mundial es Donald Trump y que tiene cada vez más imitadores, una vez constatado que el "fiel seguidor" acepta sin cuestionar lo que viene del líder. Esta modalidad deja en evidencia otro principio importante: la gente cree lo que quiere creer. El arte del gobernante es dárselo. No hay mentira más peligrosa que la que se ama acríticamente.

En RTVE.es, en su "Play" de Fin de semana, se recoge un podcast en el que se preguntan sobre los bulos. Su título es "La ola de calor, caldo de cultivo para los bulos que buscan negar la existencia del cambio climático" y señalan en su sinopsis:

La ola de calor está sirviendo como caldo de cultivo para que en redes surjan bulos, como que la AEMET usa una escala de colores más cálidos para exagerar las temperaturas o que cambia el umbral para los avisos de calor extremo. ¿El objetivo? Desacreditar a las instituciones y seguir negando la existencia del cambio climático. VerificaRTVE desmiente todos estos bulos.*

En la grabación se nos explican tres bulos referidos a la negación del cambio climático en las que se manipula la realidad de la información de la AEMET: la antigüedad de la existencia de registros, afirmando que es solo desde 2020 y no desde 1961; el cambio de los colores identificativos de las temperaturas y temperaturas más bajas para definir las "olas de calor". Los tres bulos son desmentidos por la investigación de VerificaRTVE.

¿El objetivo? Desacreditar el Plan 20-30 de desarrollo sostenible promoviendo las dudas sobre las instituciones y hacer avanzar el negacionismo del cambio climático. Los tres bulos señalados apuntan a ese objetivo.

Es interesante la afirmación en la que se recoge el asombro de los científicos por tener que explicar cosas que suponían que estaban ya asimiladas, como lo es el cambio climático. Este hecho se da especialmente entre los jóvenes a los que se busca sumar a estas "causas" de los bulos. Los jóvenes son especialmente propicios pues se combinan la poca información que poseen con un cierto deseo rebelde de oponerse a la autoridad, en este caso, las autoridades científicas. Se busca en ellos reclutar negacionistas y convertirlos en agentes difusores de los bulos.


Hoy, medios e instituciones, no deben dar por hecho que los elementos que provienen del campo científico funcionan con la idea de "autoridad". Esto es lo primero que se trata de dinamitar. Si dudas de la Ciencia, todo lo que llegue desde sus instituciones y grupos será cuestionado. Esa lógica ha sido subvertida y proliferan, por contra, otra serie de principios, más dogmáticos que críticos.

Ser "crítico" exige esfuerzo, aprender y razonar; ser dogmático, por el contrario, solo requiere de una credulidad extrema y una cabezonería exhibicionista. La cuestión se complica cuando existen intereses oscuros que son los que promueven los bulos y los fabrican en su origen.

¿Qué sentido tiene negar el "cambio climático"? Pues muchos más de los que pensamos. Los intentos de frenar el cambio climático y proteger el medio ambiente se enfrentan a multitud de sectores y empresas que han hecho su negocio desde la idea de que no existe daño al planeta o a la salud humana. Cuando los científicos nos muestran lo contrario lo contrario, lo niegan. El bulo es el arma utilizada para atacar a las instituciones, como en el caso de la AEMET en España. Lo mismo o parecido ocurre en otros lugares del mundo.

Para que esto funcione es necesario rebajar el nivel crítico de las audiencias y esto se hace de muchas formas, incluso indirectas. La reducción del nivel crítico se logra con la colaboración de una educación en caída libre y con la existencia de un entorno informativo cada vez más intrascendente, donde prima lo espectacular y lo trivial, que se lleva la atención en detrimento de las causas serias, por decirlo así.

Los medios viven en medio de esa crisis, en la duda sobre qué les permitirá sobrevivir si apostar por las noticias o jugar el peligroso espectáculo de lo trivial, con sus cuatro recetas efectivas para mantener la atención. A veces lo trivial rodea lo relevante haciéndolo desaparecer de la vista.

Tienen que dedicar una parte de su trabajo al desenmascaramiento de los bulos intentando competir con ellos y dejándolos en evidencia. Pocas veces se llega al origen oscuro, a la fuente de la que salen los bulos. La gran mayoría surge de fuentes insospechadas, de gabinetes de comunicación que están al servicio de otras causas informativas. La desinformación ya no es un estado de carencia, sino un campo totalmente organizado que elabora sus bulos a plena conciencia y conocimiento. 

* "La ola de calor, caldo de cultivo para los bulos que buscan negar la existencia del cambio climático" RTVE.es Play 9/08/2025 https://www.rtve.es/play/videos/telediario-fin-de-semana/ola-calor-caldo-cultivo-bulos-negar-cambio-climatico/16692497/

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