sábado, 13 de enero de 2024

Egipcios fuera de Egipto

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

En política, las cosas no son como son sino como se cuentan. Hay que saber encontrar el punto, la forma adecuada. Ayer poníamos como ejemplo de país incorporado a los BRICS a Egipto, cuyo paso por el Canal se verá directamente afectado por los ataque hutíes a los barcos mercantes que ha pasado por allí tradicionalmente camino de Europa. Es obvio que dos de los tres principales ingresos de Egipto se verán afectados, eso sin incluir los negocios con Israel o las repercusiones que pueden tener sobre la financiación norteamericana de su ejército. La lineación con Rusia y China en los nuevos BRICS no se va a resolver con los turistas rusos o la financiación desde Moscú.

Hoy leo en Egyptian Streets una noticia con el siguiente titular "Reviving Remittances: Egypt Explores Exporting High-Skilled Workers to Boost Economy", firmada por Shereif Barakat. En ella se nos da cuenta de esta nueva de afrontar una economía en crisis brutal, con una inflación galopante, con una pérdida de valor adquisitivo extrema, que tiene a los egipcios contra la espada y la pared.

El "ingenio" egipcio del régimen de al-Sisi ha descubierto una modalidad y una forma de contárselo a la población: la exportación de los mejores trabajadores. En el texto leemos:

Members of Egypt’s cabinet, including Prime Minister Mostafa Madbouly, held a meeting on 9 January to explore exporting trained and skilled Egyptians for labour abroad.

The meeting, also attended by the ministers of foreign affairs, higher education, education, emigration, and labour, was a follow-up to the topic previously discussed months earlier according to a cabinet social media statement.

During the meeting, Madbouly emphasised the significant attention the idea receives based on the volume of requests coming from various countries, highlighting European states in particular.

“This necessitates better preparing technical workers and trained labourers to meet these demands…and provide new job opportunities for trained workers to keep pace with global developments,” the statement reads.*


Tal como lo cuenta el gobierno egipcio, parece que todos los días reciben peticiones de los maravillosos especialistas egipcios en cualquier cosa. El mundo los necesita y Egipto no puede defraudar a sus hijos, la Humanidad.

El gobierno, con su generosidad, quiere exportar a los mejores a otros países. Evidentemente, la situación económica es muy, muy mala y no tiene trazas de mejorar con lo que viene.

El plan es controlar la formación de los parados producidos. No dejar salir a los menos preparados (controlar la emigración ilegal, dice el texto del ministerio) y formarles antes de que soliciten salir. Ya no se van porque haya problemas; son enviados a solucionar los problemas del mundo. Un cambio que quiere ser sutil.

Mucho nos temeos que el precio que tendrán que pagar en diversos sentidos será alto, pues quedarán sujetos probablemente a "deberes" al estar fuera. Una de las obsesiones egipcias es el control / propiedad de sus ciudadanos en el exterior, que son contados y controlados desde las mismas embajadas en cuanto que son declarados "sujetos de interés". El sentido "propietario" de los gobiernos egipcios sobre sus ciudadanos no es cosa nueva y ya tuvo con al-Sisi un primer intento de control, especialmente para saber quiénes eran los opositores fuera y hacerles ver que saben quiénes son y dónde se encuentran sus familias en Egipto.

Ahora parece que se trata la situación crítica de la economía del país. En el texto todo se presenta, como hemos señalado, como un "favor" que Egipto le hace a un mundo necesitado de "especialistas de primera". Esto dará lugar a un cierto sentimiento del "orgullo egipcio", algo que se incluye en la retórica gubernamental.

El autor del artículo, sin embargo, nos introduce una visión quizá menos retórica y optimista:

While not mentioned during the meeting, remittances – Egypt’s biggest source of foreign currency – are another significant motivator in increasing the number of Egyptian expats.

