Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Me
imagino que los temas que más salen a la luz sobre la Inteligencia Artificial
no son los que más gustan a los que se dedican profesionalmente a ella, a desarrollarla
y a usarla en muchos campos en los que suponen algún beneficio.
Por desgracia, los que los medios atienden (y expanden) son aquellos casos en los que
están implicados claros aspectos y usos negativos.
Con la
IA pasa algo parecido a lo que ocurre en aquellos países en donde es fácil
adquirir armas. Igualmente, lo que sale a la luz son los usos negativos, como
matanzas, tiroteos, asaltos, etc. En el caso de la IA, igualmente, se están
haciendo grandes negocios amparándose en que está en la libertad de los usuarios
el cómo se utilicen. Nada importa mientras produzca beneficios a alguien. Y ya
hay muchos beneficiándose de este negocio al ponerlo en manos de cualquiera, al
hacerlo fácilmente utilizables sin demasiados problemas. De hecho, una parte
importante de los casos que salen a la luz se deben a acciones cometidas por
menores. Y un segundo aspecto: con las mujeres como víctimas.
En
RTVE.es nos encontramos con el recuento de una serie de problemas generados
(socialmente) por la Inteligencia Artificial y que se dirigen al mismo
objetivo: las mujeres. La IA es una herramienta y un producto. Como herramienta
unos lo dedican a hacer cosas positivas; otros, en cambio, la utilizan para dar
más fuerza a sus ataques a lo que consideran su principal enemigo: las mujeres
y sus avances. De esto hemos tratado aquí varias veces.
Pero
hay un segundo tema presente, los sesgos y el estereotipado de elementos transmitidos desde la "inteligencia
humana" a la "artificial" con regreso. Es decir, los estereotipos
y fobias salen de la sociedad, pasan por los algoritmos, donde toman forma, y
acaban volviendo a la sociedad a través de los resultados producidos. La IA solo da forma, da un acabado impecable a la negatividad preexistente.
El problema
es pues de orden social en varios niveles. El primero es el fallo educativo. Que
sean niños y adolescentes los que se dedican a esto es un mal síntoma, una
muestra de la "mala educación" con la que salen de sus ámbitos
familiares y la nula capacidad educativa de corregirlo. Parte de esto tiene que
ver con la horizontalidad, la comunicación entre pares, pero mucho con la
vertical, es decir, con lo que se escucha en casa, por decirlo así, además de
lo que se trasmite a través de esas grandes "mal educadoras" que son
hoy las redes sociales.
Volvemos
así al principio, a lo social, a las mentes maleducadas y ahora agresivas ante
el deterioro y pérdida de sentido de la palabra "valores", como un
deseo de orientación común hacia algo que entendemos como valioso para todos. Pero nuestras
sociedades son sociedades de desacuerdo. Es lo que vemos cada día y cada día
igualmente se nos ofrecen argumentos y energías en contra de algo. Solo se está
de acuerdo en el valor del dinero. Todo lo demás es discutible y escenario de
batalla.
El
artículo repasa algunos casos recientes en España, como el de Almendralejo, con
el uso de fotos de las compañeras de la escuela para generar imágenes pornográficas. Se
le da voz a una de las madres de las víctimas, quien señala que
...la clave para ella está en los más jóvenes. Cree que los que generaron las imágenes desnudas de su hija y de una veintena de chicas no son conscientes de la gravedad del delito que han cometido. Pide que haya tolerancia cero con este tipo de agresiones y que se reconduzca a estos chicos, desde su punto de vista “recuperables”. “Si con esto corremos un tupido velo, ¿qué harán el día de mañana?”, se pregunta.*
Es importante distinguir los tipos de casos que van apareciendo porque manifiestan muchas formas, pero con un mismo objetivo en su mayoría: la violencia contra las mujeres. Esto es lo realmente preocupante y no se puede obviar desde el punto de vista del deterioro social.
El panorama que se nos ofrece es peligroso porque se está usando a la infancia para entrar en esta dinámica negacionista de la igualdad, va creciendo además la idea absurda de que los hombres son las víctimas de las mujeres, creando espacio de captación cada vez más intensos a través de los grupos que les lanzan estas "tentadoras" venganzas por distintos motivos contra las mujeres. En el texto se señala:
[...] en lo que están de acuerdo todas es en la importancia de educar a las generaciones presentes y futuras. Al Adib considera que lo que ocurrió en Almendralejo pasa en todo el mundo, pero que las víctimas no se atreven a denunciar o no saben cómo hacerlo. Insiste en formar a las instituciones para que sepan cómo atender a las mujeres que se vean afectadas en violencias similares.*
No es casual, decimos, que la mayor parte de esto se dirija hacia los jóvenes ya que son los más necesitados de la proyección social para crearse la naciente identidad, una mezcla donde lo social tiene gran peso. La necesidad de mostrarse ante los otros trae la posibilidad del ataque y la manipulación.
Los expertos y víctimas consultados se preocupan por legislaciones, definiciones de casos, etc. Denuncian las situaciones, pero la respuesta es el silencio o el encogimiento de hombros. ¿Quién se atreve a frenar, a legislar, a ponerle puertas a este campo que está dando tanto juego económico y social? Como señala uno de los expertos citados en el título de artículo, "lo que asusta es la maldad humana".
Dicen en elDiario.es que la app con la que se hizo el trucaje de las fotos de las menores de Almendralejo cobra 9 euros por 25 fotos. ¡Un gran negocio! ¡Con el buen negocio hemos topado!
* Lucía
Blázquez "Sesgos y violencias machistas de la IA: "No me da miedo la
tecnología, me da miedo la maldad humana"" RTVE.es 14/01/2024
https://www.rtve.es/noticias/20240114/objetivo-igualdad-sesgos-violencias-machistas-ia-no-miedo-tecnologia-miedo-maldad/2469099.shtml
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