jueves, 28 de agosto de 2025

La crisis del modelo turístico español

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Llevamos muchos años diciéndolo y al final, la lógica es aplastante. Crear un "país turístico" es apostar por un mundo idealizado en el que las cosas deben ir bien para que funciones. Aquí "funcionar" es gastar, consumir. Pero esto no es fácil cuando llegan las crisis, las que afectan al bolsillo. Y una economía que se basa en el gasto depende directamente de los ingresos; a menos ingresos, menos gasto. Entonces empieza a fallar todo, en una espiral encadenada.

El titular en 20minutos resume la situación, "La hostelería sufre una temporada "difícil" por el encarecimiento de las vacaciones: "La gente viene, pero no tiene dinero para gastar""* Es algo evidente, pero no fácil de aceptar, por lo que se ve.

En el artículo en cuestión se explica: 

La imagen se repite cada verano. Con el calor de la temporada, millones de personas huyen hasta los destinos de playa con la idea de descansar del ajetreado trabajo. Miles de sombrillas abarrotan kilómetros de costa y, por ende, las terrazas, los restaurantes y los chiringuitos de playa de toda España se llenan de numerosos turistas, tanto nacionales como extranjeros. O eso, al menos, era lo que ocurría hasta ahora. El aumento de los precios y la caída del poder adquisitivo han provocado que el gasto medio por persona en viajes de ocio y vacaciones haya aumentando hasta un 9,3% este año, según los últimos números del Instituto Nacional de Estadística (INE). Y con ello, la hostelería, no ajena a este problema, está notando una reducción en el número de clientes, así como en la facturación en plena temporada alta.* 

Si suben los precios y disminuyen los salarios, no hay que ser demasiado "técnico" para comprender lo que ocurre y seguirá ocurriendo con el comportamiento de los "afectados". El turismo es un modelo muy limitado, sobre todo cuando se convierte en el modelo "estándar" y todos van a él. Es adecuado para economías "pobres" que tratan de aprovechar los recursos naturales —sí, esos que destruyen las "danas", incendios y sequías, los afectados por el cambio climático, aunque no se quiera reconocer—.

El modelo turístico crea un empleo estacional y precario para los que trabajan en él, un modelo que habla, como en la información, de "temporada alta". Eso determina el empleo. Pero necesita de la otra parte, del turista, es más, del turista consumidor, Y ahí ya nos es tan controlable como ocurre con el empleo, donde contratas y despides.

En post anteriores hemos hablado de casos en los que los pueblos se abonan al modelo turístico. Todo lo centran en la capacidad de atraer al turista. Puede ser la historia del lugar, su gastronomía, alguna atracción festiva, etc., pero todo acaba con lo que haya en el bolsillo del turista. En España empezó a hacerse la campaña de rechazo del "mochilero" porque venía y no gastaba, Se ha empezado a cobrar por el aparcamiento en lugares donde antes no se hacía o a cobrar diversos tipos de tasas por pasear, mirar, etc. ciertos lugares. La excusa para hacerlo es compensar el gasto que ocasionan con sus visitas, aunque la realidad es que visitan pero no gastan, en lo que podríamos llamar "turismo de mirada", en el que la gente viene a ver lo que sea (paisajes, monumentos...) La realidad es que vienen y no gastan, al menos, lo que se esperaba.

La subida de los precios —que el sector justifica— no es un factor de atracción obviamente. Las cuentas no salen y lo acaba pagando —como siempre— el trabajador, que se ve sobre explotado en horas y reducido en días.

Una vez más, la ausencia de criterio de futuro ha llevado al modelo más fácil, el de explotar lo que ya hay, antes de favorecer la creatividad industrial, la exportación en nuevos mercados, etc. Es más fácil... hasta que deja de serlo.

La competencia con otros países con costes menores y mayor exotismo es un factor en aumento. España ya no es la única. Nuestras cifras de turistas recibidos son engañosas y peligrosas. Han provocado fenómenos que nos afectan, como la especulación del suelo, la falta de vivienda y su aumento de precio, los "pisos turísticos" y una larga lista que elementos negativos.

Lo hemos visto con la dana, pero no nos gusta verlo. Lo estamos viendo con los incendios forestales por toda España, pero tampoco queremos verlo. Las páginas de los medios son una extraña mezcla de incendios y festejos. Si se invirtiera en prevención un diez por ciento de lo que se invierte en fiestas tendríamos otro panorama. Pero también los bomberos se quejan de lo mismo que los camareros; también ellos tiene su temporada alta, con sus bajos sueldos y la consiguiente explotación. El modelo se ha extendido como referencia.

Los pueblos compiten por la atracción turística de la que viven. Los medios presionan para que salgamos de casa y vayamos a algún sitio, en una promoción descarada. Que vayamos... y gastemos. El caso del toro gigantesco para atraer turismo es un ejemplo claro de la falta de imaginación de la mayoría de nuestros políticos locales, incapaces de idear nuevos modelos de producción en sus pueblos. El abandono de los pueblos tiene mucho que ver con esto. Vacíos en invierno, esperan con ansia la llegada del verano en la que se "desconecta" y se consume, como veíamos aquí hace unos días (El mito de la desconexión).

Ir, mirar y gastar, Este es el modelo. El ir está cada vez más repartido por la multiplicación de oferta; el mirar está cada vez más complicado porque hay que cuidar lo visible, el centro del atractivo;  y, finalmente, gastar. Pero solo se puede gastar lo que se tiene. Si tener el bolsillo repleto y ganas de gastarlo, a nadie interesas, es más, eres una molestia.

Nadie quiere hablar de cómo nos afecta esta sucesión de catástrofes climáticas y cómo se centra en nuestros "paraísos climáticos". Nuestras "Costa del Sol", "Costa de la Luz", etc. han sido los centros de destrucción, han barrido el Levante, asolando las costas mediterráneas.

Hay que pensar en otro modelo. Si el turismo interior gasta poco porque los sueldos son bajos, como ocurra una nueva crisis, como sigan subiendo los precios, etc. veremos qué hacemos. Pero la atracción de lo fácil es una tentación.

Economía Digital

La frase más sensata que escuché durante la dana valenciana y sus destructivas inundaciones por construir donde no se debe fue "¿Y ahora a quién le vendemos los pisos bajos?" Vio rápidamente el problema.

Cambio climático, crisis del empleo, especulación inmobiliaria, bajos sueldos, subidas de precios... España, ¡despierta! 


* Jorge Martínez "La hostelería sufre una temporada "difícil" por el encarecimiento de las vacaciones: "La gente viene, pero no tiene dinero para gastar"" 20minutos 27/08/2025  https://www.20minutos.es/nacional/hosteleria-sufre-temporada-dificil-encarecimiento-vacaciones-gente-viene-dinero-gastar_6235764_0.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.