In 2023 alone, Egypt amassed USD 24.2 billion (EGP 747.8 billion) in remittances – with a strategy to increase that number by 10 percent annually until 2030.* 

Es decir, Egipto manda a gente fuera porque necesita del dinero que envían a casa por su crisis propia. Muchos países viven esta situación, pero Egipto siempre es original en su forma de presentarlo porque el gobierno no aceptará nunca un fracaso o una crisis como la que está viviendo. Lo que se anuncia evita señalar, como bien se apunta, que ahora mismo son los emigrantes los que están sosteniendo con los ingresos desde fuera la situación de dentro; es el dinero que el gobierno necesita gestionar para sus proyectos, incluida la nueva capital, un lujo que Egipto tendrá que pagar, entre otras formas, devolviendo el dinero a China, que se la financia.

Mandar "especialistas" al extranjero supondrá, con toda probabilidad, un control mayor de sus ingresos y el establecimiento de cánones o similares. Sabrán mejor dónde llega ese dinero que los expatriados envían a casa. Y pasarán recibo.

Los ciudadanos egipcios no son "ciudadanos", sino propiedades del Estado egipcio, ese conglomerado de intereses que gestiona a más de ciento diez millones de personas, una población mayoritariamente joven, que ve cada vez más reducidas sus posibilidades de ingresos y trabajo.


Desde hace años, como nos cuenta el artículo en MEMO, titulado "Expats criticise Egypt’s attempts to gain investment"**, el gobierno egipcio lleva haciendo maniobras para que el dinero que los egipcios ganan fuera se invierta en casa. Pero los proyectos no han sido capaces de atraer esos capitales. Recelo, falta de confianza, etc. han sido los factores determinantes. En suma, no han sido creíbles en sus resultados. Las apelaciones frecuentes al patriotismo no han sido suficientes. El dinero cuesta ganarlo y en Egipto no les convencen los discursos.

Pese a que las autoridades egipcias niegan que se haya producido una alteración del paso por el Canal, es evidente que los que van por la ruta atlántica o sencillamente con los que eligen otro medio más seguro, el hecho es que no pueden ir por dos vías al mismo tiempo.

Con el desvío de los barcos debido a los ataques hutíes, con la amenaza de la guerra en Gaza y los refugiados que huyen, que convierten a Egipto en la salida/entrada a través del paso Rafah; con la reducción drástica del turismo y otra serie de problemas internos añadidos, las necesidades del país se multiplican y allí la culpa siempre la tiene el pueblo, como alguien señaló hace muchos años. Nunca hay crisis por ineficacia, corrupción, etc. El pueblo lo paga siempre de una manera u otra, no las élites que se mantienen en el tiempo copando los puestos de la administración, universidades, justicia, etc. en sus puestos clave.

Pero las crisis acaban despertando la conciencia de algunos y eso es peligroso. Preferible es seguir manteniendo la creencia en un presidente infalible, enviado como un favor divino al lugar donde todo empezó.

El gobierno egipcio va a utilizar su principal materia prima y aquello que les sobra: al pueblo egipcio. La grandilocuente retórica gubernamental no va cambiar demasiado la realidad, aunque siempre tratará de dejar caer la responsabilidad sobre otros.

Veremos en qué se traduce esta situación, este nuevo sistema de vigilancia para sacar provecho ante las crisis existentes y las que se avecinan. El gobierno egipcio puede hacer hermosos discursos, pero no tapan la realidad de las crisis.

 

* Shereif Barakat "Reviving Remittances: Egypt Explores Exporting High-Skilled Workers to Boost Economy" Egyptian Streets 10/01/2024 https://egyptianstreets.com/2024/01/10/reviving-remittances-egypt-explores-exporting-high-skilled-workers-to-boost-economy/

** "Expats criticise Egypt’s attempts to gain investment" Middel East Monitor (MEMO) 14/03/2023 https://www.middleeastmonitor.com/20230314-expats-criticise-egypts-attempts-to-gain-investment/

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