Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cuando
llegan las vacaciones de verano (o cualquier otra) uno de los tópicos que se
repiten es el del "mito de la desconexión", por llamarlo de alguna
manera. Como se habrán imaginado los hipotéticos lectores al otro lado de la
pantalla, se llama "desconexión" a un estado idealizado en que si alguien
te pregunta en qué trabajas, tardarías un poco en reaccionar. Es el equivalente
al sueño profundo, ese que cuando te
despiertas no sabes dónde estás y a veces ni quién eres. Estar
"desconectado del trabajo" es un peculiar estado ideal que todos dan
por hecho se debe cumplir en las vacaciones. "Las vacaciones son
sagradas" se decía antes con frecuencia. Ahora, ya sea por el exceso de
sentido laboral o por defecto de nuestra idea de lo "sacro", parece
que se reprocha a los españoles ese sentido del trabajo. no conseguir "desconectar".
En
RTVE.es nos hablan del estudio que toca cada año (ya casi tocan los artículos
sobre el llamado "síndrome post-vacacional" de final de verano):
Las vacaciones de verano son las más esperadas por
estudiantes y trabajadores, pero según revela un estudio, el 65% de los
profesionales en España no cumplen con la desconexión laboral.
Da igual si los empleados están en la playa o en
cualquier otro lugar de vacaciones. Una llamada urgente o inesperada, una
respuesta rápida a un cliente o un vistazo al correo del trabajo sirve
para romper con el descanso.
Según el estudio realizado por Edenred, empresa de
soluciones transaccionales, destaca que seis de cada diez trabajadores
sucumben en verano a la tentación debido a la cultura de trabajo y
responsabilidad que existe en ciertas empresas y sectores.
Desde Edenred explican que "si tienes claro que
tu empresa no te exige nada de esto, si reconoce que tú desconectas, en la
primera instancia que se te cruza por la cabeza, se te olvida porque sabes que
nadie lo espera por ti". *
Un vistazo
al móvil, al correo electrónico, una llamada, etc. son causas de "re-conexión",
que sería lo contrario de la "desconexión", la otra cara. La
expresión "no cumplen con la desconexión" o lo del
"sucumben" lo presentan como una especie de épica vacacional, una defensa del castillo.
Si te gusta tu trabajo (sí, hay gente a la que le gusta su trabajo aunque no lo diga), que piense en ello no debería ser objeto de esta especie de investigación orwelliana sobre si estás desconectado o has "sucumbido" al vicio laboral. En realidad, en vacaciones trabajamos de otra manera, la del consumo vacacional que cada vez es más intenso.
No sé
cómo será en otros países, pero no me parece una noticia tan mala que pienses
en tu trabajo de vez en cuando. Quizá yo me vea condicionado porque me gusta mi
profesión, la educación, y lo que me molesta realmente son los
"desconectados" durante el año, lo que incluye a muchos alumnos
y a muchos docentes, carentes de
motivación por aprender o por enseñar, que aquí se dan las dos caras.

Como me gusta, no considero que muchas cosas que hago sean traición vacacional ni a la patria ni a la humanidad ni a la universidad. La educación consiste en entusiasmarse uno para luego, si va bien, contagiar a los demás. Es una receta sencilla y se entusiasma con lo que te gusta. Y si te gusta, estás deseando que lleguen las vacaciones para poder dedicarle tiempo y atención.
Hay profesiones en las que pensar implica no desconectar, sino, por contra, poder disfrutar de la paz intensiva. Eso sí, es una conexión sin burocracia, que es el verdadero enemigo de cualquier cosa que te guste. Desgraciadamente, las cifras del tiempo dedicado a la burocracia están sobrepasando lo razonable en el campo educativo (y en otros). Es una verdadera tortura en muchos sectores.
La fotografía que acompaña al breve reportaje es la de un teléfono móvil en una silla playera. Echarle la culpa al móvil cuando la gente está conectada durante todo el año al teléfono, con motivo, mecánicamente o por puro aburrimiento, no deja de ser un poco osado. Se crea primero una dependencia y luego se pretende alejar el teléfono. Puede que se use para otra cosa, pero será difícil mantenerse alejado. El estrés puede ser tremendo, como ya sabemos. ¿Desconexión a este coste? Más bien conectarte con otros fines.
En mi caso, al menos, desconectar es no tener que rellenar papeles absurdos y dedicar mi tiempo a los buenos "papeles", los de los libros (sí, eso que tiene páginas impresas). ¿Es desconexión o conexión?
El mito de la desconexión se recupera cada año; es la forma de recordarnos que en vacaciones debemos "trabajar" de otra manera. A cada uno lo suyo.
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| 2023 |
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GERMÁN FERNÁNDEZ / NACHO CAÑIZARES "El 65% de los trabajadores españoles
son incapaces de desconectar del trabajo durante sus vacaciones" RTVE
22/08/2025
https://www.rtve.es/noticias/20250822/65-trabajadores-espanoles-incapaces-desconectar-trabajo-vacaciones/16704243.shtml



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